El
Rey entrega al chileno Gonzalo Rojas el Premio Cervantes 2003
ALCALA DE HENARES,
Madrid (Reuters) - El poeta chileno Gonzalo Rojas leyó el viernes
un emotivo discurso lleno de vitalidad, referencias literarias y humildad,
tras
recibir de manos del rey Juan Carlos el Premio Cervantes 2003, considerado
el máximo galardón de la literatura en castellano.
"No paso de aprendiz y el seso no me dio para letrado, ni menos
para el fulgor encandilante de estar aquí. Pónganse
en mi caso, es que no lo merezco ¿qué lo voy a merecer?",
afirmó Rojas, que aludió en el inicio de su discurso
a los atentados de Madrid del pasado 11 de marzo.
El premio, dotado con algo más de 90.000 euros, fue entregado
en una solemne y ya tradicional ceremonia celebrada en el Paraninfo
de la Universidad de Alcalá de Henares, localidad donde nació
Miguel de Cervantes.
"Está escrito que los verdaderos poetas son de repente,
y no basta el oficio. La poesía encarna en uno por azar. Te
dan la palabra que no mereces y te pones a balbucear el mundo, imantado
como en el amor por el encantamiento y el desollamiento", aseguró.
Rojas, quien estuvo exiliado en Alemania y Venezuela tras el golpe
militar de 1973, se declaró "allendero" y "partidario
de la justicia hasta las últimas consecuencias como el ingenioso
hidalgo".
Nacido hace 86 años en la localidad chilena de Lebu, Gonzalo
Rojas pertenece a la Generación del 38 y formó parte
del grupo Mandrágora, de tendencia surrealista, del que se
distanció posteriormente.
"Los mineros del cobre me enseñaron mucho más
que el surrealismo: a descifrar el portento del lenguaje inagotable
del murmullo, el centelleo y el parpadeo de las estrellas".
"AL CIERRE DEL XXI PREVALECERA LO INSTANTANEO"
Rojas defendió la "demora" a la hora de escribir,
subrayando que "ritmo es ocio y sosiego" y "este oficio
es sagrado y no se llega nunca". Entre sus obras destacan títulos
como "Contra la muerte", "Oscuro" y las colecciones
antológicas "¿Qué se ama cuando se ama?"
y "Réquiem de la mariposa".
El poeta finalizó su discurso con unos versos escritos como
una "carta al Nadie que anda en lo efímero del hombre",
en los que auguró que "al cierre del XXI prevalecerá
lo instantáneo"
El Rey, que recordó a Vicente Huidobro, Gabriela Mistral y
Pablo Neruda como las grandes voces aportadas por Chile a la poesía
universal del siglo XX, destacó de Rojas su apuesta por la
modernidad, su compromiso con la realidad de dolor y sacrificio de
los mineros del norte chileno y su palabra esencial.
"Gonzalo Rojas encarna el prototipo del poeta buscador. Alguien
que está siempre indagando el sentido de las cosas, que quiere
descifrar el significado del mundo", declaró Don Juan
Carlos, afirmando que el poeta chileno coincidía con Cervantes
"en su talante ancho, valiente y esencialmente alegre".
La nueva ministra de Cultura, Carmen Calvo, describió por
su parte la obra de Rojas como "un mosaico de versos tan espiritualmente
apabullantes, tan delicadamente encarnizados, que nos sobrecogen"
y expresó su satisfacción por el hecho de que su primer
discurso como ministra de Cultura "ronde el universo cervantino".
"Hay hambre de cultura hispana y Cervantes es la miga de esa
cultura, su corazón, un corazón que estamos dispuestos
a donar", declaró Calvo, afirmando que uno de los instrumentos
básicos para ello será convertir el Instituto Cervantes
en la piedra angular de la política cultural en el exterior.
"Se aplicará la máxima de Humberto Eco según
la cual 'la fuerza de la cultura puede evitar el choque de civilizaciones'",
añadió, en un discurso en el que ensalzó la paz
como "un inmerso invernadero en le que crece despreocupada y
lustrosa la vida".
El Premio Cervantes, instituido por el Ministerio de Cultura y entregado
por primera vez en 1976 a Jorge Guillén, se concede a los autores
por toda su obra, y Rojas recoge el testigo del escritor español
José Jiménez Lozano.
Entre otros galardonados se encuentran destacadas figuras de la literatura
en castellano a ambos lados del Atlántico, como el también
chileno Jorge Edwards, el cubano Guillermo Cabrera Infante, el peruano
Mario Vargas Llosa y los españoles Francisco Umbral, José
Hierro, Camilo José Cela y Miguel Delibes.
El Rey entrega el Premio Cervantes a Gonzalo Rojas,
el "poeta buscador"
(EFE) ALCALÁ DE HENARES (MADRID).- El Rey ha entregado hoy
el premio Cervantes, en un acto
celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá, al poeta
chileno Gonzalo Rojas, a quien ha definido como el "prototipo
del poeta buscador" que "quiere descifrar el significado
del mundo".
Don Juan Carlos, acompañado por la Reina y por la ministra
de Cultura, Carmen Calvo, ha presidido el solemne acto de entrega
del que se considera el máximo galardón de las letras
españolas, que este año cumple su vigésimo octava
edición.
El Rey ha destacado la forma con que Rojas, a sus 86 años,
"devora al mundo con su mirada insaciable, y luego nos lo describe
con el entusiasmo del viajero".
"Ojalá todos los que formamos nuestra comunidad hispanohablante
sepamos ver nuestro mundo con la grandeza de miras de Gonzalo Rojas",
ha dicho Don Juan Carlos para resumir la prolongada obra del poeta
chileno.
Amor a la vida
El Monarca, en sus palabras, ha relacionado las figuras del premiado
y del escritor que da nombre al premio al afirmar que Rojas y Cervantes
"coinciden en su talante ancho, valiente, y esencialmente alegre,
que nos sirve de ejemplo para afrontar las situaciones mas dolorosas".
"Su obra entera rezuma amor a la vida, como ocurre con la de
Don Miguel", ha añadido.
Don Juan Carlos ha elogiado el legado que supone la obra cervantina
como "fortísimo vínculo entre España y América",
que con "su palabra sigue hermanando hoy a la comunidad hispanohablante".
El Jefe del Estado ha definido la palabra como un "vehículo
de comunicación, de entendimiento y de comprensión mutuas.
Por eso es lazo esencial y clave de otros puentes materiales".
El Rey ha dedicado también su elogio al recuerdo de Miguel
de Cervantes, el hombre cuyos libros "echaron hondas raíces"
en América, "dieron riquísimos frutos y los siguen
dando en nuestros días".
Talante abierto y fraternal
En su opinión, Cervantes "nos regala un talante abierto
y fraternal", y es "todo un ejemplo de entereza, que sigue
vigente en nuestros días".
Los Reyes, tras la entrega del premio, han mantenido en el claustro
de la Universidad un encuentro con los asistentes al solemne acto,
y han inaugurado una exposición dedicada a recoger la vida
y obra del escritor.
Gonzalo Rojas ha recibido el Premio Cervantes con un discurso de 10
páginas, “corto, tal y como prometí”, comenzando con
una referencia a los atentados de Madrid del pasado 11 de marzo. Parafraseando
a Huidrobo, Rojas se ha definido como un ‘viejoven’ y tras un paseo
por su niñez y su ‘reniñez’, ha homenajeando a sus fantasmas
literarios.
“Discursos van y discursos vienen y no dicen nada” afirmó
Rojas, precisamente en uno ameno, rítmico y bien entonado,
pero es que los galardones, además de inmerecidos (“Pónganse
en mi caso, y es que no lo merezco, ¡qué lo voy a merecer!),
no parecen valer mucho para el poeta: “Lo que fascina a la gente es
el renombre y el estruendo, pero nada más escaso que el ojo
de leer”.
En un repaso por su niñez recordó que era hijo de minero,
a su vez hijo de más mineros: “Ya lo dije cuando el Premio
Reina Sofía. Sé que me repito pero qué le voy
a hacer, soy la metamorfosis de uno mismo”. Y continuó con
sus vivencias: “De niño aprendí solo, que hay que mirar
hacia adelante y hacia atrás y no tenerle miedo al miedo. No
es para tanto; nunca es para tanto.”
Poesía y silencio
Rojas también habló ampliamente de la poesía
y del don poético: “La poesía encarna a uno como por
azar, y es que uno no la merece, ¡qué la va a merecer!”.
En nuevas muestras de humildad como creador y vejez envidiable, continuó:
"Ese aprendiz interminable que soy yo mismo, escribo cada día
al amanecer. Siempre me funcionó esa hora.”"Y el silencio,
que sigue siendo para mí la única voz".
El poeta, de obra poco prolífica, criticó al ritmo
acelerado, en estos tiempos acelerados, de algunos escritores y el
sinsentido de la simple “vitrina publicitaria’: “Demórate demorándote
todo lo que puedas. Prisa para qué.” “Este oficio es sagrado
y no se llega nunca. Se escribe y se desescribe todo el tiempo.”
Parafraseando a Santa Teresa, hizo suyos algunos versos: “Tengo una
y determinada determinación/ venga lo que viniese/ suceda lo
que sucediese.”“Ya encima de los ochenta –leyó Rojas-, ya destemporalizado
y desespacializado, sigo intacto. Nada me desengaña.”
Muchos han sido los autores, españoles y latinoamericanos,
que el autor de 'La reniñez' ha querido homenajear en el acto.
Lorca, Cortázar, Quevedo, Borges, Cervantes y una larga lista
de “leyendas literarias” han tenido cabida a lo largo de su discurso.
También ha tenido unas palabras de elogio para su compatriota
Mata: “Lo incluyo porque es un poeta pura sangre, como Rulfo, aunque
ninguno de los dos hayan escrito un verso. Es fino y rajado, como
se dice allá.”
"UNA GALARDON MERECIDO"
Reacciones de sus amigos
Las primeras reacciones a la concesión del Premio
Cervantes al poeta chileno Gonzalo Rojas no se han hecho esperar.
Amigos y compañeros de tarea literaria han querido expresar
su alegría y felicitar al galardonado.
El poeta ovetense Antonio Gamoneda no reprimió su satisfacción
al conocer el nombre del premiado a quien calificó como “eminencia
de las letras hispanoamericanas”. Además, apuntó su
admiración por la obra del poeta, con quien le une una gran
amistad, y destacó su faceta humana” es un hombre de afectos,
y por tanto, un hombre de comunicación de esos afectos".
Por su parte, otro amigo, Juan Carlos Mestre, definió
la concesión de “justa y merecidísima” y que tras el
galardón, el nombre de Gonzalo Rojas “honra al premio” gracias
a una obra que es “un juego de inteligencia”. Sobre la misma el poeta,
que utilizó el término de “apasionante”, concluyó
que sus poemas “plantean uno de los grandes desafíos que tiene
hoy la poesía que es su restauración como un acto de
conciencia crítica ante la realidad". En torno a su relación
con el autor, Mestre le califica como "una persona con diálogo
abierto y fraterna amistad".
Chus Visor, que publicó la antología del poeta,
explicó que Rojas se “merece el premio” porque “su forma de
componer no corresponde a ningún grupo o tendencia, y no es
ni clara ni oscura, pero se le entiende bien".
Otro poeta que no quiso unirse a las felicitaciones fue el valenciano
Franciso Brines. En su opinión Rojas se merece el galardón
porque es "el poeta más representativo de Chile, y seguramente,
de toda Hispanoamérica". Además, destacó
la capacidad de “adaptarse a su tiempo” tras convertirse en una de
las figuras más relevantes del panorama literario hispanoamericano.
Brines no quiso olvidar la capacidad de concitar la admiración
de lectores exigentes y del público en general. Una obra, que
según el poeta, “es capaz de romper la vanguardia canónica
y de expresar gran fuerza con las palabras; derrocha imaginación".
OCTAVA LECTURA DE 'EL QUIJOTE'
Las palabras de Cervantes en la voz de Gonzalo Rojas
MADRID.- Un libro que no se acaba en su última página
y una fiesta que empieza el día antes de la fecha son el centro
de las numerosas actividades –exposiciones, conciertos de jazz nocturnos,
encuentros de poesía, proyección de unas 2000 ilustraciones
de 'El Quijote'– que llenarán de visitantes el Círculo
de Bellas Artes hasta el próximo domingo.
En 1995 UNESCO lo declaró día mundial del libro y del
derecho de autor en honor de dos figuras emblemáticas de la
literatura mundial, Miguel de Cervantes y William Shakespeare, muertos
el mismo día en 1616. Desde entonces el 23 de abril se festeja
en el Círculo con la lectura continuada de la más célebre
obra literaria que se haya escrito en castellano.
El ya tradicional evento ha comenzado su octava edición a
mediodía con un minuto de silencio para conmemorar las víctimas
del atentado terrorista del 11 de marzo. Después la voz del
poeta chileno Gonzalo Rojas, premio Cervantes 2003, ha pronunciado
las palabras de siempre: "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre
no quiero acordarme…".
En la cola impaciente y divertida en el escenario, tras Gustavo Rojas
han seguido el embajador de Chile Enrique Krauss; el de Francia, Olivier
Scrameck; Virgilio Zapatero, rector de la Universidad de Alcalá
de Henares, Miguel Ángel Pantoja de Ingenieros sin Fronteros
y los otros de la 'parte protocolaria'.
En poco menos de 48 horas decenas de personas pasarán por
la Sala de Columnas en la cuarta planta del Círculo de Bellas
Artes. Personajes del mundo de la cultura, de la política,
del deporte, profesores, estudiantes y todos los que se atreven a
ponerse ante el micrófono, tienen la oportunidad de interpretar
en voz alta su página de 'El Quijote'.
Rosas rojas y 3000 láminas humorísticas con el lema
cervantino "Cada uno es artífice de su aventura",
numeradas y firmadas por Gallego&Rey, serán el regalo para
los improvisados actores. Las aventuras del ingenioso hidalgo don
Quijote de La Mancha, con "nombres altos, sonoros y significativos",
"abusos que mejorar y deudas que satisfacer" sonarán
con diferentes acentos, ritmo y fuerza dos días y dos noches.
El ritual de la lectura habitualmente se concluye entre las 6 y las
8 horas de la mañana del 24 de abril, cuando ya no queda ni
un renglón no leído.
"Los verdaderos poetas son de repente"
Media hora más tarde y dos plantas más abajo Gonzalo
Rojas ha presentado 'La reniñez', su último libro, publicado
en España por Tabla Rasa, con dibujos del surrealista Roberto
Matta. "No sé para qué es la poesía, pero
la respeto", ha dicho con su típico sentido de humor el
poeta, nacido el 20 de diciembre de 1917 en Lebú, Chile.
"A mí me gusta oír los campesinos, los mineros,
los labriegos…", "todos somos mestizos de la gran España…",
"a la decrepitud prefiero la osadía", ha añadido
en su charla, explicando sus pertenencias y preferencias. Mañana
Gonzalo Rojas recibirá en la Universidad de Alcalá de
las manos de sus Majestades los Reyes el más importante galardón
literario en España, el premio Cervantes.