Juan Pérez Salazar, poeta mexicano
"DÉJAME
SOÑAR UN POCO CON EL ORGULLO DE LA IMPRENTA".
Por
Livia Díaz
Coatzintla 27 de febrero de 2006.
Ayer leía en los periódicos,
que los naranjales de la región se llenan de plagas animales,
pero sabemos que también padecen el lastre de otras plagas.
Plagas que no se mueren con insecticida.
Son plagas que se repiten año tras año: Cambios abruptos
de clima, de precio, de preferencias diferentes de mercado, o de que
el vecino de la huerta de a un lado, tuvo una excelente cosecha que
malbarató, haciendo descender el precio abruptamente. O que,
se abrió la frontera y se importaron otras cosechas afectando
el nacional… o que una nueva tecnología permitió al
productor de una región acelerar y mejorar la calidad, o mantener
el gran consumo fijo de un enorme comprador.
La plaga de la que hablaba el periódico se llama "El virus
de la tristeza", y lo es ciertamente.
El productor, con las manos vacías ante la plaga, los árboles
cargados y la fruta pudriéndose, impide soñar con una
buena venta; y pasar a las pesadillas… pagar el compromiso bancario;
vivir el horror de ver devaluado el producto del trabajo, calcular
la pérdida del valor del trabajo.
Como eso destruye familia, y sueños de varias familias a su
vez. Las plagas, a los que estamos expuestos, aunque en diferentes
puestos de trabajo, son lo "común, lo "normal",
sin embargo hay locos que invierten vida y trabajo en locuras sin
cálculo de pérdidas estimadas.
Ningún periodista se nos acerca para preguntarnos ¿cuánto
hemos perdido intentando colocar nuestro libro en el mercado?, ¿tenemos
cartera vencida, deudas, empleo, ó, a cuánto asciende
la inversión?; ó ¿si el valor literario está
tasado como patrimonio público, prioridad económica,
o artesanía? Nunca se ha visto en estadística los daños
de esa otra plaga. Aunque, quisiéramos que la literatura fuera
una gran plaga que inundara al mundo, y que los lectores nos presionaran
en la competencia del desarrollo evolutivo de un mejor producto, o
sí fuera noticia.
Noticias, no solo del que "los mexicanos no leemos". Leemos.
No tanto como los lectores de los países del primer mundo...
No solo las termitas se consumen papel, letras, empastado y polvo,
hasta caerse de panzonas en los estantes, mientras se fabrican más
libros.
Las plagas que atacan a la lectura, son como los cambios de clima
y de mercado, pero al que perjudican es directamente es a la humanidad.
Entonces, si hay un daño a terceros por el poco consumo de
un buen libro, el deprecio de la cultura al postergarla, ¿hasta
cuándo? Mientras, en un mundo de best seller o mini
libros, revistas, y almanaques es prioridad del consumidor final,
capitalizar lo contrario.
Hay ciertas plagas que se manifiestan en tirajes de 600 mil y un millón
-o más volúmenes- que se reparten con eficiencia comercial
y distribuyen por todo el país chismes, telenovelas, y otras
cosas.
Se calcula que por cada una que se vende, las leen 5 personas, así
que al menos, 25 millones de mexicanos leen todos lo días algo.
Mientras, lo mejor de la literatura actual no es "un algo",
sino el producto de las manos únicas de una mente especial,
que pudo plasmar en una obra la postura ante el mundo, las cosas,
la felicidad…
Tal parece que fuera, sufrir de divagaciones febriles el aspirar a
vivir en el anaquel de esos compendios coloridos de perfecta edición
en finos papeles cuché, en tintas de colores, con fotografías
múltiples, y llegar a 25 millones de personas.
El consumidor, que se informa así, no ha sido contagiado de
la creación particular de un hombre, sino
de la creatividad mercadotécnica de todo un sistema cuya hegemonía
de información, conduce a mayorías.
Sin el peculiar creativo y artístico del que pende la reflexión.
El lector, se perdió la oportunidad de conocer a su contemporáneo,
quien no es marciano, ni tiene antenitas de vinil, ni firma autógrafos
por 20 pesos, ni tiene club de fans, pero le ofrece otro mundo mágico,
y plagado de otras mentiras, como diría Borges.
Es imperdonable, desconocer a nuestros autores locales y sus escritos,
son el actor de este tiempo, son "los que han introducido al
texto el rasgo literario, capaz de volverse atemporal" y no estar
expuesto a los cambios climáticos ni de mercado, al crear.
Porque Juan Pérez Salazar se definió a la primera
línea. Un libro llamado Útero, realiza una labor
en prosa poética para ser leído. Aquellos que se lo
pierdan, nosotros lo disfrutaremos. Los noveles, volveremos a la venta
casa por casa, plagando con una contraplaga.
Juan Pérez Salazar*, ha entendido y buscado al lector, porque
"quiere que sus escritos tengan relevancia en el tiempo".
Busca "que se estén leyendo pormenores e instantes que
se pasan por alto".
NEANDERTHAL
Navego
en un vehículo postrero
quizás viajero milenario
sin rostro
sin nombre
con la genealogía rota
sin las noches corriendo tras los días
o las inevitables horas
de una existencia perdida
sin el acoso del pasado
minando un futuro aparente
o siquiera disyuntiva
de cielo o infierno
sin el hurgar de la ciencia
o el desfile de los Nóbel
con las protuberantes cejas
y el mentón salido
mirando hacia las pléyades
e inventando el fuego
con el instinto desollado
hacinándose en mis genes.
"Se pueden dilucidar escenas propias de la poesía en
esa primer intuición", por enfocar su trabajo "dentro
de los parámetros de Alfonso Reyes -aunque el es un monstruo
de la palabra- también ha sido influenciado por la ficción
que fascinó a Jorge Luís Borges, por la belleza de argumento
de Federico Nietzsche, y por la solvencia sencillez de Reyes sin menospreciar
la labor poética de Octavio Paz, que utiliza muy bien los adjetivos
en su poesía".
Juan Pérez Salazar tiene como mejor defensa, el antídoto
contra varias de las plagas más comunes porque para él
quien "tiene un centro firme, no puede corromperse -porque- el
que se corrompe no puede tener ideales".
Dice que los escritores, "al menos podemos provocar embeleso
en personas que nos van a dar atención, pensado que somos locos".
Esta locura -que es la pasión por la lectura y la literatura-
esta locura catalogada de mala inversión es la más noble,
porque aun nadie se atrevió ni se atreverá a tildar
de pobreza de alma ni pobreza de espíritu al poeta -aunque
de vez en cuando nos hagan otro tipo de reclamos nuestros proveedores
a crédito obligado.
Ha dicho Juan Pérez Salazar, que con si libro Útero
tuvo un pequeño hijo. Este libro que otro contemporáneo,
Ariosto Uriel, presentó destacando su convencimiento de que
"el poeta ama su silencio interno", me puso a pensar durante
mucho tiempo.
MI
PUEBLO DE AYER
La tarde con su niebla baja
lo consume todo
En oleadas
el tañer del bronce en alto
fustigaba con su voz de barítono
la montaña agreste
cantando en elegías la historia añeja.
El horizonte plateado olvidaba paulatino
los bordes últimos de la lejana tierra.
Penetrante olor a café
hincha los ambientes
parpadean los faroles
conjugándose notas acústicas
sobre la superficie
donde ambulan rostros dulces y bohemios.
Aquí y allá
los parajes protegen pares de ilusiones
y uno que otro solitario
de ayeres mecidos por el arrullo
[de una noche próspera
tornan en sueños catapultados
[por los mismos cerros
hacia un cenit de mística inhóspita.
La tierra. Es ya otro cielo
la niebla confunde a los cuerpos
en masas amorfas y livianas
como un pensamiento perdido
en las inmediaciones del tiempo
haciendo más lejana la distancia
que se reproduce en la llama del farol
peleando contra la noche
la batalla eterna de David y Goliat.
De las calles angostas y empedradas
de sus recovecos brumosos
nace el prolongado aullido de un perro
que intermitente se pierde
hasta que la luna vestida de gasas
volvióse un guiño de la noche.
Y con las horas lentas
el trinar de una guitarra
perdido en un ritmo
de melodía sin tema
voló con la paloma
espantando el aire.
Na… Yo creo que el poeta se escribe leyéndose por dentro.
Escribe lo que leyó dentro de su alma y lo tradujo en palabras
para compartirlo con todos. Pero que lo que dice de que "Útero,
ha de construir su propio camino", es verdad. Será el
papá, y por ende al que le toca resolver enigmas y puntos oscuros
que de Útero emanen, hasta, es probable que yo comience
a llenar su baúl se sugerencias y comentarios…
Él no supo lo que hizo con Útero cuando lo puso
en el mercado, volviéndolo eje de la reflexión y el
pensamiento de sus contemporáneos; tampoco creo que lo haya
hecho a propósito aunque no he comprobado lo contrario. Útero,
es tan fértil que sigue produciendo frutos un día y
otro, y a los que nos jalo las inquietudes, esperamos que cumplirá
lo que dijo cuando afirmó: "espero que me desarmen con
preguntas, que quizá tengan como propósito develar,
esa otra parte de lo que pertenecen al sub conciente"… y lo que
promete, que lo cumpla...
Seguro que cuando Juan inició sus primeros escritos (1999-2000
aprox.) jamás pensó llegar a esta mesa con ellos.
"Escribía -como él dice- para sus fantasmas interiores".
Como ser sensible, "le escribe también en el duelo de
quien se manifiesta ante las acciones funestas de la humanidad, que
le cimbran".
Sus textos, "tienen que ver con la desaparición de la
nobleza, la emancipación de la maldad, y todo ese sentir que
se acumula en las entrañas - a sabiendas de - que ha de seguir
padeciéndolas mientras escriba".
CÓPULA
Y tú me tocas
prescindiendo de la mirada
elaboras en tu mente
un recuerdo virtual.
Recorres mi anatomía
reconociendo los valles
y yo elaboro la prosa
de ese misterioso rito.
Una luz mortecina
que en disturbios
discurre por la ventana
se vuelve cómplice
de este escarceo vulnerable.
Es la transición entre el día y la noche
es un tiempo
inviolable e inevitable como la aurora.
V i a j a m o s
al unísono del viento agorero
como hojas pálidas
de un árbol preconcebido
y en las evoluciones de este camino
[en detalle
formamos un ballet de danzas
[esquizofrénicas.
Y como hojas depositadas
en un suave lecho mullido
desplegando fragilidad
en un peso muerto
Incluso la savia sólo rememora
un pequeño lapsus fijo
que queda atrapado
entre el vientre y el limbo.
"Déjame soñar un poco con el orgullo de la imprenta",
me dijo hace unos meses cuando le hice varias preguntas. Por preguntona,
que como él dice "es parte de la rutina de algunos....",
entre pregunta y pregunta, averigüé una de sus banderas,
cuando citó a Ezra Pound, quién sostuvo que "Cualquier
artista que busca la admiración particular, es en tanto que
la busca, menos artista".
Yo creo, que en su mesura y humildad, a la vez nos demuestra temple
y firmeza en su propósito consciente de la perfección.
"La principal lucha, es con uno mismo... pero debe uno aterrizar
con lo que uno produce...", comentó.
Si hablamos de productos, de este árbol, lo que ha caído
transformado su estro y emoción, templada por la reflexión
ante el texto y el pretérito del pensamiento, cayó un
libro de vanguardia en su tiempo, región, técnica, temática,
y estruendo, "que… aunque el poeta viva en silencio, sus letras
se levantan airadas en el altavoz de la conciencia".
¿Quién callará al "recorrer los escombros
del pasado" transformados en un poema de amor?
¿Quién seguirá solo después de alimentarse
con "la semilla del lenguaje que la hace germinar"?
"Cuando la noche toca la ventana de su corazón… murmurará
con su eterna voz los poemas en sus oídos… y se encontrará
con que "carece de alguno de sus sentidos… pero ha sentido la
palabra".
"Entre los recovecos del mar y una montaña" verá
"florear los sentidos como si el mar fuera de teclas y su música
nuestra existencia".
Y ese momento… "inmortalizado en la memoria… antepondrá
al rostro del inflexible, la tarea de volver a la serenidad… que como
avergonzado ante la belleza al ver multiplicarse cada deseo inerte,
cada recuerdo, el deber de concederse, cual si fuese el último
deseo de un sentenciado a muerte, llenará sus pulmones de aire
festivo…en la tierra de las altas montañas, las flores y las
naranjas, poniéndole color a la noche… con un recuerdo fijo
en la pared".
*Juan Pérez Salazar nació
en la ciudad de Papantla, Ver. el 10 de Enero de 1969. Cursó
estudios en la Universidad Pedagógica Nacional egresando como
Licenciado en Educación. Actualmente ejerce como docente de
educación primaria en la ciudad de Jalapa. Como actividad alterna
promueve la cultura en la región del Totonacapan en el norte
del estado de Veracruz. Ha sido jurado de certámenes literarios,
presentador de obras literarias, ha escrito también cuartas
de forros de libros de poesía. Prepara su segunda obra en el
género narrativo: 'Babel' a presentarse en el año 2006