CRONICA 
              DE UNA REUNÓN INESPERADA 
              
              
              
              Por Leoncio Luque Ccota
              
          
          
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          Después de muchos mails, telefonazos, cruce de información, 
            confirmación y reconfirmación, entre risas, los integrantes 
            de Noble Katerba quedamos en reunirnos a las diez de la mañana, 
            en la casa de Roxana Crisólogo, Malecón Cisneros, Miraflores, 
            Lima, Perú, frente al mar de Grau y al monumento del Parque 
            del Amor.
            
            Yo estaba preocupado de que a esta reunión asistiera la mayoría 
            de los integrantes de NK; se comunicó a Gonzalo Málaga 
            y Manuel Cadenas. Pasé por la casa de Pedro Perales muy temprano, 
             para 
            confirmar su participación. Llamé a Johnny Barbieri; 
            quedamos en el Parque Kennedy de Miraflores; llegó puntual. 
            Fuimos al encuentro de Roxana, nos perdimos, pero igual, llegamos 
            a un edificio con la dirección en mano. Hicimos una llamada 
            para confirmar. Una vez confirmado, subimos al quinto piso. Una amable 
            Roxana nos acogió y nos presentó a su esposo.
para 
            confirmar su participación. Llamé a Johnny Barbieri; 
            quedamos en el Parque Kennedy de Miraflores; llegó puntual. 
            Fuimos al encuentro de Roxana, nos perdimos, pero igual, llegamos 
            a un edificio con la dirección en mano. Hicimos una llamada 
            para confirmar. Una vez confirmado, subimos al quinto piso. Una amable 
            Roxana nos acogió y nos presentó a su esposo. 
            
            Pedro Perales estaba presente. Había llegado con antelación. 
            Pasamos a una sala con vista al mar. Allí estaba Trilce, su 
            hija. Comenzó la reunión, vimos lo que nos había 
            convocado: el libro de Noble Katerba, una muestra de poemas, 
            testimonios, biografías y bibliografías.
            
            En la reunión se habló sobre el proceso de la poesía 
            peruana de los noventa, sobre los insultos y diatribas que aparecían 
            colgados en las páginas virtuales. De la información 
            sesgada que se daba conocer a través del Internet sobre el 
            panorama de la poesía de los noventa. Sobre la construcción 
            de componendas que se manejaba en las páginas culturales, para 
            consagrar a los amigos y también de las antologías armadas, 
            sin rigor poético ni criterio, que aparecieron en estos quince 
            años. 
          Pero también de la importancia de definir la configuración 
            del libro, a ser publicado por la Biblioteca Nacional de Perú, 
            y del compromiso que se había adquirido con esta institución. 
            
            
            Hablamos sobre la falta de tiempo de Iván Segura que enviaba 
            sus mensajes y de esa cortedad para comunicarse con nosotros. Donde 
            señalaba, eso sí, estar enterado de las conversaciones 
            que se suscitaban a través del correo. Temas pendientes que 
            se resolvería a través de Hablemos sin tapujo. Un debate 
            que permitió y terminó por madurar la idea de publicar 
            el libro de Noble Katerba motivo de esta nueva reunión 
            postergada tantas veces y por años. 
            
            Ya había pasado dos horas de reunión, cuando hizo su 
            aparición sorpresiva Iván Segura, a quien suponíamos 
            en Francia, más exactamente en Lyon. Roxana no sale de su asombro, 
            e Iván, como si no hubiera pasado nada, saluda, y nosotros 
            atinamos a abrazarle efusivamente. No habíamos advertido que 
            unos minutos antes la hermana de Roxana había anunciado la 
            llegada de Iván Segura. Roxana había dicho que Iván 
            estaba en Francia, que era imposible.
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          Este encuentro inesperado no pasaría de ser una 
            mera anécdota sino fuera porque Iván Segura es un poeta 
            comprometido con la poesía y con el colectivo Noble Katerba, 
            que durante estos quince años ha establecido un vínculo 
            de afirmación poética a través de su estancia 
            en Francia y su lealtad poética.
            
            A Iván Segura lo conocí a comienzo del año 1989, 
            cuando aún era integrante activo del grupo Mural, de la Facultad 
            de Derecho de la Universidad Nacional Federico Villarreal, donde participaban 
            Roxana Crisólogo, Gonzalo Málaga, Teddy Panitz, Armando 
            Agüero, Raquel Alvarez y Milagros Lazo, en recitales de poesía. 
            
            
            Con Iván, aún muy joven, de diecinueve años, 
            establecí amistad muy especial y de mutua admiración, 
            por su precocidad en la lectura de la poesía universal. Es 
            a través de él que conocí ampliamente la poesía 
            de Jorge E. Eielson. Siendo al mismo tiempo un nexo importante y vital 
            que permitió establecer un contacto de unión libre para 
            formar el colectivo Noble Katerba, que en principio se venía 
            gestando con Neo Babel y Estigma, grupos poéticos de la Universidad 
            Federico Villarreal.
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          Bosques de Formas: un libro de contemplación y búsqueda 
            de sentido
          Jorge Iván Segura, se descubre en este libro como "centro 
            del sentido", aquel que construye su camino desde el centro de 
            la contemplación; un mundo observable y observado. Poeta que 
            se expande en el resquicio de las palabras sin miedo, y se rebusca 
            en el sentido de la contemplación por medio de alguien "la 
            boca de un dios/ que no es el hombre/ pero sí/ el nombre de 
            Dios". Hay una reacción y búsqueda de relación 
            con la contemplación y el sentido del cuerpo, a través 
            de un bosque de imágenes, que permite recorrer y reconocer 
            el mundo interior, como movimientos de antítesis, que se da 
            en nuestra naturaleza donde el tiempo-espacio-tiempo-sentido-contemplación, 
            se trasmite no solo a través de los paisajes que recorre la 
            poesía de Iván Segura, sino por dos momentos: contemplación 
            y reflexión poética que nos acerca a la vida terrena.
            
            Bosque de formas es un libro de sentido y contemplación 
            que acontece alrededor del hombre, e interroga sin preguntar, pero 
            observa "desde el fondo de un espejo/ la eternidad trocada en 
            ojos", para saber, sobre los espacios que abarcan el "origen 
            y término" de lo que nos rodea, haciéndonos reconocer, 
            descubrir los elementos que la naturaleza nos da, con su historia 
            y sus elemento de destrucción. 
            
            Bosque de formas se presenta bajo un bosque de signos que nos 
            dibuja imágenes de transformación permanente, de perecimiento, 
            pero "contemplando (siempre) lo suyo lo mismo" desde aquello 
            que desfila bajo las preguntas sin respuestas, para reconocerse y 
            afirmarse en los "ojos de la realidad", que el poeta asume 
            como suyos, y luego "esperar el sonido de la noche y al fin abrir 
            nuestros brazos" en forma solidaria y aceptarlo todo "en 
            ese hoyo profundo del fuego que perenniza" y que le da trascendencia 
            a los seres dispersos.
            
            La destrucción a que apela Iván en sus imágenes, 
            significa para mí una construcción de vida que "enriquece 
            los nacimientos/ nacientes mariposas/que ya vuelan, que remontan a 
            su lugar de inicio/ hacia donde tu visión de perfectible lince/es 
            muerte de sabiduría o sabiduría/ rehaciéndose 
            incesantemente". Es una destrucción que deviene en vida, 
            una muerte que se viste después de una noche, en luz de vida; 
            una eterna lucha de llamarada que se contempla en la reflexión.
            
            Su poesía camina sobre un camino de " tronco de vidrio 
            irrompible", que se rompe solo para rehacerse nuevamente e iniciar 
            el nacimiento de un nuevo ser que nace "dejando pasar la luz 
            de la luna a tu rostro/ mientras tú sientes belleza". 
            Ese goce de belleza que se siente y es irrompible, es lo que se siente 
            cuando las imágenes de los poemas de este libro se apoderan 
            de nuestra conciencia, sin importar lo que dice, sino lo que es, como 
            prolongación de nuestra existencia.
            
            Bosque de formas es un libro de contemplación de vida, 
            muerte y vida, que nos despierta vínculos con el entorno real 
            e imaginario a través de esa experiencia, que "ahora camina 
            entre ciénagas que todo te negaron/zonas que igualan tu conciencia 
            en la conciencia de otros/admitiendo una búsqueda semejante 
            a gloria o derrota". Un libro que a través de esa contemplación-poesía 
            nos permite leer con sabiduría, las formas, las imágenes, 
            los colores, la naturaleza que se eterniza en esta "presencia 
            permanente", que es este libro y que "como libros que abren 
            sus hojas al tiempo", avanza como esa oruga lamiendo los sentidos, 
            la naturaleza muerta, orgánica, inorgánica en ese terreno 
            "lleno de árboles que dan hacia el abismo." Pero 
            que nos permite salvarnos de este abismo, a través de la poesía.
            
            Destrucción-amor-nacimiento-serenidad no es nada sin ese "centro 
            del sentido" que Iván Segura nos lanza como salvavidas, 
            al inicio de su Bosque de formas, para entender lo que es, su poesía. 
            Un libro que se construye sobre un hilo conductor que es el sentido, 
            recuerdos que se recrean en imágenes y vislumbran una relación 
            de naturaleza-cosmos-cuerpo-sentido-contemplación. A través 
            de ese yo poético, Iván observa un mundo orgánico 
            e inorgánico que va más allá de nuestro entendimiento.
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          La caminata de Noble Katerba se inicia en los noventa en la poesía 
            peruana y sus integrantes han marcada una huella poética que 
            con el tiempo ha madurado en reflexión y madurez. Un camino 
            amplio, gestado y construido, con esa experiencia colectiva de la 
            que Iván Segura participa y hace conocer a través de 
            su poemario Bosque de formas, que se publica en octubre de 
            1997 y sale a la luz en silencio, con intensidad propia de cada palabra 
            impresa que "contempla y descubre" un mundo poético 
            y camino particular.
           
          
            Leoncio Luque: http://hablapoeta.blogspot.com/