I. Después del libro "Se ha despertado el ave
de mi corazón", publicado en 1990 a los 19 años,
cual Rimbaud, con prólogo del poeta Raúl Zurita, se
nos devela el texto reciente de Leonel Lienlaf:
"Pewma Dungun: Palabras Soñadas", texto de
doble registro, castellano y mapudungun que presenta cuatro divisiones,
que al parecer, tienen que ver con los espacios de identidad territorial,
llamados en mapunche: Meli Witrañ Mapu.
El texto tiene como obertura el poema Pewma dungun/palabras soñadas,
porque a partir del Pewma(sueño) comenzará a proferirse
un discurso poético anclado en las coordenadas de lo mapunche,
por ello, es recurrente leer los elementos esenciales de la vida en
el texto completo como son: el fuego, el viento, el agua o las montañas.
Pero, el poeta Lafkenche comenzará así:
"Me adentro
en estos cantos de sueños"
El sujeto de la enunciación poética, no está
ubicado en el presente inmanente, sino que parte de cierta temporalidad,
lo que en mapuche denominamos Kuifi(lo antiguo):
"En antiguas palabras
navega mi corazón"
También, este tipo de poesía es situada en un espacio
determinado, ya que, según nuestra lógica, los discursos
se profieren alrededor del fogón, alrededor de la cocina a
leña o el brasero, en un momento determinado del día,
vale decir, en el Pun(la noche) donde los kuifikeche(sabios u antiguos)
educan mediante el Nütram(la conversación) a la generación
nueva(los pichikeche), por eso Lienlaf dice:
"y me abraza
junto al fuego"
Prosigue luego Lienlaf con el texto Pewma, poetización
del sueño cuyo presagio nos plantea cierta anuncio ya que:
"un zorro me pareció
llorar por las montañas"(Lienlaf p.11)
Lienlaf a continuación en el poema Baile Sagrado acude
a la lucha simbólica entre las fuerzas de la tierra y el mar
representadas en Kai Kai Filu y Tren Tren Filu . Se alude a la luna
como elemento gatillador de esta danza dice:
"bailan las culebras,
allá arriba
esperando a la luna"(Lienlaf p. 13)
Esta danza concluye a la caída del sol con la aparición
en el texto de Kalfukura, Toqui de los pampas del Puel Mapu, quien
estableció alianzas con Kilapan, cacique del Gülumapu.
Con su ejército atacó Buenos Aires; Kalfukura murió
en 1873. Por eso, es que el yo poético desentierra como diría
Carlos Fuentes, el espejo enterrado de la memoria, para vernos en
ese pasado, nuestra utopía:
"Tras la hilera de piedras
Kalfukura sueña"(Lienlaf p.13)
Hagamos notar que en estos dos últimos versos de Baile
Sagrado aparece nuevamente el Pewma como elemento fundamental
del libro, pero ahora Kalkukura es quien sueña, porque este
toki manejaba según, las buenas lenguas, su propio pichipillán,
con el que se levantaba el viento y aparecía la polvareda,
o bien, le enterraban una lanza y le volvía a crecer el corazón.
Un día parte a la cordillera a encantarse en no sé qué
roca.
Prosiguiendo esta propuesta de lectura del libro Pewma Dungun,
leemos el tejido textual denominado Mankean. El sujeto poético
abre el texto como un viaje:
"Recorrí muchos lugares
buscando los secretos de la tierra"
Luego, el poeta se desdobla como un yo polifacético a la manera
de Rimbaud: Yo es otro, o como Parra, Yo: Otros, para asumir la voz
de Mankean o hablar como él. Adviértase que Mankean
es un hombre que vive el proceso de encantamiento en una roca, transformándose
en un Ngen del Lafquen mapu. En este poema, por tanto, vivirá
en la playa por transgredir las normas del ad mapu:
"Sentados
sobre una gran montaña
mirábamos.
Caminos de culebras negras
Iban cayendo hacia el mar"
Por otro lado, se cierra, la primera parte del libro con Meulen,
el o la remolino, alusión al viento malo o el viento arremolinado,
que causa el desequilibrio al Che(la persona) en cierto momento del
día como en el Ragiantü(cuando el sol se posa sobre nuestras
cabezas) o en la entrada del sol en la tarde, entre oscuro y claro(zum
zum). El poeta presiente a Meulen en otro momento del día :
"Dicen
que en la madrugada
volando
Meulen cruzó los aires"(Lienlaf p.17)
Prosigue el hablante lírico poetizando y contemplando el mundo:
"Dormido entre los tallos
estaba yo escuchando su murmullo,
pasó la noche suave entre los cerros"(Idem)
Luego, observamos la incorporación de elementos de la naturaleza
en Meulen:
"un pájaro de polvo"
Se cierra el poema, presintiendo el desequilibrio, pero no adoptando
su ser:
"entumeció mi cabeza
con su vuelo"
II.
Por otra parte, en la segunda sección del libro, se sigue
las líneas o la entrelíneas de un discurso cuyos soportes
serán las alusiones a la memoria del pueblo mapunche desde
una identidad lafkenche que preconiza la unificación de la
territorialidad o etnoterritorio; la creación de múltiples
sentidos a partir de la construcción de un mundo poético
en que se apuesta a la autodeterminación, porque se testimonia
poéticamente no como el vidente del pueblo sino como un ser
cuya poesía ha conflictuado con el discurso del poder. Por
eso, se alude a los antepasados, los espíritus o bien a los
seres anunciadores. Todos ellos serán los referentes de la
palabra. Con ello, se retoma la enunciación, Lienlaf dirá:
"Han venido los espíritus
dando vueltas sobre el fuego
y en el canto de los zorros
me hacen llegar su palabra"
¿Puede hablar el subalterno?, dice Gayatri Spivak, responde
John Beverley "lo subalterno precisamente con oral" habla,
profiere, discute digo, con el poder de esa oralidad que se decodifica
y se transforma en textualidad. Por ello, se recurrirá nuevamente
al sueño, no aquel sueño freudeano, que será
la proyección de los deseos, sino aquel sueño como hemos
señalado en mapunche denominado Pewma, un tipo de ensoñación
develador de la realidad. Dice Lienlaf en Ulkantun:
"Anoche soñé,
hermana
que cerca de un estero mi voz andaba
pasé
anoche no más
por una piedra que florecía "(Lienlaf, 2003: 21)
Seguido, se evidencia la poetización de una práctica
cultural: el palín. Nótese, que los referentes discursivos
serán el viento sur y el norte, vale decir, lo benéfico
y su contra. Estos dos vientos ejercerán el Palitun, porque:
"saltan los espíritus
sobre los laureles del estero."(Lienlaf p.23)
Todo lo anterior percibido por la Machi, quien será la encargada
de comenzar el Palitun para que tenga cierta lógica Mapunche
y todo sea vivido de acuerdo a nuestra hermandad:
"Mientras la gran machi canta,
las nubes
bailan sobre su casa"(Idem)
Por otro lado, en el texto Ngillañmawün percibimos
una pequeña ceremonia en que el poeta conversa con sus antepasados
pidiendo por:
"mi corazón y mis sueños"(Lienlaf p.26-27)
ya que el che está en completa comunicación con la
naturaleza, en los que también están siendo representados
los abuelos:
"porque frente a sus esteros estoy cantando"(Idem)
Uno de los elementos simbólicos recurrentes usados en el texto
será la plata. De aquello nos recordamos de un piam que dice
cómo nació este metal, usado frecuentemente por las
papay. Dice que la luna en forma de mujer vino a sembrar un árbol,
éste floreció hacia abajo, las mujeres buscaron en sus
raíces y ahí apareció la plata. Por esos el Ulkantufe
dirá:
"En esta noche limpia,
esconde sus emociones
la luna
me mira
detrás de la plata fría"
Terminará esta segunda parte del libro Pewma Dungu con el
poema We Tripantü, ceremonia de año nuevo o la
nueva salida del sol, denominada también como Wiñoi
Tripantü, en que se busca restablecer las alianzas con la
ñuke y el chaw mapu mediante la purificación a través
del agua. La ñuke kütralwe(naturaleza) estará más
sensible, debiendo el che pedirle a ese ser que cuida la vertiente
dicha purificación espiritual y material, por eso habrá
que:
"cantar junto al agua papay.
Ngenko nos limpiará de los malos sueños"(Lienlaf
p.29)
III. La poesía, un tipo de texto que representa, enuncia,
capta la capacidad simbólica del inconsciente colectivo como
diría Jung, de todo un pueblo, que posee un semantismo de segundo
grado, vale decir, un doble significado, también es una apuesta
a los discursos fungibles de la realidad, sobre todo cuando somos
invadidos por la (post)modernidad, cierta entelequia conceptual no
acorde a los pueblos originarios, quienes lidiamos desde el pasado
con la memoria histórica como soporte de nuestro pensamiento.
Al parecer, el discurso de la globalización será la
homogeneidad, ya que por medio de la hiperinformación se blanqueará
todo lo diferente, sin embargo, está nuestra poesía
mapunche, una herramienta de desestereotipación ideológica,
un instrumento que hace que al otro ver, hurgar, en lo visible/invisible
y comunicarle que:
"hay silencio en las palabras,
el fuego duerme,
solo la flor de la ceniza
baila sobre las brasas"(Lienlaf p.31)
Será en por medio de ese silencio en que encontraremos una
mayor comprensión para con las cosas.
Por otro lado, hacemos extensivo lo que plantea W. Benjamin en lo
que respecta al recuerdo para con los vencidos y reventados de la
historia, ya que este tipo de literatura, denominada etnocultural,
de doble registro, revuelve en las cenizas de esa historia no dicha,
de la opresión, pero también de contemplación
y del recuerdo, pero sobre todo de comunicación con los Kuifikeche.
Esto último es lo que plantea el texto Chonkitun, la
conversación con la abuela, quien ha sido la que le ha transmitido
la sabiduría, según el Regma o Küpalme
, por el lado femenino del meli folil küpan:
"abuela
y el camino del cielo
me trae tu voz"(lienlaf, p.33)
El libro prosigue con la escritura de un ÜL, canto o
poema, poema cantado o bien romanceado. A este respecto, se tiene
conocimiento que existe diversos tipos de ül, como el paliwe
ül, machi ül, konakül, kollonül, entre otros,
y dependen del rol social del che. Además se habla del tayül,
como cantos netamente espirituales y del llamekan, cantos poéticos
proferidos por mujeres. En lo que respecta al poeta éste breve
texto alude a ese lenguaje de los pájaros tan cultivado por
el üñumche Ayllapán, porque por medio del
mapunchedungun se podía conversar con los seres del entorno,
he aquí algunas de esas antiguas manifestaciones discursivas:
"lento van las palabras
canta un sapo,
allá afuera;
lejos,
en la quebrada
un pájaro carpintero
aplaude"(Lienlaf p.35)
El texto Güy, que continúa tendría esa misma lógica,
al igual que Sueño 1, pero con nuevos aportes como ver a la
naturaleza como anunciadora de presagios, sobre todo, el percibir
lo positivo de las energía que ella nos entrega:
"en el fogón de la casa
mis antepasados
me hacen señas desde la distancia"(Lienlaf p.39)
Culmina esta unidad poética con Mongen Pewma. Hasta
aquí la idea de Lienlaf, poeta del lafkenmapu, con un poema
epigramático que visualiza al mar como generador de sueños
y realidad, aquel binarismo constante en la idea del mapunche:
"Hoy he vuelto a vivir
en estas palabras
porque en otros mares
navegan mis sueños"(Lienlaf p.41)
IV. Se da comienzo en la última sección de poemario
Pewma Dungu con un Weda Pewma titulado Trepel Pewma,
un mal sueño que anuncia la llegada del Weküfü, la
energía del desequilibrio que opaca el canto y por en ende,
la propia palabra:
"sobresaltado está mi corazón, hermana
porque espíritus malos
han asustado mis cantos" (Lienlaf, p.43)
Pero, qué es lo que ve Lienlaf, qué es lo que quiere
(re)presentar en Küruf, al parecer la continuación del
desequilibrio pero ahora del Wallmapu, dice:
"Sobre los campos talados
angustiados
da vueltas el viento"(Lienlaf, p.35)
Advertimos que existe una diferencia muy importante entre el pensamiento
occidental y el Rakiduam Mapunche, el primero ve a la tierra como
elemento de producción, sin embargo, para el mapunche es vista
como dadora de vida. Ello al parecer se da cuenta y por eso se observa
al referente de la poetización, el Kurüf, el viento, como
en desarmonía con el resto de los elementos:
"sobre el polvo y las cenizas
arrastrando los nidos
donde soñaron las aves
el viento se enloqueció entre las rocas"(Idem)
Prosigue el yo poético, en el texto Wedake Dungun con
una visión/percepción del artificio, de aquello que
violenta e invade su espacio territorial Lafkenche y su propio mundo
poético con su referentes el mar y tierra. El sujeto retoma
el testimonio como función comprometida de la poesía:
"Veo
ejércitos de pinos
bailando sobre los restos del estero
y camiones blindados
empolvando las espaldas
de kai-kai."(Lienlaf, p.47)
Pese a esta, carnicería de la realidad, surge la esperanza
de un mundo posible, en constante renovación ante lo mortuorio:
"un tímido chilco aparece
escondido tras el barranco"(Lienlaf, p.49)
Casi, declinando esta lectura de Palabras Soñadas, leemos
Quinquén, tierra de refugio, territorio Pewenche, que
ha sido mellado históricamente por las doctrinarias del pensamiento
civilizador, Quinquén, poetizado como un espacio purificador:
"el miedo de mi sombra se durmió
abrazado por el canto del estero"(Lienlaf, p 53)
porque el agua ha sido lo que limpia al ser y a los sueños,
por eso cierra el libro Pewma Dungun, Palabras Soñadas, el
poema Aguas, en que se hace referencia a Weyeltue, padre/madre
del río Bío Bío, dice:
" Weyeltue
y mis sueños se pierden
detrás de las montañas" (Lienlaf, p.55).