Relato de Misterio
Sombras góticas del pasado
Por José
Promis
Revista de Libros de El Mercurio, viernes
30 de julio de 2004
El autor, que domina las técnicas
del relato entretenido e interesante, con esta novela que se inicia
con el encuentro de un pintor y una joven, nos invita a viajar a la
época de nuestros bisabuelos.
Jorge Marchant Lazcano posee una indudable pericia
para reanimar formas narrativas que la literatura ha relegado al baúl
de las recetas inservibles ya sea por pasadas de moda o
por una supuesta debilidad para halagar los paladares del presente.
Su novela Me parece que no somos felices (2002) puede ser considerada
una exitosa actualización del melodramático folletín
decimonónico al que Marchant Lazcano le confiere una novedosa
y atractiva energía narrativa. Lo mismo puede decirse de La
joven de blanco. Es una sugerente e irresistible invitación
para regresar al tiempo de nuestros bisabuelos a través del
camino que ofrecen las narraciones que a ellos les gustaba leer, si
es que leían; en este caso, las novelas góticas finiseculares.
La novela gótica, como sabemos, es el nombre genérico
de ciertos relatos seudomedievales donde prevalece una atmósfera
de misterio y de equívocas y trágicas apariencias. Surgen
a fines del siglo XVIII y resucitan en los folletines de la segunda
mitad del siglo XIX como una exasperada forma de reacción literaria
hacia el racionalismo que iba apoderándose de la sociedad occidental
de manera inexorable. Marchant Lazcano ha indagado en nuestra historia
excelentes materiales para construir una novela con mucho de gótico
y de victoriano: el incendio del templo de la Compañía
el 8 de diciembre de 1863, y el viaje a Valparaíso del pintor
norteamericano James McNeill Whistler en 1866. El incendio de la Compañía
fue el más trágico y horroroso testimonio que dejó
una sociedad aún ensombrecida por el fanatismo religioso cuando
ya Comte había empezado mucho tiempo atrás su Curso
de filosofía positiva y por años circulaban en Europa
las novedades del Manifiesto comunista y El origen de las
especies. El arte de Whistler se ubica en un tercer espacio. Es
un pintor que abandona el realismo obsesionado por expresar lo inefable,
el más allá, el delicado enigma del existir sugerido
por la correspondencia de las artes, el exotismo o los perfiles evocadores
de enigmáticas figuras silentes.
La joven de blanco, título obtenido de uno de los cuadros
más famosos de Whistler, exhibe todas las convenciones del
relato de misterio. Se inicia con el encuentro del pintor, recién
desembarcado en Valparaíso, y una misteriosa joven de negro
en el tren que los conduce a Santiago. La joven le solicita que lea
un extraño manuscrito titulado "Las hijas de María",
donde se relata la tragedia de la familia Bezanilla Urízar
a causa del incendio del templo ocurrido tres años atrás.
A partir de ahí, la historia se desliza con incansable agilidad
a través de dos niveles narrativos complementarios: las imaginadas
peripecias de Whistler en Chile y su lectura del misterioso manuscrito.
Pero el texto de Marchant Lazcano se regocija haciendo de las suyas,
manipulando a su antojo la credulidad del lector. Hace despertar la
sospecha de ciertas correspondencias entre el contenido del manuscrito
y las circunstancias que rodean a la joven de negro, pero todo queda
irresoluto porque al manuscrito le faltan las últimas páginas.
Otros recursos característicos de la tradición gótica
son incorporados entonces al relato: muertes sorpresivas, alteraciones
de fortuna, ingreso de personajes que aportan nuevas incógnitas,
cartas que desmienten sospechas y abren otras, equívocos y
confusiones, etc., elementos todos que conducen a la ordenación
final del caos aparente. Whistler, el hombre obsesionado por sugerir
en su arte la misteriosa esencia de la realidad, ha vivido, casi sin
darse cuenta, un misterio real escondido en los cerros de Valparaíso.
Nadie quedará defraudado con La joven de blanco. Su
autor conoce muy bien el oficio de narrar; domina las técnicas
del relato entretenido e interesante, y sabe satisfacer con largueza
las expectativas de sus lectores.
NOVELA
La joven de blanco.
Jorge Marchant Lazcano.
Alfaguara, Santiago, 2004, 246 páginas.