Montserrat
Álvarez
Dos
poemas POEMA
CURSI PARA LO YA SIDO Persistencia de lo sido algún
día, más bien que de ninguna continuidad llamada "yo",
lo sido como mera y totalmente sido, atómico e irrecuperable: no
lo que sigo siendo, que no es nada, sino lo que no soy o ya no soy, me
hace pensar en Lima / cada quien tendrá su propia Lima / para algunos será
la de los malos viajes del terokal / para unos cuantos será la del Regatas
y las olas del surfing / aun para otros más será la de aquel
chifa o la del rioba / También Lima destruye su concepto y se atomiza cuando
se la remite a la experiencia / Lima Produce un cierto efecto ya tan
solo el nombrarla de este modo, fácil treta, un efecto vagamente
"poético" -ya saben, la infinitud virtual de la connotación (Está
también la lánguida inclinación de la cursiva, recurso
que sugiere la tristeza de manera sencilla y eficaz)- Yo quiero ahora decirla
a mi manera / No es desde la nostalgia, exactamente, que escribo este decir
/ más bien podría entenderse pensado desde una especie de "fragmentariedad", si
es posible explicar algo tan impreciso y como turbio, he de reconocerlo / pero
al grano: la Lima que recuerdo o que quizá traiciono y sólo
invento -como todo lo sido, justamente-, es la de ciertas zonas o arrabales -no
sé en rigor cómo es que se nombran estos sitios-, quizá
sea "suburbios" el término adecuado, mas no tengo al respecto
ninguna certidumbre Zonas, en fin, ámbitos semejantes a lo que se
disgrega y se confunde con la atmósfera o con el horizonte, o donde,
si se quiere, lo cotidiano inicia lo fantástico, tal vez lo fantasmal Calles,
para entendernos, que terminan en aquellas regiones del espacio en las que
éste limita con la Nada Estas calles, al cabo de unas casas, cada
vez más pequeñas, como si lo real se despidiera en ellas poco
a poco -o es al menos así como son en mi mente, en sus dibujos inconclusos
y vagos como esbozos de lo que me fue propio y me es extraño o de
lo que fue yo y ahora es otro-, más modestas también conforme
avanza el caminante y como dotadas por su propia humildad de discreción, diría
quizá incluso introvertidas, vueltas sobre sí mismas, más
grávidas y densas de sentido, más llenas que las grandes
y suntuosas de interioridad, de hondura o de silencio (más llenas, simplemente, se
podría decir) Y estas calles, decía, al cabo de las últimas
aceras de pálido cemento melancólico, comienzan a borrarse,
pierden o difuminan sus contornos, se vuelven espectrales, semejantes al
momento en el cual comienza un sueño Su ser quimérico -el de
todos los sueños y el de Lima- se revela, si persiste un rincón
de lucidez, por un detalle poco razonable o en desacuerdo con lo verosímil A
veces es un quiosco en medio de un desierto deshabitado y evidentemente prehumano,
cuyo vacío niega toda función a ese vestigio por completo
social y antropomorfo Y de pronto, como si lo real, según decía, se
despidiera delicadamente, siniestramente, promisoriamente, anunciando algo
nuevo, deseable e inquietante, el lugar del terror y la esperanza, que es
lo desconocido e imprevisible, la zona de lo sólo presentido, de pronto,
les decía -y entonces en el aire lo bello y lo espantoso se confunden-, se
extinguen estos últimos vestigios como huellas dejadas en la arena de
lo mudo, de lo que no fue nunca, cual si dispersas por una brisa oceánica
/ es entonces cuando aparece el mar MONTSERRAT
ÁLVAREZ Asunción, Paraguay, miércoles 20 de septiembre
de 2006, 9:00 p.m.
ARS POÉTICA II Claro
que es bello el nombre del Mar Rojo, del Mar Muerto, del Mar Mediterráneo, pues
se ha de saber que la verdad de un nombre no se refugia en su etimología sino
en lo que sobre él han depositado muchos hombres e incontables siglos,
sucesivas edades de glorias y de muertes: la palabra no es sólo su raíz también
y más aún está hecha de historia por eso entre otras cosas
es que sabe decir mucho más de lo que su pura raíz dice He
ahí uno de los secretos del arte del poeta: decir lo más importante
donde está la mudez y no la voz -en apariencia, claro- Pero también
está toda esa humana vanidad de las palabras y de cuanto celebra o tan
sólo registra los hechos y los sueños de los hombres (¿no
es el mundo, a fin de cuentas la gran trampa de Satán?) Para volver
al ejemplo ya aludido, son por supuesto bellos los nombres dados al mar pero
acaso el mar en sí, en su propio corazón oceánico, no se
quiso ............................ ............. ...............
nombrar No pensemos necesariamente en un mar muy significativo o importante
tal vez meramente en un pedazo tan brillante y azul como cualquiera pero
adorablemente irrelevante, no sé, el Mar de las Sirtes, verbigracia:
puede que incluso éste, tan distante del gran protagonismo de los más
memorables de sus ............................ .............
............ ...................... pares, en su móvil voluble
musical corazón -que bonita palabra para el mar, corazón, palabra
tan horrible en los humanos-, hubiera preferido o prefiera pensarse sin un
nombre, sin la definición que un nombre encierra, sin su pertenencia,
sin sus límites Lo que no es propio como el nombre propio quizá
quiere saberse de todos y de nadie, quizá incluso ni siquiera le
baste con saberse para todos los hombres y ninguno en concreto, quizá
no sepa entienda ni desee siquiera ser ............................
............. ...... .. ... .. ............... humano Hay en todos los
mares, según creo, organismos vivientes del sistema zoológico
inferior y más primario con hermosísimas pestañas vibrátiles:
no tienen pensamiento y no conocen la vanidad del nombre Tan primitivos
son que esas pestañas en ellos representan la sensación químicamente
............................ ................................
............... pura, no especializada conforme a un carácter
sensual dado -el tacto, por ejemplo, la vista o el oído- La sensación
en su forma más general y primera, no sólo incontaminada de consciencia, sino
antes de toda determinación en uno o más sentidos: la relación-en-sí de
alguien con un todo sin distancia sin juicio sin vanas logorreas Así
están estos gentiles organismos en el Mar de las Sirtes Para ellos es
sin nombre, y tampoco se nombran a sí mismos Y quizá todos los
vastos corazones de los mares, sus oceánicas ............................
.gargantas que cantan o que susurran o que braman no pronuncian tampoco
nombre alguno puede que digan lo que .........................siempre
han dicho sin nombres ni palabras y qué bien ............................
y qué hondo lo dicen sin embargo la evidencia pura lo real que
se desnuda amante y hermoso como un ............................
..joven dios habla sin mediación de ............................
.....conceptos ni sílabas ni letras como el Mar de las Sirtes
sin ser tal para ellos habla a los bailarines de ............................
pestañas vibrátiles que pueblan muchas aguas ............................
.....con sus coreografías ignoradas como a veces ............................
.........el amor habla a los hombres para enseñarles que saben
y que han sabido siempre algo vital pero ............................
..que no se aprende y ninguna palabra registra ............................
...........ni transmite algo que ya conocen ............................
.......por sí mismos los labios y la piel y el ............................
..........corazón -que sólo aquí es puro- Así,
como el mar llega, como el amor enseña, y no con las cansadas ............................
............palabras de este mundo, quiere hablar el poeta
MONTSERRAT
ÁLVAREZ / NOTA BIO-BILIOGRÁFICA
(Zaragoza, España, 1969). Premio de poesía en los Juegos Florales
de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1990, y Premio Poeta
Joven del Perú, 1990-1995. Estudios de filología inglesa en la Universidad
de Zaragoza y de filosofía en la Pontificia Universidad Católica
del Perú, en la Universidad Católica
de Asunción, Paraguay, y en el Instituto Superior de Estudios Humanísticos
y Filosóficos (ISEHF), Asunción. Correctora para diversas editoriales
y publicaciones, tales como los sellos editores Hypatia y Labrusa, de Lima, el
diario Hoy o la revista Jazmín, de Asunción, y numerosos
particulares. Colaboradora y articulista para diarios y revistas de Perú
(Socialismo y Participación, Umbral, Ciudad y Cultura, La pluma de pelícano,
etc.), Paraguay (El Augur, el Correo Semanal, etc.), México (Fahrenheit,
Pauta), España (Turia, Zurgai), EE. UU. (Intermezzo Tropical),
Venezuela (Actual) y Brasil (Gazeta do Povo). Poeta y conferencista
invitada a diversos encuentros internacionales como el de Lima Ciudad Capital
de la Cultura Iberoamericana, 1997, la Feria del Libro de Washington DC, 2001,
las Jornadas Literarias de la UNNED, Argentina, 2003, el Festival Chilepoesía,
2003, o el Encuentro Internacional de la Casa de la Poesía de Caracas,
2004. Profesora de filosofía en diversos seminarios desde 1999, así
como de crítica de arte en el Instituto Superior de Arte (ISA) de la Universidad
Nacional de Asunción hasta el 2005, y del Seminario de Estética
del Centro Cultural de España "Juan de Salazar" (actualmente).
Dirige las tertulias quincenales del "Café filosófico".
Conferencista sobre temas como (el primero) Acerca de Howard Phillips Lovecraft
y la mitología de Cthulhu (II Diálogo de la Facultad de Lingüística
y Literatura, Pontificia Universidad Católica del Perú, 1989), o,
entre los más recientes, Lo fantástico y lo cotidiano (Feria
del Libro del BID, Washington DC, 2001), Sobre erotismo y pornografía
(Jornadas Literarias de la Universidad Nacional del Nordeste, Argentina, 2003),
Para una genealogía del pensamiento nietzscheano (ISEHF, Asunción,
2003), Platón y los poetas expulsados de la República (Encuentro
Internacional de la Casa de la Poesía de Caracas, 2004), El monje contemplando
el mar: la 'Analítica de lo sublime' en la Crítica del Juicio
(Semana de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción,
2004), "No es posible decir nada de nada": consideraciones nulas
en torno a Cioran (Semana de la Filosofía Francesa, Asunción,
2004), Sartre, los cafés y la libertad (Semana Sartriana, Alianza
Francesa de Asunción y Café Italiano, 2005), Vattimo y lo dionisiaco
en Platón (Convivium de Filosofía de la Universidad Católica
de Asunción, 2005), Max Stirner: "Yo he fundado mi causa sobre
la Nada" (Semana del Pensamiento Alemán, Universidad Iberoamericana,
Asunción, 2005), Poesía en tiempos de indigencia (Feria de
Escritores de Asunción, 2006) y La crisis de la experiencia estética
de la Modernidad (Primer Congreso Internacional de Filosofía, ISEHF,
UNA, UCA, Instituto Cultural Paraguayo-Alemán, Asunción, septiembre
de 2006). Ha publicado Zona Dark (poemas), Lima, 1991, Doce esbozos
haitianos y un cuento andino (cuentos), Asunción, 1994, Espero mi
turno (¿nouvelle?), Editorial El Augur, Asunción, 1996, El
Poema del Vampiro ("diálogo platónico-gótico"),
Editorial Arandurá, Asunción, 1999, Underground (poemas),
Arandurá, Asunción, 2000, Alta suciedad (poemas), Editorial
Eloísa Cartonera, Buenos Aires, 2005, y Nerópolis (antología
poética con prólogo del escritor paraguayo Cristino Bogado), Ediciones
Sarita Cartonera, Lima, 2006. De inminente aparición: El comienzo de
lo terrible (ensayo sobre estética), con Jakembó Editores, de
Asunción, La elegancia de la Nada ("ficción filosófica"
o "filosofía-ficción"), con Tumbona Editores, de México
DF, y dos libros inéditos de poemas con, respectivamente, Editorial Vox
(Argentina) y Ediciones El Billar de Lucrecia (México), Bala perdida,
para enero del 2007. Y una antología personal en la colección de
"Poesía de mujeres de América", organizada por Julio Ortega.
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