Puta Poesía del poeta rancagüino Pablo Anrré
Karvayal pone en escena intempestivamente el triple anclaje de
la subjetividad como materialidad, puesto que discurso, cuerpo y territorio
se hacen conmutativos dentro de un propio imaginario. El cuerpo nómada
y bastardo de la puta ejecuta el discurso
crítico de la literatura como un contrato, y justamente lo
pone en jaque al anular el género mismo de la expectativa escritural.
El libro es también un disco, y de allí que sean dos
libros y a la vez dos discos. El ojo se equivoca, pero el oído
sólo miente, y en literatura la verdad no existe más
que como nostalgia y conveniencia. La ciudad es un gran bar de noche,
y los cuerpos se hacen celestes no como eterización de la materia
sino que por su resplandor y su trayecto. Borrachos, vagabundos, rockeros,
drogadictos, putas, suicidas, niños, en fin, poetas deambulan
como guión sin escritura más que sus propios cuerpos
impregnados de deseo y miedo. Cito:
PUTA POESÍA
Escribí páginas de poesías
inútiles
Y estoy obligado a embellecerlas
Para que esta noche en el burdel
Les gusten a los borrachos. (PP: 7)
De este modo, se presenta la ironía al texto que busca al
receptor de moda reconociendo la necesidad y la carencia en el origen
del escribir y disfrazándola con plumas y rellenos puteriles.
La poesía como negocio es lo que busca confrontar Karvayal
con su obra, y es en esta editorial y no en otras, que su poética
se hace política y contingencia. Los textos de Puta Poesía
rememoran el acto de escribir dentro de un pretérito como emergencia
olvidada, no se recuerda el momento del lápiz sobre el papel,
sino que el de cuerpos en circulación con otros cuerpos, es
decir, la identidad, que no es fijación de un llamarse a sí
mismo, sino que de un desplazamiento incesante y singularizador con
respecto a otras subjetividades. Cito:
OCÉANO PACÍFICO
Una vez escribí un poema en la
arena
A la orilla del mar
Y fui corriendo a buscar a alguien para mostrárselo
Pero no encontré a nadie
Y al volver
Las olas lo habían borrado
La mar
Me había robado
Y yo la perdoné
Sin que ella se arrepintiera. (PP: 10)
Otro aspecto interesante del libro es el recorrido entre la urbanidad
y lo rural, un intermezzo de no salir de una parte, ni llegar a otra.
Como en el texto "El circo cicatrizado" en que la subjetividad-escribiente
desde un bus describe un circo pobre en los preparativos de su primera
función. Parodia, tal vez, del mismo acto de la preparación
de un libro: " [...] Y los magos, los payasos, los malabaristas/
La cosían sentados sobre ella/ Sin sus trajes/ Parchándola
en el suelo [...]" y el resto del texto sigue dando luces de
una factura fracturada en sí. El carácter de viajero,
lo convierte también en traductor y amante, y a la vez en extranjero,
lector y deseoso. Cito:
DESPERTAR ESTUPEFACTO
Alguien
Que ha dormido en muchas piezas
Despierta y no recuerda donde está. (PP: 25)
Muchos textos devienen imágenes postales, fotografías
y pinturas, pero al estar tan efectivamente logrados generan escenas
en movimiento, crónicas dialógicas, fotogramas a la
velocidad de la luz. Y en esta cinematografía de la escritura,
gran cantidad de veces es el poema el protagonista como objeto y no
como soporte. En este contexto, el poema es también un intermediario
y testigo entre la correspondencia amorosa, un fetiche sublime, un
'juguete rabioso', una carta nunca enviada, uno de los perdedores
del concurso.
En mi casa, sobre mi escritorio
Me espera un poema
¿ Por qué debería ir yo a su encuentro
?
Si en ese mismo lugar
Él me ha dejado plantado
Quieto y pensativo
Con los pinceles encendidos (PP: 32)
Por último, la parte final del libro es "El funeral de
una perra", una obra dramática que se sale del libro y
a la vez entre en él como pre y postfacio. Allí se indaga
en la compra de un ataúd tras la muerte de una perra puta,
que pareciera agregar otro sujeto y otro adjetivo al nombre del libro.
Puta Poesía de Pablo Anrré Karvayal viene a sumarse
a la destacada escena post90 que sigue apareciendo con fuerza, riesgo
y contingencia, y sitúa al autor y su obra entre los más
interesante en cuanto a conciencia de la escritura, traductibilidad
a otros registros y experiencia subjetiva que ya desde la metamorfosis
del nombre inaugura una nueva sensibilidad en cuanto a la autor(idad)
del libro. Para terminar cito:
Los perros
Son los únicos seres humanos
Que están a salvo
De publicar libros de poesía (PP: 12)