"El proverbio es el caballo de la Palabra;
cuando la Palabra se
pierde es con la ayuda del proverbio como se la vuelve a encontrar"
proverbio yorubá
Vastos panoramas naturales, fértil creación y tonos
sorprendentes se nos presentan cuando nos introducimos en
el mundo de la poesía africana, prácticamente desconocida
en nuestro país, que, por lo demás, se precia de ser
un país de poetas. Nunca el interés de nuestros vates
y lectores contemporáneos, salvo excepciones contadísimas,
apunta, ni ha apuntado, hacia nuestros hermanos del conocido, pero
a la vez desconocido, continente africano. Diríamos que la
definición que Waldemar Sommer realiza del arte africano en
un artículo refiriéndose a una exposición de
"Arte Negro" realizada en nuestro país hace unos
meses, resulta también muy valedera para la literatura oral
y escrita de los pueblos nativos de este continente. Cito: "De
manera muy general, cabe decir que estamos ante una creación
artística, cuando ella se halla realizada por africanos y para
usos africanos". Esto porque una de las características
de aquel arte es "que cada pieza artística cumple la función
insustituible de instrumento ritual". En el caso de la poesía,
pienso que mantiene estas características. Podemos encontrar,
principalmente, profundas evocaciones a los antepasados, a sus dioses,
a los reyes, a la vida cotidiana, a los animales de la región,
a los utensilios de uso diario, etc., siempre con un enfoque místico
y con alguna enseñanza profunda relacionada con sus vidas.
Para que podamos tener una panorámica que nos permita, en estas
breves líneas, conocer algo de la poesía africana, me
parece apropiado iniciar nuestro recorrido a partir de la poesía
de carácter anónimo (1)
y que ha sido recopilada por algunos estudiosos del tema. Ya durante
el reinado del faraón Ramsés II (1300-1224 a.c.) circulaban
cantos de gran belleza en el territorio norafricano, como el popular
poema "La batalla de Kadesch" que resaltaba el heroico
comportamiento del faraón durante el combate:
"Cuánto me parecía Yo al dios de la guerra
En poder y fortaleza,
Y que mi padre Amón estaba conmigo" (...)
"Y vieron que las naciones sobre las que yo me había
abalanzado
Yacían desgarradas y bañándose en su propia
sangre
Ellos eran los mejores soldados de los hititas,
Eran los hijos y hermanos de su rey.".
Otro episodio de guerra que ha llegado hasta nosotros a través
del poema es "La epopeya de Segú", texto de
alrededor de 10.000 versos y comparable a obras de la magnitud de
Ilíada o Ramayana. De ella destaca una parte titulada "Monzón
y el rey de Koré", que narra las aventuras de Monzón
rey de Segú en el imperio bámbara en Sudán.
Destacado papel juega en la poesía anónima africana
los proverbios, que se han ido transmitiendo de generación
en generación y expresan gran sabiduría. Aquí
damos a conocer algunos de ellos: "Dios fue clarividente y
no le dio cuernos al asno", de los kabila de Argelia. "El
mono se puso piel de jabalí, pero murió mono"
y "Más le valen tres patas a un tigre en la selva que
cuatro en una trampa", de los pigmeos de Guinea. "Es
al toro a quien le sienta la barba, pero es al chivo al que Dios se
la dio" de los serere de Senegal. "Un amigo íntimo
puede convertirse en un enemigo íntimo" de los ambáricos
de Etiopía. "No le des vuelta en el aire a una serpiente
que hayas matado: las que están en sus agujeros te observan"
de los tsonga de Africa del Sur.
Entre los pueblos africanos de mayor presencia poética se encuentran
el Yorubá y el Fulbé, que además han tenido gran
influencia en la cultura del caribe, principalmente en Cuba. Los Yorubá
habitan regiones al suoeste de Nigeria, Dahomey (Benin), Togo y Ghana.
Por su parte los Fulbá se encuentran diseminados en la llanura
sudanesa y sajeliana desde el Atlántico hasta Chad, que abarca
regiones de Mauritania, Senegal, Sierra Leona, Liberia, Alto Volta
(Burkina Faso), Camerún, etc.
La poesía de estos pueblo, durante su historia, ha desarrollado
una variada temática que incluye poemas funerarios, para niños,
de amor, oráculos y otros de hondo contenido social. De la
poesía de los cazadores nos encontramos con estos versos de
"Erin el elefante":
"Elefante que traes la muerte,
elefante, un espíritu en el monte.
Con su única mano puede derribar
dos palmas al suelo.
Si tuviera dos,
rompería los cielos como un trapo viejo".
De la poesía del oráculo yorubá nos parece interesante
rescatar un poema que muestra la visión de este pueblo con
respecto al dios musulmán de una manera bastante peculiar:
"Los musulmanes siguen mintiendo.
Ellos dicen:
hacemos vigilia por Dios cada año.
Un día Éshú fue hasta ellos y dijo:
¿Por qué hacen vigilia por Dios?
¿Creen que Dios está muerto?
¿Creen que está enfermo?
¿O quizás triste?
Odumare nunca se enferma
Y nunca puede estar triste.
Y nunca oiremos de su muerte,
A menos que los mentirosos mientan".
De la cultura fulbé entregamos un fragmento de un interesante
poema titulado "Cómo el mundo fue creado de una gota
de leche":
"En el principio había una enorme gota de leche.
Luego Doondari vino y creó la piedra,
Luego la piedra creó el hierro
Y el hierro creó el fuego,
Y el fuego creó el agua,
Y el agua creó el aire.
Luego Doondari descendió por segunda vez.
Tomó los cinco elementos
Y los modeló en hombre.
Pero el hombre era orgulloso.
Entonces Doondari creó la ceguera, y la ceguera
venció al hombre".
En el caso de la poesía en lengua africana -escrita- también
es ésta de una gran riqueza. Vale decir, además, que
muchos poetas africanos han escrito y lo siguen haciendo en otras
lenguas como el inglés, portugués y francés,
heredadas de los conquistadores que oprimieron y esclavizaron a sus
pueblos, mas para esta breve síntesis sólo hemos considerado
textos que han sido traducidos de la escritura en las lenguas originales
de los autores.
De la gran cantidad de poetas africanos rescataremos en esta ocasión
algunas voces que nos darán una idea general, pero importante
de la poética de este continente (2).
Por ejemplo, tenemos a Semidogoro, poeta tutsi de fines del
siglo XVIII, que define en su poema "El rey no es un hombre",
prácticamente la ratificación teórica del derecho
divino de la monarquía ruandesa:
"¡Ese deja de ser un hombre que se convierte en
rey!
¡El rey es él, Dios,
Y domina sobre los humanos!
¡Eh sí!, ¡no es un hombre, es un rey!".
Otra voz importante creemos que corresponde a la del poeta de la
etnia betsileo de Madagascar, Ramananato, que también
vivió a finales del siglo XVIII y cuyo legado se reduce a doce
poemas, o fragmentos, conservados en la tradición oral del
pueblo malgache. Dicen algunos de sus versos:
"¡Desatadme, pues estas ligaduras, ¡eh, vosotros!
Porque no soy un buey para ser degollado
con los miembros amarrados,
Ni soy esclavo para perecer atado.
Y pasadme por última vez mi Ivolananahary" (3).
De gran importancia nos parece dar a conocer a dos poetas de Africa
del Sur: Enoch Sontonga, músico
y poeta tembo, y Uhhadi Waseluhlangeni, poeta de lengua xhosa.
El primero es autor del poema "Dios bendiga el Africa",
convertido en el cántico de resistencia del Partido del Congreso
Nacional Africano durante su larga lucha contra el Apartheid, que
dice en una de sus partes:
"Dios bendiga el Africa,
Que de ella se entonen las alabanzas" (...)
"Ven, Espíritu; Ven, Espíritu Santo; Y bendícenos,
A nosotros tus hijos.".
El segundo es autor de un conocido texto de protesta contra el colonialismo
británico publicado en 1883 y representa, de una u otra manera,
la heroica lucha que hasta el día de hoy dan los pueblos africanos
por obtener su plena independencia:
"¡De pie, vosotros, hijos de la Montaña-de-la-Noche!
(4)
La hiena aúlla, la blanca hiena,
hambrienta de los huesos de Moshoeshoe,
de Moshoeshoe, que duerme allá arriba en la montaña"
(...)
"Tiene roja la boca de la sangre de Sandile. (5)
¡Despertad, conejos de las rocas de la
Montaña-de-la-Noche!
Proyecta la lengua a los mismos cielos,
Esa serpiente conejera con pechos de mujer"
(6).
Otros poetas que bien vale la pena destacar son: Roberto Gaddiel
Acquaah (1883-1954), poeta de Ghana que escribió en lengua
fanti y también inglesa, pero que realizó un gran trabajo
de recolección, traducción y difusión de su lengua
materna. Importante es también Rajmatulaji, una poetisa
de lengua pular de Teliko en Guinea, que escribió poemas de
alta inspiración mística y religiosa.
Más cerca de nuestra época nos encontramos con Mussa
Ká, poeta musulmán nacido en Ndili y muerto en 1964,
que escogió, para crear sus obras, la lengua wolof. Es considerado
el poeta nacional de Senegal. Otros poetas destacados son Adebayo
Faleti de Nigeria, el camerunés Elolongué Epanya-Dondo
autor del poema "¡Camerún, Camerún, levántate!".
Países como Tanzania, Zimbabwe, Angola, etc, poseen junto a
los ya citados grandes poetas que sería largo de enumerar y
reseñar, baste por ahora esta muy breve visión de una
parte de la poesía africana, la que merece largamente ser reconocida
a nivel mundial. Es de esperar que en la medida que nos demos cuenta
que aquel territorio de desiertos, sabanas, selvas, caudalosos ríos
y enorme variedad de fauna y flora no es solamente el lugar de donde
eran traídos los esclavos a nuestra América, estaremos
listos para explorar un mundo que desde sus raíces está
muy ligado al nuestro. Para terminar, quisiera hacerlo con los versos
del poeta y guerrillero angoleño de lengua fiote, Tchiaku,
que me parece representan parte importante del espíritu del
continente africano:
"Cuando empiezo a lloviznar
Los seres vivos huyen
Los tigres se esconden
Las cobras huyen
Las nubes se entrechocan
El cielo se estremece
Las casas podridas se derrumban.
Hago crecer las plantas
El frijol
Las fruta bombas y piñas
Los plátanos y naranjas.
Allí donde no existe río
¿Quién hace que el agua caiga?
¿Quién riega los corazones mustios?
Soy yo...".
NOTAS
(1) Ver "Poesía
anónima africana" de Rogelio Martínez Fure, tomo
II, Editorial Arte y Literatura 1985 2° edición. La Habana,
Cuba.
(2) Ver "Diwan, poetas de lenguas
africanas" de Rogelio Martínez Fure, tomos I y II, Ediciones
Unesco/ Editorial Arte y Literatura 1996. La Habana, Cuba.
(3) Ivolananahary: "la divina palabra"
nombre dado por el poeta al tambor con que acompañaba la declamación
de sus versos. Obra citada.
(4) Fortaleza desde donde Moshoeshoe
I rey basuto y sus tropas, resistió los ataques zulúes,
bóers e ingleses. Obra citada.
(5) Guerrero famoso. Obra citada.
(6) Gran Bretaña: la reina Victoria.
Obra citada.