El otro proceso de Kafka, (Sobre las cartas a
Felice)
de Elias Canetti
por José Emilio Pacheco
..... Hace nueve años un
inesperado volumen se añadió como tomo décimo y final a las
Gesammelte Werke de Franz Kafka: Briefe an Felice und andere
Korrespondenz aus der Verlobungszeit, editadas por Erich Heller y
Jurgen Born. Las Cartas a Felice, 750 páginas escritas de 1912
a 1918 pertenecen a la seríe de insignes memorias, autobiografías y
epistolarios de que se nutrió el propio Kafka y que por la
investígación de un ser individual permiten avanzar en el conocimiento
de nosotros mismos.
..... En 1955 la
mujer a quien Max Brod y los otros biógrafos de Kafka se refirieron
durante mucho tiempo únicamente por sus iníciales vendió las cartas
para que se imprimiesen después de su muerte. A diferencia de Greta y
Milena, las otras amadas de Kafka, Felice Bauer pudo sobrevívir al
nazismo y murió en 1960.
..... Nadie
mejor que Elías Canetti para comentar las Cartas a Felice. Como
Kafka, Canetti ha descrito magistralmente las funciones del poder
(Mass und Macht, su obra monumental, al fin ha sido publicada
en castellado por el mismo editor y traductor de este líbro). Sefardí
nacido en Bulgaria, Canetti es un gran practicante de una literatura
mineur en la connotación deleuziana del término: no es alemán
pero escribe una prosa alemana tan admirable como la de Kafka. Esta
versión la representa diestramente. A su vez José Maria Pérez Cay ha
publicado buenas traducciones de Canetti en La Cultura en
México.
..... El 13 de agosto de
1912, en tránsito hacia Budapest,Felice se detuvo en Praga para
visitar a la familia Brod. Allí conoció a Kafka quien le llevaba a
Max, su mejor amigo, el manuscrito de su primer libro,
Contemplación. Kafka se enamoró de Felice, empezó a enviarle
cartas cotidianas, a veces dos o tres al día. En los siete meses
transcurridos antes de que volvieran a verse escribió aproximadamente
la mitad de toda su correspondencia.
..... No se conservan las respuestas de Felice,
mujer de negocios, resuelta, activa, compacta, a la que Kafka intenta
atrapar mediante la escritura. Oralmente nada comunicativo, en la
libertad de las cartas puede exteriorizarlo todo, intentar establecer
nexos entre su debilidad, su indecisión, y la salud hacendosa de
Felice; quejarse sin escrúpulos de todas las cosas y hacerse
autorreproches: "¿Todavía no te produce náuseas mi presencia?" " Soy
un blando gusano que se arrastra por el suelo."
..... En medio del desaliento y el fracaso hay
posibilidades de fuerza y felicidad: simultáneamente a su
autodenigración Kafka establece su dignidad personal como escritor. En
los tres primeros meses de correspondencia escribe "La
condena", "El fogoneroquot; y otros cinco capítulos de
América, y sobre todo "La metamorfosis", cima de su
maestría. Trabaja gracias a las cartas. Sin este alimento el escribir
se volvería imposible. (De hecho la productividad se interrumpe en
enero de 1913.) Felice le da cuanto necesi-ta: seguridad lejana,
fuente de fuerza que no trastorna su sensibilidad mediante contactos
demasiado estrechos. Es una mujer a su disposición sin esperar de él
más que palabras.
..... Aunque Felice
lo conoció como escritor, pasan años antes de que lea Contemplación.
Entretanto lo llena de celos literarios hacia autores que ella admira
y él sabe que le son inferiores. Declara: "no puedo vivir con la
gente" y teme que el matrimonio signifique la invasión de su cuarto,
amenace la noche solitaria en que puede ser él mismo. Su
justificación, su única y verdadera vida, su sola manera de
enfrentarse al terrible mundo es la literatura.
..... No ama a Felice: la adora, espera de ella
auxilio y bendición. Quiere mantenerla a distancia, evitar el
acercamiento físico, la irrupción en su vida. Sufre mucho a causa de
su delgadez, respeta a las personas rotundas como su padre (¿y
Felice?). Se fija en su cuerpo, adquiere una inquebrantable convicción
de debi-lidad y pequeñez, vista como sinónimo de impotencia. Esta
vigilancia lo conduce al insomnio. El miedo ante la supremacía del
prójimo es un tema central en Kafka. Su forma de librarse de ella es
volverse pequeño a fin de ahorrarle a los demás la culpa que cargan
por no amar y por vejar a sus semejantes.
.....
Las Cartas están llenas de temor, indecisión,
desvalimiento y, en primer término, inconcebibles dosis de intimidad
-pero aun más íntima es La metamorfosis. Nadie se ha desnudado
tan atrozmente como el hombre que se confiesa y flagela ante Felice.
No obstante, todo está formulado de una manera que lo convierte en ley
y conocimiento. Nada de lo que leemos se puede olvidar. Es como si
hubiera sido escrito bajo nuestra piel.
.....
Kafka no quiere exponerse al horror de ser padre. El matrimonio
se le parece como un patíbulo al que las parejas suben atadas. Cuando
al fin le pide que sea su esposa, con su autoconocimiento despiadado
le da una imagen para que Felice se espante. Desea y provoca una
renuncia por parte de su prometida y al mismo tiempo espera que la
fuerza de Felice elimine todas las dificultades. Al señalar el miedo y
la indiferencia como sus principales sentimientos frente a los otros.
Kafka se vuelve el primero que retrató a nuestro mundo, precisamente
dominado por el miedo y la indiferencia.
..... Kafka deja de escribirle; Felice envía como
mediadora a su amiga Grete Bloch. Entonces Kafka dirige sus cartas de
amor ya no a Felice sino a Grete. Se vuelve compañera de sufrimiento,
centro de su interés, alter ego. Más vivaz, receptiva y apasionada que
Felice, Grete es igualmente hábil en los negocios. También por ella,
como más tarde por Milena, el amor nace de la palabra escrita. En el
curso de su lucha con Felice, Kafka se enamora de Grete. Sin ella no
hubiera sobrevivido al combate. No sabemos lo que ocurrió entre los
dos. Canetti no menciona una versión, recogida por Marthe Robert en
1960, según la cual Grete llegó a tener de Kafka un hijo que murió a
los siete años.
..... Para desatar el
embrollo Kafka es citado ante un tribunal en el hotel Askanischer Hof
de Berlín (julio 12, 1914). Como ningún acusado, Kafka preparó en
contra suya a sus jueces. No se defiende durante el juicio: el
compromiso matrimonial queda disuelto. Era lo que deseaba. Acaso Grete
evitó un enlace del que se sentía celosa. Entonces inicia sus sesiones
el juicio universal: estalla la Primera Guerra. El proceso
desarrollado en su correspondencia con Felice se transforma en Der
Process, nexo entre su íntimo infierno y el infierno del mundo.
..... El análisis de Canetti es
insuperable. Con todo, hay un detalle mínimo que no llamó su atención
y puede ser significativo. Así como Fraulein F.B. de El proceso
tiene las iniciales de Felice, en la tercera línea de América
sabemos que Karl Rossmann es enviado por sus padres al otro continente
"porque lo había seducido una sirvienta que luego tuvo de él un
hijo". En la realidad como en la buena y mala literatura los
señoritos seducen a las sirvientas. Lo inverso, dadas las relaciones
de poder, es insólito. Ya que en su Diario la primera
referencia a Felice es "Cuando llegué a casa de Broad, el 13,
estaba comiendo con ellos; sin embargo la tomé por una criada",
acaso esta identificación inconsciente traduzca que Kafka interiorizó
su dependencia hacia Felice como una seducción de que él era sujeto
pasivo. Es decir, sintió que al no rechazarlo, como era su temor y su
esperanza, Felice lo estaba seduciendo.
.....
Mediante sus cartas Kafka denigraba a "Franz". Pero el simple
hecho de escribirlas ofrecía a "Kafka", el escritor incomparable, como
amante a distancia de Felice. Impedida por natural falta de
perspectiva de ver en "Franz" a "Kafka", Felice no se interesaba en la
figura literaria y aspiraba a una relación normal (sexual) con la
persona. Por lo demás, al definir a Felice como una criada, Kafka la
despoja de su jerarquía, de su poder. La derroca del sitio en que,
como gerente, tienen personas que ejecutan sus órdenes. Simbólicamente
la sitúa en el plano de aquellos sin poder cuya única función es la
obediencia.
..... Mientras Europa arde y
se desangra, Felice y Kafka se reúnen en Bodenback. Cuando puede verla
con tan poca piedad como a sí mismo, Kafka deja de estar sometido e
indefenso. Luego promete escribirle y no lo hace, desoye sus ofertas
de encontrarla, se identifica con los humillados, se alegra de su
propio desclasamiento, trata de desaburguesar a Felice. Pasan unos
días dichosos, los únicos, en Marienbad.
..... En 1917 se establece un nuevo compromiso
matrimonial. Pero Kafka rechaza la victoria. Se libra para siempre de
Felice diciéndole que ha contraido la tuberculosis. Poco después
Felice se casa; Kafka inicia sus relaciones con Milena.
..... En la irrefutable interpretación de
Canetti, a contracorriente de las escuelas críticas en boga, Kafka es
el exento de poder que intenta sustraerse al poder en todas sus
formas. Es el mayor experto en este problema urgente y aterrador. Nada
más natural que uno de sus temas capitales sea la humillación y que la
imagen del perro surja una y otra vez en sus escritos. Kafka sufre las
humillaciones como un perro, un caballo, un topo, un escarabajo, un
gusano. Las humillación nos identifica con los animales. En un mundo
regido por nosotros ser animal entraña recibir infinitas
humillaciones, representar un objeto sobre el cual hasta el más inerme
de los humanos ejerce un poder absoluto.
..... La lucha de Kafka contra su padre y contra
Felice -a quienes amaba- no fue sino el combate contra un poder
superior. En esta guerra no hay fronteras, treguas ni refugios. Como
lo demuestran las cartas y la obra toda de Kafka, la vida privada
asume siempre las características del orden social a que pretende
sustraerse. El poder externo reproduce en las salas y las alcobas la
ferocidad de sus leyes. Aterradoramente Kafka nos descubrió que esta
batalla iniciada con el nacimiento nada más terminará con nuestra
muerte. En vida no llegaremos a un armisticio con el poder. "Uno sólo
puede desear la paz para sus cenizas."
Traducido del
alemán por Michael Faber-Kaiser y Mario Muchnik
Muchnik Editores,
Barcelona 1976. 206 pág.
imagen : Roser Bru.