Antología. La poesía del Siglo XX en Chile, Edición
de Julio Espinosa.
Una antología
problemática
Por
Camilo Marks
Revista de Libros de
El Mercurio. Viernes 7 de abril de 2006
El volumen, dirigido al público español,
refleja un nivel insuficiente de nuestra riqueza poética.
Espinosa excluye a escritores mencionados en la introducción,
cuya relevancia es semejante a la de los elegidos.
En las páginas de esta revista se criticó
hace poco la arrogancia de las antologías: detrás de
ellas se ocultaría alguien que se cree premunido de la verdad
revelada. Sin embargo, todos hemos estudiado en esos libros, hemos
descubierto a autores que después se convirtieron en compañías
inseparables o hemos descartado a personajes que chocaron con nuestros
gustos por su escasa capacidad para entusiasmarnos.
En otras palabras, la utilidad de "escoger lo mejor" (más
o menos el significado etimológico de la palabra antología)
está a la vista, pese a los reparos que puedan formularse a
quienes emprenden la ardua tarea de discriminar a los seleccionados.
La poesía del siglo XX en Chile,
editada por el escritor chileno radicado en Madrid Julio Espinosa
Guerra, es un título algo desacertado y desorientador.
En las primeras páginas, el desconcierto aumenta, porque, de
súbito, la designación de la obra cambia a "Poesía
chilena. Antología esencial". Y cuando vemos la lista
de bardos distinguidos, el aturdimiento crece: se trata de artistas
que publicaron en las décadas del 70 y el 80, lo cual deja
afuera el corpus lírico esencial del género que más
gloria nos ha dado. Un comprador desprevenido puede esperar la relectura
de poemas que escuchó o aprendió en el colegio al ver
la portada del volumen; por cierto, están ausentes de La
poesía... El ejemplar, elaborado por una casa editora famosa
por sus excelentes ediciones bilingües, está, de forma
obvia, dirigido al público español, refleja un nivel
muy insuficiente de nuestra riqueza poética y dejará
a los aficionados peninsulares con un nivel de insatisfacción
frente a lo que el tomo ofrece y lo que efectivamente entrega.
El prólogo explica las razones que tuvo Espinosa para preferir
a los 20 poetas y poetisas que forman parte de su recopilación:
mostrar los versos de vates poco conocidos en España, destacar
la influencia de la Revolución Cubana en la politización
de las letras (se emplea el entrañable término "una
fuerte lucha de clases"), exponer la cancelación del proceso
de cambio social producido por el golpe militar, que condujo a muchos
literatos e intelectuales al exilio, definir, en parte, la heterogeneidad
de los movimientos marginales, opuestos a la dictadura y, en fin,
señalar las tendencias que Juan Cameron propone en 1987, cuando
destacan renovadores y
neovanguardistas, quienes privilegian una imagen de contenido semiológico
o aproximaciones urbanas. Curiosamente, Espinosa excluye de La poesía...
a numerosos artistas mencionados en la introducción, cuya relevancia
es semejante, si no superior, a la de los elegidos.
En el orden positivo, Espinosa encabeza la compilación con
"cuatro nombres de referencia obligada para la lectura de la
poesía chilena contemporánea: Nicanor Parra, Gonzalo
Rojas, Enrique Lihn y Jorge Teillier. Autores que son bien conocidos
por los lectores hispanoamericanos y que pretenden actuar como una
puerta de entrada y una presentación de los autores posteriores".
Nadie puede negar la trascendencia del cuarteto citado y su peso,
ascendiente, prestigio - sobre todo en los casos de Parra y Lihn-
son incuestionables. Además, hay una abundante muestra de su
producción, precedida por adecuadas notas biográficas
y críticas.
Aún a riesgo de caer en la reiteración, uno echa de
menos a contemporáneos de Rojas o Teillier y también
a coetáneos del resto de los poetas incluidos en este trabajo.
Con todo, se aplica a los últimos lo mismo que dijimos con
respecto a quienes Espinosa considera sus precursores: un notable
ojo para decidir cuáles piezas ofrecer - Óscar Hahn
está muy bien representado- , un breve y enjundioso prefacio
y un generoso aporte de poemas. De este modo, es una fuente de alegría
reencontrar a Juan Luis Martínez, no cabe sino celebrar el
buen juicio para preferir ciertas búsquedas estéticas
de Gonzalo Millán, es digna de alabanza la difícil tarea
de entresacar las brillantes visiones de Zurita y, por último,
merece celebrarse la opción por determinadas estrofas de Elicura
Chihuailaf, así como varias otras, en las que es imposible
extenderse por razones de espacio.
La poesía... es, entonces, una selección problemática
y objetable, aunque, en definitiva, brinda un excelente panorama del
período que cubre.
Julio Espinosa: Nació en Chile en 1974
y es profesor de Castellano y Licenciado en Educación por la
UMCE. Actualmente vive en España, donde colabora para la revista
de Casa de América "La Estafeta del Viento"
y dirige el taller de poesía de la página escueladeescritores.com.
Ha publicado los poemarios Cuando la rosa aún no existía
(1996), La soledad del encuentro (1999) y Las metamorfosis
de un animal sin paraíso (2005), ganadora del Premio de
Poesía Villa de Legañés.