Américo Ferrari,
poeta peruano
Ni cuento ni canto
Por Felipe Cussen
Artes y Letras de El Mercurio, Domingo
2 de Octubre de 2005
"God only knows"
Brian Wilson / Tony Asher
Américo Ferrari (Lima, 1929) ha explorado la poesía
desde diversas dimensiones, con importantes estudios sobre lírica
hispanoamericana (de los poetas Eguren, Herrera y Reissig, Moro, Girondo,
especialmente Vallejo), traduciendo a poetas alemanes fundamentales,
como Novalis y Trakl, y difundiendo nuevas voces a través de
la revista digital El
artefacto literario .
Su propia trayectoria como poeta ha concitado interés en los
últimos años: en 1998 se editó en Barcelona su
obra poética completa hasta la fecha, Para esto hay que
desnudar a la doncella, tras la cual siguieron Casa de Nadies
y Noticias del deslugar. A meses de la publicación de
su nuevo conjunto de poemas, Visitas del otro lado, Américo
Ferrari gentilmente accedió a responder las siguientes preguntas.
Silencios
—En su obra poética existe una obsesión con un lenguaje
que se expresa en términos negativos: las palabras se fragmentan
y abundan las referencias al silencio, a la anulación del yo
y a la nada. Quisiera saber cuáles son las raíces de
esa obsesión y por qué, en vez de secarse en la mudez,
ese lenguaje continúa fluyendo.
- "Yo creo, o mejor dicho he sentido siempre que la poesía
brota del silencio y nos visita —por lo menos a mí me visita—
de noche cuando reina el silencio y no lo deja a uno dormir; quizá
por eso uno de mis primeros poemarios se intitula El silencio las
palabras: las palabras que nacen del silencio. Para mí
la poesía es cosa nocturna o, digamos, mi poesía; creo
que también ha haber poetas diurnos pero esos son de otra constelación;
yo me siento más bien vinculado con Novalis y otros poetas
de la noche. En cuanto al yo, me parece un intruso que lo único
que hace en poesía es molestar; hay como una obsesividad de
don Yo en la llamada poesía lírica: siempre he sentido
que el poeta es un don Nadie y quizá sea por eso que don Yo
le hace tan poco caso. Don Yo es un personaje importante, don Nadie
no. .. Todo esto creo que está vinculado con una percepción
de la nada que se difunde en todo lo que es ser; recuerdo un verso
de Leopardi que cito en mi último poemario todavía inédito:
'a noi presso la culla / immoto siede, e sulla tomba il nulla' (Sobre
nosotros desde la cuna / inmóvil se cierne y sobre la tumba
la nada)... Es un sentimiento, o bien una percepción... En
cuanto a las raíces de tal sentimiento quizá estén
simplemente en el nacer, pues el delito mayor del hombre es haber
nacido, ha dicho Calderón. Y el delito todos lo pagamos muriendo,
digo yo... Y lo más importante de la pregunta '¿por
qué en vez de secarse en la mudez ese lenguaje continúa
fluyendo?', quizá simplemente para contestar gritando, lo que
no pueden hacer, por cierto, los mudos".
El desierto
—¿Qué significado le atribuye a la
imagen del desierto (que aparece en poemas como Borraduras o La música
callada) como lugar de la anulación del yo?
- "El desierto siempre ha sido para mí un lugar importante
de la poesía, y frecuenta a los poetas que lo frecuentan en
la realidad de la geografía o en la realidad de la visión
de los ojos cerrados; aparentemente ha atraído bastante a los
poetas: San Juan de la Cruz, José Ángel Valente tuvieron
ciertamente una visión no puramente mental sino física
de la extensión desierta. Yo mismo que escribo esto nací
en una especie de mal oasis en medio de un largo impresionante desierto
de arena: ahí en medio estaba Lima, con sus arbolitos y sus
aves marinas. Pienso que don Yo no se siente a sus anchas en el desierto
y quiere estar rodeado de todo un público de figuras y figurones
que lo miren y lo ensalcen; yo pienso o mejor dicho siento que la
poesía está más allá, en una línea
fluctuante entre el mar, la arena y las aves marinas. Visión
de un paisaje de adolescencia, quizá".
Dios y la poesía
—José Ángel Valente escribe en un poema:
"BORRARSE. // Sólo en la ausencia de todo signo / se posa
el dios". ¿Qué relación existe en sus poemas
entre la anulación y la espera de un dios?
- "No sé. Lo sabe Dios, como decimos, o un dios desconocido
cualquiera que nos sigue los pasos o nos guía, o igual nos
vuelve la espalda, quién sabe. Uno escribe poemas en un papel,
igual después los borra o rompe el papel, y además a
lo mejor nunca nadie leerá ese papel, aunque esté editado...
Recuerdo un poema que leí, de Paul Celan, y que es lo que llamamos
un lugar común: 'La poesía es una botella echada
al mar'. Cosa de náufragos; si alguien un día encuentra
la botella tirada en una playa o entre unas rocas y abre la botella
y encuentra el mensaje y lo lee... Y si no, no. Si sabe leer un poco
leerá una revista, o la novela que acaba de salir. Yo creo
que los no muchos lectores que hay en el mundo son sobre todo lectores
de novelas, novelitas y novelones; pero sobre todo mirones de las
noticias de la televisión; y finalmente han aprendido a leer
para no leer; tengo una amiga que tenía una criada, una cholita
analfabeta como tantas en el Perú. Me contó que le dio
pena y se puso a enseñarle a leer. Cuando la muchacha ya supo
leer, mi amiga le compró un libro, lo envolvió en papel
regalo y se lo regaló como premio; la chica, muy ilusionada,
abrió el paquete y se encontró con el libro, lo miró
por delante y por detrás, lo abrió para ver lo que había
dentro y y dijo, desilusionada: 'Señora, y esto para qué
me sirve'; - Para que lo leas, dijo la señora. Y la chica:
'Señora, pero para qué lo voy a leer si ya sé
leer...'. Volviendo al núcleo de la pregunta: Dios o la espera
de un Dios o la esperanza en Dios. Parece como si siempre hubiera
existido esa esperanza por más vaga que sea".
—El poeta chileno Claudio Bertoni entona esta ambigua
plegaria: "DIOS MÍO // Ayúdame / Tú no
existes / Así es que ayúdame más" ¿En
qué términos es posible dirigirse a un dios del cual
sólo podríamos decir que se ha retirado?
- "Yo no sé... para decir como Vallejo. Hace tiempo que
Dios para el hombre moderno es una
incógnita y lo único que sabe decir es que no sabe...
Pero con Dios nunca se había tratado de saber sino de creer,
y creencia y sapiencia son dos cosas bien diferentes. Tertuliano decía:
'Credo-quia absurdum'-; me parece que en realidad es igualmente
absurdo decir: Creo en Dios / No creo en Dios. Lo que sé es
que la incógnita de Dios, del universo, de mí mismo,
del nacimiento y la muerte desde los microbios y los gusanos hasta
nosotros, los pretenciosos homínidos, es un muro que uno esquiva
o se estrella contra él. No creer porque es absurdo o creer
porque es absurdo nos sitúan en el mismo punto del no saber"
Desprenderse
—En algunos de sus poemas (VVV, por ejemplo) se describe
un desprendimiento que recuerda uno de los sermones del maestro Eckhart:
"Cuando el alma alcanza la luz sin mezcla, entonces penetra en
su nonada, tan lejos de su ser creado que no puede regresar de ninguna
manera por fuerza propia a su ser creado. Y Dios, a causa de su ser
increado, sostiene su nonada y la contiene en su ser".
- "Eckhart, siempre lo he sentido, vio muy hondo en el misterio
del ser, tan hondo como quizá puedan ver los ciegos en la noche,
ciertamente más que nosotros los videntes con gafas o sin ellas.
La luz de la naturaleza cuando es deslumbrante nos deslumbra y nos
ciega: cómo será la luz sobrenatural qu deslumbraba
a Eckhart. No sé (yo soy mal lector o mal crítico de
mi propia poesía) si hay en ella unos rayitos de mística:
sí sé que el misterio me deslumbra pero también
a veces me ilumina".
Pobreza
- En un artículo titulado Los pobres de espíritu,
Amador Vega comenta: "parece que la poesía es la única,
en nuestro tiempo, que recoge en su lenguaje la experiencia inefable
de desposesión y pobreza y, a un tiempo, de máxima plenitud,
de sufrimiento y de gozo". Tengo la impresión de que en
muchas ocasiones sus poemas expresan esa fusión mediante un
lenguaje partido y a su vez exultante.
- "Es posible que haya en mi poesía algo de eso, pero
a mí, desde luego, me resulta bien difícil percibirlo;
uno escribe como le sale la voz y a mí me resulta bien difícil
percibir el valor o el alcance que puedan tener esos poemitas que
me vienen de noche como mendigos a la puerta del insomnio; insisten
y resisten y al fin uno se levanta y transcribe eso que dicen en un
papel. En realidad esos poemitas no dicen nada o muy poco. Recuerdo
un bello poema del gran poeta Martín Adán que dice lo
que realmente es: 'Poesía no dice nada, / Poesía se
está callada / Escuchando su propia voz'. ¿Qué
se puede añadir?"
—Respecto a Oliverio Girondo, usted señala: "las palabras
viven como en un ámbito autónomo; en esta su casa el
significante practica el amor libre con el significado; el tercer
término, lo que los lingüistas llaman el 'referente',
la cosa en bruto, se queda esperando a que lo admitan en su juego,
lo que a veces sucede y a veces no según los caprichos de Su
Majestad el Lenguaje". ¿En qué medida su propia
poesía evita la tentación de "contar algo"
para entregarse a la libertad del lenguaje?
- "La verdad es que no sé si mi poesía a veces
da una impresión de contar, pero no creo que cuente gran cosa,
nunca he sabido narrar, y como novelista o cuentista yo sería
un desastre; y ahora, si no cuenta también estoy casi seguro
de que no canta, por lo menos no canta cantos sonoros, creo que apenas
si musita, aunque he escrito hace tiempo una tanda de sonetos que
suenan, pero no creo que realmente canten nada: El soneto suena
y total no sabe por qué ni para qué, se intitula
uno de ellos".
"Creo, más bien, que uno que escribe poesía en
nuestra época es mejor que no haga mucho ruido, pues hay ya
demasiado ruido por todas partes, y por otra parte un poeta no tiene
gran cosa que contar. Y, a fin de cuentas, tampoco sabe cantar".
"Qué hacer, o qué dejar de hacer, que es lo peor...
como dice César Vallejo" .
Extractos de Ferrari
La
música callada
En la vastedad de este desierto el ojo ve sólo su propia
luz. El oído engendra silencio luminoso en soledad. Ni
ver ya ni oír sino ser luz y sonido en la extensión
sorda y muda del páramo donde esperamos todavía
a Dios.
(Noticias del deslugar. Barcelona:
El Bardo, 2002.)
Borraduras
Una estrella se ha borrado
en el cielo
un poema se ha borrado
en la mente y
ya no nos queda sino
seguir andando
sin estrella y
sin poema
hasta cegarnos
callarnos y
borrarnos
en el desierto blanco y terminal
vvv
Volver a vulvarino vacío-
puerta de la nada o
temeroso reingreso en vaina
vaciada-
la almendra eternal
cierra sus valvas
sobre la O perfecta
del NO: voca
aspirante felativa ab
ortiva nonada:
origira al centro nulo- abs
traída
vuelve
aspira
almendra vacía a
nonadante
final
(Casa de nadies. Urna: Gonzalo
Pastor Editor, 2000.)
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