UN
NUEVO CUERPO PARA UNA LUZ QUE ENCIENDE Y QUEMA
Sobre
queridolucía (Lima: Divino niño, 2007) de Rafael García-Godos
Salazar
Por
Héctor Hernández Montecinos
Latinoamérica es testigo y protagonista de un nuevo campo minado en lo
que se refiere a discursos poéticos que ponen en escena con su radicalidad
nuevas sensibilidades que dan cuenta de las silenciosas catástrofes que
castigan los cuerpos desnaturalizados, los territorios nómades y los discursos
que hacen de sus propias contingencias una ética creativa y libertaria.
El siglo 20 fue para los poetas latinoamericanos un siglo de oro anómalo
donde ciertas escrituras pusieron en jaque no sólo los paradigmas del género
lírico sino que las pautas de lo que sería la ampliación
del campo literario. La importancia tan temprana de autores como Carlos Oquendo
de Amat y César Vallejo del Perú, Pablo de Rokha y Vicente Huidobro
de Chile, Oliverio Girondo de Argentina y varios más constituyen un humus
de lo que serían escrituras que enrevesan el lenguaje a modo de un contraidioma,
o una lengua dentro de la lengua como señalaría Deleuze. Luego,
un momento siguiente se conforma con una sucesión de autores que radicalizan
aun más la potencia de la palabra escrita y trabajan la materialidad de
los soportes como un texto que se pregunta por las condiciones de posibilidad
de una obra, pienso en autores como Néstor Perlongher y los hermanos Lamborghini
de Argentina, Raúl Zurita, Juan Luis Martínez o Diamela Eltit de
Chile, Enrique Verástegui, Rodolfo Hinostroza o Maurizio Medo del Perú,
de Brasil Haroldo de Campos, Decio Pignatari, Roberto Echavarren en Uruguay y
muchos autores más. A lo que quiero llegar es que en el siglo 20 latinoamericano
se han venido continuando oleadas de escrituras extremas, mixturas en las semantizaciones
y nuevas fracturas/pliegues internos en las sintaxis de un idioma construido desde
la errata de una lengua madre.
Es en este escenario que las más
nuevas generaciones de poetas en todo el continente no han podido recular a esta
luminosa estela de autorías colectivas, anónimas y sumamente iluminadoras,
de las cuales heredamos una desesperación que en las actuales circunstancias
se nos hace tan personal e íntima que los viejos cuestionamientos políticos,
sociales, culturales se nos vienen encima de otro modo pero como siempre lo estuvieron.
Las novísimas escenas de poetas tanto en Chile, México, Perú,
Uruguay, Ecuador, Guatemala, entre otros están viendo aparecer obras con
una descomunal fuerza, coraje, honestidad y una belleza tan sinuosa que bordea
los ribetes de una tragedia comunitaria. Ni los aparatos materiales o simbólicos
de represión, ni los exilios de los poderes hegemónicos de turno,
ni la apatía de los medios de comunicación, ni la ciega prepotencia
de las editoriales, ni la falta de lectores civiles harán que este fenómeno
se detenga porque hay algo detrás de ellos que los mueve con la más
hermosa de las fuerzas que es la fraternidad como la experiencia de rebeldía
más acuciosa en este contexto mundial de una guerra hemisférica
aún no declarada, la cultura moral de la culpa, la devastación económica
más desoladora entre muchas más angustias sociales que tenemos como
escenario de guerra.
Es así, dentro de estas coordenadas que un libro
como queridolucía del poeta peruano RAGGS (Lima, 1979) se nos presenta
como una revelación y un punto de quiebre en lo que se refiere a la construcción
de estas nuevas sensibilidades que se construyen desde la honestidad como ética
y la ficción como el único género literario que escapa de
expectativas de lecturas y límites genealógicos o académicos.
queridolucía debate desde sus propios materiales la guerra
a muerte que existe entre la función de autor y la voz de un hablante lírico
nómade, rebelde, que lucha por tener cuerpo y salir del libro a la vida
misma. Desde la cita inicial de Tennesse Williams es que esta identidad construida
representa un intermedio incómodo a la univocidad del sujeto, pues desde
el primer texto es que este lucía se desvela como un sueño hecho
carne y a la vez como una bisagra entre una latencia que pone en cuestión
la eficacia de lo real, como es posible ver en la distancia que hay entre la noche
y el día o entre la fotografía de un boxeador y lucía tirado
en el cuadrilátero de su cama. Cito:
tirado
sobre la cama lucía se desnuca
reconstruye su tiempo
con una pared
de foto/grafías y
un hombre golpeteando sus muslos
ahí
está mohamed alí -cassiusclay-
un uper-cut california
año 82
La tensión que existe
entre representación y cuerpo es una entrada rizomática a la transversalidad
discursiva de una identidad hecha de retazos, jirones, fragmentos, imágenes
paganas. lucía
no sólo es una corporalidad nómade sino que también un territorio
que se desprende de entradas y salidas, de ir y venir por los orificios del discurso
que deviene pájaro y que construye su imaginario con plumas y colores para
maquillar su tristeza de fuego al volar de un lado a otro buscando en cada lugar
un nuevo nacimiento. Un soma esquivo que en su mismo aparecer presenta el andamiaje
de su construcción, y que del mismo modo en los órganos de su conjunto
se instala el dispositivo para deconstruirse como resistencia y resentimiento
a su emergencia siempre cautiva y en contexto de alteridad. queridolucía
actúa como golem mutante que va devorando versos y en cada texto su existencia
ondula como un péndulo entre el deseo y el miedo reconstruyendo su pasado
y reproduciendo un presente. Cito:
lucía
idealiza el sol y
la noche es mía la mugre es mía
mío
el frío
mías las cucarachas
mía la duda si conoces
como limpiar esas
cosas
que cuelgan de la orilla de mi abdomen
absurdas
ellas
indefinidas ellas
La suciedad
como estigma viene del propio cuerpo de queridolucía, que al ser dos en
tensión hace que uno más viva en la abstracción del otro,
es decir, como si fueran dos habitaciones contiguas mientras más iluminada
está una, la otra está oscura y llena de cucarachas que se metaforizan
por la genitalia como plaga nocturna a ras de la luz. Es en esta oscuridad simbólica
como lugar de encuentro que personajes como Mr. T y los ángeles de West
Hollywood se ven invertidos como un fotograma en negativo, pues mientras el primero
se asimila a una imagen de Cristo al desclavarse de la cruz renunciando al designio
del great dealer, los ángeles son una alteridad en la cual se proyecta
deslindándose de toda veracidad de su discurso y ficcionalizando su propia
lengua como órgano de placer y (des)traducción del inglés
como paraíso terrenal.
El verso "nadie pide ser amado/menos
iluminado" pareciera ser un mantra que recorre todo el libro, en especial
la segunda parte donde se relata la correlación de los cuerpos en sus fuerzas
de atracción exterior y repulsión interna. La figura del espejo
que refleja todo menos a sí mismo se hace pertinente en varias construcciones,
al igual que la luz que ilumina pero a ella no. Esta imposibilidad surge desde
las orlas iridiscentes del travestismo textual que pone en cuestión las
normativas del cuerpo, pero no su deseo. Cito:
transformando
el género
en un hombre informe
que se mira diciendo
que no olfateen
en tus secretos
no te quedes con tu propia carne
déjala ser
hada
alterada y compleja
Una de las retóricas
del amor pide no ser nombrado, pero en los textos de queridolucía
ese nombrarse adquiere la dimensión de su propia existencia y de su real
profundidad que está escindida en sujeto amoroso que es lucía y
el objeto que es el querido. He aquí una visualización de cómo
esta unión supera la dialéctica de lo uno y lo otro para compensarlo
con la posibilidad de un 'mismo' que acumula estampas de sus experiencias. Y quizá
la metáfora inicial que habla de las foto/grafías venga a revelarse
como la imagen misma del poema, es decir, poemas como fotos de una vida clavadas
y lacerantes en una blanca pared que actúa como un gran espejo colectivo
donde los sueños de los que se han visto cercenados de algún modo
pueden hallar unas manchas de rouge en vez de manchas de sangre.
Sin lugar
a dudas, RAGGS es un poeta señero, como pocos, que brilla con luz propia
en las nuevas escrituras latinoamericanas y ha publicado una obra formidable que
se escapa de los miedos recalcitrantes que la poesía asquerosamente higiénica
ha querido imponer. queridolucía es uno de los libros más
inquietantes y hermosos de los últimos años y no dejará a
ninguno de sus lectores impávidos porque en esta poesía la inteligencia,
el detalle y la ternura se han amalgamado como un nuevo cuerpo para que lo bello
siga convirtiendo la fatalidad en palabras destinadas a ese mismo fin.
Santiago
de Chile, 9 de mayo de 2007
Rafael
García-Godos Salazar: Lima, 1979. Comunicador (USMP). Obtuvo el primer
puesto en Video Cortometraje de la Federación Latinoamérica de Estudiantes
de Comunicación Social y BBO (Panamá 2000) Ganador del I Concurso
Poema-Objeto Oquendo de Amat de la Municipalidad Metropolitana de Lima (2005).
Primer puesto del concurso VIII Dorian Arts del Instituto Encuentros por la diversidad
con el poemario queridolucía. Ha publicado No importa borrar (Lluvia Ed.
1999), viruspop (Divino Niño 2004), raggs (Divino Niño 2004) y ETO
(Divino Niño 2005). Próximamente lanzará su libro queridolucía
(Divino Niño 2007).