Es la primera traducción al inglés en Estados Unidos
del impactante testimonio de Luz Arce, El infierno. Recién
acaba de circular por todo el país y el mundo (ya está
incluido en amazon.com) a través
de una importante editorial: University of Wisconsin Press bajo el
título The
Inferno: A Story of Terror and Survival in Chile. En
castellano tuvo solamente una edición, la publicada por la
editorial Planeta en 1993. Sorprende hasta ahora que no haya vuelto
a reditarse nunca más tan importante testimonio. Aún
más, la traductora del libro tuvo que trabajar con una fotocopia.
Hicimos una reciente entrevista en exclusiva para El Mostrador
a la traductora, la doctora en literatura latinoamericana
Stacey Alba D. Skar,
académica de Trinity College, del estado de Connecticut, para
que nos hablara de esta traducción y la importancia actual
que puede tener en Estados Unidos aquel libro publicado hace diez
años en Chile. Ella también es autora del libro de ensayos,
Voces híbridas. La literatura de chicanas y latinas
en Estados Unidos, publicado en el 2001 en Chile por la editorial
RIL.
Ud. tuvo que trabajar todo el tiempo en la traducción con
una "fotocopia", ¿por qué?
Hace varios años en un viaje a Chile recorrí todas
las librerías de Santiago buscando un libro que un amigo me
había recomendado: El infierno de Luz Arce. Yo investigaba
en aquel entonces la relación entre la producción cultural
y la memoria histórica en Chile y Argentina. Ya había
conocido un excelente estudio de Hernán Vidal (La política
cultural de la memoria histórica, Mosquito, 1997) en el
que analizaba el testimonio de Arce recién publicado por Planeta
en 1993. Claro que estaba sorprendida cuando el libro de Arce no se
conseguía por ningún lado. Fue gracias a otro amigo,
Eugenio Ahumada, que logré leer por fin las memorias de Arce,
las cuales me impactaron de manera decisiva. Tanto que me inspiraron
a emprender mi primer viaje
por la traducción usando la misma "fotocopia" que
saqué del libro de ese amigo tan generoso.
¿Por qué le interesó este libro de Luz Arce
a Ud. y a la editorial norteamericana?
Como le mencioné arriba, yo tenía un interés
general en el testimonio en Chile porque lo había investigado
durante años y para mi tesis doctoral que terminé en
1997. Cuando los editores de la Universidad de Wisconsin Press me
llamaron con el propósito de que tradujera el libro al inglés,
gracias a una recomendación de la directora de mi tesis, Ksenija
Bilbija, acepté hacerlo sin vacilar. Todos sabíamos
que sería una importantísima contribución a los
estudios de los derechos humanos. Además, considero que es
esencial que en Estados Unidos haya más conocimiento de la
historia chilena y de la complejidad nacional e internacional durante
esa época y ahora.
¿Tuvo Ud. algún contacto con Luz Arce durante el
trabajo de su traducción?
No, y tampoco podría explicarle exactamente por qué
no la llamé. Claro que la editorial sí estaba en contacto
con ella durante el proceso de editar el libro pero creo que no quise
confundir la voz que leía en sus memorias con la otra voz que
seguramente conocería al conversar con ella tantos años
después de que ella las redactara. Ya que el libro se publicó
ahora, creo que me gustaría mucho conocerla algún día,
llamarla por su nombre y decirle "Hola Luz, soy Alba."
¿Tuvo que trabajar en la traducción con otros libros
o información adicional?
Sí, por supuesto, particularmente para la serie de notas que
ofrecen información histórica a lectores norteamericanos
que en su mayoría no conocerán las varias referencias
políticas, históricas o culturales. Había muchas
referencias, por ejemplo, a organizaciones políticas y religiosas,
toda la complejidad de la Unidad Popular, la vida clandestina, las
figuras que jugaron papeles decisivos en la historia chilena, nombres
de militares (algunos acusados y otros juzgados), etc. Sin duda una
de las publicaciones más útiles para mi investigación
fue La historia oculta del régimen militar de Ascanio
Cavallo, Manuel Salazar y Oscar Sepúlveda (Grijalbo, 1997).
También pude consultar con un amigo sacerdote jesuita, Luis
Tampe, para averiguar algunas referencias específicamente católicas.
Aunque mi mayor apoyo en cuanto a la traducción de los coloquialismos
chilenos fue, sin duda, mi esposo chileno, quien fue, además,
una fuente de información cultural que no aparece en ningún
libro de historia.
El libro se publicó hace diez años,¿por qué
tendría que interesar ahora en Estados Unidos?
Creo que particularmente ahora, cuando por fin se está destapando
el silencio de la amnesia general en Chile y el país ha entrado
en un largo proceso nacional para (re)definir la justicia y la reconciliación,
las memorias de Arce y el testimonio legal que ella sigue ofreciendo
son de una importancia vital. En Estados Unidos, país que obviamente
jugó un papel decisivo en la historia chilena y donde existen
documentos que ayudarán a esclarecer hechos históricas
importantísimos para los procesos legales, es esencial seguir
fomentando una conciencia histórica sobre su relación
con Chile. Además la conexión con otras dictaduras.
Cada vez que un libro, como El infierno, llega a un público
norteamericano se abren más posibilidades para promover una
conciencia de los derechos humanos en este país que anda por
el mundo proclamando libertad y la democracia sin querer admitir que
- históricamente- ha apoyado o exigido precisamente lo opuesto.
¿Cuál fue la dificultad de traducir este particular
texto al inglés, especialmente escrito por una mujer que pasó
por un "infierno" durante la dictadura militar chilena?
Claro que los desafíos lingüísticos o culturales
existen con cualquier traducción. La gran dificultad con este
texto en particular fue asumir la voz de esta mujer que sufrió
el infierno más deshumano y deshumanizante y tratar de mantener
suficiente distancia del "yo" que iba construyendo en la
versión en inglés. Fue sumamente difícil psicológicamente,
un desdoblamiento a veces imposible de manejar.
Hay en Chile otros testimonios escritos por mujeres, aparte de
El infierno de Luz Arce. ¿En que se diferencian o se parecen
al de Arce?
Hay algunos testimonios y varios textos literarios que tienen elementos
testimoniales. Quizás el más conocido y el que más
se asemeja a El infierno es el libro de Marcia Alejandra Merino
(más conocida como "la flaca Alejandra" del MIR).
Su testimonio (Mi verdad: Más allá del horror yo
acuso..., A.T.G., 1993) cuenta su versión de varias de
las mismas experiencias detalladas por Arce ya que formaron ellas,
junto con María Alicia Uribe, lo que algunos militares de la
DINA y la CNI llamaron "el paquete". Ellas fueron tres prisioneras
detenidas y torturadas en Villa Grimaldi y en otras cárceles
del régimen militar que luego colaboraron durante años
con las fuerzas represivas y hasta llegaron a la categoría
de agentes. De hecho, Carmen Castillo, autora de sus propios libros
de memorias (Un día de octubre en Santiago, LOM, 1999 y Santiago-París:
El vuelo de la memoria, con su madre Mónica Echeverría,
LOM, 2002) hizo un film en 1994 con Guy Girard en Francia que se llama
La flaca Alejandra.
Hay algunos trabajos críticos al libro de Arce como un
ensayo de Diamela Eltit. ¿Eso le ayudó a entender más
la profundidad y el propósito del testimonio de Arce?
Tanto Diamela Eltit como Nelly Richard, desde el campo de los estudios
literarios y culturales, tratan de ubicar la memoria de Arce en una
definición de "autobiografía" y no de "testimonio".
Creo que lo que más me impresiona de sus lecturas es el gran
abismo entre su recepción del texto de Arce (y el de Merino)
y la perspectiva de Carmen Castillo cuando leyó el libro de
Merino, a quien la conocía personalmente durante su militancia
en el MIR. Para mí, esta última (Carmen Castillo) comprende
mejor la necesidad de cada lector de reflexionar profundamente en
su propia conciencia antes de acusar o de perdonar a otro que tuvo
otras experiencias vitales. Los estudios de Eltit y de Richard no
me ayudaron a "entender el propósito del testimonio de
Arce" pero sí me advirtieron que su libro, como otros
semejantes, presenta una serie de trampas que son quizás imposibles
de superar del todo. Es algo que investigué en un artículo
que se publica pronto sobre la relación compleja entre los
libros de Arce y Merino y el debate actual entre justicia y reconciliación
en Chile.
¿En Estados Unidos en qué disciplinas, dentro de
la academia universitaria, podría estudiarse este libro traducido
por Ud.?
Además de mi campo de la literatura, donde el testimonio ha
tenido durante décadas un lugar fundamental, El infierno será
sumamente valioso para los estudios de la mujer, los derechos humanos,
la historia política, la religión, entre otros.
¿En que reside para Ud. la actualidad de este testimonio
escrito por una mujer, y especialmente en un nuevo contexto norteamericano
como la caída de las Torres Gemelas, y la ocupación
norteamericana en Irak?
Son abrumadores los paralelos entre el "terrorismo"
que hay que combatir, el patriotismo ciego, el discurso monolítico,
la autocensura, la "necesidad" de permitir la observación
constante de organizaciones de "inteligencia" a costo de
los derechos civiles, la detención secreta de "animales"
que no deben tener acceso a ninguna defensa legal, la manipulación
de los medios masivos, el odio producto del miedo, la ignorancia,
etc. En América Latina las mujeres han jugado papeles decisivos
en la concientización popular. La actualidad de este testimonio
en el contexto que usted menciona me parece espeluznante.