Poesía
de Jorge Giraldo
Seamus o los versos contra contra la corriente
Por Harold Alva
Mayo de 2006
Seamus, de Jorge Giraldo, es uno de esos
libros que te invitan a, terminada su lectura, regresar a algunas
de sus páginas, quizá por el tema, que puede sentirse
recurrente, pero que aún en pleno siglo
XXI amenaza con sorprendernos, y es una sorpresa extraña porque
Giraldo es hijo de una generación cuyas apuestas estéticas,
que las hay, están en otras rutas, por eso este es un libro
que, a contracorriente de los poetas digamos jóvenes, nos devuelve
a esa pregunta que nos ha dolido o inspirado simpre. Y nos devuelve
bien, ya que Giraldo es un poeta que tiene conciencia de su oficio.
Seamus, como primer libro, genera expectativas por su autor.
Jorge, que ha sido estudiante de filosofía ha sabido desplazarse
muy bien con el lenguaje, podría afirmar, incluso, que la poesía
ha escapado ágilmente y no ha caído en el prurito inquisidor
de la madre de todas las ciencias, sin embargo logra que nosotros,
como lectores, sí formulemos algunas preguntas filosóficas,
y en algún momento nos induce a pensar que este primer libro
de Jorge Giraldo es también una especie de inventario para
expresarnos lo aprendido, y cuando un poeta hace una especie de inventario
para definir, sin pretensiones, qué es lo que le toca en su
enfrentamiento con la historia, es indispensable detenerse para descifrar
sus códigos, sus versos como señales de un mensaje que
llega también para enfrentarnos, para que, como en la novela
de Anthony Burguess (La naranja mecánica), el concepto
de civilización empequeñezca al punto de arrinconarnos
a la incertidumbre de repensar lo que somos como especie. Lo acertado
es el recurso para hacer estas disquisiciones, ese acudir al otro
para interrogarle e interrogarse, para confesar que ha llovido
tanto sobre estos puertos.
Seamus asimila la tradición surrealista y la combina
muy bien con los clásicos anglosajones a quienes recrea para
entregarnos esta extraña gema. Jorge Giraldo, con este libro,
confirma que estamos frente a una nueva voz que ha llegado para sumarse
al estallido, al golpe exacto de esta época sangrienta. Y llega
con un rumor honesto, por eso vale.
... sólo una muestra de SEAMUS.
seamus
Existo, y es probable que acumules brotes de ira contra
mi y contra el serque aquí recrudece y canta. Que desoigas
mis mandatos con
un ligero movimiento de labios; que día tras día, al
amparo de una tenue sospecha, acomodes tus ropas y cansancios y luego,
con un suave ruido de flor, duermas. Y seas así inmóvil
a mis crueldades. Y dudes de mí y sueñes a tan profunda
distancia que casi seas otra; y vanas sean mis infamias; menos dulce
mi manera voluptuosa de inventarte.
velza
Arranqué la piedra ardiente de mi grácil
cuerpo.
Ahora, avergonzado y herido, me oculto de la nocturna mirada del eucalipto,
y bajo las faldas de un escorpión sediento, sangro impunemente.
Entonces dan las cien de la noche.
Y te amo.
XFRA
Yo te recuerdo siempre de la misma manera: como un ligero
sabor del más suave pétalo
Y si a veces tienes cerrada tu puerta será por no dejar entrar
a esa bestia florida que tanto sabe de tus maneras, y que sin querer
olfatea tus pasos a ciertas horas negras.
Te recuerdo en alturas de espejismo: como un rezago de Sol del más
esplendente cielo
Y si a veces dejas cerrada tu puerta será para que tu torpe
aliento no me dañe la espalda.
O para que florezcan los días.
O se hagan infinitos nuestros lazos.
FÁTIMA
De pronto aprendiste a escribir tu nombre
y era un reflejo de agua inmóvil sobre el cuerpo voluptuoso
de la libélula
Ahora sé más de ti
Ahora comprendo tu saliva y esos gritos tiernos que a mitad de un
sueño impuro se ahogaban llenos de vapor y antiguas crueldades
Más tarde aprenderemos juntos a caminar
y tal vez conozcamos qué es Lo Lejano
qué nombre tienen los muertos
cuál es la sonrisa que se herrumbra y nunca miente.
VARSAVA
Tumbas blancas
que el cielo
que la mirada luz
que los baldíos campos
Tumbas rojas
que la sabrosa distancia
sobre todo tú
follaje de ensueño
Tumbas grises
y los abismos que caen también
y los perdigones
y que mueres de grano en grano
Tumbas negras
pero estás aquí
pero sonríes de agua
pero estas aquí
pero estas aquí.