Revista
Peruana de Literatura
Director: Reinhard
Huamán Mori
Dos
notas sobre Ginebra Magnolia N°6
Hibernia (o de la mitología
celta, el imaginario popular y la poesía irlandesa contemporánea).
Ginebra
Magnolia Presentación
por Alfredo Bushby
Texto leído el día 8 de marzo
en la librería Crisol con motivo de la presentación
del sexto número de Ginebra Magnolia.
Uno de los artículos más sugerentes del último
número de la revista Ginebra Magnolia sostiene la tesis
de cómo, a lo largo de siglos de la antigüedad y parte
de la Edad Media, Irlanda era vista como una suerte de lugar paradisíaco,
como aquel lugar más allá de los mares donde los bienaventurados,
vivos o muertos, moran eternamente. La tesis de la autora de este
artículo, Helena Roig, está muy bien sustentada y me
sirve como pretexto para introducir el tema del que quiero hablar,
tema que pretende responder a una pregunta aparentemente simplona:
¿Por qué una revista peruana de literatura
toma como tema de todo un número a Irlanda y a su mitología?
Y, más aun, el tácito reproche dado en la pregunta:
¿No hay en la literatura peruana e hispanoamericana suficientes
temas como para tener que recurrir a un tema tan aparentemente distante?
Omitiré el análisis de la refutación más
fácil a estos posibles reproches: "Irlanda es parte de
la humanidad y, como parte de la humanidad, sus circunstancias y avatares
nos conciernen a todos". Quiero más bien, retomando la
tesis del artículo mencionado, especular con las razones por
las que Irlanda, su mitología, su historia y su arte, ejercen
una gran fascinación en el mundo occidental, en Hispanoamérica
y en el Perú. Las primeras noticias de Irlanda que puede recibir
un niño venían de dos vertientes. Por un lado, estaban
los duendes y hadas que habitaban los bosques, amigables en algunas
versiones, terribles, en otras. Irlandés era el duende que
cuidaba el tesoro al final del arcoiris. Por otro lado, especialmente
en los años setenta, estaba el locutor de noticias de la radio
quien, para introducir una noticia terrible, ponía voz grave
y decía "Belfast"; y pasaba a leer el cable sobre
un nuevo atentado del Ejército Republicano Irlandés
o sobre una terrible represalia de las fuerzas del orden británicas.
"Belfast" con voz grave era el prefijo a la violencia y
la muerte, a la lucha entre católicos y protestantes, tal como
el cable simplificaba la situación. "Belfast" estaba,
en este tema en los setentas, casi al nivel de "Saigón".
Los duendes y las hadas (las banshees), por un lado; las noticias
de "Belfast", por otro, eran manifestaciones de un fenómeno
mucho más complejo: la lucha de un pueblo por su identidad;
la afirmación, a través de personajes del bosque y bombazos
de algo propio. Se trataba de la lucha interior y exterior de una
nación oprimida, conquistada, subyugada por potencias externas
que no quería desprenderse de lo propio. Corresponderá
a los especialistas analizar los detalles de la manera como esta circunstancia
irlandesa fue o es también una circunstancia latinoamericana;
pero, con todas sus diferencias, una gruesa analogía puede
ya ser tendida.
Más adelante, la literatura proveería más información
acerca de Irlanda y sus luchas. Dos de los cuentos más importantes
de Jorge Luis Borges ocurren o se refieren a Irlanda. "La forma
de la espada" y "Tema del traidor y del héroe";
en ambos, el motivo recurrente son los conflictos por la independencia
de Irlanda, pero quiero citar un fragmento del inicio del "Tema
del traidor y del héroe"; en éste, un narrador
inventa a otro narrador y dice:
"La acción transcurre en un país
oprimido y tenaz: Polonia, Irlanda, la república de Venecia,
algún estado sudamericano o balcánico... Ha transcurrido,
mejor dicho, pues aunque el narrador es contemporáneo, la
historia referida por él ocurrió al promediar o al
empezar el siglo XIX. Digamos (para comodidad narrativa) Irlanda;
digamos 1824."
Ya Borges, veía una similitud, al menos, en la opresión
y tenacidad entre Irlanda y "algún estado sudamericano".
Ya que estamos en el tema y el ámbito de la literatura, no
puedo dejar de mencionar la fascinación que causa que un país
pequeño, que consiguió su independencia a inicios del
Siglo XX, sea la nación de tal cantidad de escritores geniales.
Sería tedioso mencionar a todos pero es inevitable fascinarse
con la simetría de cómo tres escritores irlandeses fueron
los que marcaron rupturas definitivas en lo que los conocedores llaman
los tres géneros literarios: La novela no volvió a ser
la misma después de James Joyce; y, hasta el día de
hoy, William Yeats y Samuel Beckett siguen siendo referentes de la
lírica y la dramaturgia.
Gracias a los artículos y selecciones de textos de este último
número de Ginebra Magnolia podemos entender mejor cómo
esta maravilla literaria irlandesa no fue producto de la casualidad
ni del sortilegio de alguna banshee del bosque. Gracias a ella,
entendemos y, tal vez, nos identificamos con la llamada sensibilidad
celta de la que habla Yeats en algunos de los pasajes incluidos en
la revista; recomiendo especialmente "El elemento céltico
en la literatura", y quienes vean, aquí y allá,
muy sutilmente, algunos de los elementos de los que, años después,
hablaría Arguedas al referirse a las canciones y creencias
populares andinas verá aun más la pertinencia del tema
irlandés para una revista literaria peruana.
Felicito a los editores por la elección del tema. Ignoro si
fue una elección fácil o difícil; ignoro también
si, tal como especulé, han surgido voces que manifiesten algún
reparo al respecto. A ellos, se les podría responder con las
palabras que usa Yeats para referirse a Virgilio y Shakespeare, y
contrastarlos con la sensibilidad celta:
"Miraban la Naturaleza a la manera moderna,
a la manera de las gentes que son poéticas, pero que tienen
mayor interés unos en otros que en la Naturaleza. Esta se
ha ido borrando hasta ser únicamente amiga y agradable, es
decir, al modo de las gentes que se han olvidado de la religión
antigua."
Termino estas palabras dando mi felicitación por la selección
y, sobre todo, la distribución de artículos y textos
en la revista. Si bien, casi por definición, una revista (literaria,
política, de espectáculos o lo que fuera) es un texto
que suele leerse en desorden y fragmentadamente, después de
una rápida ojeada por él índice, los títulos
o las primeras frases de cada elemento, en este caso, la distribución
de los elementos nos va llevando en no fácil camino de la mitología
y las creencias irlandesas, de manera que, hacía el final,
sólo una pertinente, breve y directa introducción es
necesaria para zambullirnos en la lírica irlandesa contemporánea
y muchos de sus referentes.
Sólo una pequeña crítica: Tal vez, motivos de
espacio sean los responsables, pero habría sido más
revelador incluir, al menos a pie de página, las versiones
en idioma original de la excelente selección de poemas. Pero,
tal vez, la omisión sirva a los lectores de excusa y acicate
para ir a buscar por su cuenta estos textos.
Ginebra
Magnolia 6: un amanecer irlandés
por Helena Roig
Torres
Con tres años de vida la revista de literatura Ginebra Magnolia
ha publicado su sexto número de 154 páginas dedicado
a la literatura irlandesa, a la cual ha titulado hibernia [o de
la mitología celta, el imaginario popular y la poesía
irlandesa contemporánea]. Está dividida en cuatro
partes, y la primera de ellas contiene ensayos y artículos
sobre la mitología celta, en donde destacan los escritos de
James Doan ("Las raíces del mito y folklore celtas"),
de Helena Roig ("Irlanda céltica, el paraíso sobre
el mar") y el de su director, Reinhard Huamán Mori ("La
mitología celta y el ciclo de las invasiones: una panorámica").
Además de ello, hay traducciones de los mitos propios de Irlanda
como "La historia de Tuan Mac Cairell", "De la conquista
de Cessair" y "Cath Maige Tuired -La segunda batalla de
Mag Tuired-", entre otras. Cabe mencionar que es la primera vez
en el Perú que se aborda un estudio sobre la mitología
de esta antigua cultura, por lo que su contenido cumple con el objetivo
principal de la revista que es cubrir los vacíos y omisiones
que presentan los estudios literarios peruanos.
La segunda parte presenta algunos relatos, poemas y ensayos sobre
el imaginario popular y folklore irlandeses. Tal como menciona la
introducción a esta sección: "Con las campañas
evangelizadoras y la extirpación de la primitiva identidad
gaélica, los restos de la mitología celta penetraron
en el imaginario popular irlandés. De esta manera, los campesinos
y aldeanos atribuyeron parte de su bagaje histórico y cultural
a las nuevas historias y leyendas que se empezaban a tejer en los
pueblos y aldeas, fundiéndolas con sus creencias y sus canciones
populares". Así encontramos apreciaciones de poetas y
dramaturgos irlandeses como William Butler Yeats ("El elemento
céltico de la literatura", "Brujas y hechiceros en
el folklore irlandés"), Lady Gregory ("Banshees y
advertencias") y poemas de Sir Samuel Ferguson acerca del mundo
feérico tradicional de su país. También hallamos
algunas precisiones acerca del Renacimiento Literario Irlandés,
movimiento cultural de la primera mitad del siglo XX dedicado a la
promoción y toma de conciencia de la literatura irlandesa.
La tercera sección está dedicada a la poesía
irlandesa actual, cuya traducción fue realizada por los poetas
argentinos Gerardo Gambolini y Jorge Fondebrider. La revista publica
por primera vez en el Perú a Sheila O'Hagan, Vona Groarke y
Patrick Chapman; y también a los emblemáticos Patrick
Kavanagh, Louis Macneice, Thomas Kinsella, Seamus Heaney (premio Nobel
de literatura en 1995), Ciaran Carson y Theo Dorgan. Otros poetas
que completan la selección de Ginebra Magnolia son:
Macdara Woods, Paul Durcan, Paula Meehan y Michael O'Loughlin. Antecede
a la muestra poética una presentación por parte de Andrea
Cabel, precisando el contexto y las características de las
poéticas de los autores.
La cuarta y última sección, titulada "De los apéndices",
contiene cuatro artículos que son importantes para el entendimiento
de la literatura irlandesa. El primero de ellos es la traducción
por parte del poeta peruano Carlos Villacorta del nacimiento y la
muerte del héroe principal del ciclo épico irlandés,
Cu Chulainn, cuyas hazañas se forman parte de la epopeya Tain
Bó Cuailnge o El robo del ganado de Cooley. El segundo
es una corta obra dramática por parte de John Millington Synge
titulada Jinetes hacia el mar, de la cual existe una versión
al castellano previa de Antonio Machado, pero la que presenta ahora
Ginebra Magnolia es de la peruana Tracy Prieto. El tercero
son tres poemas religiosos y antiguos de Irlanda traducidos del latín,
en donde se aprecia el marcado espíritu religioso de Irlanda
y, finalmente, el cuarto artículo es una apreciación
sobre la vida de San Patricio por parte de Nenio, antiguo historiador
latino.