INTRODUCCIÓN
Creo que una de las principales fallas
en la extensa literatura sobre economía,
ciencia política e historia del imperialismo radica en que
se presta muy poca atención
al papel de la cultura para mantener un imperio
Edward Said
Este trabajo sobre procesos
migratorios en América Latina en el S. XIX y XX, tiene por
objeto hacer una revisión analítica que permita relacionar
las constantes y progresivas migraciones europeas hacia América,
con lo que en la actualidad conocemos con el nombre de globalización,
para esto se trabajará con las teorías que desarrollan
los estudios postcoloniales con relación a la globalización.
Si bien es cierto que no es fácil establecer nexos entre los
procesos migratorios con los mecanismos de nuevas colonizaciones que
aparecen de manera notoria desde la década del 70 en adelante(1)
en toda América Latina, y que ya no se observan inmigrantes
europeos, sin oportunidades en sus lugares de origen, lo que impulsaba
el desplazamiento a suelos lejanos, lo que se conoce con las categorías
de expulsión / atracción (2),
con el firme proyecto de colonizar y con ello mejorar su calidad de
vida y de la del país que lo acogía. Esa situación
no es la que nos ocupará pues sabemos que no ocurre en la actualidad,
es más se ha producido lo contrario ahora son los latinoamericanos
que se desplazan al viejo continente y a los Estados Unidos, con propósitos
muy similares a los colonos europeos de principios del siglo XX, sin
embargo la salvedad está dada en que estos "viajeros"
no son esperados, ni menos hay políticas de parte de esos gobiernos
para sus acogidas quedando en las más absoluta indefensión
y catalogados de ilegales viviendo situaciones de persecución
por el temor de ser deportados a su país de origen.
No obstante, podemos establecer relaciones de los procesos migratorios
con elementos postcoloniales, fundamentalmente en tres dimensiones
que aparecen de manera notoria en gran parte de la literatura fundacional,
vale decir, esa literatura que habla por sus necesidades epocales
(léase Alberdi, Sarmiento, Vicuña Mackenna, Vicente
Pérez Rosales, etc.) como asimismo en otra literatura, especie
de metatexto, que ha estudiado a la anterior y confirma la presencia
lingüística de estas dimensiones:
a.- la civilización/hegemonía: es frecuente encontrar
como tópico el concepto de civilización/hegemonía
el que es visto como elemento externo superior "la educación
que se hace por el ejemplo de una vida más civilizada que la
nuestra"(3) La inmigración
europea tiene las características de una civilización
superior por consiguiente su presencia impactará positivamente
a "pueblos que empiezan a crearse"(4)
Este tópico atraviesa gran parte de los textos fundacionales
que apoyan la llegadas de inmigrantes europeos. Con relación
a su vínculo con lo que expone la literatura postcolonial escrita
a finales del S. XX, tenemos lo siguiente "el trabajo de colonización
es un trabajo de conquista ideológica, esto es borrarle al
colonizado su memoria, su historia, para reemplazarlo con una visión
del colonizador que le dice al colonizado quien es"(5)
Esto implica, una revalorización de lo externo por sobre lo
local, de una cultura que es capaz de conseguir el desarrollo y que
por lo tanto busca emanciparse de la barbarie dada por la presencia
del "hombre natural" La civilización viene anexa
con el inmigrante europeo.
b.- modernización: El mismo Alberdi sentencia "Estos
países necesitan más de ingenieros, de geólogos
y naturistas, que de abogados y teólogos. Su mejora se hará
con caminos, con pozos artesianos, con inmigraciones" (6)
Luego Vicente Pérez Rosales, en su rol de coordinar la inmigración
en el sur de Chile, expone "... toda nación que tenga
desiertos que poblar, industrias que introducir, amor al trabajo que
crear, mendigos a quienes mantener, inválidos a quienes premiar,
criminales a quienes reformar" " la colonización
es lo único que puede alcanzar entre nosotros el grado de perfección
humana apetecible, i bien considerada, es el primero i más
seguro paso que puede darse en obsequio de la inmigración"(7)
La modernización es lo que primero podemos establecer como
una forma de colonización propuesta desde dentro, con absoluta
conciencia de que es imposible modernizarse sin la participación
extranjera, con esto creemos que podemos estar en presencia de los
primeros síntomas que hoy se viven en Latinoamérica
con respecto a la imposibilidad de modernizarse si no es con mercados
abiertos y observando la modernización europea y de los Estados
Unidos, con esto además se establece la precariedad de una
cultura identitaria pues se le ve como imposibilitada para encabezar
procesos modernizadores. " ...a todo extranjero de origen europeo
o de los Estados Unidos, agricultor, minero o capaz de ejercer un
oficio, comercio o industria, que siendo menor de cincuenta años;
acreditando su moralidad y aptitudes, llegare a la república
por conductos de las agencias de Inmigración para colocarse
en los trabajos e industrias existentes en el país o que se
propusiere implantar(8) América
Latina necesitaba producir la réplica de las naciones modernizadas,
aunque algunos como Alberdi pensaban que los habitantes de Latinoamérica
eran europeos nacidos en estas tierras, sin duda que en la práctica
eso está muy lejos de ser cierto, pues a pesar de los afirmado
por el autor argentino no eran estos "europeos" los capaces
de producir la modernización, muy por el contrario la impedían.
" es necesario la cooperación del elemento extranjero,
que al procurar enriquecerse, enriquece al país donde se asila"
(9).
c.- producción cultural: la producción cultural, debemos
ubicarla en un contexto distinto, me refiero desvinculada de la categoría
de hegemonía a raíz de la marcada diversidad que se
halla en sus textos, sin embargo no se puede omitir su relación
con el proyecto modernizador, por una parte nos enfrentamos a obras
con un fuerte contenido testimonial acerca de su condición
de inmigrantes, de hombres y mujeres en tierra inhóspitas y
extrañas las que son diseñadas magistralmente por los
autores, cito algunas: Memorias de un Emigrante, La Bandolera
Inglesa, El Machuchito y Allá en la Patagonia,
entre muchas otras.
La producción cultural, más específicamente
la producción literaria, tiene como se indicó antes
un carácter de registro absolutamente diverso y disperso pues
se construía en zonas en muchas casos distantes una de otras,
eso hace que no pueda ser observada como hegemónica. En tanto
su aporte lo podemos apreciar en la calidad del registro que estas
literaturas producían y que es muy posible sean el origen de
la literatura testimonio que tan abundantemente se produjo en la década
de los 80 en casi toda Latinoamérica(10)
En este aspecto podemos señalar que la producción cultural,
a pesar de su característica occidentalizada, fue muy influida
por el contexto geográfico en donde se hizo, lo que alienta
a entender la mixtura entre una identidad europea y la historia de
vida que le entregaba la localidad que los acogía. Por esto
mismo esta producción literaria viene, posiblemente de manera
inconsciente, a poner signos de resistencia a la todopoderosa y deseada
influencia de la inmigración europea por parte de los gobiernos
locales.
ALGUNOS ASPECTOS SOBRE POSTCOLONIALISMO
Si bien, he hablado de la colonización, una colonización
programada desde Latinoamérica y que se pragmatizó durante
el S. XIX y hasta bien entrado el S. XX, contó con todos los
elementos de hacer, de América una más de las expresiones
culturales, económicas y políticas de Europa primero
y luego de los Estados Unidos, sin embargo no se tuvo conciencia que
además se estaba occidentalizando el continente, que se estaba
omitiendo en gran medida la identidad y más encima se deseaba
colocar por sobre ella una distinta que nos llevara a la modernización,
a la hegemonía de un continente por sobre otro. Por esto mismo
que la sociedad decimonónica oficial comprendía que
poblar es gobernar y al poblar con la colonización europea
se transformaba en desarrollo. Desde esa perspectiva, este trabajo
reflexiona haciendo un paralelo entre esa colonización, que
no hace otra cosa que ver al otro como capacitado para darnos las
herramientas para sacarnos la barbarie del cuerpo, pues el recurso
humano existente, se le vio incapaz para producir la modernización.
Frente a ese cuadro nos interesa poner los conceptos de los estudios
postcoloniales, si bien es cierto éstos están marcados
por la producción de hegemonías y paradigmas únicos
dados a fines del S. XX, expuestos y expandidos por el imperialismo
norteamericano. No obstante muchas de sus categorías ya emergen
con los procesos de inmigración-colonización de los
períodos históricos antes mencionados.
Por lo tanto la perspectiva que seguirá este trabajo con relación
a los estudios postcoloniales que tienen un nexo con las colonizaciones
emprendidas más de un siglo atrás. Se pueden observar
en lo siguiente:
Los estudios postcoloniales, dan cuenta de la expansión colonizadora
que realizan los países centrales hacia los tercer mundistas,
lo hacen claro, desde una toma de postura que impulsa la resistencia
a esa políticas expansionistas que pretenden en definitiva,
terminar con las culturas locales, imponiendo una cultura del centro
sobre las periferias.(11).
Se crea una industria cultural que nace conjuntamente con la expansión
del imperio y atraviesa las redes antes impermeables de las culturas
locales, pasa a través de las fronteras políticas desconociendo
los estados/nación. Además que implanta una relación
entre emisor y receptor, es decir se constituye como el único
referente cultural en los diversos países de Latinoamérica.
"Ahora el capitalismo global promueve un nuevo proceso de "destrucción
creativa", propiciando las bases para la configuración
de una polis novedosa de unidad territorial y poblacional más
amplia y de carácter supranacional: los estados - región"(12).
Ahora bien como anotara Edward Said, se establece un constructo no
sólo de poder sobre las colonias, sino que además es
la construcción de una identidad en esas colonias, hasta el
punto que la visión del colonizador se hace visión en
el colonizado(13), por tanto no hay ni
la más mínima fractura, lo que ocurre es una asimilación
perfecta de una cultura por otra, y que a la vez le impone una identidad
a través de las definiciones que ha hecho de ella. Si reflexionamos
hondamente sobre esto, latinoamericana, preocupada de la diversidad
y problemáticas sociales, próximamente será impulsada
a perder la memoria y se le instalará una historia redactada
con grafía central, se perpetuará por consiguiente,
la invención occidental de Latinoamérica(14).
En tanto en el plano exclusivamente cultural, la colonización
apunta a una homogenización de la cultura paralela con la pérdida
de enraizamiento en los propios valores e identidad nacional, la "estandarización"
y uniformación de muchas pautas culturales en la que se ha
denominado la cultura de los Mac Donal´s, al tiempo que se refuerzan
las identidades locales y supranacionales. En resumen lo que se instala
de manera absolutamente visible es una sola forma de pensar, que admite
reformas, adaptaciones, matices, pero que sólo es una, y lo
que produce es una uniformación de la producción y el
consumo. Por tanto se produce y consume un artefacto cultural colonizado
que rápido se ramifica en diversos puntos de la sociedad.
Ante esto, emerge el concepto de resistencia, en el sentido de que
toda la cultura no puede ser expresada por un discurso único,
homogéneo, como lo pretendió el racionalismo cartesiano
y como lo pretende la nueva colonización. Cada espacio es productor
(y legitimador) de su propio discurso, válido para sí,
en la medida en que se sostiene en los "juegos del lenguaje"
legitimados por la comunidad. Al mismo tiempo, la construcción
discursiva implica un metadiscurso permanente, una fragmentación
del relato en microrrelatos que se "vuelven sobre sí",
en un movimiento que busca su legitimación. Como ocurre con
las periferias, con las literaturas no colonizadas por el mercado(15).
En ese aspecto es interesante también, buscar la complicidad
en lo postmoderno, complicidad de resistencia, complicidad de oposición
debido que refuerza la idea de una cultura diversa, pero sin embargo
no polemiza con ese único discurso, es más no lo asocia
a un proceso de colonización/dominio. En ese aspecto, nuevamente
las expresiones identitarias aparecen con pocas posibilidades de reposeer
el campo de acción que le ha sido arrancado. La producción
cultural aparece en el mundo postmoderno como otro producto que debe
fraccionarse y compartir con otros fragmentos, cuando lo cierto es
que no existen otros fragmentos y si los hay son fragmentos que pertenecerían
al campo del colonizado, es decir a lo anulado/borrado.
Por esta razón que la resistencia de la producción
cultural debe darse desde la cultura misma, y de los significados
de contestación que elabora esa cultura. Por tal motivo que
entre sus afanes se encuentra precisamente una reinvención
del yo, un yo que ahora busca ser recuperado en su tradición.
Ese yo que nos interesa de Spivak, el que se relaciona con el subalterno
y que plantea que la conciencia es recuperable, pero no es recuperable
como algo positivo, sino como diferencia, como negatividad, es decir
yo soy lo que soy, porque no soy como ustedes (16).
En ese aspecto, la producción cultural en su proceso de reinscripción
se define por no ser como un producto colonizado, es la negatividad
el resistirse a la dominación lo que definitivamente nos entrega
las claves para comprender mejor esta oposición.
La puesta en escena de la colonización, permite la aparición
de producción cultural que de acuerdo al canon son expresiones
bastardas porque no se inscriben en los catálogos que redacta
el que coloniza, resistiéndose a toda política cultural
que emane desde el imperio y a las expresiones "poliarquicas"
de los gobiernos de turno. Señalamos entonces, que además
es una oposición a la instalación del nuevo imperio,
al capital despatriado, como lo llaman Hardt y Negri en Imperio(17).
Esta atmósfera rodea fuertemente el contexto social, y sin
duda deja ver la crisis que aparece en la sociedad, de ahí
que las producciones culturales presenten fuertes influencias, hemos
visto que aparece un producto textual que sí se vincula y sufre
la influencia directa del imperialismo. Ese producto convive en la
nueva colonización, es más da cuenta de manera acertada
de las políticas para hacerse un producto más del mercado
que sólo le toca entretener. Puesto que la colonización,
que no sólo afecta a la generalidad de las actividades económicas,
tiene, también un fuerte reflejo en el sector de las industrias
culturales y de la comunicación. Grandes grupos transnacionales
se constituyen en dominadores de la oferta y la comercialización
de buena parte de las mercancías culturales, y más específicamente
de la las creaciones en los países latinoamericanos, mientras
la dinámica empresarial que se ha instaurado en los últimos
años convierte a estas últimas en origen y destino de
amplios movimientos de capital.
Por otra parte, se da una constante producción cultural que
está signada por las categorías de periferia, signada
por los elementos de resistencia y oposición, debido que atenta
contra las gramáticas hegemónicas de la colonización,
y da cuenta efectivamente de fragmentos, de discursos que son, enmascaradamente,
prohibidos de circular. De este modo podemos entender que a la expansión
del capital, no sólo grupos sociales o políticos están
en una constante oposición, sino que también lo hacen
los trabajos culturales que se inclinan más por rescatar las
pequeñas verdades, o de mirar a la sociedad con toda su cantidad
de fragmentos, de sus partes, y con ello registrar la profunda y multiplicadora
diversidad existente en todas sus capas sociales.
Ahora bien la producción cultural busca además reterritorializar
el mapa de la memoria, el que lingüísticamente ha sido
reemplazado por textos de consumo masivo, en definitiva la producción
cultural construye su propia anatomía, gracias a la tensión
que entrega la permanente resistencia.
Esta resistencia se desarrolla contra ese proceso de colonización
que promueve un sistema de dominio aunque distinto al de la sociedad
del S. XIX y parte del XX; pues este estaba vinculado al control de
tierras, civilización y al posicionamiento dentro de un nuevo
sistema modernizador. En cuanto a la conflictividad, algunos autores
han acentuado no sólo el desplazamiento de la cuestión
de las clases del modelo anterior, hacia la emergente problemática
de la exclusión, que hace a una novedosa diferenciación
de la forma en que se elabora el conflicto entre los que se encuentran
"dentro" con relación a los que quedan "afuera".
Así como también en la denominada sociedad de servicios
algunos autores hacen referencia a la amplificación del "riesgo",
donde el avance de la racionalidad técnica instrumental genera
nuevos problemas y amenazas sobre aspectos ambientales, nucleares
y de coordinación. La dicotomía que se plantea es dentro
o afuera. Dentro por tanto es lo que asume sin reparos la influencia
devastadora de los signos de la colonización. Afuera por consiguiente
se encuentra lo que se opone, es decir la manifestación cultural
que se niega a entrar en la dinámica de la industria cultural
por considerarla impositiva y ausente de las identidades locales,
y que afecta además de manera directa a los estados nación.
Este es el constructo teórico sobre postcolonialismo, el cual
nos permitirá hacer una revisión y análisis de
estas tres dimensiones, que de acuerdo a esta investigación,
encontramos fuertes relaciones.
CIVILIZACIÓN/HEGEMONÍA
La utopía agraria y la civilización y
el progreso(18), elementos centrales
de los procesos de colonización organizados por los gobiernos
y por los intelectuales de Latinoamérica del siglo XIX "
Estas naciones están llamadas a completar en América
la obra comenzada por la revolución; pero no ya por medio de
la conquista como lo hizo la España del siglo XV, sino con
las poderosas armas del comercio, de la industria y de las ciencias;
no con el cañón y el sable, sino con el influjo de las
costumbres, con el poder de la civilización, con el predominio
de la riqueza, de las ideas, del saber y de la verdad"(19).
De esta manera, como precisa la Dra. Norambuena, " Así
la inmigración es vista como el mejor medio para la mejora
de los hábitos y las costumbres" (20)
También aparece otro aspecto con respecto a las políticas
de inmigración en nuestro país, se desechaban como culturas,
la local primero que todo, pero también la asiática
y la negra. Existe una clara discriminación y falta de confianza
hacia los recursos humanos existente en América Latina "El
vigor la originalidad, la confianza en la educación y el progreso,
elementos tan claramente apreciables por ejemplo en un Sarmiento,
se contradicen con su aceptación del dominio industrial británico
y la resignada esperanza de que la Argentina se transforme en su proveedor
agropecuario" En tanto en Chile Andrés Bello con una mayor
lucidez manifestaba " ¿Estaremos condenados todavía
a repetir servilmente las lecciones de la ciencia europea, sin atrevernos
a discutirlas, a ilustrarlas con aplicaciones locales, a darle estampa
de nacionalidad?(21) En el contexto del
fenómeno de europeización, aparece la reflexión
de un Andrés Bello, que ya está entregando signos para
elaborar resistencias a ese marcado de expansionismo, resistencias
que dialogan perfectamente con los gestos que exponen los discursos
postcoloniales al momento de oponerse a la implementación de
un solo paradigma, a un modelo único, a un solo imaginario
como referente en toda la sociedad.
Se establecen relaciones, se busca traer desde afuera
el progreso, se desconfía de las competencias del recurso humano,
situaciones que se observan claramente en la época de la nueva
colonización, ésta que se dinamiza a fines del sigo
XX, el desarrollo y el progreso tecnológico son exclusivamente
monopolizados por los países más poderosos, y que los
recursos humanos más capacitados se encuentran en esos lugares.
Aún persiste la desconfianza de hace más de un siglo,
aún son los mismos países los que se ubican en el eje
del desarrollo y por su parte Latinoamérica, aún continúa
en la misma posición del subdesarrollo.
La hegemonía tiende a unirse a los conceptos
de civilización, cuando Sarmiento habla de la clásica
dicotomía "civilización o barbarie",
lo que estaba haciendo es hoy decir, diversidad o hegemonía,
o pérdida de las identidades y sumisión a quien tiene
más poder. Por esto mismo que todo el posible progreso que
alcance América Latina siempre estará condicionado a
la entrega de sus identidades, de sus culturas locales, sus patrimonios,
con el objeto de producir una hegemonización, una introducción
de una historia por sobre otra, con el firme propósito de que
la más débil desaparezca, y con ello "la barbarie".
Ahora bien no podemos desechar las palabras de Bello en el sentido
de que ¿hasta cuándo haremos progreso con las ciencias
de Europa? Ese es el punto, la inmigración si bien llegó
para mejorarlo todo prácticamente, porque todo había
que mejorarlo de acuerdo a lo que se pensaba la intelectualidad de
la época. De ahí que el paso siguiente a la civilización
fuera la modernización, característica que observamos
en variados aspectos similares a los de la civilización.
MODERNIZACIÓN
"Todo el que no era degollador, carnicero ni salvaje, ni ladrón"(22),
esa fue la descripción que se tuvo por consagrada con respecto
al hombre "no civilizado", ahora el proceso modernizador
tiene mucho que con el poblamiento de los territorios, con "poblar
para gobernar" y eso bien los entendían los gobiernos
de Chile y de Argentina por citar sólo dos ejemplos, en Argentina
se necesitaba poblar ese extenso territorio de la patagonia, en el
caso de Chile, la Araucanía "distinguen este proceso el
desarrollo de un modelo económico primario-exportador, una
política de colonización con inmigrantes europeos, una
creciente urbanización, un aumento acelerado de las comunicaciones
y medios de transporte, particularmente del ferrocarril y, en forma
muy especial, una proliferación de la prensa escrita"(23).
Ya aparecen los tópicos que conlleva la modernización,
que aún están vigentes y constituyen factores centrales
dentro del marco de la globalización, como es el caso del transporte
y los medios de comunicación. La modernización que se
inicia con las políticas de inmigración europea mantiene
características bastantes similares con respecto al concepto
de civilización, estas características se reiteran en
el sentido de que los elementos externos son los que producirán
los rasgos iniciales del proyecto modernizador, esto también
indica que frente a ello nuevamente se busca estar bajo las hegemonías
de las naciones que aparecen como modernas a la hora de comparar.
Lo nacional, las culturas locales diversas no son vistas para emprender
tamaña empresa, es decir la desconfianza de antes no ha caducado,
el elemento europeo es quien posibilita una práctica de desarrollo,
se ha legitimado en los gobiernos una política de recursos
desde afuera por sobre los recursos propios, nacionales. Se observa
además que el interés está en desarrollar un
modelo económico "primario-exportador", esto son
los inicios de un modelo que a perpetuado exclusivamente las materias
primas impidiendo efectivamente la modernización. Hoy los estudios
postcoloniales reflejan precisamente esta constante, los países
del tercer mundo sólo exportan materias primas a bajos precios
y compran productos elaborados con esas mismas materias primas a altos
precios, se mantiene entonces, el mismo modelo que hace que un país
colonice al otro, no a través de territorios, sino que por
medio de la economía y la cultura.
La modernización, procura precisamente la construcción
de una política totalizadora, en donde las diversidades con
sus particularidades de identidad se omitan, se marginen de esa totalización
del pensamiento y de las sociedades, Occidente mapea lo que debe hacer
el colonizado, en un comienzo esto lo podemos observar con la presencia
de los inmigrantes europeos que son traídos para producir réplicas
de modernización en prácticamente toda Latinoamérica.
PRODUCCIÓN CULTURAL
Quizás sea este uno de los temas más interesantes a
raíz de los elementos que se encuentran en sus diversos textos,
con esto es necesario precisar que de la producción cultural,
nos abocaremos sólo a la producción literaria. Una producción
marcada por los signos del registro, de las historias de vidas, por
la urgencia que producía escribir al estar en lugares desconocidos
y lejanos. También existe una producción literaria que
entrega elementos que recogen abiertamente la cultura popular y más
específicamente la cultura local, ejemplo de ello es el texto
El Maruchito(24), libro en donde
su relato va dando cuenta de los sucesos que pasan en un sitio de
la patagonia. Por ese mapa de diversidad y con el objeto de no perder
la focalización de este trabajo, interesa por tanto dividir
en dos textos la producción de temáticas literaria distantes
de los inmigrantes -que a nuestro juicio constituyen un importante
referente.
a.- los que efectivamente están marcados por la urgencia de
registrar
b.- los que recogen aspectos de las identidades locales
En ese contexto, podemos agregar que los procesos de colonización
buscan precisamente instalar paradigmas, y no cabe duda que la producción
literaria es fuertemente impactada, diremos por consiguiente que es
también colonizada, por tanto los textos deben ponerse al servicio
de esas prácticas de colonización, deben dar cuenta
entre sus páginas de los favores que expone un tipo de modelo,
con esa situación restrictiva lo que se escribe es lo que solicitan
los mecanismos encargados de hacer respetar la colonización;
sin embargo aparecen los textos que se resisten, que se oponen a la
pérdida de la identidad, y dan a conocer precisamente lo otro.
La clausura.
Con respecto a los textos que están marcados por la urgencia
de registrar, tomaremos como referente a Allá en la Patagonia(25),
es un trabajo epistolar recopilado 70 años más tarde,
que relata la correspondencia entre Ella Hoffman y Mutti, su madre,
correspondencia que ocurre entre 1923 a 1930. Es estas cartas se observa
la necesidad de contar acerca de la tierra en que se ha llegado a
vivir, y se dice que es una tierra inhóspita, marcada por las
inclemencias del clima, por la soledad y por las carencias básicas
para sobrevivir. Pensamos que es un trabajo que se resiste a la política
inmigratoria de la época, los inmigrantes son llevados a la
patagonia para colonizar, sin embargo el proyecto oficial omitía
las múltiples carencias que llevan soportar estos colonos,
en ese aspecto el registro pretende exponer una realidad muy distinta
a la que se le había ofrecido.
El otro texto El Maruchito, con características muy
distintas al anterior, se confronta con la imposición de una
iglesia católica oficial, aquí el mito popular y la
religiosidad de la zona patagónica, aparecen revindicando la
diversidad de las culturas y con ello de la cultura propia de una
localidad determinada. La resistencia está dada precisamente
en creer en un "santo" que se aparece más cercano,
más de ellos, y no en otros europeos como lo indica la iglesia.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Este trabajo ha querido contribuir a las investigaciones sobre los
procesos de inmigración-colonización que se dieron en
gran parte de los países en América Latina, la perspectiva
ha sido buscar nexos entre esos conceptos, los que emanaron de las
autoridades de la época, con los estudios postcoloniales, no
nos cabe duda que se trata de un apronte y que las investigaciones
próximas podrán ahondar más en el asunto, sin
embargo, de acuerdo a mi tema de tesis doctoral, observe estas características
que bien pueden ser los orígenes de un estado servil que ve
que en Europa primero y luego en Estados Unidos podemos encontrar
la civilización, la modernización y ahora el salto a
la "sociedad informatizada" También hemos encontrado
voces, como la de Andrés Bello que ya visualizaba la profunda
distorsión que produciría una situación en donde
se omitiera la participación de un pensamiento desde aquí.
La inmigración, ahora en el contexto de la globalización
o de las nuevas colonizaciones no ha desaparecido, continúa
de manera creciente y notoria, por esto mismo que en la actualidad,
o más bien desde los años 90 Chile, más bien
el centro de Santiago comenzó a poblarse de ciudadanos extranjeros,
especialmente peruanos. En el año 1994 no alcanzaba las 10.000
personas, y hoy son casi 70.000, de los cuales, un 30 por ciento son
indocumentados, según las cifras del servicio consular del
Perú.
Pero su presencia en Chile, así como en otros flujos migratorios
en el mundo, responde al proceso de la globalización económica
(26).
La globalización implica liberar los mercados y también
el laboral. Es una puerta abierta, una invitación a que los
capitales, mercancías y personas transiten. Es difícil
pensar que en Latinoamérica, una de las zonas más liberalizadas,
sólo transiten mercancías y no personas en busca de
trabajo, ellos también son agentes económicos. Se habla
de movilidad de personas, de mano de obra calificada, semicalificada,
y no calificada.
Las migraciones se han acentuado, pero los países receptores
endurecen los mecanismos de recepción, son más selectivos,
es decir, se ingresa con mayor facilidad en la medida que se tenga
mayor calificación, de lo contrario existen más dificultades
para desplazarte y documentarte. Así se va configurando el
círculo de la migración en la época de fines
del siglo XX. Las políticas de migración son presionadas
o inspiradas por el parecer del gran capital. Hay una voluntad de
no darle la misma oportunidad al trabajador inmigrante
El fenómeno de la globalización-postcolonización
tiene que ver con esta categoría de trabajador migratorio es
decir, la persona que se traslada con todo lo que implica el desarrollo
humano. Situación que ya experimentaron los primeros inmigrantes
europeos que fueron "usados" por los gobiernos locales para
posibilitar el desarrollo en la región.
NOTAS
1.- Franz
Hinkelammert. El nihilismo al desnudo. Los tiempos de la globalización,
LOM Ediciones, Santiago de Chile, 2001. pp. 91-100.
2.- Los conceptos de expulsión / atracción, deben mucho
a las opiniones vertidas por la Dra. Carmen Norambuena, en sus clases
en el Doctorado en Estudios Americanos, de la Universidad de Santiago
de Chile.
3.- Juan Bautista Alberdi. Bases y puntos de partida para la organización
política de la República Argentina. EUDEBA, 1966. pp.
30-75.
4.- ibid. P.30.
5.- Gayatri Chakravorty Spivak, "Can the Subaltern Speak?";
se ha usado la edición de Williams y Chrisman, eds., Colonial
Discourse and Post Colonial Theory, pp. 66-111.
6.- Ibid.
7.- Vicente Pérez Rosales. Memoria sobre emigración,
inmigración i colonización, Santiago 1854, p.87. Citado
en "La Inmigración en el pensamiento de la intelectualidad
chilena 1810-1910", de Carmen Norambuena. p.77.
8.- Carmen Norambuena. "Política y legislación
inmigratoria en Chile, 1830 - 1930", en Cuadernos de Humanidades
N° 10.Universidad de Santiago de Chile. Santiago de Chile, 1990.
p.51.
9.- Vicente Pérez Rosales. Recuerdos de pasado. 1814-1860.
Editorial Andrés Bello, Santiago de Chile, 1980. p. 474.
10.- Jorge Narváez. La invención de la memoria. Editorial
Pehuén, Santiago de Chile, 1988. pp.15-
11.- Máximo González. "Globalización / Nación
/ Resistencia / Literatura Marginal" Documento de trabajo sin
foliar. Santiago, 2002.
12.- Daniel García Delgado "La Redefinición del
Estado", Capítulo I, pp. 18-40.
13.- Edward Said, "Chapter Three. Resistance and Opposition"
en Culture and Imperilism, pp. 191-281.
14.- Maximiliano Salinas. "Risa y cultura en Chile" Documento
de Trabajo. Universidad Arcis, Santiago, 1996. p. 34
15.- Jean - Francois Lyotard, La Condición Postmoderna, Rappot
surt le savoir, París, 1978.
16.- Ibid. Cita 5
17.- Hardt y Negri "Capítulo 6", "La dialéctica
de la soberanía colonial", y "Capítulo 7",
"Síntomas de la Transición", en Imperio, pp.
115-153.
18.- Carmen Norambuena. "La inmigración en el pensamiento
de la intelectualidad chilena. 1810-1910", en Contribuciones
N° 109. Santiago, 1995.
19.- Marcial González. La Europa y la América. SANTIAGO,
1848. En Carmen Norambuena. "La inmigración en el pensamiento
de la intelectualidad chilena. 1810-1910", en Contribuciones
N° 109. Santiago, 1995.
20.- Ibid. Cita 18
21.- Andrés Bello. "Discurso sobre el aniversario de la
Universidad", citado en América Latina III, de la Independencia
a la Segunda Guerra Mundial. Por Gustavo y Helene Beyhaut. Siglo XXI
Editores, México 1995. p.118.
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