I.Q.
El Mercurio
de Valparaíso
14 de marzo de 1999
Desde que el mundo es mundo, la poesía y los caminos van de
la mano. En nuestro
siglo, los caminos se han convertido en carreteras. De ahí
surge "Ruta 68" , la ópera prima de la escritora
porteña Catalina Lafertt.
El viaje es visible en cada verso y el viaje es un momento, a veces
un recodo del camino, a veces una luz parpadeante antes de anochecer.
Las imágenes atraviesan el campo visual de Catalina con la
misma espontaneidad de una estrella fugaz, “dejan una promesa y no
vuelven nunca más”.
He aquí una muestra: "Al fondo oscuro marfil túnel
del cerro/ Bienvenida en blancas letras/ A la tenue luz de un fósforo
miro el reflejo de su rostro ...”
El paisaje es como una película muda, así de nostálgico
y melancólico. De pronto se funde con el tiempo y lo anula:
es la eternidad. El texto traduce esta emoción en frases entrecortadas,
inefables: en una música distante que escuchamos como en un
sueño.
¿Se podrá despertar de ese sueño? El desamparo
se siente como un frío que cala los huesos, pero que de ningún
modo nos deja indiferentes. Porque el mayor mérito de estos
poemas es la profunda humanidad que transmiten, su tristeza sencilla,
su femeneidad libre de prejuicios. En una frase, nos importa el destino
de la poeta.
Sin caer en el localismo, el viaje entre Santiago y Valparaiso es
una seña de identidad fuerte y poco común en nuestra
literatura, tan proclive a los escenarios difusos. Otra virtud del
libro es la coherencia entre sus dos partes: Ruta 68 y Espérame
en el cielo corazón. Son muy distintas entre ellas, pero
la narración que conforman es clara y cadenciosa.
Sólo cabe pedirle a la autora, en un segundo trabajo, que contenga
menos sus sentimientos, que, derechamente, los libere por completo.
Es el gran desafío a vencer, la última barrera (breve
y sutil) que la separa de la eternidad.
"Ruta 68"
Catalina Lafertt
50 páginas. 1998. Editorial Cuarto Propio.
* * * *** * * *
Catalina Laffert y Luis Velásquez
Poemas
ilustrados con la decadencia de Valparaíso
por Berta Morales
Diario
La Epoca, Santiago 4 de mayo de 1987.
Catalina Lafertt, poetisa autodidacta, y Luis
Velásquez, dibujante, unieron su talent0 para montar una muestra
de doce poemas ilustrados con que se inauguró la sala de exposiciones
del Teatro
Victoria de Valparaiso.
Catalina Lafertt, una joven de frágil figura, cuenta que la
temática de su poesía muestra la parte decadente, cruda
y dolorosa del puerto. La desesperanza del habitante hastiado del
medio y de vivir una aflictiva situación, en una ciudad que
vive de sus gloriosos recuerdos.
Una cierta esperanza
‘‘Per0 también -puntualizó hay un dejo de esperanza,
pues tras una tormenta siempre viene la calma”.
La artista quiere que su exposición sea itinerante y por eso
ella misma ya ha iniciado contactos para llevarla a las poblaciones.
Esta consciente de que la gente sencilla también necesita conocer
el arte y la unica forma es trepar los cerros y llevarselos a domicilio.
“Si no tienen dinero para bajar al plan y ver una exposición,
lo justo es que nos esforcemos por llegar a ellos”, dice Catalina
Laffert.
La joven esta llena de proyectos y como por ahora no puede vivir de
sus obras trabaja en una mueblería para poder pagar los gastos
de lo que ella llama "el gran amor de mi vida: la poesia".
Dice que en un plazo de seis meses a un año, tendrá
listas sus poesías con el canto a Valparaiso y piensa que será
más esperanzadora.
Catalina Lafertt ha participado en diversos concursos de poesia. En
el año 85 ganó el primer lugar
en el concurso Dimension Latinoamericana con el tema Llanto americano,
además tiene publicaciones en cuadernillos en homenaje a los
450 años de Valparaíso, con un primer tiraje de dos
mil ejemplares y mil numeros de Amargas estadias.
Despertar a la comunidad
La poetisa asegura que su visión no es negativa,
sinó que en su poesía sólo quiere mostrar la
realidad, para despertar a la comunidad y hacer conciencia de que
todos tienen algo que aportar al desarrollo, en los más diversos
ambitos.
La exposición de poesía ilustrada de Catalina Lafertt
y Luis Velásquez, autor de la parte gráfica,
estará abierta al público hasta el 20 de mayo en la
sala Teatro Victoria de calle Condell.