Poesía
de Juan José Soto Bacigalupo
PRESENTACIÓN
DE "PALABRA SOBRE LOS ABISMOS"
Por
Víctor Coral Cordero
Lima, 17 de agosto del 2005
Hay
un cuento de Ítalo Calvino donde se narra la historia de dos amantes que,
por razones de trabajo no pueden verse en ningún momento del día.
Cuando él llega de trabajar, temprano en la mañana, ella ya ha partido
a trabajar hasta la noche. Entonces, como no pueden verse ni tocarse, tienen la
costumbre de calentar con el humor de sus cuerpos una región de la cama.
De manera que cuando
llegan al lecho, pueden sentir la presencia del otro por medio del calor corporal
temporalmente retenido entre las sábanas.
Este es, creo, una buena
imagen o metáfora textual -hipotexto, según la tipología
de Gerard Gennete- de este tercer libro de Soto: son como vestigios, huellas humorosas
los poemas de una presencia de Lo Real -en el sentido lacaniano - que está
más allá siempre de la realidad anestésica, aquella que tanto
obsesiona a los poetas contemporáneos de aquí y de afuera: el cuerpo,
el sexo, el género, la confesión, la fácil intensidad subjetiva,
todo aquello que, como veremos, Soto elude para abocarse a lo esencial, una apuesta
contradictoriamente ambiciosa y muy actual, posmoderna, si se quiere, pensando
la posmodernidad como un espacio hiperdemocrático donde todas las visiones
y todas las sangres tengan un lugar en el mismo plano. Auscultar los poemas nos
alumbrará, esperemos, su propuesta.
Hay dos formas hasta cierto punto
en pugna, de asumir el ejercicio poético, o más bien dos concepciones
de poesía. La más común y difundida es la que entiende el
discurso poético como vehículo o instrumento de sensaciones, sentimientos,
intensidades subjetivas. Esta es por lo general una visión laica de la
poesía; el exteriorismo y lo épico serían extensiones de
esta posición. Pero hay una muy antigua y prestigiosa forma de concebir
la poesía, que en occidente se remonta hasta uno de los decálogos
más tempranos de Platón, el ION. Allí el filósofo
de la academia afirma que el poeta es un eslabón que vincula a los dioses
con el pueblo. Es de algún modo la misma idea que propone Paz en el epígrafe
que abre Palabra sobre los abismos, y la idea rectora- por así decirlo-
de los poemas que conforman este breve pero sustancial libro.
La lectura
que ustedes tendrán que soportar esta noche, se rige también por
esta concepción prístina de la poesía.
Desde el primer
poema el yo poético busca trascender la inevitable condición temporal,
y por tanto limitada, de la palabra. Se busca la condición de ser aquel
que "ha extraviado el dolor /
en los silentes pasadizos del espíritu".Es
decir alguien que haya trascendido las limitaciones existenciarias para así
conquistar un Logos más abarcador, sobrehumano en alguna medida.
El
poema II refleja un yo poético a merced del poder convocatorio de las palabras.
Éstas adquieren una suerte de autonomía, son "incontenibles",
están "pobladas de embrujo" y el poeta está con la piel
desguarnecida frente a ellas. Es el momento, un momento, en el que el yo poético
pierde la batalla con la expresión, se muestra vulnerado, a merced.
Sin
embargo en el poema III se yergue la mirada como "firme cubículo de
eternidad", "templo de susurros" "de misterios revelados".
Es la hegemonía de la visión poética por encima de las limitaciones
de la palabra. Como un candil, la visión poética ilumina "los
cuerpos exhumados de la palabra", aquellos que quedan como signos de la eterna
lucha entre lo temporal y lo eterno.
El tema del deseo se muestra errabundo
en el poema IV, donde, como en la fórmula de Lacan, la consecución
del deseo, su realización es solo "acariciada" pues se trata
de una "enfebrecida senda", un "desasido misterio" que siempre
está más allá, morando en lo real que se haya transponiendo
la fantasmática ( y anestésica) realidad.
En el poema V es
patente que las palabras, en su frenesí temporal, primero, están
más acá de los "arcanos secretos", que yo entiendo como
símbolos poéticos prelinguísticos (y pos), y luego tan solo
preludian el verbo, el logos bíblico que abre la noche de la creación.
La
poesía como forma de conocimiento no de la realidad, que es constructo
-para seguir con la distinción lacaniana -sino de lo real, que abisma al
yo poético (de ahí tal vez el título del libro) y lo corona
de "ojos tercos enajenados". Dioses y hombres, frente a tamaño
atrevimiento del poeta, exclaman un reproche ineludible: "Cuándo no,
tú, poeta"
En el poema IX el yo poético dialoga con lo
que llamaré un "poeta ideal".
Señala en este camino,
bajo esta visión, la relación del poeta con el dolor (de raigambre
vallejiana), su condición existencial, y sobre todo la fatal inadecuación
del lenguaje -suerte de puente roto sobre el horrible abismo de la incomunicación-
para expresar su "sacro desgarramiento", que tal vez sea imposible de
conjurar por completo.
El poema X resalta la idea central del libro: la
palabra sobre el abismo (sea flotante o bajo la figura del puente quebrado) es
también un discurso poético que se ocupa sobre los abismos, y los
abismos proliferan frente a la sensibilidad poética: abismo verbal, abismo
semántico, abismo de quebranto, pero también del amor.
Los
cuatro últimos poemas, de tema amoroso, apuntan a una conciliación
trascendente de lo que llamaré la agenda esencial, en la dialéctica
de los amantes. Esta suerte de salida a la tortuosa fisura entre lo Real trascendente
y lo verbal ficticio y temporal, sin embargo no es clausurante ni plena: la palabra
seguirá planeando torpe, inestable sobre los abismos, el yo poético
-espero- proseguirá su lucha sisífica por llevar su palabra a la
cima de lo expresable. Parafraseando a Saint-John Perse, "motivos tengo de
elogio" por ello.
Víctor
Coral Cordero (Lima, Perú; 1968).
Ha publicado los poemarios "Luz de limbo" (2001) y "Cielo estrellado"
(2004) y la novela futurista "Rito de paso" (2006).
Reseñas,
ensayos y poemas suyos han aparecido en revistas como "Hueso Húmero",
"Fórnix", "Quehacer", "Revista de Crítica
Latinoamericana" entre otras.
Sus poemas han sido traducidos al griego
y al francés.
Ha sido finalista en los concursos "El cuento de
las mil palabras" de la Revista peruana "Caretas" y el concurso
de novela corta organizado por el Banco Central de Reserva.
Actualmente dirige
el espacio virtual "Luz de limbo" http://www.luzdelimbo.blogspot.com/