En una columna pasada de septiembre decíamos que Al Queda no
es un movimiento (terrorista) que protesta contra la globalización.
Por el contrario, ellos luchan como sea -principalmente a través
de actos terroristas bien planificados- contra la presencia imperialista
norteamericana en el Oriente Medio (apoyada por Arabia Saudita). Esa
presencia, dicen ellos, ha sido la causa principal de la opresión
contra el mundo palestino-musulmán por parte de Israel, apoyado
militarmente por EE.UU.
Osama bin Laden no lo había presentado ni dicho tan directamente
sino hace unos días, dirigiéndose directamente a EE.UU.
Aún más, fue un mensaje virtual/visual que iba al “pueblo
norteamericano”. Fue interesante el mensaje mediático. Osama
miraba a los ojos de un espectador virtual “norteamericano”. Allí
dejó el asunto zanjado: su antinorteamericanismo y anti-imperialismo
feroz.
Luego del atentado a las Torres Gemelas en septiembre de 2001 hubo
interpretaciones que aquello había sido un ataque directo al
complejo proceso de globalización planetaria. Como ejemplo,
esta interpretación la recalcó -y se extendió
entre otros intelectuales y analistas por el mundo- el presidente
del Banco Mundial James Wolfensohn quien el 13 de octubre de 2001
decía en Washington: "Este único mundo global que
vivimos es tan interdependiente que la pobreza en otro continente,
a miles de kilómetros, puede significar la muerte de los que
viven en países desarrollados. Lo que ha quedado evidente el
11 de septiembre es que la miseria en un lugar del mundo se trasladó
en forma violenta al Primer Mundo."
También decíamos que fue Noan Chomsky quien primero
llamó aquella interpretación "una pura especulación
intelectual" porque él creía- antes del 11 de septiembre-
que Osama bin Laden y su organización terrorista Al Qaeda (La
Base), la que organizó y ejecutó aquel atentado, jamás
oyeron hablar de la "globalización" y que su causa
era esencialmente antinorteamericana.
Mencionábamos que Chomsky fue teniendo razón a medida
que avanzaban los meses después del 11 de septiembre a través
de sus análisis en diversas entrevistas que concedió
a partir del aquel "martes negro". Incluso los distintos
videos de bin Laden, comprueban hasta hoy día, que los terroristas
de Al Qaeda para nada han protestado contra el aspecto negativo de
la globalización. Además nunca -según Chomsky-
han mencionado esa palabra en ninguno de los videos que han suministrado
al canal árabe de Qatar, "Al Jazeera". Más
aún, en un vídeo de noviembre de 2001 se enorgullecía
que "los 19 jóvenes musulmanes hubieran hecho temblar
al imperio norteamericano".
El ultimo video del líder, cabeza pensante del grupo terrorista
Al Qaeda, días antes de la elección del 2 de noviembre
de 2004, dejó bastante claro que el grupo -diseminado planetariamente,
sin lugar determinado, angustia constante de los servicios de inteligencia
norteamericanos y del resto del planeta porque no saben dónde
están los terroristas- seguirá con esos ataques en el
futuro si Estados Unidos no cambia su política respecto al
mundo Árabe. Y principalmente si no se retira de Irak.
Esa fue una advertencia de Osama al nuevo gobierno de Estados Unidos,
fuera Bush o Kerry el ganador. El pueblo norteamericano no podrá
dormir tranquilo, sugirió Osama bin Laden, si el gobierno siguiente,
el que sea, continua con la actual política que practica como
país invasor en Irak. Además si sigue haciéndose
el ciego respecto a la cuestión Israel-Palestina.
Luego del video de Osama, pocas horas después, tanto Bush
como Kerry aseguraron que no se tendrá contemplación
con Al Qaeda. Proyectaron la imagen de no darse por aludidos ni intimidarse.
Bush principalmente dijo no tener intención de cambiar una
coma ni un punto de la política en Irak. Menos con respecto
al mundo palestino. Y este miercoles 3 de noviembre cuando John Kerry,
al una de la tarde, reconocía que había ganado Bush
las elecciones, quedaba claro por todo el mundo que Bush tendrá
más luz verde, con mayoría en el congreso, para continuar
e intensificar la presencia militar en Irak. Vienen días, meses
y años inciertos. Lo claro sí es que Bush intensificará
su lucha contra ¨lo diabólico e incivilizado¨en nombre
de ¨la civilización occidental cuyo país ejemplo
es Estados Unidos¨.
Si hubiera ganado Kerry, habría continuado la ocupación
en Irak pero el nuevo presidente habría consultado mucho más
(según decía en su camapaña) con las Naciones
Unidas. O quizás siguiendo un poco el ejemplo de España
con el presidente Zapatero que anunció de antes de la elección
que retiraría por la vía rápida a las tropas
españolas de Irak. Pero en España habló el electorado
al decidir elegir a Zapatero. Con las recientes elecciones el electorado
en Estados Unidos quedó profundamente dividido aun cuando la
otra mitad no tiene ahora ninguna representación.
Es decir ganó la parte que no reflexiona sobre las consecuencias
de la presencia norteamericana en Irak. Recientes análisis
dicen que en estas elecciones votaron un 60% de los votantes registrados
lo que viene a ser un total de 125 millones. Hace cuatro años
sólo votaron 105 millones. Es claro que hubo ahora un deseo
de expresar la opinión en el pueblo norteamericano semejante
al vuelco parecido en 1960 entre John F. Kennedy y Richard Nixon.
Desgraciadamente ese 49% que votó por Kerry (51% fue de Bush)
en el voto popular, que viene a ser más representativo , no
tendrá ninguna influencia en las decisiones sobre la invasión
en Irak por ejemplo.
Con el nuevo video, Osama sugirió que habría ataques
en un futuro cercano pero ninguno de los medios masivos dominantes
norteamericanos lo analizó de esa manera antes de la elección.
Y es posible que ahora sí ocurran ataques si Bush reelegido
intensifica la invasión en Irak y continua con una politica
a favor de Israel.
Por eso el retorno virtual de Osama bin Laden (antes de las elecciones
en Estados Unidos) se convierte ahora, después de las elecciones
del 2 de noviembre, en algo mucho más real que virtual. Ese
49% (o 55 millones de norteamericanos) dijo a Estados Unidos, y al
resto del mundo, que la política de Bush era inapropiada.
La respuesta de esos 55 millones de “norteamericanos buenos” se considera
histórica porque desde 1960 no ocurría un vuelco electoral
de tal magnitud en este país. Hay que señalar que Bush
sólo ganó por tres millones de personas y no por una
abrumadora mayoria lo que sí entonces habría que analizar
de otra manera.
Finalmente algo muy interesante. Algunos análisis en la prensa
norteamericana, antes de las elecciones, sobre el efecto de Osama
con su video sorpresivo, predijeron que sí afectaría
de una manera negativa la candidatura de Bush porque al parecer ayudaría
a aumentar los votantes para el lado de Kerry y disminuirlos para
el lado de Bush. No estaban lejos de la verdad al saberse ahora los
resultados finales: Bush si bien ganó los votos electorales
y el voto popular, sin embargo no fue por una mayoría aplastante
como se pensó.