Oscar
Hahn
"LA
POESÍA ES COMO LOS FANTASMAS"
El
autor radicado
en Estados Unidos se encuentra en nuestro país hasta diciembre por
actividades académicas. Además, aprovechó la estadía para lanzar su
nuevo poemario, "Apariciones profanas"
por
Elizabeth Neira
La poesía le
ocurre a Oscar Hahn como ocurren los episodios inesperados de la vida.
Esos que llegan sin aviso. El habla de "apariciones":
..... "Son igual que fantasmas que se le presentan a uno.
No tengo planes para escribir porque en cualquier momento se me puede
venir a la mente una de esas imágenes, caminando por la calle,
conversando con un amigo e incluso dictando una clase", dice el autor,
quien además estima que esta es la razón por la que sus publicaciones
son distanciadas en el tiempo. Su última entrega poética había sido
"Versos robados" en 1995. "Apariciones Profanas" (Editorial LOM) reúne
el trabajo de años silenciosos pero creativamente muy
activos.
..... La figura de
los fantasmas en su poesía no sólo tiene la impronta de lo furtivo,
sino también una carga amorosa que los hace rondar, más que como
recuerdos, como almas en pena. Es el caso de los amores, voces y
cuerpos, que aparecen a lo largo del libro como fragmentos de una foto
nunca completada.
..... "En este
libro me ha sorprendido la aparición de fantasmas distintos a los
normales, en el sentido de que los corrientes aparecen después que han
muerto. Aquí hay una serie de fantasmas que son previos al nacimiento
de las personas. Son seres que están como en latencia, entre
paréntesis, porque no saben si vale la pena o no nacer. Son seres que
no tienen pasado que contar sino un futuro posible y se hacen
preguntas desde una suerte de limbo acerca de este futuro posible",
explica.
EL TEMA DEL EXILIO
..... Para Hahn, el tema fantasmagórico
tiene que ver también con la figura del exilio, un tópico que cruza
toda su poesía y que en los siguientes versos desarrolla de manera
rotunda: "Si tuviera que volver a mi casa / ¿A dónde
volvería?"
.....
"Es un exilio porque el
fantasma no tiene lugar, es un desterrado. La misma condición en que
uno vive es un permanente destierro. No sé cuál es mi casa,
¿Santiago?, ¿Iowa? No tengo en estos momentos ningún lugar que pudiera
llamar casa", sostiene el poeta.
.....
En ese escenario fraccionado los afectos se vuelven evanescentes, pero
a la vez urgentes: "Como no hay asidero, uno trata de encontrar un
anclaje en el amor, en las relaciones amorosas. El amor se vuelve muy
relevante. En mi caso es tanto así que creo que también es lo que
posibilita la escritura. Este libro corresponde a un periodo en que
estaba inserto en una relación amorosa. Me sucede que cuando estoy
enamorado, o creo estarlo, me vuelvo más prolífico".
..... En Hahn como en toda poesía, amor y muerte son el
binomio eterno. Este libro abre con un poema que anuncia
dramáticamente una de estas dos presencias: "La muerte es una buena
consejera". En estos versos el poeta pone de manifiesto a un hablante
que se da cuenta con estupor de la degradación de su propio cuerpo y
tiene con la muerte un diálogo cara a cara.
..... "Si bien el tema de la muerte ha estado siempre
presente, se vuelve más agudo según la propia experiencia. Hace poco
tuve un infarto y estuve literalmente a punto de morir. Eso hizo que
tomara una conciencia radical de mi propio cuerpo y de lo cerca que
está uno siempre de la muerte".
.....
Para el poeta esta conciencia del cuerpo ha impregnado todas las demás
experiencias: "Finalmente sólo somos cuerpo. El amor lo sentimos en el
cuerpo también".
..... La vieja
dicotomía cuerpo y alma se resuelve en Hahn en el poema "El cuerpo le
pregunta al alma" a través de la siguiente apelación: "El cuerpo
le pregunta al alma / ¿Te acordarás de mi cuando me muera? /
¿Recordarás la cara que tenías / cuando habitabas en mi carne y yo era
/ morada de tus noches y tus días? / Liberada del tiempo y del espacio
/ ¿En qué momento me echarás de menos? / ¿Y en qué lugar recordarás
despacio / al amor con su miel y sus venenos?".
en El
Mercurio
25 de septiembre de 2002