DIEZ
PREGUNTAS PARA HAROLD ALVA
Por
Amalia Gieschen
Harold
Alva nació en Piura (Perú), en 1978. Estudió Derecho y Ciencias
Políticas. Poeta y editor. Actualmente dirige Editorial Zignos y es codirector
de la revista LA CAJA NOCTURNA (edición peruana). Es mentor, junto con
Maurizio Medo, del Primer Festival de Poesía País Imaginario.
-
¿Qué es, para vos, un "país imaginario" en Latinoamérica?
-
Vamos por partes. Primero por qué intentar construir desde la
poesía un país imaginario, qué no tenemos como latinoamericanos
para inventarnos un país imaginario, o qué tenemos. Te respondo
con plena consciencia generacional: hemos recibido como herencia territorios fracturados,
en cada uno de los países de nuestra América somos víctimas
de crisis generalizadas, somos
los sobrevivientes de catástrofes sociales que prácticamente han
puesto en nuestros hombros una responsabilidad gigante: la simple premisa de no
repetirlas; de allí que lo que nos mueve a intentar este Festival sea en
efecto la urgencia de integrarnos; si políticamente vamos por distintas
direcciones, entonces partamos por algo, tomemos como bandera algo que en realidad
nos identifique, es decir, empecemos por nuestro lenguaje, y allí la poesía
cumple un rol determinante, porque los poetas seleccionados para la primera serie
de esta colección, son escritores con plena consciencia de "lo latinoamericano".
Entonces para mi este País Imaginario es el primer paso para curar estas
fracturas.
- ¿Cómo surgió
el proyecto?
- Hace tres años dirijo una editorial en Perú:
Zignos; cuando empecé con la editorial la idea era aportar desde los libros
por un verdadero cambio social, digamos que mi pretensión fue poner mi
granito de arena desde la cultura, y lo interesante de tener un sello editorial
es que conoces a otras personas que están en lo mismo, a eso le agregamos
que también soy escritor, entonces conocía a otros escritores que
pese a ser muy talentosos no podían acceder a publicar sus libros. Y esto
coincide con un buen momento de la literatura latinoamericana última, los
poetas empiezan a organizarse y a pensar ya no en función país sino
como verdaderos ciudadanos a otra escala, como que la globalización les
llegó de golpe pero desde la escritura supieron lidiar con ella, y empiezan
estos desplazamientos llamados encuentros de poetas; donde -a diferencia de aquellos
que son verdaderos paseos turísticos con viáticos pagados y con
respaldo institucional- los miembros de esta nueva generación, con todo
el sacrificio que el bolsillo les permite, inician este intercambio de experiencias
en distintos escenarios: el Poquita Fe en Chile, el Estoy Afuera en México,
el Novísima Verba en Perú o el Salida al Mar en Argentina. Convirtiéndolos
en mi primer referente para intentar construir este país imaginario con
sus miembros más representativos. Yo tenía ya la idea de editar
una colección de poesía con esta generación, incluso publiqué
una muestra de 18 poetas, posterior a ello es que empezamos a intercambiar correspondencia
con Maurizio Medo, y Maurizio incluso también tenía un estudio sobre
estos poetas, su libro se llamaba Hacia un país imaginario, entonces
allí quedó el nombre: nada más preciso para definir esta
búsqueda. Y empezamos a seleccionar a los poetas de esta colección.
-
¿Qué significa el festival a nivel personal?
- Que
estoy siendo consecuente con mi función de escritor. Es mi responsabilidad
social lo que me mueve.
- ¿Y a nivel público?
-
Me queda la satisfacción de saber que estamos apostando por
un grupo de poetas que estoy convencido serán fundamentales para el proceso
de nuestra literatura. De eso, los lectores, se darán cuenta cuando tengan
los libros en sus manos.
- ¿Qué perspectivas
tienen para esta edición?
- La meta es difundir las obras
de estos siete imaginarios. No dejar que se nos escape ni un mínimo espacio
donde podamos llegar con la escritura.
- ¿Qué
falencias viene a cubrir el Festival?
- No ha habido en Latinoamérica
un festival donde no sólo se hable de poesía, sino que además
presente a un grupo de poetas jóvenes cuyos libros han sido publicados
especialmente para este evento,
y sin ser esto una feria de libros, y menos aún, sin ningún apoyo
para lograr las publicaciones, aquí es el equipo, la organización
de este festival, quien ha hecho posible que podamos realizar un acontecimiento
sin precedentes. Eso y, por supuesto, la confianza de estos jóvenes escritores
quienes nos han confiado sus obras, en algunos casos, primeros libros. Conozco
algunos sellos independientes que también realizan esfuerzos por editar
literatura última, sin embargo, lo que comentaba al principio, nos interesa
un discurso por "lo latinoamericano", es decir hay sellos que editan
poesía pero no como esa apuesta por darle a su proyecto ese sentido político
del libro.
- En definitiva, ¿en qué
se diferencia de otros Festivales?
- Lo que nos impulsa es el mismo
espíritu integracionista del resto, sin embargo, la diferencia radica en
que estamos acudiendo más allá de los recitales y las ponencias,
Zignos está apostando por las obras de esta generación y, además,
este será un festival itinerante.
- ¿Cuál
fue el criterio utilizado para la selección de poetas?
- Como
en toda selección que pretende la trascendencia, el criterio ha sido la
calidad de los textos, a eso, sumado lo que ya había comentado a tu primera
pregunta. Ojo que los poetas seleccionados vienen de tradiciones poéticas
muy importantes, Héctor Hernández Montecinos y todo lo que significa
la poesía chilena, con precedentes como De Rokha, Parra, Zurita o Maquieira,
por citarte algunos, miembro de una promoción con voces como las de Paula
Ilabaca, Pablo Paredes o Alexis Donoso. José Manuel Barrios de Uruguay
y Benedetti, Achurar, Echavarren, Courtoise o los novísimos Nicolás
Alberte, Horacio Cavallo o Leandro Costas Plá. No ha sido una selección
fácil, hemos tenido que sumergirnos a investigar lo que aconteció
y acontece en
Latinoamérica; y estoy convencido que no hemos fallado al momento de determinar
a quiénes editar en esta primera serie. Un caso sumamente satisfactorio
ocurrió con Alan Mills, particularmente desde Asturias no había
leído literatura guatemalteca, gracias a esta búsqueda pude conocer
a poetas como Huberto Alvarado, José Luis Villatoro, Luis de Lión
y a los más jóvenes, Regina José Galindo o Javier Payeras,
entre otros; lo mismo sucedió con Ecuador y Ernesto Carrión, con
esa gran responsabilidad sobre sus hombros de poetas como Carrera Andrade o Jorge
Enrique Adoum, y de sus contemporáneos Luis Carlos Mussó, Ángel
Emilio Hidalgo o Juan José Rodríguez. Y Alejandro Tarrab de México,
una de las voces más singulares sin duda alguna de su generación,
y cuidado que México tiene una de las más sólidas tradiciones
poéticas de América, esto lo confirman poetas como Octavio Paz,
Sabines o Villaurrutia, y de su generación, poetas en permanente búsqueda
como Ramón Peralta, Rodrigo Flores o Jorge Solís Arenazas. La amistad
aquí influye nada, de hecho personalmente no conozco a todos y si media
algún tipo de afecto ha sido algo que se ha dado después de seleccionarlos,
a medida que íbamos corrigiendo sus libros. Con Jorge Hurtado y Medo, hemos
completado una buena primera colección.
-
¿En qué otros países se va (o se iría) a hacer y que
otros poetas tienen en cuenta?
- Te adelanto dos autores como primicia:
Pablo Paredes (Chile) y Romy Sórdómez (Perú). Hemos pensado
en Chile el próximo año, pero aún no es seguro, prefiero
dejarme guiar por mi brújula, tipo Capitán Jack Sparrow.
http://www.primerfestivalpaisimaginario.blogspot.com