Entrevista
a Héctor Hernández Montecinos
"REMOLINOS"
REVISTA
DE CREACIÓN LITERARIA Y ACTUALIDAD CULTURAL
Lima, Año II, Número
21
-¿Desde
cuándo comenzó a escribir?
-Yo comencé a escribir
a los 19 años, en un taller literario al cual fui obligado a ir por mi
mejor amiga y gran poeta Paula Ilabaca. Jamás me había leído
un libro de poesía, no me gustaba para nada. La encontraba tonta, innecesaria
y aburrida.
-¿Qué es para
usted la Poesía?
-La poesía para mí es una
más de las artes manuales. En mi caso me salvó de la ignorancia,
del miedo y la vergüenza. Me devolvió mi adolescencia que había
dado por perdida a los 19 años. De ahí en adelante volví
a ser joven porque me atreví a hacer y decir cosas que antes en mí
eran impensables. La poesía me arrebató la vida y me dio un nuevo
nombre.
-Cuéntenos sobre su vida,
sus obras, sus proyectos, su actividad literaria.
-Mi vida comenzó
desde que escribí mi primer poema, de ahí en adelante se me sumaron
libros, poder viajar mucho, conocer a tantas personas, sufrir y estar contento.
La poesía se me apareció un día y cuando se vaya todo volverá
a ser como antes de los 19 años. Nada de esto habrá sucedido, no
habrán libros, ningún viaje habré hecho, a nadie conoceré
y seguiré siendo infeliz, porque justamente la poesía nunca me dio
felicidad.
-¿Cómo define
su poesía?
-Como un río, lleno de barro, ramas, piedras,
peces, sapos, hojas secas, cocodrilos, serpientes, pirañas, plantas y en
el fondo tres pepitas de oro.
-¿Cree
qué el escritor es un ser obsesivo?
-Creo que los que leen
son más obsesivos que los escritores. Leer una obsesión es más
obsesivo que escribirla.
-¿Cómo
ve la nueva poesía de estos últimos tiempos?
-Fresca,
llena de vida, de honestidad, de suciedad, de corazón. Viva.
-¿Es
necesario que el escritor sea un hombre comprometido?
-Es necesario
(des)comprometerse con los poderes hegemónicos de turno y sus formas de
agresión material y simbólica (machismo, homofobia, xenofobia, misoginia,
etc, etc, etc, etc, etc). No sólo el escritor sino que todo sujeto social.
-¿Cuál es el fin de su poética?
-Poder
haber escrito de todo menos poesía.
-¿Cuáles
son los autores que influyen en su obra?
-Los autores que equivocaron
su camino escritural y jamás volvieron.
-¿Qué
libro nos recomendaría leer?
-La epopeya de Gilgamesh
-¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético
a través de los años?
-No ha cambiado en lo absoluto,
sólo se ha movido de lugar, pero no existen cambios mayores. Los poemas
van y vuelven como animales. Nacen nuevas crías, y ninguna de ellas es
igual a la otra, pero son siempre la misma especie. Algo así.
-¿Qué
hace antes de escribir?
-Imaginar, pensar, verlo todo, vivir el
poema, de allí que escribirlo sólo sea un asunto de vanidad y memoria.
La poesía está infinitamente más allá del papel y
de los libros.
-¿Cómo ve
usted hoy por hoy la industria editorial? ¿Como autor qué soluciones
le daría a este problema?
-Escribir poemas en los árboles,
en las calles, en las piedras. Es más barato y más hermoso. El mercado
editorial es un monstruo hambriento de libros, libros diet, light, sanos, limpios.
Uno como autor debe darle libros más terribles que él mismo, libros
contaminados, toscos, sucios, rebeldes, indigeribles.
-¿Cree
en los concursos o certámenes literarios?
-Creo porque sé
que existen. No participo en ellos por una cuestión de tranquilidad. Los
premios quieren resaltar a uno, y de paso, invisibilizan a una comunidad entera,
son un tanto peligrosos, pues ocultan más de lo que muestran. En cambio
las becas son más numerosas y no tienen ese carácter monolítico.
-¿Qué opina de las nuevas formas
de difusión literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas
sobre literatura?
-Es completamente interesante pues es devolverle
con sus propias garras tecnológicas una contrapartida poética que
inutiliza su función manipuladora y une a sujetos en distintos países
y lugares del mundo. Abarata los soportes y es de fácil acceso.
-Por último: ¿Desea agregar algo
más?
-Un saludo cariñoso a los poetas peruanos, hermanos
de lengua y corazón. La poesía será revolucionaria siempre
y cuando pueda unir a distintas personas mediante la fraternidad y el cariño,
que hoy, son las dos grandes hermosas violencias que pueden cambiar el sistema
mundial.