Proyecto Patrimonio - 2005 | index | Luciano P. Díaz | Autores |...................


Antología BOREAL 1 Poetas de Chile en Canadá

Luciano P. Díaz
Febrero de 2005.


En los tiempos modernos que vivimos existen variadas formas de expresión que son registradas dentro del arte de la literatura. Aparte de la forma tradicional de plasmar trabajos poéticos a través de la impresión en libros, revistas, etc. se ha agregado en estos últimos años el hipertexto, que aunque también es escrito, a través de la red se transforma en un campo que tiene un alcance inmediato insospechado y por el que se puede acceder por los hiperenlaces a una especie de ínter-textualidad funcional al alcance de la mano. El hipertexto puede ser leído en cualquier parte del mundo a cualquiera hora del día, sin las limitantes de tiempo y distribución que los libros suponen. Sin embargo, tengo la seguridad que este tipo de texto no reemplazará la experiencia tri-dimensional de tener la poesía y la narrativa entre las manos y leer en la tranquilidad de alguna silla preferida, en cualquier rincón de la casa. Digamos, una relación mucho más personal que la resultante de estar frente a una pantalla fría (o caliente, depende) y que a decir verdad causa cierta desconfianza. Existe otra forma (aunque no tan nueva) de registro literario que mayormente se usa en la reproducción masiva de piezas musicales y que sin embargo poco a poco va ganando adeptos y que además tiene la particularidad (a diferencia de los libros y del hipertexto) de entregar una parte viva, o un trocito del autor o autora de la obra literaria. Ya se adivina que me refiero al registro o grabación digital de la voz en discos compactos. A decir verdad, esta experiencia provoca una sensación muy diferente a la que provoca la lectura. No tengo antecedentes de que existan grabaciones de ciertos autores, pero me hubiese gustado por ejemplo oír voces como la de Kafka, Huidobro, Yeats y otros autores leyendo sus trabajos. Resulta alucinante también imaginarse a Rimbaud, Baudelaire y muchos otros próceres de la poesía y la narrativa, entregándonos sus producciones a través de sus propias voces. Es de esperar que lo que anda circulando por ahí en la voz de Neruda permanezca en el tiempo. Esperemos también que no se deje escapar la oportunidad de asegurarse que la voz física de Parra y otros poetas chilenos, digamos de Gonzalo Rojas, Raúl Zurita, Delia Domínguez, Stella Díaz, Gonzalo Millán, Pedro Lastra, y los más jóvenes, Claudio Bertoni , Diego Maquieira, Aristóteles España, J.M. Memet, por nombrar algunos, queden registrados para las generaciones venideras.

El sello Leutún, que dirige Ricardo Gómez López, viene haciendo la labor de registrar poetas chilenos contemporáneos en grabaciones de discos compactos que por cierto serán apreciadas en el futuro pero que también se pueden disfrutar hoy día. Dentro de su creciente catálogo, Leutún acaba de publicar la antología BOREAL 1 Poetas de Chile en Canadá * que registra voces de diez poetas que pertenecen al acervo literario chileno (y de la región XIV) En esta mini-antología aparecen: Carmen Contreras, Jorge Etcheverry, Luis Lama, Arturo Lazo, Erik Martínez, Jorge Nef, Carmen Rodríguez, Luis Torres, Ludwig Zéller y el que escribe. Este disco compacto, que muestra diferentes variantes fonéticas a la misma vez que poéticas, es una excelente muestra del espectro literario chileno en Canadá. Adjuntamos aquí los textos de los poemas registrados, que en su totalidad no suman más de una hora de lectura o de audio. No se descarta la posibilidad que en el futuro se efectúen registros individuales de los poetas aquí presentes.

 

Carmen Contreras

GANÍMEDES
(La Hora Abierta)

Ganímedes,
copero celeste.
La hora abierta te pertenece.
Escanciando tragos
calmas la angustia,
y aplacas el deseo.

La hora
en la cual imploro,
me arrastro,
y cuelgo suspendida en dudas
es la hora
en que finalmente te encuentro.
Y es una hora ilimitadamente abierta,
cuya armonía creciente me transporta
hacia la posibilidad
de lo irreal.

Ganímedes,
en tu última copa escanciarás
polvo compacto de estrellas,
y lo beberemos con fruición
acá en la Tierra,
en aquella hora
abierta
de la noche.

 

BROMAS PARA UN SEÑOR ANTIGUO

Las bromas para señores antiguos
están hechas de madera,
y se las cuentan entre ellos
sentados
en amplias sillas de inocencia.

Los señores antiguos
cuentan bromas con liviandad
gozando de las incongruencias;
las expresiones de sus rostros
son las mismas de ayer,
elegantes e infalibles
después de tanto practicar.

Las bromas para señores antiguos
son simples.
Después de tanto vivir
han aprendido a hacerlas
con cualquier ingrediente.

Lo curioso
es que no hay broma más en serio
que la que cuenta
un antiguo
señor.


DECLARANDO PRINCIPIOS

Soy un Artesana,
menos interesada
en la apariencia homogénea,
normalizada, o monocromática
de este mundo,
como lo estoy
en el aspecto arrugado,
descolorido, abollonado y disparejo
que caracteriza la vida real.
Mas que afanarme en calzar
un molde hecho y derecho,
me esmero en encontrar
aquellas membranas sensitivas
a través de las cuales
suelen ocurrir los cambios.

Pero, no te confundas!
La verdad sea dicha,
soy meramente una persona
necesitada de tu
cariñoso abrazo.

Te daré la espalda
si tratas de venderme
parafernalia inútil.
Te voy a dar la bienvenida, en cambio,
si te interesa desarrollar el material
con el cual se teje la justicia
y, el arte de mantener viva
la llama impoluta de la paz.

Abril 2004

 

QUIERO, QUE ME QUIERAS

Quisiera ser una señora gorda
y querida
de senos grandes y suaves,
donde frecuentemente se cobijasen
hijos,
nietos
y compañero.

Pantalones desmejorados,
zapatillas destartaladas,
camisón menos que impecable,
bigotuda, tal vez,
y llena de risa.

Quisiera ser querida,
deseada como madre,
respetada como mujer.

Septiembre 2003


COMPAÑERO

Verte
me llena de felicidad.
No es que quiera poseerte
sino, simplemente
saber que existes.

Cuando no te veo
te intuyo.
Te busco en la oscuridad
y, ahí te encuentro.
Cuando estoy triste
me cuentas bromas,
me consuelas
pese a no estar
de cuerpo presente.

Agradezco el silencio
porque en él puedo escuchar tu voz
y, consciente de tu existencia
mi alma encuentra
su razón de ser.

Mayo 2004

 


EL ABANDONO

Trepo el abandono
como una enredadera
por las vigas de una casa semi derruida,
poniendo en evidencia
el esfuerzo discontinuado
de aquello que se canso de progresar.

Se sumo el abandono al abandono
creando caos.
Asomando por resquicios
proyecto una presencia
salvaje,
e intocada.

Creció el abandono
abriendo caminos,
sabiendo donde ir sin señalización,
sin tratados,
sin miedo.
Capa sobre capa
se fue depositando,
revolviendo y entremezclando
de acuerdo a una lógica
liquida e inesperada,
en cuya paz se cultivo la vida.

Septiembre, 1994

 

PROYECCIÓN

Me refresco,
me resguardo.
Entre una hojarasca de sabanas
me voy perdiendo,
relajando,
soñando con la verdadera hojarasca
un bosque,
mezclado y abrazado mi cuerpo a la tierra,
mis cabellos
extendiéndose
mas allá.

Noviembre 1995

 

* * *

 

Luciano P. Díaz

EDUCACIÓN

Escrupulosos son los gobiernos:
se preocupan de nosotros
nos cuidan y nos rigen
nos ordenan y nos llenan de emblemas.
Nos preparan para las elecciones,
para que participemos activamente
en la vida del país (La República)
Cumplimos.
Nos dicen que la democracia
es el mejor sistema que ha conocido el hombre,
y aunque no nos libera de las máquinas
nos da plena libertad para morirnos cuando queramos.

Bienvenidos a la recolección de información.

El ascensor ya llega
los corredores son largos, oscuros y angostos
nuestra identidad se dibuja en un papel
que parece más importante que nosotros.

Kafka, dentro de nosotros,
nos vuelve iracundos y nostálgicos.

 


VINO

Necesario es el vino sobre una mesa.
¿Cómo conversaríamos Flaco sin vino?
¿Como sería posible hilar ideas,
hacer un recuento del día al llegar la noche?
El vino es bueno para el corazón.
Una botella de vino es imprescindible en días de invierno,
¡ah! que pintura: una pieza, una mujer,
un hombre y una botella de vino.
Puedo imaginarme cien mil pájaros multicolores en raudo vuelo,
con un vaso de vino, los pájaros son reales,
gatos, perros y gallinas cobran sentido,
puedo observar a los sátrapas por el rabillo de un ojo.

Que gran sinónimo de conversación
que descanso después del trabajo, melancolía agridulce.
¿Qué sentirían Shakespeare o Don Quijote?
¿Napoleón o el Rey Arturo?
¿Que sentirían mi padre y el tuyo
cuándo alzaban sus copas y bebían?
El vino los acompañó en las horas de su historia.

Y a nosotros acá Flaco, en nuestra locura,
en nuestros viajes por insólitos parajes de la planicie,
por lugares en donde la neblina ha sido espesa,
donde los acantilados nos han traído una visión del abismo.
El vino se ha hecho lazo de hermandad.
Las palabras saben mejor a la luz de una botella de vino.
Seamos Flaco, coetáneos en el vino, conquistemos el momento,
la conversación que destila lentamente a la luz del vino.
Salud.


LOS ÁRBOLES

Se balancearon de este a oeste.

En los bosques, delineados por trazos
de cemento
........ marcharán los
batallones verdes.
Ansiedad dibujada
ante la expectativa de una tragedia:
la desesperanza sempiterna del exterminio.

Como los hombres, los árboles
ya no se regeneran
sino que se degeneran.
Comienzan a apagarse, a extinguirse como las luces
de un cine.
La planicie avanza sobre ellos.

Se balanceaban de norte a sur
inclinándose sobre nosotros,
ellos dieron vida.
Cubrían los paisajes y agrandaban los cementerios.

Y allí estábamos nosotros, observando su
guerrilla contra el viento,
allí estábamos Flaco sin poder hacer nada,
similares a ellos, estáticos, esperando,
similares...
pero en cambio nosotros,
dábamos
muerte.

 


MUJER CON BOLSA PÚRPURA

Recordando veranos pasados
agazapada de la lluvia inexistente,
observando los empleados de gobierno y
transeúntes de la pequeña metrópoli.
Sus labios rojísimos aprisionaban cada ciertos
intervalos, un cigarrillo. No le robaba feminidad.
Observaba el movimiento, siguiendo con su cabeza
la trayectoria de un hombre,
para luego devolverla siguiendo a otro.
Sus cincuenta no enmarcaban
serenidad, más bien la impasibilidad
de un sueño que fue sólo eso.

La pequeña metrópoli no le ofrecía palomas
para mitigar su ansiedad,
solo empleados de gobierno y desempleados
que a veces la miraban sin verla.

Ella, su bolsa púrpura
y sus ojos azules
-que fotografiaban registrando en su cerebro
la metrópoli con su movimiento sordo y
atestada de seres indiferentes-
nunca pudo formar parte de aquello,
ir con la corriente...
Se quedó viviendo en el movimiento sutil,
en el delgado sub-estrato de la sin-razón y
el sueño.



EL FLACO Y YO

No era cosa de comprender todo,
sino que en pocas observaciones
establecer parámetros que en la planicie
permitieran poner color y forma
a un futuro que te sorprendía viviendo el pasado...

Luego del exasperante preámbulo
decidiste que había llegado la hora
de juntar visiones
la hora del libre albedrío
hora que tus acciones te definieran
la hora en que cerebro, boca y lápiz
bailasen al unísono en la inherente ráfaga
de tu movimiento.

Después del preámbulo
y de un tiempo largo
de olfateo y reconocimiento sobre la planicie
asentaste cabeza.
Te fuiste quedando.
Sin asimilarte
sino más bien tratando, a través del vino y los amigos,
de ser lo que siempre fuiste antes de ser desgajado
de la gris y distante metrópolis viajera.

Te quedaste.

Mientras, en aquellas ruinas que parecían inexpugnables,
yo
deambulaba allá lejos por los valles transversales
apegados también a otra línea paralela, como en el preámbulo;
a la línea indefinida del infinito.



VOZ Y CONOCIMIENTO

Hay muchas máquinas, muchas máquinas
hacen transparente al hombre
el humo que va a nuestro cerebro
no es poder.

El movimiento se hace lento,
el viento sopla sobre la nave negra
y es cómplice del mar violento:
las voces pretenden en medio del viento
ser escuchadas.

No hay una gota de lluvia
y los sonidos pueden ser imitados.

Juntemos un poco de verdad
eso es lo que buscamos.

Que nada nos sea prohibido.

El imperio que ha sido formidable
algún día caerá.

Nunca existió un control preciso
para coordinarse.
Los escritos en las murallas de la ciudad
solo fueron literatura,
no el advenimiento de las nociones
que harían del conocimiento un arma.

 

* * *


Jorge Etcheverry

QUE SIGA TOCANDO LA BANDA

No importa
que siga tocando la banda
Aunque los músicos estén cansados
aunque el público esté distraído
aunque les importe un bledo
que siga tocando
Que los músicos se sequen la transpiración
aunque nadie les reparta vino
aunque nadie les pase ni siquiera un vaso de agua
con este calor
que sigan
aunque estén que no dan más de hambre
aunque les suenen las tripas
-para esto somos músicos-
Dijo uno
aunque nadie se ría de los chistes
un poco pasaditos

Hay que seguir tocando
Vamos muchachos, levántense
Hay que seguir tocando
aunque haya cuatro pelagatos
vamos
andando
que siga tocando la banda
que siga tocando.



KALE BORROKA (lucha callejera)

Donde haya juventud
Siempre que haya juventud
Los gobiernos corruptos
Los tiranos, las fuerzas de ocupación
No descansarán en paz
Las calles se erizarán de barricadas
El aire de las ciudades se hará irrespirable con el humo de los neumáticos encendidos
Los policías con sus perros se abalanzarán como buitres hambrientos y numerosos
sobre las multitudes
envueltas en el gas lacrimógeno como en un sudario
Mientras los gobiernos centrales o federales hacen aprobar nuevos decretos
bandos y edictos para combatir la subversión
En sus parlamentos títere
en que las divisiones partidarias son otras tantas máscaras
que ocultan a los desconocidos de siempre
Hoy protestan y luchan en San Sebastián
En Gaza, en Yakarta
En las reuniones internacionales del Banco Mundial el Grupo de los Siete
donde las corporaciones vestidas de países
se lo tragan todo
se lo reparten todo
Y planifican cómo poner un precio al aire libre
Al agua, a los genes de plantas y animales
Cómo estrujar otra gota de la gente
venderle otras ilusiones,
imponerle nuevas reglas para la compra y venta de su carne

Ayer era en Chile, el Salvador
que los jóvenes se echaban a la calle
a la sierra en Cuba
a las montañas en Colombia y Venezuela
Ocupaban las aulas en Uruguay y Argentina
Por dar unos ejemplos
En fin, bueno
Los cabros, las chiquillas, como una bandada de pájaros celestiales y efímeros
Tirando piedras, cockteles Molotov
Sembrando miguelitos en la calle:
una papa atravesada por clavos
cuyas puntas sobresalen
o un alambre grueso y filudo, que se dobla de manera de caer siempre parado
con las puntas para arriba.

Sean ellos, los jóvenes
Algunos jóvenes
Que abarcan amplios horizontes en las tareas del crecimiento
Cuya maduración exige la utopía como terreno y abono
Los que salgan a la calle una y otra vez
Mientras nosotros, Los maduros y acomodaticios
miramos por televisión, cómo arrojan piedras
provocan a la policía
Y tratamos de creer que alguna vez fuimos así
Que fuimos los que ahora corren porque parece que están disparando
Y quisiéramos creer que quizás aprendieron algo de nosotros
Los que ahora miramos
Suspendiendo por un momento nuestras míseras preocupaciones
Para asomarnos a esos paisajes claros y vastos
Que constituyen
Junto con la calle
Su territorio

 


EN EL BUS

Cuadriculado, nublado
el espacio organizndose
la vista que registra
una gma de luz
que sólo ocupa un segmento
del enorme radio de ondas electromanéticas
Hemos de intentar una interpretación
de todos nuestros movimientos
al calor de la física

Nace la profusión de esquinas y estatuas
de plazas públicas
de cosntrucciones subterráneas
bajo estaciones del Metro
Alguna vez servirán de admirables
refugios antiaéreos
Desde allí y por allí, en esos nódulos
confluyen las gentes a horas precisas del día
entre ocho y nueve
doce y una, y a las cinco
Mientras arriba, por las autopistas
se apresuran los autos en oleadas
dando el nombre a la Rush Hour
en la entrevesada lengua de los francófonos
en la lengua de los anglófonos

Se vive en los buses
de la comisión de Transporte Público
la suspensión de la vida privada
y cualquier otra visible
Pero nos fijamos en cada detalle
en cada circunstancia
Y en eso somos todos los hombres y mujeres
Sentados en el bus
que conscientemente se anulan
debajo de sus trajes y gafas
los empleados, los intelectuales de barba
las mujeres funcionarias de rasgos angulosos
y ojos pálidos
que aprietan las piernas
y ponen la frente lisa del día de negocios
luego de la noche sexuada
y el olor de la noche

 

* * *

 

Luis Lama

FENIXES

Somos los fenixes que sobreviviremos
todos los fuegos, y resucitaremos de
las cenizas
Siempre nos levantaremos
Destinados a la Eternidad
Nuestras almas son inmortales
No hay nada que temer


POEMA A UNA PALOMA SALVAJE (POEMA A UN AMOR)

Nuestras existencias son simbolicas
Nuestras almas existen en los otros y
el Universo nos pertenece
Tu corazón es bello y frágil
Nos encontraremos más de una vez en este pequeño pueblo
Hasta que tus ojos devengas mis ojos
Y te vea por todas partes.



THE CROWS/ LOS CUERVOS

Los cuervos volaban alrededor de la torre

The church, the cross, no god.
The crows awaited the arrival of the dead
The children danced to death
The girls stripped again
From the church the saints sang
I didn't know the lyrics
But I thought I was a man about to
become a song
The crows flew desperately
Around the cross, around the church
Around and around without rest
There was a coming, the dead were
coming that Night
I sang, I wept, but in vain
The blood flowed from the tower, under a
naked cross without God
Waiting and waiting for the dead to arrive.

La iglesia, la cruz, sin Dios
Los cuervos esperaban la llegada de los muertos
Los niños danzaban a muerte
Las niñas se desnudaban de nuevo
Desde la iglesia los santos cantaban
No conocía la letra
Pero pensé que era acerca
de un hombre a punto de devenir una canción
Los cuervos volaban desesperadamente
Alrededor de la cruz, alrededor de la iglesia
En circulos, en circulos, sin descanso
Hubo un retorno, los muertos retornaban esa
Noche
Canté, sollocé, pero en vano
La sangre caía a caudales desde la torre, bajo una cruz desnuda sin Dios
Esperando, esperando la llegada de los muertos.


VORTICE

En el vórtice de mi corazón
Una rosa se detuvo para verme
Le otorgué el soplo de la vida
Ella en intercambio me entregó el veneno de sus espinas
desintegrando mi existencia en fragmentos imposibles de reconstruir
Imposible no amarla, inimaginable olvidarla
Ese fue el principio
Este puede ser el final.


PENSAMIENTOS ACERCA DEL ARTE

El Arte es una inspiración eterna
Un compañero para toda la vida
En lo que concierne al Arte es necesario tomar una posición
y mantenerla
La Realidad no es blanco y negro
existe un lado obscuro del Arte
Tenemos que insertarnos en un mundo en el cual
el Arte tenga integridad
de otra manera
Solo podremos esperar y lograr destrucción.
El Arte me causa dolor y me
da placer
Y la cascada de mis pensamientos
cayó sobre mi alma.



DE PRADERAS Y CABALLOS

Y los caballos corrieron a través de las praderas in busca de los vaqueros.
Y los caballos corrieron a través de las praderas en busca de los vaqueros.
Y las lunas se distanciaron de los soles. Y el odio golpeó las praderas del
hombre. Y los caballos siguieron buscando pasto. Y el amor mismo se escondió de nosotros.

Y nuestros miedos azotaron el silencio del atardecer. Y un temblor galopante infectó
la tierra. Y los caballos corrieron a través de las praderas en busca de
los vaqueros y las mujeres buscaron a sus niños en vano. Y el alma del
hombre retornó a la tierra porque no encontró reposo.

Y los caballos continuaron corriendo a través de las praderas en busca de
los vaqueros. Y la capa de un nuevo holocausto azotó la tierra. Y los
caballos corrieron a través de las praderas en busca de los vaqueros.

Y los caballos corrieron a través de las praderas en busca de los
vaqueros....mientras Cristo descendía sobre la Tierra para ser crucificado
de nuevo.


Poema a la Patria

Voy a construir mi Paraiso en ti porque tu eres la fundacion de mi amor.


EL PADRE NUESTRO OBRERO

Obrero nuestro que estas en la Tierra y que vendes tu fuerza de trabajo cada
dia, santificado sea tu nombre olvidado.

Venga a los capitalistas tu reino, y santificado sea tu
nombre, forjandose la propiedad social y desarrollandote
como hombre, en la ciudad o en el campo donde sufres la explotacion.

Hagase tu voluntad de superar tu condicion ya que eres tu
el que hace la historia y no las condicoines externas que puedan
estarte presionando.

Hagase tu voluntad aqui en la tierra o en la tierra, ya que este territorio
te pertenece y no tienes otro al cual recurrir par ahora.

Hagase tu voluntad de liberarte y lograr dignidad, sin privarte del derecho
a un hogar, y sin privarte del derecho de recrear tu espiritu, y de
participar con decision en todo aquello que te pertenece y que los burgueses
no te reconocen como propio. Hagase tu voluntad de unirte a tus compañeros de esfuerzo y sacrificio que sobreviven en inhumanas condiciones de explotacion y miseria y que conforman contigo una sola clase: la clase obrera.

EI Pan nuestro de cada dia es tuyo, exigelo por la razon y la fuerza
sin la institucionalidad burguesa y contra ella.

EI Pan nuestro de cada dia es tuyo, es fruto del esfuerzo colectivo de
tu clase, que no se te escape de las manos y se lo coman los mercaderes
que no lo han elaborado con el sudor de su frente sino con su dinero,
echalos, arrojalos a las tinieblas de la noche, arrojalos de las Areas Privadas
desde las cuales te somete, te humilla, te explota, te niega a cada minuto
tu desarrollo y el de los de tu clase.

EI Pan nuestro de cada dia es el pan nuestro de tus hijos.

A ellos les pertenece, los hijos de los capitalistas,
los hijos del imperialismo se lo comen, no los dejes.

Y no les perdones a los capitalistas el privarte de la existencia
y el utilizar contra ti, su unico recurso postrero: la violencia.

Y no les perdones sus deudas con tu clase y no los dejes caer
nuevamente en la tentacion de explotarte. Y libera a los de tu clase
del mal que ellos representan para ella.

Por la liberacion de este y de todos los pueblos.

11 de septiembre 1973 - 11 de septiembre 2003

 

* * *

Arturo Lazo

DEL MAR

En la soleada y solitaria playa
al fin del continente
grandes olas
salían a encontrarme.

Como pétalos
de una flor inmensa y fragante
se hundían
en la arena blanda y brillante
pulida por el viento milenario.

El viento fue inspirador de mil versos
y prosas que no llegaron al papel
pero que pintaron los recuerdos
de un mar lleno de flores.


SENTIR

Jugaremos al amor
compartiendo las risas.
Bailando al compás
de piedras azotadas
en alguna playa de Cartagena.

Cantaremos con la música
del viento entre las rocas
de Santo Domingo,
conversaremos bajo las hojas
de las higueras y los damascos,
compartiremos el pan, el vino y mi pieza.

Y veremos pasar el tiempo
hasta el invierno de la vida.

Pero por favor déjame sentir
la soledad por un momento.



FANTASÍA DE NIÑO REALIDAD DE HOMBRE

No se quien me lo dijo
o donde la vi, pero sí que me acuerdo
cuantas veces me quedé sin dormir
por esa horrible imagen de la muerte:
representada con su cara de huesos
larga guadaña en su mano derecha
y una siniestra túnica negra ensangrentada.

Hoy, después de mucho tiempo
ya no me asusta esa visión
de mi infancia,
ya no es la misma.
Veo su cara de huesos,
veo su larga guadaña.
Pero su túnica negra y ensangrentada
ahora la veo verde y con jinetas de sargento.

 

A CARLITOS CHAPLIN

Al poeta que no dejó palabra
porque le habló al alma.
Quién mas que él pudo describir
el amor sin mancharlo?
Habló de pobreza
tapizada con risas y verdades.

Nos mostró de la vida, la muerte y la política
pagando con su nombre este atrevimiento.
Pero todo esto no apagó el aura de su mirada,
ni tampoco la cálida silueta de su andar;
de aquel andar maravilloso
de no ir, pero andar.

Dejó caminos: algunos por recorrer,
otros por terminar. Son estos los caminos
que quiero recordar a aquél que quiera caminar
por esos largos y angostos caminos del arte.

Allí, su figura de hombre invisible
estará siempre un paso adelante.

 


GEOGRAFÍA

Hermosa, de cabellos dorados
cara pecosa y bronceada.
Ardiente y senos prominentes,
cintura angosta y sudorosa,
piernas largas y mojadas
pies fríos y callosos.

Recuerdos lejanos
de mi madre patria.

 


DIME

¿Para que
sirven
los recuerdos
si no
los
puedo
cambiar?

Y los
asesinos
siguen
vivos.

 


COSA DE POETA

Solo un poeta
puede ver el mar en tus ojos.

Solo un poeta
puede oír las campanas
de tu silueta

Solo un poeta
puede decirte: Te quiero
de manera que
nunca lo sepas.

 

CAMINANDO

Caminando entre ramas verdes
de diferentes portes y tonos,
sentía la música del agua sobre el agua.
Me acercaba rápidamente,
llegué.

Que maravilla, que espectáculo,
variedad de colores
rodeaban la gigantesca caída
de agua.

Hermosa como un paraíso,
donde le ruido del agua me atraía
como sirena en el mar.
No pude resistir.

Esa agua cayendo, corriendo,
bañando el río de colores:
verde, celeste; como pintando
vida.

Me lancé directamente bajo la catarata.
El agua tibia...tibia...me cubría el cuerpo,
por dentro, por fuera, que maravillosa sensación,
que descanso para el alma.

Al otro día,
cuando fui a comprar un colchón nuevo,
ni le mencione el sueño
al vendedor.

 


DE COLORES

Me gusta el rojo
porque es rojo
si fiera verde
no me gustaría

 

DE DISTANCIAS

El uno y el millón
están a la misma distancia
del infinito.
El creyente y no creyente
están a la misma distancia de Dios.

 

* * *

Erik Martínez

BREVE RELACIÓN

Yo que sólo sé huir por las avenidas de esta ciudad gris
yo que sólo hubiera querido recorrer el otro lado de los espejos,
yo que he probado el hastío de los parques
y sé los secretos pensamientos de los habitantes mudos
yo (para continuar con este tema)
que también he tenido oportunidad de besar muchachas de grandes ojos negros
y que las vi llorar después en los andenes al despedirse para siempre
sin querer ya ocultar ni su dolor ni su sorpresa
yo que sé cuando la noche desciende
ciega hasta los cuartos donde atienden hombres vigilantes
que se volverían locos
si lograran escuchar verdaderamente el opaco murmullo
de la electricidad que se desliza por los cables de la ciudad,
pero que esperan atentos y sólo escuchan la noche.

Yo también quiero hablar de mi destino
yo también quiero pronunciar la memoria
hundida como un cuchillo en el centro de mi cerebro
y hablar de mi ciudad iluminada por cielos donde se inscribían oscuros mensajes
cielos que se alejaban hasta lo alto de la luz
de mi ciudad enceguecida,
sin que nadie protestara por el abandono de los hospitales
ni nadie me acompañara para constatar
que los rotativos repetían estúpidamente sus películas
cuando ya nadie podía verlas,
la bocina de algún auto sonando hasta colmar la paciencia,
el asfalto emblandecido por el calor del verano.
Quiero hablar también de las pestilencias
que nos habían azotado, que nos habían caído
quién sabe de dónde
(pero eso llevaría mucho tiempo).

Ahora sólo quiero hablar de aquella niña
que vagó sedienta durante días,
arrastrando una muñeca de trapo,
y desapareció con los labios ennegrecidos
y la mirada asombrada;
sólo quiero mencionar ese cielo implacable
y la locura que sobrevino después de cierto tiempo
y nos llevó a incendiarlo todo
(no quiero entrar aquí en detalles)
y construir aceleradamente paredones para la ejecución de nuestros políticos
entrar a saco en las mansiones de los ciudadanos sospechosos
y luego la fatiga (para terminar ya)
y los viajes, y otros cielos.


11 DE SEPTIEMBRE, 1973

En ese día nublado de septiembre, Santiago de Chile,
estaba en medio de una calle cerca de la Plaza Baquedano
y cruzaba la gente en todas direcciones
huyendo a los autobuses,
luchando por avanzar más rápido,
cruzaban la calle gentes apresuradas
y venían avanzado vehículos oscuros en un perfecto orden
según una velocidad uniforme
lentamente dibujando una curva ligera,
mientras yo caminaba percibiendo
cómo el espacio euclidiano no es sino una mera ficción
mientras al mismo tiempo se apilaban en mi cabeza,
en enormes montones monstruosos
las series infinitas de Cantor formando cordilleras sucesivas
cuyas cimas resultaban inalcanzables.
Pretendían escalar los andinistas pero se sucedían en series interminables
nuevos cerros y nuevas cimas mientras la última cima
seguía imperturbable en la distancia.

Sobre la ciudad, con un vuelo pesado y poderoso
apareció entonces el águila metálica
se desplazó por el cielo de Santiago a esa hora precisa del día
el águila metálica con su bruñida superficie
desde donde rebotaban brillos encandilantes,
su panza redonda repleta con su pesado contenido:
(era exactamente lo que habíamos estado esperando por tantos días,
por tantas semanas quizás,
así lo habíamos anunciado,
así lo habíamos repetido una y otra vez incansablemente)
pareció temblar el suelo,
resonó en la lejanía
el ronco estruendo de unas explosiones;
me pareció que en el aire se repetía una y otra vez
en todas las direcciones del espacio
la ola que llevaba el eco de un grito seco y apagado,
y distintamente recuerdo un anillo de fuego en el cielo,
alrededor de toda la ciudad,
mientras se desprendían columnas de humo,
por donde se encontraba el palacio de gobierno.

Entretanto en Washington, a miles de kilómetros al norte,
una docena de hombres en mangas de camisa
se reunieron en torno a la figura redonda de Henry Kissinger
que leyó en voz alta con un acento inconfundible
el mensaje recién recibido:
"El águila alzó ya vuelo con su presa en las garras".

 

* * *

 

Jorge Nef

TARDE AZUL

Callados emprendimos el descenso
de la colina, ausente la mirada
en la distancia vaga y extasiada
del horizonte de un azul intenso.

Quedamos con las almas en suspenso,
bebiendo esa belleza que hay en cada
cosa por simple que ella sea y nada
pudo romper ese mutismo inmenso.

Nos volvimos casi en el mismo instante;
por tus ojos cruzó un vuelo distante
de inquietas y veloces golondrinas.

Hubo algo de tristeza en la silente
pasividad del cielo, lentamente,
la tarde tendió un manto de neblina.

Santiago, 1962


VALLE CENTRAL

Agua fresca,
vertiente cristalina,
cántaro con sabor de cielo
limpio
bajo el sol vertical
del mediodía.

Sombra que tiene aroma de eucaliptos
y olor elemental de tierra
viva.

Hay un rumor de abejas
en el aire
y un lejano sonido
de campanas.

La vida
se desliza
lentamente
en el paso callado de las nubes
donde la luz se junta,
transparente,
con la serenidad
de las montañas.

Santiago, 1985


TRANSPARENCIA

Te miro
a través del aire
como si fueras música.

Tu perfil dibujado
Contra las sombras,
mientras las notas
caen lentamente en el césped.

Un recuerdo,
quizás,
de hace ya tantos años,
cuando había algo nuevo
en el sol del otoño.

Tu rostro tiene un dejo
de azucenas lejanas.

En tu vaga sonrisa
se quedó
la sencilla
placidez de la tarde.

Te miro
simplemente,
a través de la valla
invisible
del aire.

Guelph, 1985


DESPEDIDA

Nuestros ojos miraban el lejano
atardecer azul que se fundía
en un vaho de gris melancolía
aquella quieta tarde de verano.

Era ese mismo ocaso, cotidiano,
que llega inexorable al fin del día,
llenándonos de angustia y lejanía
y esa vaga nostalgia de lo arcano.

Quisiste hablar, pero después callaste.
Entreabriendo los labios, murmuraste
una palabra. No escuché tu voz.

Hubo un silencio doloroso, largo;
pude decirte tanto, sin embargo,
con una voz ausente dije: adiós.

Santiago, 1962

 

CHILE

Chile
fue para mí
siempre un amor difícil,
con la ansiedad profunda de la entrega imposible.

Entre aristas filudas de cordillera y rocas
y vientos milenarios,
fue una estrella
inasible;
o un reguero de espuma en el abismo inmenso
y triste del océano.

Más que un sueño fugaz, fue una desesperanza
de angustias cotidianas:
un recuerdo de aromas
que quizás
no existieron;
el encuentro furtivo
de lo no acontecido;
la palabra no dicha;
la canción no cantada;
la sed
interminable
y el llanto no vertido
de una pasión ardiente que quema desde adentro
y no encuentra palabras.

Fue un rojo volantín,
la nube en la montaña;
el otoño infinito;
la rosa deshojada;
el niño triste y solo y un poema inconcluso
que rima con la nada.

Guelph,1995

 


SANTIAGO

Santiago en primavera
me recibió
lloviendo
con un tango
de otoño.

Es difícil volver.
después de tanto
tiempo.

Reconocí el aroma
de jazmín y rosales tras las verjas
de hierro,
como si hubiese sido
que ayer cerré la puerta.

Recuperé el silencio
de las calles
heridas de nostalgias
y tantas cosas viejas.

Fui volviendo
de a poco
en la copa del vino
y en la bruma
y en el atardecer de campanarios
y en el sabor del pan
y en el dolor de tantos
y en el canto
de gorriones, chincoles y organillos.

Santiago, 1985



VIGILIA

En la penumbra,
apenas,
se recorta tu cuerpo.

Hay un dejo lejano
en tu vaga
sonrisa.

Dormida, silenciosa, sin dolor,
como ingrávida;
mientras la tarde
rueda
con un vibrar de grillos
y aroma de hojas
secas
y color de crepúsculo.

Yo te miro, distante.
Soy el guardián, acaso,
de tus sueños
y siento
que he invadido tu espacio
por un instante
breve.

Es como si tú y yo,
de pronto, compartiéramos
el íntimo silencio
de la noche
cercana.

A lo lejos, se escucha
el adagio de cuerdas de Albinoni.

El otoño
te envuelve de misterio
e irrealidad serena
en la penumbra
suave.

Y de pronto eres música
tan libre
como el
aire.

Guelph,1985

 

* * *


Carmen Rodríguez

A CASA

Cuando pienso en ti
mis pechos se agrandan
y duros
te apuntan
como flechas
untadas de dulce
pegajoso
veneno

Cuando pienso en ti
olorosos
palpitantes jugos
me abren
mientras camino
con éstas
mis piernas
rozando el aire tibio
plegado y hundido
explosión en ciernes

Entonces
en la mitad de la calle
a vista y paciencia
del mundo entero
como un chocolatín relleno
te desenvuelvo
y de a poquito
te voy metiendo en mi boca
hasta alcanzar
esa punta rosada y perpleja
que corona
tu arma
enarbolada

 


AMO HOGAR

Reconozco a mi madre
en el hueco largo oscuro de tu espalda

Déjame descansar
rodeada de piel
metida en tu mampara

No me dejes salir
el mundo es tan grande
hace tanto frío

Llévame metida en tu casa
de huesos y rumores
la única que tengo

Mi país existió hace tanto tiempo
con sus paredes de agua azul y nieves altas

Lluvia del sur
Macul en otoño
río Valdivia pujando vida hacia Niebla Mancera

Ahora estoy aquí
en ti

 


MI AMOR

Escarabajo de miel chanchito bigotudo
tibio sedoso me envuelves oscuro tú todo
ojos luminosos dedos encrespados
conejito de chocolate chupete de azúcar sabor a canela
ardes en la noche respiro contigo
te siento te palpo te alcanzo te sé
compartimos espacio tiempo sueños noche
estás ahí como antes mi madre mi país mi casa
conmigo contigo
viajamos la oscuridad
transcurrimos las horas
mi empeine se acomoda en el arco de tu pie
tu cara en mi hombro mi brazo en tu pecho

Mañana cuando salga el sol y estire la mano
estarás ahí estarás aquí

 

DESNUDA POR AHÍ

casa del sur
niña
ojos rodillas
cola sedosa
niña taimada
niña que silba

casa del norte
mujer
piernas peludas
boca de fiera
ojos metidos
detrás de unos vidrios
mujer cínica
mujer dulce
escondida en caparazón
de caderas y tetas

me voy a casa



DESTINO

tiempo medido
en valijas
fotos
kilos

tiempo de escarbar
dar vuelta a la esquina
de los sueños

peligro

 


EMBOSCADA EN CHINATOWN

Patos desplumados cuelgan dorados
picorocos asoman lenguas
silencio sorprendido

día azul
casitas cara al sol
ventanas vestidas de novia

centenarios ladrillos escuela de barrio
crujidera en el patio cubierto de otoño
me tienden súbita emboscada

zapatones delantales cuadernos cintas
imágenes quebradas galopan
brillan se esconden de nuevo
entre las grietas de mi cuerpo




LO QUE NO EXISTE

quién va a pagar
los daños y perjuicios
las raíces al aire
y todos machucados

mi trabajo es caminar
caminar rápido
como si supiera adonde voy

 

LUCES

mi cara de niña
mi cara de joven
me miran
desde las arrugas y las canas
del espejo



PALABRAS

rumores... humores

....... silencios

enredados quedan en
estos minúsculos insectos
caravanas de arañitas boquiabiertas



POSICIONES

Y yo, sentada
frente a la máquina de coser
sentada
en la cama de dos plazas
con cubrecama de cretona azul

pienso en tu pelo
en tus manos
en tu chaqueta café y tu chomba amarilla

y tu sombra se precipita sobre mí
y me esconde
sutilmente
levemente me esconde
mientras pienso en tu piel y en tus dedos
aquí
sentada
un domingo cualquiera de otoño



SUJETA

he creado un mundo para mí
cuatro pilchas viejas
unos cuantos libros
la mesa
música
un lugar ocupado por el orden
la armonía
el juego de colores y texturas
y el vino
blanco
seco
moviendo esta mano
resentida
ante la invasión autorizada de
hombre
niños
trabajo
cocina
necesarios enemigos
de esta parte mía
que goza el espacio
solitario
celular
que me he creado
aquí
dentro
esta noche fuera
dentro
mío
yo

 

* * *

 

Luis Torres

DESENCUENTROS

La noche había caído en las entrañas de la ruina,
pero tu voz sonaba aldici en el círculo enlozado
de los patios infinitos.
La fábrica zumbaba como antaño
sus motores ahogados,
sonidos del mar en la distancia,
tejidos,
lamentos y sudarios que volaban.
Escombros sobre vida,
me decías,
amigo de la nieve,
porque allí,
cuando pudimos vislumbrar
la otra unidad,
allí,
fue el desencuentro.

 

TESTIMONIOS I

Y vimos agua dando sombra a los aldició,
vimos rotas cañerías oxidadas
.......... que brotaban como brazos o raíces de los mismos muros,
.......... manos secas, cavernosas,
.......... petrificadas en las luces de artificio
o sangrientas venas de cuerpos rotos arañándonos con ansia.

Porque nosotros,
forasteros y engañados en la propia tumba nuestra,
éramos los mismos muros;
porque allí fuimos las paredes quebrajadas de la fábrica,
la unidad aquella que alguna vez fuera y ya no era
y era sólo el destrozo de sus arterias oxidadas.

.......... Nadie clamaba por nosotros en esos sitios,
............ ........ nadie nos esperó con su brazo en alto
.......... para decir,
.......... has vuelto,
.............. ...... hermano, hermana mía,
................. ... ven, abrázame y llora.

.......... Ya nos habían devorado y expelido.
Ni la memoria de los que colgaban de allí,
nada los estremecía.

 

POR aldici TAMBIÉN VOLVÍAN

Volver:
"poner aldición a una persona o cosa en el estado que antes tenía" (DRAE)

Y nosotros volvíamos para ser tierra aldición allí en la ruina.

................. ... Pero éramos la escoria,
................. ... los retardados de la historia.

Repetíamos canciones y consignas
pero ya nadie las escuchaba,
no las reconocían
porque el tiempo de lo nuestro había terminado.

Teníamos los gestos de un país que había desaparecido.

Decíamos nombres y no nos entendían,
queríamos narrar experiencias
y no tenían tiempo ni paciencia.

Queríamos encontrarnos en el habla con aldici
................. ... y nos rechazaban.

aldici eran el remedio y nos echaban ácido en los ojos,
nos escupían en la cara, la borraban,
la deshacían al pasar sobre nosotros sin mirarnos.

Volvíamos aldició que aldici también volvían a nosotros,
que la tierra sería el sitio del encuentro,
pero sólo nos dieron la ruina.

Por eso el silencio del suicida se fue haciendo más atroz,
porque nos dejaron atrapados
raspando en las huellas que un mal día pisotearon.

Y en el desengaño veíamos el país como espejismo,
................ el sitio de lo nuestro,
................ la tierra prometida que no sería,
las cárceles, los campos en la isla,
el fuerte donde colgaban las sombras de los asesinados;
................. ... esos serán tus territorios si persistes,
......................... ... nos decían,
................. ... esos serán tus territorios.

(Y eran esas muertes que daban vuelta la mirada del que vuelve,
era esa culpa de la vida que soplaba
cuando a ti te mataron en la noche de la isla.
Y ya nunca más podría revelarte
y nunca más porque a ti te mataron
y ya no estabas
y el país era un vacío al que no podía regresar).

Por eso ya no volvería al sur de su norte,
...............les gritaba,
....aldició así la aldición de sus palabras;
porque lo que hubiera de nostalgia
...........y del exilio
debía terminar en ese instante sin decretos,
tenía que salir por el otro lado la ruina,
............juntarse los pedazos repartidos,
............darse forma,
y con sus manos
que no tocaban nada en el país de la memoria,
.........se iba tocando los destrozos de su rostro descarnado,
.........se iba abriendo el nudo, aldición atrás,
................. ... y
......................... ... caían
.................................... ... las mortajas en la ruina
porque de ese grande desamparo,
como una fuerza ignota
que surgía de la pena de no ser,
de allí
...........tenía que empezar
................. ... al fin
......................... ... el amor
.................................. ... de sí
.......................................... ... mismo.

 


LA PROMETIDA

Por eso había dejado la huella y me dijo que volvería,
para no retornar jamás,
que volvería a las praderas y lagos del norte
a ver la prometida.
Que ya nunca más iba a retornar,
me dijo,
porque las montañas no caminaban ni los desiertos florecían
para éste que fue un sureño,
porque era otro el amor que le esperaba,
porque en el más terrible desamparo
esa tierra nueva fue el milagro:
"la prometida
de este
alucinado"

 


EL DEGOLLADO DEL SUR

Cuando tornó la cabeza,
para echar la última mirada a lo que dejaba,
cayó la aldición,
y entonces
quedó ahí congelado en el tiempo:
los pies hacia delante
y el rostro descarnado de los que desaparecían
clamando
hacia
el
sur

 

 

* * *

 


Ludwig Zeller

AGUJA DE HIELO

A Beatriz

Hay que haber visto haber sentido sobre la cabeza ese aguijón
Atroz cuando las aguas se tornaron filos, se endureció la voz
Y como un dardo colgaba amenazante en la ventana.
Crecía cada noche, era un inmenso ser de mil pupilas fijas,Caía el agua, despeñábase por las uñas soplabaEl viento de la pesadilla y crujían los dientes de la aguja.

Una tarde, en oblicuo tocó el pálido sol su piel de hielo
Y se tiñó de sangre el cuerpo transparente, recordó muchas
Vidas cuando cayó cantando en cataratas, cuando era mar,
Partícula de nubes o perlas de sudor sobre una frente.
Allí estaba el lanzón de hielo retorciéndose en luz
Como el sonido de una inaudible música, que otros filos tocaban
Con sus puntas haciéndolo sangrar en la caja de frío.

¿Quién tocará mis garfios?, me pregunto, ¿la sed de mi carroña
Que cada día arrastro por el mundo cada vez más oscuro, más vacío?
¿Y quién como al azar soplará allí en mis huesos hasta hacerlos
Cantar lo que han sabido siempre, que el amor es sólo una llamarada
Y al tocarnos convierte el hielo en pétalos que laten?



EL FAISÁN BLANCO

A Estela Lorca

Todas las puertas dan hacia la noche
Todas las aves vuelan hasta el árbol del llanto,
La nieve cae, si te vuelves cae y semeja el plumaje
Del silencio, ese rostro cerrado de la bruma.

Ahora te abres, se separan tus párpados y tu alma hace posible
La realidad de esas bandas del sueño, los ramos de lavanda
Que llevan desde una vida a otra los versículos de una oración
Sólo conocida por ti, sobre los ríos delirantes del tiempo.

Toda ventana se abre hacia el torrente que remontan las barcas
Por los desfiladeros de la luna esas venas del cuarzo
Espejo donde brilla un instante la piedad en tus pupilas
Cuando en silencio lloras y la nieve es más tibia.

Todos los rostros se abren a una máscara, siempre
La misma, dolorida, hirviente imagen donde el dolor
Resuena como un tambor, el corazón golpea, pide aire:
Dame a beber tus lágrimas ese perfume de tristeza muda.

Todo está quieto aquí. ¿Somos sólo fantasmas olvidados
En una casa gris en donde nadie llama? ¿No nos escucha nadie?
Las huellas en la nieve las va borrando el viento, ¿no eres tú
El faisán blanco y tus ojos los mismos que me miran en sueño?



CROQUIS DE LA LOCURA


Galopar hasta el mar, cruzar la arena al fin
Abrir las puertas mordiéndole los labios a la escarcha,
Bajar las escaleras de la araña suspendido de un hilo
Y soplar la radiante caracola que se cubre de espinas.

Navegar río arriba por tu frente de pálida amazonia
Que interroga en las velas el destino del viento.
Si pudieras, quemarías las plumas en un soplo,
Dobladas las espaldas en tibias cataratas late el cuarzo.

Dame tu cerbatana, el reloj de curare, la historia de tu vida
Será siempre la misma cuando le sacas puntas a la amada
Hasta dar con los huesos. Arranquemos la esquirla a la paloma
Demos vuelta los días, vamos a desangrarte en los tambores.

Tu quiebras las agujas, metes en la botella un dromedario
Escondes una joya encabritada al apretar tus piernas
Crees ser la sirena pero escondes la cola que acarician las llamas,
Al fondo de tus ojos corren jinetes verdes a caballo.

Mira la palma de tu mano ¿escuchas? Sólo el eco
Del llanto, frescor vertiginoso de la lluvia que cae.
Te ahuecas en un cántaro quieres tragar azul, sorbo
Tras sorbo, repites las costuras de un lenguaje olvidado.

 

* * *

 

Para adquirir este disco compacto, dirigirse a Ricardo Gómez López - Sello LEUTÚN, Teléfono: (56-2) 283 85 00, o al correo:

rayentruchile@hotmail.com

 

 


Proyecto Patrimonio— Año 2005 
A Página Principal
| A Archivo Luciano P. Diaz | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez S.
e-mail: osol301@yahoo.es
Antología BOREAL 1 Poetas de Chile en Canadá.
Por Luciano P. Díaz.
Febrero de 2005.