Del libro Cuando
llega la primavera todos se resisten a la muerte
INEDITOS
A través de toda noche
A través de todo el día
Cae la inocencia en la pendiente infinita del semáforo incoloro
Hubo una vez un niño que lloró en mi pecho
Hubo una vez una estrella incrustada en las pupilas
Mi seno cantó junto a serafines esculpidos en oro en plata
Todo el tiempo la inocencia cae
Sucumbe en el acto de una húmeda mano vacía
El subterráneo de una conciencia inconciente emerge voluminosa
en su larga tristeza
A través de las horas se evapora la párvula sonrisa
Con las venas abiertas
Con los ojos llagados
Observo los hondos huesos de la venganza
Los puños agarrotados del odio en piel de cordero
Deambulan por las calles
Cae la inocencia
Las máscaras se desprenden de todas las cosas
Todas las cosas arden con los dientes rotos por el silencio
El niño ha muerto
Y el cielo vomita agua y la lumbre quema las vísceras
Porque a través de toda la noche
Y a través de todo el día
La inocencia cae
Como una hembra malparida.
Cuando llega la primavera todos se resisten a la muerte
Con una sonrisa cancelan la miseria rutinaria
Encienden la antorcha de la libertad
Una lumbre pía transita por las avenidas
El color de la rosa habla en el jolgorio del labio
La vulva de la brisa se abre
Echa a rodar su bálsamo en la vereda
En la sandalia del fresco verdor
Cuando llega la primavera todos se resisten a la muerte
De su pecho sale el rugido de todas las razas, el estruendo del arcoiris
esplende en las arterias la magia de la fe
Nos alerta y vitaliza con sus largas pestañas tocando una a
una las células
dedos luminosos capturan los ondulados vientres del alba
en el atardecer lamen los ocasos
con el pliego extenso de la virtud
todos sus órganos y sus partes son buenos
ni una mancha ni una arruga es visible en la alegría que golpea
las arboledas
las teorías son todas comprendidas
como un poema desplegado en la alfombra del consumo
creen en los globos en las lunas en la resurrección
en la diversidad del género y en la tierra fecunda
Cuando llega la primavera todos se resisten a la muerte
Colérica y febril recorro las galerías que desconozco
Percibo el dolor de los fatigados pies
La bruma de la prisa desmedida
El estiércol aullando en la calle
Mientras consulto el reloj
me pregunto quien soy
qué hago en la horda venenosa
sumergida irónicamente
herida de polvo y mordedura de hastío
me confundo con los restos humillados que deambulan por la calzada
Canto al piélago del cielo a la nubosidad que escarnece mi
pequeña estructura a este no ser mas que un grano de arena
confuso en el temblor del tiempo en la hilera de calaveras sonrientes
con labios de burbujas y melocotones desabridos
Huyendo del fango de la tempestad
De los humores contradictorios
Del genio y la imbecilidad
De los caprichosos gestos de la muerte
De la eterna contradicción humana
Presente como ola embravecida un torrente de agua hirviendo o barca
a la deriva
Mientras camino entre los volubles desafíos del destino
Flotando entre fragmentos y versos pensativa siempre apartada de la
ondulación desgarrada siempre
latente
Pese a la cólera
Soy una elegía sin tambor ni trompeta
Del libro Conquistadores
del vuelo
Despedida
¿No es acaso la despedida como el grito de un pájaro
en la muerte?
Tribulación inmerecida la mano al aire en medio giro
El beso que no palpa la tierra ni el polvo de los pies
Nada roza el silencio
Esa mudez tibia de tu sonrisa
Breve luciérnaga posada en tu cabeza danza en el pasto hasta
mi taza
Mi taza se inunda de lágrimas
Las lágrimas están llenas del vuelco de tu silueta
Y de mañanas
Las mañanas quedan mojadas de pájaros.
Conquistadores del vuelo
Vamos sobre nubes viajeras
Hilvanando historias
En medio de rostros abatidos
Y harapientas calzadas
Creemos morir en el intento
Alcanzar la ribera contraria
En vano las cadenas quieren cerrar las puertas
Sobrevivimos chasqueando sarcasmos y atropellos
Somos conquistadores del vuelo
Empecinados en quebrar las barreras
Dejar de ser peces condenados a morir en medio de las redes
Insectos aplastados por la furia de un pie.
* * *
Ingrid Odgers, nace en Concepción de Chile
(1955).
Estudió Ingeniería Comercial en la Universidad de Concepción,
es Analista de Sistemas, Diplomada en
Administración y Marketing. Escribe desde siempre. Participó
en talleres regionales durante la década de los noventa. Es
miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, se desempeñó
como Secretaria General y Relacionadora Pública de la Casa
del Escritor Miguel Hernández, es Secretaria General de la
Unión de Escritores región del Bío - Bío,
como gestora cultural es Premio Consejo Nacional del Libro y la Lectura
2002 con el proyecto "Cyberliteratura desde el BíoBío".
Actualmente es también directora del Sindicato de Escritores
del BíoBío. Ha asistido a congresos y encuentros de
escritores: Primer y Segundo Encuentro Latinoamericano de Escritores
(Santiago), Tren de la Poesía, Fundación Neruda (Temuco),
Arco-iris de Poesía (Puerto Montt), Encuentro Nacional de Poetas
(Universidad de Concepción), Segundo Encuentro Nacional de
Escritores (Talcahuano), Encuentro Nacional de Escritores (Rancagua),
Primer Encuentro Internacional de Escritores (Coronel - Lota).
Ha publicado nueve libros de poesía, un ensayo y en prensa
se encuentra su novela "ya no somos vírgenes".
Obras publicadas:
1. Naúfragos en la ciudad-2003-Ediciones Antros
2. La extraña barca del olvido-2003-Ediciones Antros
3. Poesía del Sur-2002-Ediciones Letra Nueva
4. El retorno del ángel-2002-Ediciones Antros
5. Copa de invierno-2001-Impresos Hurtado
6. Arcoirisdevida-1999-Ediciones Vitral
7. Bajopiel-1998-Ediciones etcetera
8. Ángel dormido-1998-Ediciones etcétera
9. La llave de la otra historia-Impresos García