APROXIMACIÓN
AL PAPEL SIMBÓLICO DE LOS PERROS DE DON ALEJO EN
EL LUGAR SIN LÍMITES:
LA
OPOSICIÓN CABALLO/PERRO COMO CONTINUIDAD HISTÓRICA
EN LA CONSTITUCIÓN
DE LO MASCULINO TRADICIONAL CHILENO.
por
Marcos Arcaya Pizarro
1.-
PERRO/CABALLO, OMISIÓN/VISIBILIDAD
Por medio de las carillas
presentadas buscamos reflexionar en torno al tema del papel simbólico de
los perros de don Alejo en El Lugar sin límites, sin duda uno de
los relatos más conocidos y de mejor factura dentro de la producción
escritural del chileno José Donoso. En nuestro artículo tendremos
en cuenta al símbolo, lisa y llanamente, como cosa que se toma convencionalmente
como representación de un concepto. Desde un principio destacamos y admitimos,
a un tiempo, la existencia de una cantidad enorme de bibliografía que ha
abordado el mencionado relato desde
muy distintas perspectivas y nuestro desconocimiento de la gran mayoría
de esos estudios, sin que nuestra aproximación se vea mermada, puesto es,
más bien, el fin último de estos párrafos, el ejercicio mismo
de una búsqueda interpretativa sin ambiciones descomunales.
Nos proponemos en nuestra tesis señalar los perros de don Alejo como símbolos
del lado fiero de un poder masculino desatado, no libre de toda una tradición
histórica que le precede, sino más bien, fenómeno inserto
dentro de una continuidad lógica de sentido en el mundo rural representado
por Donoso.
En nuestro acercamiento azaroso y fragmentario,
como azarosa y fragmentaria es la constitución de toda reflexión,
tendremos de apoyo como pilares centrales, además de El lugar sin límites
de Donoso y Masculinidad en el mundo rural: realidades que cambian, símbolos
que permanecen de Ximena Valdés, un texto de Mario Rodríguez
llamado Del perro, del caballo y de la escritura, donde el autor problematiza
desde una mirada postcolonial sobre el papel del perro de presa en la Conquista
y su ocultamiento-omisión en los testimonios de época y en los estudios
historiográficos posteriores, en oposición a la visibilidad del
caballo:
"La figura del perro de
presa es casi inexistente para la historia conservadora que ha pasado sobre ascuas
en los relatos cronísticos, memoriales, cartas de relación y poemas
épicos que la mencionan. En cambio ha exaltado el papel en la conquista
del animal contrapuesto al perro: el caballo" (p.59).
Perro y caballo como opuestos en una relación binaria basada en el mito
cultural de lo masculino americano, asociado a la representación social(1)
de la dominación cargada de limpieza, valentía y honor llevada a
efecto de a caballo:
"Los
relatos que conciben la conquista como hazaña ilustre: ´hecho notable`,
´empresa nunca vista`, necesitan urgentemente de la figura del caballo.
Ella le confiere un tono épico a los acontecimientos narrados al conectarlos
con los más prestigiosos relatos de expansión y conquista clásica
o con las míticas empresas caballerescas. Las batallas se transforman en
cruzadas, los capitanes en redivivos Césares o en nuevos Amadis y Palmerines."
(op.Cit., p.60)
Concepción actualizada
una y otra vez desde el conquistador español hasta el hacendado
chileno y aquel "principio de construcción de la masculinidad vinculada
con el manejo del caballo" (Valdés; p.15) asociada a esa "síntesis
oligárquico-popular compleja" plasmada en la figura del huaso; el
caballo en éste último como proyección de la posesión
de tierras y mujeres, cuya carga simbólica es evidenciable en el rito del
rodeo como "lugar de afirmación de prestigio para los hombres"
donde se "muestra el cuerpo masculino, sus atributos y valores".
Según señala Ximena Valdés, las bases de la identidad
de "lo masculino y lo chileno" parecen encontrar su sitio donde antes
el hacendado, capataces y sus hombres a caballo ocupaban los puestos de privilegio
en la escala jerárquica, vale decir, a todas luces, nos parece, son las
figuras de poder quienes reconstruyen en la historia una esencia patria a partir
de la mirada nostálgica del poder perdido, incluyendo en la galería
de las identidades posibles, a través de una estrategia integradora, otras
figuras mitificadas antes no contadas y sólo visibles a partir de su identidad
como problema frente a la centralidad, así se explica en el imaginario
nacional, la inserción, por ejemplo, de la lavandera, el bandolero, la
prostituta o el roto, mediante el proceso de "hegemonizar la cultura oficial
y […] sentar las bases de la llamada Identidad Nacional"(2)
en el proceso de "creación de nuevos elementos simbólicos,
rituales y mítico históricos", aunado, cómo no, a una
ideología que "puede entenderse como medio legítimo del que
dispone el poder para justificar un sistema de autoridad, o una falsa conciencia
para disimular intereses de grupos, o un instrumento cultural para integrar y
preservar una identidad social"(3).
La situación de privilegio desde el caballo y su carga simbólica
en oposición al perro, en íntima relación a un imaginario
construido desde la llegada de los españoles, no esencialista en nuestra
revisión, claro está, sino histórica, queda perfectamente
modelada en Entierro de Campo de Carlos Pezoa Véliz, puesto que
un sujeto montado se ubica en altura (distancia efectiva y metafórica)
respecto de la miseria del cuadro que contempla; poseedor de autonomía
respecto a los de a pie (doy mi adiós a aquel entierro,/ pico espuela
a mi caballo/y en la montaña me interno) e higiénico casi en
relación a la muerte, y en relación a los sujetos decadentes
que acompañan el rito fúnebre: pobres, viejos y cansados; anónimos
como anónimo el cadáver que llevan, todo ello enmarcado por los
aullidos de los perros desde las sombras. La relación caballo/perro en
Pezoa aparece ligada a la historia latinoamericana de ese binarismo: "Diremos
que el perro aparece excepcionalmente unido a hechos hazañosos, en tanto
el caballo, casi siempre" (Rodríguez,p.60) ; "El caballo se identifica
con lo alto y lo divino, el perro con lo bajo y lo nocturno" (op.cit., p.62):
"La fascinación por el caballo queda tan clara,
como queda el rechazo del animal contrario en el espacio de la conquista: el perro
significaba la bestia oscura (opuesta a la naturaleza solar del caballo) que a
dentelladas arrojaba y mantenía al indio en el suelo."(Ibid.)
2.- APROXIMACIÓN A LA RELACIÓN
ENTRE DON ALEJO Y SUS PERROS
En nuestro acercamiento,
así como en el relato de Donoso, queda claro, se da una vuelta de tuerca
a ciertas instituciones aceptadas a priori, desarticulando "el ancestral,
dogmático conservadurismo estático de los cuentos y los mitos, que
transmiten una sabiduría elemental, construida y comunicada por un simple
juego de luces y sombras, y la transmiten a través de imágenes indiscutibles,
que no consienten su distinción crítica"(4).
Dejamos a un lado, entonces, al perro en su universal simbólico, ligado
a la fidelidad y al hogar, actualizamos al perro en contexto, conectado, esta
vez, a lo indefinido, a lo fiero, a lo siniestro.
Así
como los aullidos de perros en Entierro de campo parecen acompañar
el camino del difunto hacia ese lugar incierto y lúgubre en la muerte,
los perros de don Alejo, junto con encarnar la omnipresencia de su autoridad,
presagian lo oscuro en el comienzo de la novela, cuando la Manuela despierta y
el narrador nos dice:
"Se arrodilló
para sacar sus zapatos de debajo del catre y se sentó en la orilla para
ponérselos. Había dormido mal. No sólo el chacolí,
que hinchaba tanto. Es que quién sabe por qué los perros de don
Alejo se pasaron la noche aullando en la viña…" (Donoso, p.13)
Así como el conquistador tuvo "la percepción de América
como ´lo otro` (lo distinto, lo extraño, lo diferente, lo novedoso),
lo que [constituyó] una escisión frente al orden preexistente"(Rodríguez:
p.64), el hacendado y su correlato posterior en don Alejo, desde su sitial de
actores centrales en la constitución de los espacios públicos, parecen
justificar la imposición de su ley personal como mandato de la tradición
que no ve en ´lo otro` sujeto de derechos, sino en relación al cumplimiento
de sus intereses personales, en clara confusión ya institucionalizada entre
lo privado y lo público.
Don alejo
dejó transcurrir apenas un momento.
-Yo te la compro…
Tenía
los ojos gachos, observando la horquilla que flotaba en la mancha de vino. Y en
el dorso de la mano bondadosa que cobijaba la mano de la Japonesita ardían
vellos dorados. Pero ella, la Manuela, era muy diabla, y no la iba a engañar.
Lo conocía desde hacía demasiado tiempo para no darse cuenta de
que algo estaba tramando. Siempre había querido pillarlo en uno de esos
negocios turbios de que le acusaban sus enemigos políticos. Claro, cuando
lo eligieron diputado hacía cerca de veinte años fue mucho venderle
sitios baratos a los votantes, con plazos largos, aquí en la Estación,
que esto se va para arriba, que tiene mucho futuro, que aquí y que allá,
y la gente se puso a pintar las casas y a mejorarlas, porque claro, todo va a
subir de precio aquí… y claro, ni alcantarilla, y apenas un par de calles
más que eran pura tierra aplanada. ¿Qué quiere hacer con
nosotros ahora?¿No le parece suficiente lo que ya ha hecho?¿Qué
se le ha metido en la cabeza ahora que quiere comprar las pocas casas del pueblo
que no son suyas? A ella, a la Manuela que no le vinieran con cuentos. Esta tarde
don alejo no vino a traerles la noticia de la electricidad, sino que a proponerles
la compra de la casa. (Donoso: p.56)
Los
perros de don alejo, parecen ser, pues, la revelación inevitable del poder
masculino del hacendado, incontenible en su desmesura e imposible de mantener
por más tiempo oculto, un poder unas veces obediente y tranquilo, desatado
e inmisericorde otras, pero siempre amenazantes al punto que parece escapar al
mismísimo don Alejo:
"Unos
bigotes blancos, una manta de vicuña, unos ojos azulinos como bajo el ala
del sombrero, y detrás, los cuatro perros negros alineados. La Manuela
retrocedió:
-Por Dios, don alejo, cómo sale a la calle con esos
brutos. Agárrelos. Me voy, me voy. Agárrelos…"
-No te
van a hacer nada si no lo mando. Tranquilo, Moro…" (op.cit. 26-27)
Pero,
además de hacer visible ese histórico devenir del poder hacendal
impuesto a través del autoritarismo, ¿qué otro efecto leemos
en la estrategia de Donoso de mostrarnos a don Alejo escoltado por sus bestias?
Podemos leer, además, la función de bastones que cumplen estos perros
para don Alejandro, en el sentido de último recurso de un poder que agoniza
en los planos públicos y privados, crisis simbolizada además, entre
otras cosas, por la decadencia del hogar y, por supuesto, por la edad del mismo
don Alejo, edad que pone en riesgo su hombría(5):
ya no es la figura de un orden sólido que todo lo vigila y controla, ahora
es el poder en franco debilitamiento, cercano a su extinción definitiva;
es lo masculino incompleto entendido dentro del grupo periférico de los
ancianos, así como se considera, en general, a los/as niños/as,
las mujeres, los/as enfermos/as, los/as homosexuales, los/as minusválidos/as,
etc. La visibilidad de los perros viene a ser un intento desesperado de don Alejo
por marcar su vigencia de hombre privilegiado en la escala jerárquica,
apoyándose en ellos en su movimiento por los espacios públicos a
los cuales no puede darse el lujo, en tanto hombre, de renunciar(6).
La dominación de la élite rural es representada en El lugar sin
límites alejada de himnos glorificantes, al tiempo que devela estrategias
de dominación en la construcción del imaginario de las identidades
posibles en torno a lo masculino y lo nacional, así, la puesta en escena
de la relación entre don alejo y sus perros viene a exteriorizar el papel
del perro ligado a una continuidad histórica en su figura, en la constitución
de lo masculino latinoamericano y en el juego de omisión/visibilidad de
quienes tienen el privilegio de escribir nuestra historia.
NOTAS
(1)
"Las representaciones sociales en su funcionamiento y conformación
se instauran a través de dos procesos centrales: la objetivación
y el anclaje […]. Ambos procesos refieren la construcción de socio-facturas
que conforman la gramática cultural o subcultural en que las personas participan
y reproducen con su acción social" (Gonzáles: p13).
(2)
Sutherland, Juan Pablo (2002) A Corazón abierto. Geografía de la
Homosexualidad en Chile. Editorial Sudamericana, Santiago.
(3)
Holdenis Casanova (sin información bibliográfica de la cita).
(4)
Eco, Humberto (1965) "La estructura narrativa en Fleming", en Proceso
a James Bond. Editorial Fontanella, Barcelona.
(5)
"Verbalmente significa masculinidad, pero difiere de los logros específicamente
viriles o económicos […] Hombría se refiere, más bien, al
coraje físico y moral. Sin correlativo concreto en la conducta, constituye
un componente intransitivo: significa valerse por sí mismo como un actor
independiente y orgulloso, y plantar cuando hay una provocación."
(Gilmore: p.92).
(6) "La eficacia de
un hombre se mide cuando los demás le ven en acción y pueden evaluar
su actuación" (Gilmore: p.86).
BILIOGRAFÍA
CONSULTADA
-
Donoso, José. El lugar sin límites. Editorial Alfaguara,
Santiago de Chile, 1996 [pp.134].
- Eco, Humberto (1965) "La estructura narrativa en Fleming", en Proceso
a James Bond. Editorial Fontanella, Barcelona, 1965.
- Gilmore David. "Cuenca mediterránea: la excelencia en la actuación".
En Masulinidad/es: poder y crisis -edición de las mujeres nº28,
junio 1997-. Teresa Valdés y José Olavaria (eds.).FLACSO Chile.
Santiago [pp.82-101]
- Gonzáles Rodríguez, Sergio. "Nuevos
imaginarios de la ruralidad en Chile". En Revista de Antropología
nº 18, 2005-2006. Facultad de Ciencias sociales de la Universidad de Chile,
Santiago, 2005 [pp.9-30].
- Rodríguez, Mario. "Del perro,
del caballo y de la escritura". En Acta Literaria nº 17. Universidad
de Concepción (Chile), 1992. (ISSN 0716-0909) [pp.59-65].
- Sutherland, Juan Pablo (2002) A Corazón abierto. Geografía
de la Homosexualidad en Chile. Editorial Sudamericana, Santiago
-
Valdés, Ximena (2000) "Masculinidad en el mundo rural: realidades
que cambian, símbolos que permanecen" en Olavaria, J., Parrini, R.
Masculinidad/es, Identidad Sexual y Familia. Primer Encuentro de Estudios
de Masculinidad, FLACSO Chile, Santiago, 2000.
Marcos
Arcaya Pizarro (La Ligua, Chile, 1979) miembro coordinador de Colectivo LINGUA
QUILTRA, estudiante de Licenciatura en Pedagogía en Castellano en la Universidad
de Santiago de Chile, estudiante de Diplomado en Filosofía en la Universidad
de Chile, Diplomado en Estudios de Género en la Universidad de Chile (2004).
-Ponente
en JALLA-E 2005. Ponente en el Primer Congreso de Estudiantes de Postgrado en
Comunicación, llevado a cabo en la Universidad Austral de Chile (diciembre
de 2006).
-Mención honrosa en Concurso de Relatos organizado por la
Asociación Pro Arte, Ciencia y Cultura Latinoamericanos (Yage) de Austria
(enero de 2006).
-Primer Lugar (mención poesía) en Concurso Literario
USACH 2006, organizado por la oficina de extensión y cultura de la Federación
de Estudiantes de la Universidad de Santiago (noviembre 2006).
-Sus escritos
han aparecido en distintas revistas virtuales y en papel, entre ellas, "Rilttaura"
de la Universidad Nacional de Colombia, "Esperando a Godot" de la Universidad
de Buenos Aires, "Elefante Rosa" de Granada, España, etc.
Contacto:
linguaquiltra@yahoo.es
MSN: NIHIL82@hotmail.com