Esta fue una entrevista al
descampado, sin pauta ni ruta de navegación, abierta a lo inesperado...
En un mundo lleno de cálculos y gestos estudiados, el salto al vacío de
Maquieira - en su creación poética y en su particular estilo de
conversar- parece aceptar la invitación que Huidobro hiciera a su
Altazor: cae, cae hasta el fondo de ti mismo. Maquieira es Altazor, pero
un Altazor más valiente, sin paracaídas y sin red.
Maquieira trajo una botella de champagne que colocó al centro de la
mesa, y yo una maleta llena de libros que nunca usé.
Antes que nada, quisiera decir que me siento muy confortable en este
estudio donde estamos grabando, porque pareciera que fueran las dos de
la madrugada, y eso te da una atmósfera de silencio muy importante, me
pone en un estado de ánimo que me permite abrirme a tus preguntas y
darte tal vez ciertas respuestas...
- ¿Cuál es la mejor hora del día para conversar o crear?
La
noche o la alta madrugada. Las cinco o dos de la madrugada son las
mejores horas para la conversación, las de mayor lucidez. Porque hay
demasiado ruido en el ambiente, se ha hecho muy difícil conversar y
crear en estos tiempos.
- ¿Y por qué es más difícil en estos tiempos?
Porque hay
demasiada estupidez circulando, porque hay demasiada ceguera y porque no
hay mucha salida y porque se está reduciendo el planeta. Mientras el
universo se expande, el planeta se contrae. Hay muy poco espacio;
entonces la reducción del espacio vital del que hablaba Konrad Lorenz,
que lo predijo hace más de treinta años, está haciendo sus efectos,
vivimos como mordiéndonos la cola y circulando sobre lo mismo todo el
tiempo. Entonces, eso te produce una especie de asfixia y se te anula
toda tu capacidad de percepción y de ver lo que no se ve. A mí me
influye mucho esa contracción. Yo digo que el poema más grande del siglo
XX lo escribió la NASA, parece un haiku, y dice: five, four, three, two,
one, zero, ignition. Ignition es muy importante, la idea de salir del
planeta.
- ¿Tú, como poeta, te sientes parte de alguna tribu dentro de la
civilización y la cultura occidental?
Siempre he estado muy
identificado con los etruscos.
- ¿Qué te atrae de los etruscos?
Su capacidad de
civilización, de refinamiento, su alegría de vivir, su habilidad bélica
en un momento dado y después su molicie total. Una molicie que se decía
incluso superaba al refinamiento de los griegos. Se sabía que las
mujeres etruscas tenían formas más altas de sofisticación erótica que
las propias griegas, lo que producía cierta envidia. Y los etruscos
tienen también una cultura antibélica, porque fueron muy ricos,
generaron la Toscana, y el gran etrusco de la época romana era Mecenas.
Él era el genio de las combinazione y lo logró cuando reunió a los
grandes poetas de entonces: Virgilio, Horacio, Ovidio...
- ¿Qué te interesa de lo que hoy está pasando en el
mundo?
En este momento valoro más lo efímero, más lo frágil que
lo sólido y lo permanente, no creo en los grandes establecimientos.
Están ahí los dos mil años de la Iglesia católica. Yo le podría proponer
ideas a la Iglesia, ya que Ratzinger ha desaparecido.(sic)
- ¿Y qué ideas le propondrías?
Hacer cambios simples,
menores. Por ejemplo, cambiar la guardia suiza, o que tuvieran una
imaginación más creadora para los conflictos donde están involucrados
millones de personas que van a morir, personas inocentes... Yo propongo,
por ejemplo, que el Papa pusiera una flota de paz, no como la estupidez
de Greenpeace, una flota que podría haber evitado la guerra de las
Malvinas, que navegara hacia el Atlántico sur... Y que la Iglesia
estuviera presente, con todos sus obispos y cardenales, pero que
estuvieran presentes en vivo. Por que ya no se trata de hablar desde el
Vaticano. También tengo otra idea, que es desmontar la Estatua de la
Libertad y subirla al portaaviones Nimitz o al Kitty Hawk, que es
espectacular y prestársela al Vaticano para que la pusiese en San Pedro
y que a su vez el Vaticano le prestara a EE.UU. La Pietá para que la
pusiera en el lugar que ocupa la Estatua de la Libertad. Porque a los
Estados Unidos les falta la piedad y al Vaticano la libertad.
- A propósito de piedad , tú siempre lees a tus amigos el poema
"La Pietá", de Ungaretti; es tu poema emblemático.
Es que me
parece un poema muy profundo, que va más allá. Siempre se ha hablado de
que es una especie de conversión de Ungaretti al cristianismo; a mí me
parece que abarca a muchas más religiones. Tiene una capacidad de
síntesis y de iluminación, con una constancia enorme. Las mujeres son
multiorgásmicas, los hombres no son multiorgásmicos, pero este es un
poema multiorgásmico hecho por un hombre. Me refiero a su capacidad de
alta frecuencia y de iluminación y de revelación en cada línea, hasta
llegar al final.
- ¿Cuál es la revelación que más te toca en este poema?
La
revelación es la declaración de impotencia frente a la muerte. En el
fondo, pedir ayuda al cielo celeste pero con la convicción de creer en
algo, no de credos o de dogmas.
- ¿Cuál es la diferencia entre creer y credos?
Que el credo
impone una cierta norma y el creer implica un alto estado de amor, que
incluso viene antes de la fe, antes que la esperanza. En cambio, el
credo establece un sistema, una organización de fieles, que son mucho
más ignorantes, más desorientados y confusos.
- ¿En qué crees tú?
¡Ah, esa es una gran pregunta! Yo creo
en el amor, pero me parece una respuesta tan elemental... ¿Pero en qué
más podría creer? Creo en Mick Jagger, creo en los Rolling Stones, me
interesan más que el cardenal Samoré, me interesa más Stravinsky que
Andrei Gromyko, que fue ministro de relaciones exteriores de Brezhnev;
me interesa más Chou-En-Lai que Henry Kissinger. Siempre me ha
interesado la diversidad de visiones del universo o del mundo o de la
humanidad.
- La pregunta es más de fondo. ¿Crees realmente en los Rolling
Stones, o hay algo más de fondo en que puedes creer? Te lo digo porque
así como Ungaretti se pone al descampado en su poema, quiero que me
respondas al desnudo, como él.
Mira, en el fondo, yo no creo ni
en Heidegger, ni en Schopenhauer, ni en Borges.
- ¿Por qué no crees en ellos y sí en los Rolling
Stones?
Dije Rolling Stones o Los Beatles porque crecí con ellos,
y ellos nos dieron una cierta alegría de vivir y sin ninguna agresión.
Pero en el fondo yo creo en el amor, el amor a una mujer y en morir
haciendo el amor a una mujer. Lo demás son estupideces. Me parece muy
bien que se puedan escribir poemas como El tango del viudo o Residencia
en la tierra; me parece muy bien la ecuación vida y obra. Pero yo creo
en la constitución de Jefferson.
- ¿Por qué?
Me parece la más bella, la mejor redactada que
se ha escrito. Además creo en la lengua inglesa, me gusta más
Shakespeare que Cervantes.
- ¿Por qué más Shakespeare que Cervantes?
Porque
Shakespeare, en el caso de Hamlet, es cuerdo y se hace el loco, y en
cambio Cervantes es al revés, está loco y se hace el cuerdo. Y porque
también tiene una penetración del drama humano mucho más profunda; en
cambio Cervantes es mucho más lúdico. Tiene el problema de la
lengua.
- ¿No te gusta el español?
No, no me gusta el español, me
cuesta mucho trabajar en español. Me gusta más el inglés, tiene más
música.
- ¿Por qué irías tú a la guerra?
Yo iría por mi país o por
una mujer. Ya con eso basta.
- Borges decía que el amor es la única religión cuyo dios es
falible. ¿Qué opinas tú de eso?
Yo te puedo contestar una frase
de Borges que me dijo a mí (yo lo conocí cuando estuve en Buenos Aires
el año 84) que contradice esa afirmación: yo prefiero la búsqueda a la
verdad, porque la verdad puede ser una miseria. Entonces lo falible o lo
infalible... eso en este momento está en las manos del Vaticano.
- ¿Tú crees que hay una verdad aunque sea una verdad con
minúscula?
Yo creo que sí, pero pienso que hay algo superior a la
verdad, que es el misterio.
- ¿Qué hay que hacer frente al misterio?
Yo creo que hay
que celebrar el misterio. A mí la física, aunque soy muy ignorante, me
interesa, junto con el problema del espíritu; es por eso que traje una
botella de champagne a esta conversación, porque refleja el espíritu,
porque lo que hace falta hoy es el espíritu. Hay exceso de materia.
- ¿Por qué no trajiste vino?
No, porque es una especie de
pantano nacional; el champagne, en cambio, se puede tomar a cualquier
hora, y además tiene más burbujas, que no es gas, porque tiene una
segunda fermentación. Además , los franceses dicen que el champagne
nunca te traiciona.
- ¿Cómo te relacionas tú con el tiempo y con la muerte?
He
estado trabajando en un poema donde hay un gran diálogo, una reunión
cumbre entre el tiempo y la muerte. En esa reunión cumbre, el tiempo se
queja y agarra del cuello y le da un coscacho a la muerte y se juntan
los dos, porque el tiempo es más compasivo, y el tiempo le da más
tiempo, y en cambio la muerte es mucho más despiadada, más envidiosa,
más rencorosa. Pero la muerte pierde algo importante, es algo que yo he
visto, la muerte queda furiosa, por una razón muy simple: porque cuando
la persona se muere, desaparece el alma, y se queda sólo con la escoria,
con la basura, con lo que volverá a ser polvo.
- ¿Qué harías tú si tuvieras frente a frente a la
muerte?
Saco la espada como Luke Sky Walker, en "La Guerra de las
Galaxias", a combatirla. Sería un combate cuerpo a cuerpo, me gustan los
combates cuerpo a cuerpo.
- Bueno, trajimos esta botella de champagne,
celebremos...
Primero hay que celebrar porque estamos vivos y
tenemos una cierta alegría de vivir y ninguno de los problemas que
tengamos ni tú ni yo ni nadie que esté aquí en este estudio salen a
relucir, porque la alegría de vivir es más fuerte o porque la alegría de
soñar y de no renunciar a la imaginación, para mí es lo importante. Yo
vivo soñando todo el tiempo, tanto así que a veces soy muy flojo para
anotar cosas y escribir cosas; de repente se me ocurren cosas que se me
olvidan.
- Tú deberías grabarlas, tú eres tal vez más un creador oral que
escritor.
He pensado en eso, he pensado en Sócrates, pero ahora
somos unos Socretinos, que dicen cosas...
- ¿Tomamos un poco?
Sí, claro, estamos tomando champagne a
las diez de la mañana como lo hacen los franceses, que son unos grandes
pesimistas... a mí me encantan, son bastante inteligentes la mayoría de
ellos.
- ¿No son demasiado inteligentes los franceses?
No, al
contrario, cometieron un grave error, histórico: liquidaron a la
monarquía; en cambio los ingleses no lo han hecho. Entonces viven con
los problemas de la república. En todo caso los franceses tiene una
frase que a mí me gusta, que es muy pesimista: Tout finit toujours très
mal, que significa: "todo siempre termina muy mal".
- ¿Qué poetas te gustan más, los poetas aéreos, evanescentes, o
los poetas terrestres?
Yo creo que me siento más cercano a los
poetas aéreos como Huidobro, pero claro que Huidobro viene de arriba
para abajo. Pero tengo pasión por Kavafis también o por Ramón Carnevali,
que es un poeta italiano que nadie conoce, que en un momento fue
considerado el Rimbaud del siglo XX. Nació en Boloña, es un tipo que
tenía una enfermedad grave, encefalitis letárgica, y él escribió mucha
poesía en inglés que yo traduje.
- Vamos a brindar entonces por él, por el alma de Carnevali.
(Levantamos las copas). ¿Dónde crees tú que queda el alma de los poetas
cuando mueren?
Yo creo que los grandes poetas han estado vivos
antes de haber venido a la tierra, vienen en una especie de voyage, un
paseo por la tierra muy breve, y dejan una estela como un surco, dejan
un alimento para el espíritu de la humanidad que sigue viviente, porque
ellos no pueden hacer otra cosa, ellos no tienen acceso al gran
misterio. Einstein, Schopenhauer, Picasso, Stravinsky, Yeats, comparados
con Dios son una alpargata. Rembrandt es una alpargata comparado con
Dios.
- ¿Tú crees en Dios?
Absolutamente. Nunca he tenido ninguna
duda sobre su existencia. Por eso no he necesitado las religiones
terrestres o a las instituciones de las religiones terrestres.
- Rilke definía a Dios como el gran fugitivo, imposible de retener
entre las piedras de las iglesias...
Hay una ansiedad de
apropiación, para que no se les pierda Dios y poder difundirlo, para
poder ejercer un poder. Antes había más poder de la fe, y ahora hay más
fe en el poder.
- ¿Nunca le has escrito un poema a Dios?
Nunca, sería
incapaz, yo no soy un poeta religioso.
- ¿Eres un poeta pagano?
No, tampoco; soy un poeta mundano,
soy un poeta al que le gusta la existencia de valores que hoy no están
presentes.
- ¿Por ejemplo?
Siempre he sido partidario de la monarquía.
Creo que la monarquía debería seguir existiendo.
- ¿Por qué?
Porque la monarquía da una cierta sensación no
de nobleza sino de guía, porque alguna vez lo fue. Siempre he creído que
una monarquía bien llevada sería extraordinaria y que exista con un
gobierno colateral o una república, pero que tenga una relación muy
directa con el pueblo, con la población total.
- ¿Es posible una monarquía en Chile?
Impensable, Chile ni
siquiera tuvo virreinato. Chile es esencialmente un país guerrero; a
veces he pensado que todos los de origen europeo debemos tener la
decencia de devolverle este país a los mapuches y a los pehuenches y
retirarnos cada uno a nuestro país de origen.
- Hablemos de tus poemas. ¿Quién era la Tirana?
Partió de la idea de hacer un poema de un personaje que
hubiera hecho alguna contribución al país. Había dos mujeres, me
interesaban las mujeres.
- ¿Por qué La Tirana?
Por una cosa musical, por oído, todo
es por oído.
- ¿A ti la poesía te llega por el oído?
Por oído,
absolutamente por oído, incluso me pasó una cosa divertida, que un
músico que conocí me dijo cuando leyó Los Sea Harrier que era una
suite perfecta. Y que iba a escribir al respecto, pero yo no soy músico,
pero sí un poco compositor, porque cuando escribo me gusta componer. Yo
oigo algo, y yo te digo esto sí, esto no, incluso cualquier palabra que
veo que no funciona, es por oído, me entra con una velocidad enorme el
sonido o me sale con una velocidad enorme.
- ¿Qué relación hay entre tus poemas y tu vida?
En el fondo
a mí me da susto escribir, porque lo que yo escribo me pasa. Me han
salido muchas mujeres tiranas en el futuro. Lo que yo escribo me pasa;
en cambio, hay otros que viven para escribir.
- ¿La Tirana existió realmente?
Tiene que ver con la
imaginación, y a mí me interesó porque la Tirana se refugiaba en los
bosques del Tamarugal. Tuvo amores con el pintor español Diego
Velázquez, que siempre ha sido un personaje muy enigmático. Fue el
pintor de Felipe IV, un tipo muy delicado, enemigo de la guerra, que
hubiera sido un perfecto director de una galería de arte. Era muy
silencioso. Entonces estos amores de Velázquez, y el delirio de
Velázquez con la Tirana, son inventos para traspasar todos los tiempos
históricos. Y al mismo tiempo en el poema, Velázquez tenía amores con la
nieta del Duce, Alexandra Mussolini.
- Es como una gran ópera o como un gran cómic
atemporal.
Claro. Es un poema atemporal que mezcla cosas, en que
aparecen Stanley Kubrick, y Sam Peckinpah, director de cine
norteamericano. Aquí hay una gran mezcla como te digo yo,
anti-incestuosa, que es una cosa que siempre me ha horrorizado en Chile,
porque Chile es un país muy incestuoso, donde las primas se casan con
los primos y no solamente con los primos, sino que con los primos
hermanos. Donde los tíos se acuestan con sus hijos, con las sobrinas,
donde los padres hacen barbaridades enormes. Es un país que es muy
incestuoso, porque es un país muy encerrado, y porque a la cordillera no
le gusta que nada suba más allá del Aconcagua.
- ¿Tú eliminarías la cordillera?
Haría volar un buen pedazo
ayudado por la NASA, para que circulara el aire y tuviéramos una buena
vista a la pampa. Y podría haber más comunicación con Argentina.
- ¿Cuál es tu relación con el mar?
Para mí el mar es
fundamental, yo viviría arriba de un barco, o en un hotel, o en un
prostíbulo, pero de lujo.
- ¿Por qué en un prostíbulo?
Para tener conversaciones con
muchas mujeres y siempre acostarme con una. Pero que me reciban 20, y
hablo con 20, juego con 20, pero siempre me acuesto con una.
- ¿Qué mujeres te gustaría que estuvieran en ese
prostíbulo?
Puede ser Lucrecia Borgia, por ejemplo; la Simonnetta
Vespucci; la Beatrice de Dante, que nadie la ha tocado todavía, sigue
virgen. La Romy Schneider, la Natasha Kinski.
- ¿Qué les leerías a esas mujeres?
Las cuatro condiciones
fundamentales para la felicidad, de Poe: Uno, vida al aire libre; dos,
el amor de una mujer; tres, la ausencia de toda ambición, y cuatro, la
creación de una belleza nueva. Esa cuarta es la que caga a las tres
primeras .
- ¿Qué entiendes tú por una belleza nueva?
Una belleza
nueva yo creo que es un hijo o una hija o un poema que tenga un alto
grado de belleza. O una obra o una vida. Siempre me acuerdo de Yates,
que decía, respecto a la obra: no hay cosa extraordinaria ni notable que
tras de la caída de Adán no cueste gran fatiga. Yates me gusta mucho,
pero ahora estoy sin libros, no puedo leerlo, estoy trabajando solamente
con mi memoria.
- ¿Te sientes más libre sin libros?
Mucho mejor, prefiero
saber menos. Me importa el olvido junto con la memoria, me gusta que se
me olviden cosas.
- Hablemos de los "Sea Harrier". ¿Qué historia
cuentas en ese poema?
En el fondo es una confrontación entre la
civilización y la barbarie, es un poema de la cultura contra la
incultura. O sea, un poema de la sensibilidad frente a la
insensibilidad.
- ¿Qué es la cultura para ti?
Siempre cuando se habla de
cultura se habla de ministerios, del Ministerio de Educación, del
Ministerio de la Cultura. Es en el fondo para que la gente se oriente un
poco, pero la cultura tiene que ver con ser buena persona. A mí una vez
me preguntaron qué es ser inteligente. Y yo dije, ser inteligente es ser
buena gente, muy simple. La poesía no es una profesión, es una gran
aventura espiritual.
- ¿Te es difícil esa aventura, o es gozosa?
Me es muy
espontánea cuando ocurre una visión, y entonces yo zarpo. Yo
generalmente estoy en el puerto, pero cuando zarpo, que es la
composición del poema, el trabajo es arduo. Es como Ulises, tú tienes
que hacer el periplo de Ulises, tienes que enfrentarte a Calipso y
Circe.
- ¿Cuáles son los peores enemigos de la poesía o de la creación
poética?
Yo creo que en este momento hay una gran falta de
inspiración, una falta de una verdadera creación poética. En cambio, se
hace mucha literatura, se hace mucha carrera literaria.
- ¿Cuál es la diferencia entre literatura y poesía?
Enorme,
porque la poesía es precisamente la que tiene el poder de crear el
lenguaje del cual usa la literatura para desarrollar sus pensamientos.
Es la que da la uva para que los literatos produzcan el vino y vivan del
vino.
- Los poetas son dadores de sangre.
Son un banco de sangre.
Además tienen una alta capacidad de síntesis. Yo hacía una broma hace
unos años: me preguntaron cuál era el mejor poeta norteamericano y yo
dije Tiger Woods, el golfista. No es que la poesía tenga algo que ver
con el golf, pero tienen algo parecido: el golfista tiene que hacer lo
mismo que la poesía, que tiene que meter la pelota en el hoyo en la
menor cantidad de palos posibles. ¿Te imaginas un novelista jugando
golf? Podría ser una lata...
- ¿Es importante el fracaso en la poesía?
Yo creo que es
muy importante el fracaso en la poesía. Generalmente se fracasa; John
Ashbery decía que la poesía era una celebración de un acto fallido de
las cosas. Es algo que no alcanzó a ser.
- Tu poesía es celebracionista. Percibo en ella una ética propia
de Maquieira.
Mucha gente quiere lograr cosas en la vida, y
lograr cosas, y producir cosas y tener logros en la vida. Yo quiero
lograr cosas en la muerte, lo que no significa tener una pretensión de
ser inmortal. Yo no quiero lograr nada en la vida, no le tengo miedo al
fracaso. Si hubiera habido una monarquía, yo no habría tenido necesidad
de escribir poesía, porque yo no elegí escribir poesía. Por una falta de
monarquía yo me dediqué a la poesía. Pero nací en Chile y eso es muy
importante. Yo no tengo nada en contra de eso, yo siempre digo que soy
un poeta de importación, no de exportación, porque traigo cosas de
fuera.
- De otras galaxias.
De otras galaxias, de otras lenguas y
de otros países. Para nutrir un poco más.
- ¿A dónde te gustaría ir ahora, después de esta
conversación?
A tener una reunión cumbre con Bin Laden para
pedirle que reconstruya las Twin Towers.
Esta es sólo una parte de una conversación
con el poeta Diego Maquieira, grabada para el programa "La Belleza de
Pensar" (señal 13 cable).
Para más información sobre esta y otras
entrevistas de La Belleza de Pensar.
http://www.labellezadepensar.org/