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La Poesía joven de Hector Hernández Montecinos

"Escribir es como una marea"

 

por Elizabeth Neira
El Mercurio, 1 de abril de 2002.


Héctor Hernández y su libro "No" es un buen ejemplo de los nuevos
caminos por donde transita la nueva lírica local.


Concebir la escritura como un flujo más que como un oficio con reglas estrictamente delimitadas, es una premisa para Héctor Hernández. En su obra "No" (Ediciones del Temple), el creador de 22 años pone en escena, más que un imaginario único, una forma de poetizar que se nutre de todo lo que una mirada sorprendida alcanza a aprehender. "Lo que pretendo hacer con la poesía es una acción, captar lo que está sucediendo, las intensidades que mueven las cosas y a las personas y aprovecharlas, dar cuenta de ellas. Creo que la escritura no es más que eso, potencias, los textos ya sean visuales o de escritura son flujos. La práctica discursiva les da nombres a estos flujos, personajes secundarios, terciarios", dice el autor.

"No" es un libro que se acerca, desde la escritura, al objeto y a la acción de arte. Hernández hace en él un registro de todas sus actividades, videos, performances y teatro experimental. "Entender el espacio literario como un espacio único es una actitud muy sesgada, egoísta. Es común entre los escritores el delimitar el área y decir 'aquí sólo se escribe y se escribe de tal o cual manera y no entra nadie que no cumpla con estos requisitos'. Para mí, delimitar es contradictorio al arte, éste se expande, no se limita. La poesía que trato de hacer busca liberarse de todos esos cuidados excesivos que finalmente empobrecen la creación", afirma.

Para Hernández, poetizar o hacer arte adquiere sentido sólo a través de un "nosotros" que reivindica la antigua noción de colectivo. Sus amigos, la tribu de los iguales que lo acoge, con la cual explora el mundo y acuña su identidad, está presente a lo largo del volumen, desde el prólogo, hasta terminar en una suerte de co-autoría en algunas secciones. Otros poemas están articulados como un metarrelato donde el hablante lírico se refiere a obras de terceros, como por ejemplo, las pinturas de Nicolás Candia. "Mi poesía trata de congregar gente, no de separar. No soy el único que hago cosas, mis amigos también. Estamos en el acontecer, no importa si el resultado es bueno o malo, lo que nos interesa es estar en el movimiento y no la afirmación de la élite o de la institución", concluye.

 

No!

 

No a las respetables putas de la belleza
No a los distinguidos perros de la poesía
Nosotros hemos cantado a nuestra generación sin lograr despertarlos del miedo
Nosotros hemos jugado a ser palabra derramando a tiros el desenfado sobre las cabezas de los boquiabiertos que nunca imaginaron un arrebato como este para la poesía y para lo que se vive de ella
Hemos desvestido a las muñecas con fuego y voz propia
Hemos desasistido por ellos nuestra lógica y nuestro pudor
Porque cuando los dioses se quedan en silencio los desiertos de atacamas del mundo florecen hacia adentro de los ojos
Ya no queremos ser más ciegos
Buscamos luchar contra la desesperación del tiempo y los demonios del poder
Pero sólo ahora hemos resuelto que la poesía es un rumor de prestidigitadores
Y que nuestros dedos son dardos
La verdad es una de las pocas mentiras que hace daño en este contexto
No escribimos artes poéticas leemos las coyunturas de la vida
Nos ha tocado hacer el trabajo sucio
Destrancar las alcantarillas llenas de guaguas rancias
porque en las camas de mi casa los durmientes no cesan de crecer
y me aprietan y no me dejan escribir y dicen que estamos mal muy mal
La honestidad está desnuda
Sangra por la nariz y el culo
Estamos llamados a ser más que los primeros continuadores
Nuestros sudarios son seminarios
Nadie quiere tocarnos
Mis amigos no tienen más de 22 años
Y conocen la ambigüedad de las miradas
Conocen la alucinación de las esferas
Conocen el destierro de la estirpe
Conocen a los sobrevivientes de 17 años en llamas
Conocen el fascismo
Conocen la dictablanda
Conocen el alcohol después del amanecer
Niñitos danzando alrededor de la luna
Corazón cobertizo
Corazón sagrado de los rebeldes
Corazón sagrado y herido de los homosexuales
Nuestra vida está quebrada
Todos los géneros son una convención que no necesitamos
De un día para otro un puñado de mestizos resplandecientes apareció desde los rincones más inhóspitos de Vergüenza Nacional
Mis amigos pintan las calles con sangre semen y llanto
Mis amigos hacen música con los restos de la linda república de rodillas
Mis amigos ocupan las casas para la cultura y los persiguen
Mis amigos no escupen para el cielo porque ya no confían en él
Mis amigos hacen videos grabando la realidad
Mis amigos tienen nombres de santos pero es una graciosa coincidencia
Mis amigos hacen de la vida una performance para no irse a la mierda
Mis amigos son testigos de las revoluciones sensuales
Mis amigos conocen los paisajes de chile por el ácido
Hemos hecho ruido
En los rincones de la ciudad hemos peleado nos hemos emborrachado nos hemos amado
Nos han insultado por ser menos mediocres que nuestros padres
Hemos multiplicado las divisiones
El pasado es una excusa para ser más cobarde
Mis amigos son pobres de la calle de la noche
También hay hombres que se suicidan entre mis amigos
Y los locos no están solos
Pero nos tenemos a nosotros y tenemos una poesía
Por eso celebramos que estamos juntos anunciando el devenir de nuestros deseos
Lo peor que podría pasar es callarnos poco a poco
Caernos enredarnos en el mismo galope
Hombres-mujeres-caballos
estamos viviendo
El luto de nuestro tiempo
No a las respetables putas de la belleza
No a los distinguidos perros de la poesía

 


 

 


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Héctor Hernández Montecinos: "Escribir es como una marea",
por Elizabeth Neira,
Fuente: El Mercurio, 1 de abril de 2002.