..........En literatura, resulta inevitable
que la masa de lectores se concentre en la compra de los autores
predilectos de los medios de comunicación. Esta tendencia relega a un
pernicioso ostracismo a escritores y textos cuyo mérito no es menor.
.......... Algo de esto afecta a
Imperfecta desconocida, la segunda novela de Sonia González que,
no obstante, reitera el talento con que ella es capaz de armar relatos
de vidas, construyendo personajes desde los más inadvertidos actos y
motivaciones humanas.
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Imperfecta desconocida es la historia de Amalia Espejo de Sagüez,
una mujer medio burguesa en la antesala de la menopausia, personaje en
el que la preposición que une su apellido al de su marido no es sólo un
elemento gramatical, sino todo un símbolo que la obliga a vivir en una
suerte de limbo donde su propia identidad ha sido cercenada (no dejen
pasar el guiño que hace el nombre de la protagonista). Ella representa
la imagen de una vida que avanza a tientas buscando alguna fórmula que
le permita dar con el Yo detrás de la máscara. Y a través de esa
búsqueda que no ignora psiquiatra en sesiones tan regulares como
inútiles, tendencia a la fantasía, un alcoholismo escapista, marido
también medio burgués y ausente, un hijo enfermo y el otro, el
adolescente en problemas, Sonia González construye con trazo implacable
una historia sin compasiones, que impide eludir una reflexión sobre lo
absurdo que puede volverse la vida en un mundo donde priman las
apariencias.
.......... Este libro no
resulta estridente, pero va diciendo lo que debe decir y sabe trabajar
con las zonas grises de la identidad humana. Sabe que es ahí donde está
la raíz de una buena novela, la savia para un relato que merezca
contarse. Inevitable que en la vida y decisiones de los personajes se
deslice una buena dosis de maldad y no sólo, como dice Claudio Magris,
"la perversión tenebrosa que invade brutalmente todo el campo de la
visión", sino también "el impalpable soplo de la nada que se advierte
más habitual e incluso amada". Y es que Amalia Espejo de Sagüez, en
definitiva, ama esa nada en la que se va disolviendo su día a día,
porque no conoce otra realidad. La protagonista de Imperfecta
desconocida es tan inteligente como desvalida, y su fragilidad, muchas
veces, adquiere el tinte de una aparente idiotez. Pero no, el personaje
que ha querido entregar Sonia González está siempre luchando por llegar
a alguna meta, como lo hace a través de sus "cartas al director" en las
que maneja una lógica impecable e inútil; o como cuando reflexiona sin
esperanza, diciendo: "Quizás lo que las personas deseamos es sólo eso,
que alguien nos diga que todo está o ha estado bien. Y así dejar de
sufrir, detener el deseo de aquello que hemos perdido".
.......... Imperfecta desconocida termina abierta
como la vida antes de la muerte, con una esperanza que no siempre llega
a cumplirse y ello la convierte en una novela de las buenas de este año.
Gide decía que con las historias felices y los buenos sentimientos no se
hace literatura. Sonia González lo sabe y ejerce su oficio con un grado
poco frecuente.
en El Mercurio. Revista de Libros 13 de octubre de
2001