Su curriculum dice:
1971: trabajo en el departamento de
publicaciones infantiles y educativas de la editorial estatal
Quimantú.
Hay que recordar -y los amigos lo hacen- que se comprometió
fuertemente con los tiempos y las propuestas de los '70, en los años de
las utopías. La elaboración de un guión de historieta para niños en 1972
fue parte de la materialización de esta utopía.
Un trabajo dibujado por Ariel -seudónimo de Carlos Cabrera- en
seis números seguidos de "Cabrochico", revista infantil que buscaba
crear conciencia, con personajes solidarios.
Siguiendo el ideario de la editorial -formar y revelar las
contradicciones de clase, estimular el compromiso social a partir del
cuestionamiento de los valores que entregaban los cuentos tradicionales-
esta historieta escrita por Lira y llamada "Panchito en la tierra de la
fantasía" fue lo que junto al libro "Cómo leer al Pato Donald" escrito
por Ariel Dorfman y Armand Matthelard, miembros del mismo departamento
de la editorial, los que mejor representaron esta idea. ¿Hasta cuándo
-se preguntaban los editores-, insistiremos en que los principes azules
deben ser los maridos de nuestras hijas?
DIMENSIONAR SU FIGURA
Jorge Montealegre, poeta y amigo de Lira, lleva diez años
investigando el humor gráfico y se enteró de la existencia de sta
historieta. La buscó, pero lamenta no haber encontrado, en ninguna parte
ni siquiera en la Biblioteca Nacional, tres de los seis números de la
publicación en cuestión, porque espera reeditarla.
Para él, Lira es lo que podría llamarse un poeta múltiple -como
Enrique Lihn y Alejandro Jodorowsky- a quien la poesía se les volvió
insuficiente y, por tanto, debió recurrir a otras vías como el comic, la
actuación o las parodias.
-A veces -reflexiona Montealegre- interpretan a Rodrigo como
alguien excéntrico porque era irreverente y se cree que no le importaba
nada. De esa manera, consiguen demostrar que no es bueno considerarlo
como un modelo de poeta.
"Pero es muy necesario dimensionar su figura de maldito y
solitario, porque él era parte de una generación que venía de un proceso
determinado. Su desasosiego bajo el oscurantismo cultural en el cual se
dio a conocer como poeta, no tiene nada que ver con las ideas y utopías
que vivió y a las que hace referencia en al historieta."
"Rodrigo vivió el apagón cultural -continúa-, un momento en el
cual no hubo desarrollo del comic underground, donde sus propuestas
habrían tenido una acogida natural. Recién en 1982 comienza a surgir ese
comic no profesional, para adultos, experimental e irreverente, que
apareció como una manifestación generacional de una hornada posterior a
él".
El comic siempre estuvo presente en Lira, quien tenía
conocimientos de los planos y de la sintaxis del género. De hecho, hay
muchos poemas que pueden ser interpretados como posibles guiones de
historietas por el grado de descripciones que contienen. Un ejemplo es
su obra "Comunicado".
PANCHITO V/S LA FANTASÍA
Lira siempre tuvo una tendencia hacia lo gráfico y eso aparece,
por ejemplo, en los poemas fotocopiados que repartía a sus amigos, donde
en ocasiones agregaba la fotocopia de su carné, jugaba con letraset o
descolgaba las palabras.
-La inquietud plástica bullía en él; una señal formal de ello
está en que en 1975 ingresa a la Facultad de Bellas Artes de la Chile.
Además en sus exploraciones creativas, practicó el collage y la
intervención gráfica con intención de secuencia, que bien podía derivar
en una suerte de historieta experimental.
"A partir del poema "Mecanorma", al que definió como un poema
concreto de tipo letrista, usó letraset dispuestas en línea, en un orden
alfabético incompleto, letras y signos tipográficos que no llegaban a
formar palabras. Algunas parecían reventadas, heridas, mutiladas. En su
lectura, se entendía que cada modificación del signo era una
modificación en la lectura; cada jirón de letra, era un pedazo de sonido
que se le arrebataba. Poesía del silencio e impotencia. Grafismo e
histrionismo que, como conjunto trasciende lo que reduciéndolo se ha
dado en llamar su proyecto escritural".
El 26 de diciembre de 1993, fecha aniversario de su muerte, fue
publicada la llamada "Primera documentación", que resulta ser una suerte
de homenaje. Ahí aparece la descripción de la historieta creada para
"Cabrochico", en palabras del propio Lira:
"Panchito salió de su casa
en busca de la cabra Josefina. Se perdió y apareció en la tierra de la
fantasía. Ahí conoció a un duende que arreglaba zapatos, a un ogro que
no se podía afeitar y a una hada a la que le molestaban las alas para
dormir".
Una hoja de "Cabrochico", con parte de "Panchito en la tierra de
la fantasía"
de Rodrigo Lira y Ariel.
Para el poeta Jorge Montealegre esta historieta es demasiado
discursiva, sobre todo si se piensa que el receptor era un público
infantil.
-El guión posee en su contenido los ideales socialistas y
presenta también el tema del rol del escritor y la literatura -analiza
Montealegre- Se inicia un cuento sobre el cuento, un autor que se
refiere al autor; una crítica al genero cuento de hadas; en definitiva,
en esa historieta están presentes el ejercicio autoirónico, la
utilización del metalenguaje, la parodia, la caricatura escrita, la
sátira. Por otra parte, en la historieta estrena su polémica con el
medio literario y su implacable discriminación entre escritores y
escritorcillos.
"Panchito -siguen las palabras de Lira- se encuentra en la tierra
de la fantasía junto con sus amigas el hada y la bruja; dos personajes
de los cuentos europeos que lo llevan de un problema a otro. Cuando todo
parece solucionado, de la nada surge en la tierra de la fantasía, ante
los asombrados ojos de Panchito, un inmenso castillo de chocolate". A
partir de allí comienza un diálogo en el cual se explica que cuando un
escritor redacta un cuento, lo que imagina toma vida en la tierra de la
fantasía ( la misma idea de Michael Ende en "La historia sin fin" ) y
que son los escritorcillos quienes inventan cosas como los castillos de
chocolate o personajes "inútiles y anormales" como las brujas, los
duendes, los ogros y otros similares.
Si bien en este trabajo Lira ironiza y cuestiona, al mismo
tiempo, inspirado en los procesos de cambios que daban en el país,
propone. Por eso, el protagónico Panchito sugiere a los seres
fantásticos, una solución para que dejen de ser inútiles: "Vamos a usar
la magia del hada y de la señora bruja para convertirlos a todos en
gente normal. Al ogro lo convertiremos en mecánico, al príncipe en
estudiante y a la princesa la convertiremos en una buena estudiante de
un liceo de San Felipe".
Y, siguiendo esa misma lógica -aunque invertida- él mismo se
viste, se transforma, se figura personaje útil y dice "yo soy Otelo", el
23 de noviembre de 1981, en el programa "¿Cuánto vale el show?":
"En
realidad yo soy poeta, / y yo llegué a esto a través / de la poesía, con
un interés en recitar, / en declamar mejor mis propios trabajos / y he
estado este año trabajando / mucho, incluso con trabajos de otros
autores. / Pero yo, básicamente, soy poeta y no quise traer un / poema
mío, porque de alguna / forma ya tengo algunas publicaciones / y no
puedo pasar como aficionado / En cambio como locutor, o como actor, / o
como artista de la voz, digamos, / soy absolutamente
autodidacto".
Y el amor,
¿cuándo?
V.
S.
Más allá de
la reflexión -propia o ajena- sobre su obra, también en los
escritos que pertenecían a su vida privada, como sus cartas,
queda en claro la búsqueda de lenguaje de Lira.
Lo que viene
son extractos -inéditos hasta ahora, por cierto-, de un cuaderno
escrito por él a una mujer que amó. Ni en estos textos se libra
de la experimentación.
"Esto es sólo para ti / sin devuelta si
quieres lo guardas / no sería la primera vez / Si quieres lo
quemas / no será la primera vez, pero ahora no te daría ningún
bofetoncillo cual le sucedió a una chica de biología hace tres
años -se lo merecía, eso no era una carta, era conjuro, un
spell. Cantaban "I put a spell on you" en la radio, no me
acuerdo quienes, yo habría puesto un spell sobre aquella
dieciochera -luego cumplirá veintiuno, ella lo quemó, se liberó
del conjuro, le dí un bofetón".
"(...)
Si llegas a Kererme. Avísame / tal vez entonces
yo te siga keriendo aún / y la rosa ke engalana / se vestirá de
fiesta Rodrigo / con su mejor color".
"De
nuevo escribiéndote / Lunes 8 de marzo, siete y media
de la tarde / ganas de llamarte por teléfono / tal vez más rato
/ te quiero / Es lo que tú decías, que cuando habías estado /
enamorada podías escribir eso no más, varias veces / Podría
llenar lo que quede del cuaderno con te quieros / te kéro / te
kéro / T. Kéro. / Mucho. / Es todo lo que puedo escribir /
quiero llorar / Es algo en mi pecho / Es todo lo que puedo
escribirte ahora. / Me da miedo llamar por teléfono. / Te
necesito".
"(...)
Escribiré aquí, porque allá en el departamento
me espera un caos doméstico que expresa, pero supera -exagera-
mi caos mental, y se brinda mi cama para que en conjunto con la
radio me ponga a pensar en ti y me pase la conclusión -pero no
la revise ni la ponga en duda- de que puedo quererte, que puedo
amarte, que puedo iluminarte con la luz que a veces se me apaga,
que puedo darte la paz que no tengo...".
"(...)pero amateur de amores, de
cópulas, de ayuntamientos y hasta de besos, porque no se ha dado
lo que contigo podría ser, lo que podría también ser, no lo
único, porque también el enseñarte, el monopolizarte, el darte,
el obedecerte, el docilizarte, suave, porque a pesar de los
temores que inspiro a veces soy suave, easy, I´m easy como los
domingos en las mañanas, aunque no necesito decírtelo en el
sentido de que no lo sepas, porque me conoces, me conoces, me
conoces".
"(...)si ella se arriesgara como tal vez
tú no quieras arriesgarte; porque es difícil, me temo porque hay
una coraza invisible como el poncho, pero densa y sólida y me
costaría sacármelo por completo para darte mi pecho desnudo,
expuesto, mis hombros sin tensiones para que muerdas y muerdas y
te des cuenta que eso te justifica te explica y te completa más
que juntar palabras, mucho más que pararte en un escenario,
mucho más que ocupar cualquiera de tus roles o encaramarte en
cualquiera de tus estatus; o tal vez me proyecto me equivoco, y
eso me completaría a mí tanto como lo que me completa -y
justifica y explica- este triste escribir mientras se
comercializan las ramitas Chis Pop en esta fuente de
soda-cafetería-restaurante".
"Porque siento que me calzas, que no me
quedas / ni grande ni chica, niñita grande. / Estoy cansado.
Chao (por ahora)".
"(...)
Y no es lo mismo con Castillo Velasco, con la
calle Alcalde Eduardo Castillo Velasco que encarece telegramas
con su título, su nombre de pila y sus dos apellidos, que son
importantes, porque así no es difícil cachar que el tipo es
hermano de otros señores que no murieron prematuramente como él;
dejando a su bella viuda, -que no se llamaba Gloria sino de otra
manera, de cuya no quiero acordarme- rompiendo la hermosísima
pareja que formaban, él, tan parecido a Clark Gable y ella árabe
menos que a la mujer esa tan hermosa, que no recuerdo en este
momento cómo se llamaba, tal como hace su buen rato no pude
acordarme de que Silvinho se llama o se llamaba o se hacía
llamar así: Silvinho...y Silvinho, el que se preguntaba cómo
vivir así, en esta soledad, tan llena de ansiedad / de ti /
¿ansiedad de ti? / ¿tan llena de ansiedad / (Tan llena ) de ti?
/ ¿Tú llenas esta soledad? / Sí, sí. Esta soledad, tan llena de
ansiedad, está también llena de ti, por algo te escribo, y no
quiero prodigarte eventos epítetos porque mal que mal estoy
escribiendo y de repente esto lo intercepta tu gestapo
particular, tu CFI ( Central Familiar de Informaciones ) /
¿Bastará decir que esta noche te quiero un poquito?".
"Tú,
no la única puerta que me queda ya / pero si me la
abrieras me atrevería a entrar / yo te abro mi puerta / no la
última que te quede ya / el problema es si te atreves a entrar o
no / (no te romperé el corazón ni te desquiciaré,) / puerta
entreabierta. / ni te provocaré cortocircuito alguno ¡Atrévete!
/ No me des tiempo para la duda: / las papas queman, las
quemaduras duelen, / pero las papas se enfrían de repente / y
retorna el vacío el hoyo el vano / la soledad hipermencionada /
quiero quererte / te necesito para quererte, para aprender a
quererte, / para enseñarte a
quererme...".
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en La Nación 3 de febrero de 1996