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Los "hijitos de su papá", futuros mandamases del país, circulan dentro
de su propio ghetto social: los mismos colegios a los que sólo asiste
"gente conocida"; letales veraneos en fundos familiares con
eventualesescapadas a un balneario de moda; rebeldía que consiste en
robarle el auto a la mamá y pagar la bencina con vales del papá;
iniciación sexual con la empleada de turno y viaje a Europa como
horizonte vagamente escapatorio si el calentamiento de exámenes
resulta. Unmundo que Cristián Huneeus conoce bien y que registra en su
último libro El rincón de los niños.
..... "El testigo presencial de sí mismo -el
protagonista en el acto que protagoniza- se encuentra sumido en el
hecho hasta el cuello, el valor de verdad de su recuerdo será tan
ilusorio como cualquiera de sus versiones posteriores", dice uno de
sus párrafos.
..... ¿Cómo dar cuenta de
algo sin querer pasar gato por liebre, sin disfrazarlo de "obra", sin
que pierda credibilidad y vida? Para el autor de El rincón...
la manera fue asumir la validez de lo fragmentario, del material
almacenado en su memoria, en sus apuntes y en sus diarios personales.
Con su libro, Huneeus realizó una pirueta irreversible sobre su
anterior forma de narrar -Cuentos de Cámara, Las dos caras de Jano,
La casa de Algarrobo- desechando un código que era como una camisa
de fuerza.
..... El artificio creado
para transgredirlo es asumido por un narrador de escurridiza identidad
-capaz de poner distancia- que descubre "la caja negra" que encierra
los escritos de Gaspar Ruiz, un miembro del grupito descrito de
jóvenes. Gaspar se diferencia de los demás porque le gusta escribir.
Deja su huella en los papeles de la caja negra que está en manos del
narrador personaje y que amparado en su juego descifrador los analiza
sin eufemismos.
..... Los escritos de
Gaspar son fósiles de su intento, no se sabe si frustrado, por salir
de la asfixia del mundo al que pertenece. El narrador usufructúa del
código añejo y sentimental que se le ofrece para colgar su propio
discurso. Y al situarse por encima de los demás personajes, se ríe de
ellos y de Gaspar, que no es otro que él mismo.
..... Al enjuiciarlo devela su propia moral, que
hace también de él un personaje irrisorio: su propósito, el de
desenmascarar a su víctima, se va esfumando a medida que se fusionan
identidades, convirtiendo la escritura en una aventura que no tiene
asidero en una supuesta "realidad" -la de los años cincuenta- sino en
el propio proceso de escribir.
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El Rincón... es la primera de un conjunto de cuatro novelas, la
segunda de ellas, Una escalera contra la pared se anuncia para
1981.
en
revista Mensaje Nº 296
enero-febrero
de 1981