El escritor pampino estuvo 20 días de
gira en Francia promocionando Santa María de las Flores
Negras. Pasó luego a la Feria del Libro de Santiago, donde
fue uno de los autores más requeridos por el público,
y anuncia ahora una nueva novela para el próximo año.
En 2005, además, se estrenarán dos películas
basadas en libros suyos: una en Chile y otra en París.
Sábado 13 de noviembre, 14.00, Feria del Libro de Santiago.
Hernán Rivera Letelier almuerza en la Estación
Mapocho. Ha pasado más de dos horas firmando ejemplares, sin
pausa, y ahora comparte mesa con un poeta de Coquimbo y con el escritor
Pablo
Simonetti. Pero ni durante su almuerzo está libre de fans.
La gente que pasa lo mira, le sonríe, lo saluda. Un chico de
no más de 13 años se acerca y le pide que firme su copia
de Canción para Caminar sobre las Aguas. Una quinceañera
alarga su ejemplar de Los Trenes se van al Purgatorio y, al partir,
le dice: "Algún día yo le firmaré mi libro".
Rivera sonríe, contento. Unos minutos más tarde dejará
la mesa y volverá al stand Planeta... para seguir regalando
autógrafos.
La feria concluyó al día siguiente y Rivera fue uno
de los autores más vendidos. Su sexta novela, Canción
para Caminar sobre las Aguas, suma ocho mil ejemplares facturados.
Nada nuevo para él: los cinco libros anteriores superan 180
mil copias vendidas sólo en Chile, sin contar las ediciones
en Argentina, México, Italia y Francia.
De hecho, Rivera acaba de regresar de una gira de 20 días
por varias ciudades francesas, donde presentó Santa María
de las Flores Negras. Dio conferencias en universidades, firmó
copias de sus títulos en grandes librerías y, según
cuenta, en un restaurante una cantante le entonó al oído
temas de Edith Piaf.
¿Cómo son sus lectores franceses?
Tengo de todo. Los latinoamericanos prefieren leerme en español.
Se consiguen los libros y en esta gira firmé montones en español.
Pero el grueso son franceses que me leen en francés. No en
vano mis
libros en Francia salen ya en edición de bolsillo. Además,
me sorprendió, porque las profesoras en los liceos me decían
que enseñaban español con mis libros.
¿Qué hace en los ratos libres de las giras?
No puedo leer ni escribir, así que me dedico a mirar, a cazar
imágenes. Anda a saber si me sirven para cuando me ponga a
escribir mis memorias. Siempre busco cosas vivas. Los museos me dan
en las pelotas; prefiero el barrio rojo, donde chorrea la vida. Conozco
París casi entero y jamás he ido a un museo. Pero conozco
todos los barrios rojos.
¿Nunca ha ido al Louvre?
No voy ni a los museos ni a los lugares donde andan los japoneses
con sus maquinitas fotográficas. Jamás he ido a la Torre
Eiffel ni al Arco del Triunfo, pero he comido pan con mortadela a
orillas del Sena, he estado en el París de los ricos y el de
los obreros. Conozco casi todo París.
¿Y qué le parecen las prostitutas francesas?
Las he visto por fuera no más.
Penélope y Berta
En París, Rivera se reunió con el actor y director
francés Bernard Giraudeau, quien trabaja en la adaptación
al cine de Fatamorgana de Amor con Banda de Música.
"Me contó que se había atrasado porque le costó
juntar la plata. Ya tiene el 90 por ciento del dinero, y me dice que
le pasó el guión a Penélope Cruz y ella está
entusiasmadísima. Si la Penélope acepta, el resto sale
solo".
¿No iba a estar Leonor Varela?
Al principio, sí. Pero ahora me habló de la Penélope
y parece que a ella le gustó el proyecto.
¿Cuándo se filmaría?
El próximo año. La idea es filmar en el desierto
y reconstruir el pueblo de Pampa Unión. Así que a lo
mejor el 2005 hay dos películas, una acá y otra en Europa.
La de acá es la que prepara Marcelo Ferrari, director de Sub-Terra,
con Santa María de las Flores Negras, basada en la matanza
obrera de 1907. La producción tiene presupuesto sobre el millón
y medio de dólares y una de las protagonistas confirmadas es
Berta Lasala. "Ella está pintada para la película.
Tendríamos que engordarla un poquito de aquí a que se
filme, pero ella es nortina y está hecha para la película".
El plan es rodar el próximo año y estrenar en noviembre.
Rivera tiene mucha fe en este proyecto y su director. "Creo que
él es el hombre para hacer esta película. El quiere
hacer una gran obra con Santa María".
Libros, premios y peleas
Aun con giras y proyectos de cine en marcha, Rivera
tiene lista ya una nueva novela, la séptima de su catálogo,
fechada para 2005.
"Es una novela corta, en primera persona y donde vuelvo al desierto,
pero de manera distinta, es diferente a las cinco que he hecho sobre
el desierto", cuenta. "Están el paisaje y los personajes
salitreros, pero no es el tema central. Abarca un largo período,
pero tampoco es histórica".
Se excusa de dar más datos porque la ha presentado a un premio
internacional. Ganador en dos ocasiones del premio del Consejo Nacional
del Libro, cuenta que no participará más en él.
"Ya no me lo dan. Postulé de nuevo con Fatamorgana en
obras inéditas y con Los Trenes se Van al Purgatorio en editadas,
y uno de los jurados me contó que era lo mejor que había
llegado, pero que no me lo darán por tercera vez".
¿Por qué?
Porque no... porque así ocurre.
Pero eso es irregular.
Pero así funciona aquí y en la quebrá del ají.
Así que no postulo más a ese ni al Altazor.
¿Qué pasa con el Altazor?
Mientras Jorge Edwards sea el dueño de ese premio, estoy frito.
He sido nominado tres veces y en las tres tuve la más alta
votación, pero no lo obtuve.
¿Por qué?
Porque aunque tengas la más alta votación, el que corta
el queque es un consejo de ancianos que preside Edwards. Y Edwards
no me va a premiar a mí.
La rencilla entre ambos es antigua, y su origen, absurdo: en una
cena en casa de Edwards, Rivera se quejó de que la sopa estaba
fría. La sopa en realidad era gazpacho y los invitados, entre
ellos Lafourcade, se mofaron del escritor pampino. Rivera hablaría
luego contra "la insipidez" de la pluma de ambos .
¿No se cruzó con Edwards o Lafourcade en la feria?
No, porque habría sentido olor a libro malo. Digámoslo
de una vez: Edwards, Lafourcade y Contreras huelen a libro malo y
están condenados a oler a libro malo aunque se bañen
cuantas veces quieran.
¿Qué piensa de las críticas adversas que
recibió su novela?
Aunque a los críticos no les gustó, me dejó conforme.
No sé si hoy hay críticos a la altura de Alone o del
cura Valente. Un amigo me regaló en la feria el libro de Camilo
Marks (La Dictadura del Proletariado), que lo estaban vendiendo a
luca. Tu mirai esa novela y es una cosa muerta, a lo mejor bien escrita,
pero muerta. No causa sensaciones, ni emociones, no causa nada. El
hizo mierda mi primera novela, dijo que no tenía ningún
valor literario, pero lleva 10 años leyéndose, 45 mil
copias vendidas y traducida a seis idiomas. Y la suya, después
de un año, la venden a luca.