Hasta el
24 de octubre, Chile se llena de versos
José
María Memet: 'Quien se pierda ChilePoesía es un pelotudo'
por Ximena
Jara
En El Mostrador, 18
de Octubre del 2005
Este martes comienza el encuentro
internacional de poesía ‘Compartir el mundo’, que tiene como
invitado especial a Argentina, y que reúne a más de
70 escritores, especialmente latinoamericanos. Conferencias, recitales
poéticos, música en vivo y hasta lectura de poemas en
el metro son parte de las actividades programadas.
‘Chile, país de poetas’, dice el manoseado cliché
que se saca a relucir en cuanto acto cívico sea preciso, y
que nos ha llevado a creer que efectivamente somos los elegidos de
la escritora en verso, como si nacer dentro de estas esbeltas fronteras
operaran como un potenciador del talento. ‘Chile, país de poetas’,
y nos entregamos a todos los mitos que nos aíslan creativamente
del resto.
Una tendencia que el encuentro “Compartir el mundo”, que parte
hoy, busca revertir. Abrir las fronteras no sólo para negociar,
sino para entregar gratuitamente. Esa es una de las ideas centrales
del
evento, que durará hasta el próximo lunes 24 de octubre,
y que contempla recitales poéticos, conciertos y conferencias
en diferentes ciudades de Chile. Se trata de la tercera versión
de esta iniciativa, que se lleva a cabo cada dos años.
Las actividades estarán focalizadas especialmente en espacios
abiertos, pero también habrá iniciativas novedosas,
como recitales poéticos en los vagones del Metro, donde desde
la locomotora los poetas leerán sus textos por altoparlante.
El festival, organizado por ChilePoesía, ha incluido
un programa en Santiago y regiones, que comprende a más de
70 exponentes de la escritura nacional e internacional. El invitado
especial, esta vez, es Argentina, desde donde vienen Arturo Carrera,
Jorge Alejandro Boccanera, Claudia Masin, Daniel Calabrese y Laura
Yasán.
Según José María Memet, poeta y organizador
del encuentro, el país debe estrechar las relaciones humanas
y culturales con las geografías vecinas. “Chile está
en un pie en el que por un lado hace muchos acuerdos desde el punto
de vista comercial, con diferentes países poderosos, pero de
lo único que no se preocupa realmente es de América
Latina. La comunicación y el diálogo que tuvimos hace
más de 30 años, y que luego se perdieron por los acontecimientos
políticos y la necedad. Nosotros tenemos que crear esos lazos
que intelectualmente hicieron notable a América Latina. No
podemos seguir caminando solos por un continente que se está
haciendo pedazos con su miseria”, asegura.
En este sentido, dice, es especialmente importante la elección
de Argentina como invitado especial. “Nosotros estamos dando ciertos
ejemplos señeros -explica. En nuestro segundo encuentro, el
país invitado fue Bolivia. Siempre hemos tenido problemas con
nuestros vecinos, acusamos a los demás de belicosos y nosotros
somos bastante belicosos también. Me parece justo –y literariamente
notable- que la gente conozca a muy buenos poetas argentinos, y romper
con ese mito y esa ignorancia de que los argentinos son sólo
narradores y que Chile es el país potencia en términos
poéticos. Eso es una falsedad absoluta: en el mundo se está
haciendo extraordinaria poesía. Nosotros nos miramos el ombligo,
como si fuera en centro de la vida, pero hay que caminar con los pies.”
-¿Cuál es el efecto que tiene esta iniciativa en
términos de irrumpir en la rutina de las ciudades?
-Mucho. Siempre trabajamos con el espacio público. Hay también
circunstancias especiales, como un gran recital que vamos a hacer
en la Escuela Militar. Eso es casi violar un tabú. Mucha gente
denosta a los militares. Yo soy una persona de izquierda, y un profundo
opositor a la dictadura, pero estamos hablando de 33 años después!
Prácticamente nadie de los que estaban, están ahora.
Lo importante es que un país tiene que dialogar y comprenderse.
Nosotros tenemos que hablar y encontrarnos, y esto es un paso.
-La poesía, en ese sentido, es un modo de reunión,
no sólo continental, sino interno.
-La poesía es EL medio interno que tiene Chile para encontrarse.
Este país, antes de ser un país, fue un poema. Antes
de la República estaba La Araucanía. Hay una conciencia
que tiene que ver con esa forma de ver el mundo introspectiva, pero
muy generosa.
No apto para pelotudos
Para Memet, se trata de una instancia para aprender, y alegrar el
espíritu. “Lo que hace este festival es enriquecer el acervo
poético chileno. Quien se lo pierda, dentro del ámbito
literario, es un pelotudo. Quien se lo pierda, dentro del ámbito
humano, es otro pelotudo”, resume.
Se trata, dice, de un esfuerzo por salir del panteón de los
poetas, y apreciar a los que están creando hoy, tanto como
a los que ya no están. “Este es un gran esfuerzo que dignifica
no sólo el arte mayor de nuestro país: dignifica también
la memoria de nuestros poetas y cambia la relación fascistoide
que con ellos tienen las instituciones y el poder, esa especie de
necrofilia poética -opina. Nosotros hacemos festivales con
poetas vivos, publicamos a poetas vivos y nos relacionamos con los
vivos, respetando a nuestros muertos. La poesía es vida, no
muerte.”
La convocatoria en los encuentros anteriores ha sido numerosa, y
se espera una reacción similar esta vez. Muchos de los concurrentes
se emocionan y hasta lloran, como si se tratara de una catarsis en
verso.
La totalidad de las actividades del festival son gratuitas. “Nosotros
creamos lectores para hoy y para mañana, pero nuestro esfuerzo
no está en hacer pagar como consumo un bien que le pertenece
a todo chileno”, plantea.