Álbum familiar
La noche en que nos fotografiamos
antes de iniciar la cena del nuevo año,
tú estabas cerca de unos gladiolos blancos
tomada a mi brazo
esperando a que fuésemos iluminados por el flash
y quedar pegados para siempre a un negativo.
Allí nos quedábamos para el álbum de los
recuerdos:
tú, sonriendo con amargura,
y yo, afirmado en mi bastón,
adoptaba tristemente una pose
como cuando tenía 20 años
y me tendía cara a los árboles
a esperarte
La silla de ruedas
Abriré el cajón de los recuerdos
y me acordaré que en unas viejas hojas
de esquelas rosadas
me anuncias que me esperas a la salida de la ciudad.
Me pondré mi traje negro
cubriré estas abundantes canas
disimularé las arrugas de mi frente
y con tu carta aún intacta
iré en mi silla de ruedas a tu encuentro,
sintiendo que estas mismas hojas de otoño
alguna vez cayeron a tu cuerpo como ahora en el mío
Y yo, que siempre esperé milagros de la vida,
hoy sea testigo de uno sólo
y vea venir con esos 19 años
y tiernamente me beses los ojos.
Poema de amor al triunfo popular
Con esta misma boca de besarte
digo el grito de la victoria
que se pierde entre las banderas rojas
y las antorchas blancas;
porque soy ese perdido en la multitud
gritando VENCEREMOS
pero queriendo decir tu nombre
que es lo único que me importa
y grito hasta enronquecer
con esta misma boca de besarte
hacia cualquier lugar
y únicamente me respondas con el grito de la victoria.