El vuelo subterráneo de Mario Meléndez
por Bernardo
González Koppmann
en
El Centro, Talca
30 de diciembre de 1996.
Si
quieren sacudir la modorra provinciana con poemas originales y seguras
e irreverentes imágenes; si quieren oír una voz joven que hoy por hoy
se constituye en desacato a la obviedad; si desean sentir nuevamente
aires de lucidez y orgullo a pesar de la seudocultura oficial, a pesar
del apabullante mundo snob cursi y frívolo que nos acecha, lean a
Mario Meléndez.
...
"Vuelo Subterráneo" es la tercera publicación de este joven autor,
nacido en Linares en 1971, donde podemos encontrar una propuesta
directa, honesta y creativa de búsqueda personal y colectiva en estos
días permisivos y chatos cuando predomina, groseramente, un
neoliberalismo que se sustenta en antivalores ajenos a la insondable
poesía.
... El
texto consta de tres partes; en un primer apartado el hablante se
reconoce heredero de poetas mayores de la lírica nacional,
especialmente de Huidobro y De Rokha y, justamente, su estilo denota
ambas influencias. Por un lado, el creacionismo fluye en aciertos como
el siguiente: "En mi boca suspiran las estrellas" o "Me marcho a
pellizcarle las nalgas a un piano". De Rokha, torrencial y telúrico,
también se presenta en esta escritura: "Difícilmente olvidarte porque
la sangre no se olvida, / no se olvida el volcán o los perros de la
ropa".
...
Hacía falta en el Maule un registro poderoso y lúcido que enriqueciera
la poética regional, marcada por otras estéticas -aunque logradísimas-
insuficientes para configurar el ethos maucho. Teníamos en nuestra
región dos estilos bien definidos: el hermetismo metafísico rafidiano,
notable por su poder de síntesis y precisión en la construcción de
artesanías simbólicas, y, por otro lado, la corriente vernácula
descriptiva no exenta de figuras que perdurarán en el tiempo por su
plasticidad y arraigo al terrón natal, derivada de González Bastías,
Emma Jauch y Efraín Barquero. Ahora, Mario Meléndez nos trae semillas
de distinto aliento rastreando jirones del alma herida, mas no
marchita, de nuestras gentes y comportamientos recientes, con un
lenguaje audaz y cosmopolita, aunque -nobleza obliga- no niega jamás
su gratitud a Pedro Olmos y Mesa Seca: "Señores del Sur:/ he
comprometido mis raíces con ustedes, / mi palabra llegará como un río/
a recoger la tierra y su origen".
... En
el segundo cuerpo del libro el autor indaga en su oficio de escritor,
es decir, en el sentido y los afanes del arte y las letras,
regalándonos certeros hallazgos reflexivos y críticos al quehacer
literario: "Me he decidido a vivir/ y creo afirmar que mi poesía se ha
convencido de ello", dice con voz y hechuras propias, y he aqui toda
una propuesta lírica que Mario Meléndez se atreve a desarrollar con
acierto y desenfado. Poeta que debemos leer atentamente puesto que
arrastra con el ímpetu de sus palabras en un ritmo vertiginoso,
irreverente y humano, sin hacer concesiones ante nada ni nadie que no
sean sus íntimas y cotidianas imágenes que va plasmando con pluma
visionaria.
... En
la tercera y última parte de este trabajo, Meléndez presenta nueve
poemas de amor. Dejamos la tarea al amable lector para que
personalmente descubra la novedosa belleza de esta poesía. Por el
momento, un botón de muestra: "Hasta los gallos prolongarán la noche/
cuando te vea desnuda".
...
¿Falencias? Tal vez la exultante juventud -"ese pecado que se va
pasando con los años"-; quizá deba templar el ánimo, decantar, dejar
pasar algunas cosas que no merecen la atención de su talento; pero,
qué duda cabe, Mario Meléndez es un poeta que conoce sus posibilidades
y sabe donde va: "Mañana preguntaré mi nombre en las ciudades, / en
los muelles, en las poblaciones,/ mañana recorreré mercados y
edificios/ a medio terminar,/ mañana me sentaré a la mesa con todos
los verbos/ y con un libro de versos recién comprado".
... Cuidemos a este poeta; es de lo mejorcito que
tenemos en el Maule.