Visor publica antología de poesía chilena
Por Juan Cameron
Gran Valparaíso, 18 de Marzo de
2006
Julio Espinosa entrega una selección
de autores pertenecientes a las promociones de la creación
nacional posteriores a la Generación del 50
Bajo el prestigioso sello de editorial Visor apareció recientemente
la antología "La poesía del siglo XX en Chile"
a cargo de Julio Espinosa Guerra. La obra reúne a una
veintena de autores, entre ellos cuatro poetas fundacionales y dieciséis
cultores señalados por los estudios del género durante
la segunda mitad de la centuria anterior.
Julio Espinosa es un joven poeta santiaguino que hace un lustro partió
hacia España.
Su intensa actividad literaria le llevó a publicar, el reciente
2005, esta importante recopilación en Visor Libros, de Madrid,
colección La Estafeta del Viento. El trabajo contó con
la ayuda del Instituto de Cooperación Iberoamericana.
En sus más de quinientas páginas entrega una selección
de autores pertenecientes a las más recientes promociones de
la creación nacional posterior a la Generación del 50.
A ella concurren miembros de los grupos universitarios del 65 y quienes
le continúan, los llamados poetas neo vanguardistas. Y les
preceden -en la primera parte del volumen- sus antecedentes inmediatos
en el orden de las influencias; esto es Nicanor Parra, Gonzalo Rojas,
Enrique Lihn y Jorge Teillier. "Se trata de cuatro nombres de
referencia obligada para la lectura de la poesía chilena contemporánea",
nos aclara el autor.
En el estudio de Espinosa, entregado como introducción al
tema, "Una mirada por el retrovisor" (páginas 9 a
31) da cuenta de sus dichos. La necesidad de entregar los nombres
y de difundir las obras de mayor relevancia como ocurre con Esta
rosa negra (Hahn, 1961), Relación personal (Millán,
1968) o Lobos y ovejas (Silva Acevedo, 1976) entre muchas otras,
resulta apremiante; tanto como el dar a conocer dentro del país
la poesía latino americana más actual. Del mismo modo
el estudio de la cuestión generacional, cortada por el golpe
de Estado del 73, y la determinación de los antecedentes históricos
son temas pendientes en el discurso.
Con todo, el recopilador establece de manera acertada estos hitos
fundamentales. Señala, a vía de ejemplo, la preponderancia
de Trilce -el grupo iniciado por Lara en la Universidad Austral de
Valdivia, con sus encuentros en los años 65, 67, 69, 71 y 72,
sobre los demás colectivos de la época: Arúspice
en Concepción, Tebaida, en Arica, Escuela de Santiago, Taller
de Escritores de la Universidad Católica- al que le continúa,
según Espinosa, el Encuentro de Poesía del Sur de Chile,
en 1977, luego del llamado Apagón Cultural, la Declaración
de Rotterdam, en 1981, y la aparición de las promociones posteriores
a las aquí citadas. El autor entrega, además, una extensa
y nutrida bibliografía que comprende artículos, ensayos
y antologías atingentes a su estudio.
La selección de poemas es correcta y entrega una imagen precisa
tanto en lo referido a cada autor, cuanto a las tendencias señaladas
por el antologador en el estudio previo. Los textos de los "cuatro
antecedentes", según se bautiza a los poetas mayores,
tomados de sus publicaciones en forma cronológica, dan cuenta
de ello. Es el caso de Soliloquio del individuo y El hombre
imaginario, de Parra, Perdí mi juventud y ¿Qué
se ama cuando se ama?, de Gonzalo Rojas, La pieza oscura
y Porque escribí, de Lihn, o Despedida y Retrato
de mi padre, militante comunista, de Teillier, todas piezas fundamentales
en cualquier muestra de poesía chilena. El mismo tratamiento
se observa en la segunda parte del volumen -"Poesía
Contemporánea (1937-1956)"- con los ya conocidos trabajos
de los autores más jóvenes.
La nómina está en definitiva integrada por Nicanor
Parra (1914), Gonzalo Rojas (1917), Enrique Lihn (1929-1988), Jorge
Teillier (1935-1996), Óscar Hahn (1938), Omar Lara (1941),
Juan Luis Martínez (1942-1993), Manuel Silva Acevedo (1942),
Waldo Rojas (1944), Juan Cameron (1947), Gonzalo Millán (1947),
Cecilia Vicuña (1948), Rodrigo Lira (1949-1981), Raúl
Zurita (1951), Elvira Hernández (1951), Diego Maquieira (1953),
Verónica Zondek (1953), Elikura Chihuailaf (1955), Alexis Figueroa
(1956) y Tomás Harris (1956). Autores que Espinosa considera
esenciales (de acuerdo al subtítulo adjunto) sin perjuicio
de varios otros señalados en el referido prólogo.
La "Antología/ La poesía del siglo XX en Chile"
aparece de pronto como un documento necesario en el intento por definir
nombres, tendencias y cualidades en un discurso intervenido con insistencia
por la visión política del entorno y por anteriores
recopilaciones que, desde estéticas muy particulares, han intentado
dar cuenta de un fenómeno en permanente evolución.
Julio Espinosa Guerra nació en Santiago, en 1974. El
año 2001 viaja a España y es contratado como lector
por Tusquets Editores, coordinando a la vez las actividades del café
Libertad 8. Actualmente dirige el Taller de Poesía de escueladelectores.com
y realiza reseñas para diversos medios. Espinosa inició
sus estudios en la carrera de Ingeniería Industrial, mas pronto
se trasladó a Pedagogía en Castellano en la Universidad
Metropolitana. Allí obtiene, en 1996, una beca para viajar
a Göttingem para impartir tutoría de literatura chilena
a estudiantes alemanes. Ese año se edita Cuando la rosa
no existía y, con anterioridad a este poemario, los trípticos
Los tejados de zinc y Cinco poemas. Fue becario de la
Fundación Neruda en 1998 y al año siguiente publica
La soledad del encuentro. El año 2000 obtiene una beca
del Consejo Nacional del Libro y la Lectura de Chile, lo que le permite
escribir La metamorfosis de un animal sin paraíso. Este
texto obtiene, el año 2004, el Premio de Poesía Villa
de Legañés y es publicado el 2005 por el Ayuntamiento
de dicha localidad, en la colección "El árbol espiral".