INTRODUCCIÓN
Después de la segunda Guerra Mundial se observa por parte
de Estados Unidos una política marcada por los signos de contención
de las ideas comunistas. Es la época que se expone abiertamente
la dominación del imperio en la región para resguardar
y facilitar la expansión de los intereses económicos
del país del norte. En ese contexto se da inicio también
a la expansión cultural de lo que conocemos con el nombre de
globalización, concepto que no sólo da cuenta de una
imperialización en el campo económico, sino que aborda
y con mucho énfasis las producciones literarias en la zona.
En otras palabras los productos literarios son fuertemente influidos
por un todopoderoso discurso cultural que cimienta el tipo de texto
que debe circular, es así que aparece de manera notoria desde
la década de los 90 en adelante una literatura colonizada comercialmente,
y que no hace otra cosa que responder a los requerimientos que la
globalización impone en los mercados consumidores de textos.
Los textos imperializados/colonizados lo único que buscan es
parecerse cada vez más al estado canónico que impone
esta política. De este modo en diversos países latinoamericanos
emergen literaturas que responden al estado de comercialización
en que debía convertirse el texto creativo. Es abrumador como
las casas editoras trasnacionales señalan y definen lo qué
es literatura para la región. A raíz de este contexto
es que en este trabajo relacionaremos globalización con colonización
junto a sus estrategias hegemónicas para instalar el poder,
frente a eso en una clara actitud de contestación colocaremos
el concepto de resistencia y oposición, y junto a ellos la
categoría de periferia. Dando cuenta por consiguiente de un
sistema que está caracterizado por una asimetría entre
un centro y su periferia y una relación de hegemonía
de uno sobre otro(1).
En ese contexto la literatura marginal se resiste a perder su identidad
que está dada por una pertenencia a una cultura local, la que
tradicionalmente se ha visto reflejada en los diversos textos, y que
ahora es omitida a raíz de la macro realidad que construye
el discurso literario colonizado, en ese sentido entendemos que la
pretensión no puede ser otra que la de borrar la memoria del
colonizado. Spivak(2), nos permite interpretar
de mejor forma estas estrategias de poder, pues el trabajo de un imperialismo
es un trabajo de conquista ideológica, esto es borrarle al
colonizado su memoria, su historia, para reemplazarlo con una visión
del colonizador que le dice al colonizado quien es. De este modo es
como el ejercicio de articulación que ejecuta la literatura
marginal en oposición a ese borrado de memoria, parte con renombrar,
para cubrir nuevamente la omisión, el vacío que ocurre
entre un antes y un ahora, y como escribe Said, "es el primer
paso para una identidad descolonizada"(3).
Ahora bien, he hablado de una literatura colonizada que se ajusta
a los requerimientos del mercado, más bien está producida
para satisfacer las necesidades de los consumidores como cualquier
otro producto, es una literatura que ha perdido su esencia, no muestra
características que puedan diferenciarla, por el contrario
es parte de la industria cultural que nace conjuntamente con la expansión
del imperio y atraviesa las redes antes impermeables de las culturas
locales, pasa a través de las fronteras políticas desconociendo
los estados/nación. Además que implanta una relación
entre lector y texto, es decir se constituye como el único
referente literario en los diversos países de Latinoamérica.
En tanto la literatura marginal, la entendemos como un conjunto de
textos que carecen de difusión, que no mantienen dominio público,
pues han sido desechados porque sus semánticas problematizan
con la colonización de la cultura, por tanto dan cuenta de
rasgos identitarios locales y latinoamericanos, rasgos vinculados
a los fragmentos como el mundo de la mujer, del indígena, del
homosexual, en definitiva a la cultura del subalterno(4),
que ve que su voz se reduce cada vez más en la circulación
social. Sin embargo tenemos ejemplos notorios de literatura marginal
que se oponen rehabitando en sus textos la memoria, quitando la amnesia
impuesta por la colonización.
También es necesario exponer, que dentro de este status signado
por el texto comercial, tenemos una literatura que efectivamente supone
dar cuenta de las fracciones que comprende la sociedad actual, no
llama la atención entonces encontrarse con literatura escrita
por mujeres, pero no necesariamente interpreta el pensamiento de la
mujer, su posición marginal, discriminada y subalterna que
ocupa, también vemos literatura sobre indígenas, al
igual que la anterior pone de manifiesto sólo al indígena
colonizado y urbano; en estos trabajos no se observa señal
alguna que indique un cuestionamiento siquiera sobre el orden actual
de las cosas, es de acuerdo a como anotara Said, un constructo no
sólo de poder sobre las colonias, entendamos en este caso colonias
literarias, sino que además es la construcción de una
identidad en esas literaturas, hasta el punto que la visión
del texto colonizador se hace visión en el texto colonizado(5),
por tanto no hay ni la más mínima fractura, lo que ocurre
es una asimilación perfecta de una cultura por otra, y que
a la vez le impone una identidad, a través de las definiciones
que ha hecho de ella. Si reflexionamos hondamente sobre esto, la literatura
latinoamericana, preocupada de la diversidad y problemática
social próximamente será impulsada a perder la memoria,
y se le instalará una historia redactada con grafía
colonizadora. Tal vez esto ya está ocurriendo, en los estantes
de las librerías, la literatura que ocupa la mejor posición
es efectivamente la de la industria cultural(6),
la otra, no necesariamente la literatura marginal, está al
fondo en el sitio clausurado, no tiene circulación.
QUE TENEMOS PARA RESISTIR ENTONCES
Frente al inmenso discurso de la literatura de la colonialización,
absolutamente mapeado y difundido fuertemente en la cultura de masas,
qué tenemos; primero una literatura que está fuera y
por tanto marginada y acorralada a existir restringidamente; se pensó
que la postmodernidad podría entregar y señalar ciertos
caminos para que se produjese un abanico con más de un color,
pues la ruptura de un relato único, en el sentido de que toda
la cultura no puede ser expresada por un discurso único, homogéneo,
como lo pretendió el racionalismo cartesiano y como lo pretende
la globalización. Cada espacio es productor (y legitimador)
de su propio discurso, válido para sí, en la medida
en que se sostiene en los "juegos del lenguaje" legitimados
por la comunidad. Al mismo tiempo, la construcción discursiva
implica un metadiscurso permanente, una fragmentación del relato
en microrrelatos que se "vuelven sobre sí", en un
movimiento que busca su legitimación. Como ocurre con las periferias,
con las literaturas no colonizadas por el mercado(7).
En ese aspecto es interesante buscar la complicidad en lo postmoderno,
complicidad de resistencia, complicidad de oposición debido
que refuerza la idea de una cultura diversa, pero sin embargo no polemiza
con ese único discurso, es más no lo asocia a un proceso
de colonización/dominio. En ese aspecto, nuevamente la literatura
marginal se le ve con pocas posibilidades de reposeer el campo de
acción que le ha sido arrancado. La literatura aparece en el
mundo postmoderno como otro producto que debe fraccionarse y compartir
con otros fragmentos, cuando lo cierto es que no existen otros fragmentos
y si los hay son fragmentos que pertenecerían al campo del
colonizado, es decir a lo anulado/borrado.
Siguiendo los análisis realizados por G. Vattimo(8)
y por F. Lyotard(9), es posible puntualizar
algunos de sus rasgos distintivos, que permiten fijar algunas pautas
del contorno en relación con el pensamiento y la cultura:
Implica una erosión de los límites de
lo pensado como binarismo. Ello conduce a la disolución de
la identidad del sujeto. Este proceso se puede señalar tanto
en el plano individual como en lo relativo a las formas culturales:
por ejemplo, entre la cultura alta y la cultura de masas. Pone al
mismo nivel clases pensadas como distintas. Se borra la diferencia
entre géneros.
Para Alfonso de Toro,
"la literatura postmoderna tiene la tarea de llenar
vacíos entre los límites de la cultura establecida y
canonizada y la subcultura, entre seriedad y risa, entre las belles
lettres y el Popart, entre élite y cultura de masas, entre
crítica y arte, entre artista y crítica, entre arte
y público, entre profesionalismo y diletantismo amateur, entre
lo real y lo maravilloso/mito. La primacía de la fantasía
debe imperar sobre la sobriedad."
La doble codificación mencionada, emerge a través de
la 'deconstrucción', la 'intertextualidad', 'interculturalidad',
la 'historización', la 'recepción/experiencia sensual-cognitiva
del arte', la 'heterogeneidad', 'subjetividad', 'recreatividad', así
como el 'minimalismo', la 'ironía', el 'humor', la 'fragmentación
integrada', el 'collage' o el 'metadiscurso lúdico', entre
numerosas opciones discursivas(10).
Parece que sólo se constatara a una sociedad que soterradamente
manifiesta hibridez, pero nada indica una reorganización/oposición
a la idea de que la cultura es materia de propiedad.
Por consiguiente la resistencia cultural de la literatura marginal,
no puede estar en otra parte que no sea en sus textos.
LITERATURA MARGINAL /LITERATURA
COLONIZADA
Una somera revisión comparativa de estas producciones, indicará
que el proceso de aculturación, entendido como la influencia
de una cultura más fuerte sobre otra más débil,
tiene fuerte oposición en la literatura marginal, no adopta,
definitivamente a la otra.
"No es su deseo desamar estas aguas frías,
azules y australes. Fija los ojos hasta que no queda en ellos ni una
gota de humedad. Entonces atraviesa la arboleda y se dirige a la casa
grande. Al inscribirse esa mañana en el diario mural de la
entrada para ayudar con el almuerzo, le agradó la idea de participar
en el trabajo doméstico, no sólo porque las dos chiquillas
del pueblo no dan abasto sino porque hacer cosas mínimas le
viene bien. Nada grandioso, nada que sea tan fuerte que carezca de
lenguaje"
"Floreana embargada de placer, de ése,
de aquél. Se tiende a esperar el día, a esperar el cuerpo
del delito que la mantiene alucinada, avergonzada, estremecida. Cada
poro se hunde y espera y espera para ver a ese hombre testigo, dueño
y hacedor de su desenfreno (...) Cuenta las horas para que él
llegue, aunque sabe que puede no llegar más"
El Albergue de las Mujeres Tristes / Marcela Serrano
"La respiración de Catherine se
hizo más lenta y dejó de mover la cabeza. Descansaba.
Yo quería continuar, pero las implicaciones de lo que me había
dicho me distraían. ¿Tendría, en verdad, ochenta
y seis vidas anteriores? ¿Y qué podría decirse
de los maestros? ¿Era posible?
Muchas Vidas, Muchos Maestros / Brian Weiss
Podemos observar en ambos textos como se ha producido la colonialización
en ellos, primero que todo en El Albergue de las Mujeres Tristes,
la mujer que parece es una mujer que insiste en la tradición,
que jamás cuestiona el orden discriminador hacia su género,
es una manifestación absolutamente superficial de los que constituye,
a nuestro modo de ver la mujer en la actualidad.
En tanto el fragmento del libro de Weiss, se inscribe en esa abundante
literatura de auto ayuda, de soluciones superficiales a la problemática
e interrogantes de la sociedad y el género humano en particular.
He seleccionado sólo estos breves textos de dos autores que
no cabe duda dan cuenta del estado actual de la literatura impactada
por la colonización, y que circula en grandes tirajes posicionándose
e irguiéndose como la única producción literaria,
avalada por un mercado adiestrado a buscar sólo y exclusivamente
entretención.
Es una época compleja si se quiere hacer revisiones de la
producción literaria de la década del 90 al 2000, principalmente
porque se ha borrado una parte significativa de textos creativos,
se ha impedido su circulación; sin embargo la literatura nunca
ha sido lo que necesariamente está de moda, tampoco el mejor
texto ha sido el que necesariamente más se vende. Por esta
razón que la resistencia de la literatura marginal debe darse
desde el texto, y de los significados de contestación que elabora
ese texto. Por tal motivo que entre su afán se encuentra precisamente
una reinvención del yo, un yo que ahora busca ser recuperado
en su tradición, siguiendo a Spivak, en lo relacionado con
el subalterno, la conciencia es recuperable, pero no es recuperable
como algo positivo, sino como diferencia, como negatividad, es decir
yo soy lo que soy, porque no soy como ustedes. En ese aspecto, la
literatura marginal en su proceso de reinscripción se define
por no ser como la literatura comercial y colonizada, es la negatividad
el resistirse a la dominación lo que definitivamente nos entrega
las claves para comprender mejor esta escritura.
La Subida del Río
¡No hay cristiano que aguante!
Desde la subida del río,
las ánimas penan en la casa.
La micro no viene,
el camino fue arrasado
por el agua.
Ninguna noticia. Nada
La yerba escasea,
la grasa se acaba
y este perro mío
que aúlla y aúlla.
¡Habráse visto tanta desgracia!
Con la Piel Ajena / María Catalán
Osorio
La Escaramuza del Tejido
Se escribe redondo
curvo
en el centro
justo en el centro
un espacio en blanco
es el silencio cercado
pálido como el olvido.
Se escribe redondo
curvo
y después
la incertidumbre.
Nadie Lee del Otro Lado / David Bustos
"Ahora estaba más viejo, más
tranquilo, tomaba harto menos que antes, pero seguía viviendo
el día. Sacudió su cabeza como espantando con ello sus
pensamientos, que a veces iban por derroteros que prefería
evitar. Tal como pensaba, de una casa grande, de esas con jardines
que parecen parque, le llamaron, era para desmalezar, aceptó
por lo que le dieran, total casi siempre le tiraban una marraqueta,
un vaso de agua y unos pesos y como andaba de urgido que las tripas
ya ni le sonaban"
Chile: Punto de Quiebre y Otros Relatos / Loreto Silva
Presentación
Esta soy yo
Visto mi uniforme
No tiene permiso para salir mi sonrisa
(educo severamente mis emociones)
Aguardo el crepúsculo para justificar mi tristeza
y me declaro culpable de lo que no sucede
Entre la muchedumbre y la anonimia
voy imperceptiblemente herida por cuchillos
Lamentaciones Gemidos y Ayes / Mirka Arriagada
En los textos citados, correspondientes a textos que se niegan al
impacto de la globalización, y lo hacen porque en su semántica
dibujan un conjunto de crítica social, un conjunto de residuos
que atentan a las gramáticas de la colonialización,
se observa que hay conciencia con relación al momento dicotómico
entre centro y periferia, entre hegemonía y diversidad, entre
comunidad y dominio, entre identidad y transnacionalización,
esto ocurre porque no aparece en la escritura el afán de entretener,
por el contrario se da la reflexión que se dirige a constatar
la otra orilla, ya nadie lee del otro lado dice David Bustos, el otro
lado es precisamente la memoria el velo que ha depositado el modelo
del texto espectáculo, nadie lee del otro lado, es la posición
marginal en que se encuentra un significativo porcentaje de la literatura
chilena que precisamente está al otro lado, no en el mercado
de palabras en que se encuentran autores como Isabel Allende, Luis
Sepúlveda, la Serrano, y otros de reconocida mundialización
comercial.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Si bien entendemos que la expansión del capitalismo,
y con ello la puesta en escena de la globalización, aparecen
textos literarios que de acuerdo al canon son textos bastardos porque
no se inscriben en los catálogos que redacta el que coloniza,
resistiéndose a toda política cultural que emane desde
el imperio y a las expresiones "poliarquicas" de los gobiernos
de turno. Señalamos entonces, que además es una oposición
a la instalación del nuevo imperio, al capital despatriado,
como lo llaman Hardt y Negri en Imperio(11).
Esta atmósfera rodea fuertemente el contexto cultura, y sin
duda deja ver la crisis que aparece en la sociedad, de ahí
que las producciones literarias presenten fuertes influencias, hemos
visto que aparece un producto textual que sí se vincula y sufre
la influencia directa del imperialismo. Ese texto convive en la globalización,
es más da cuenta de manera acertada de las políticas
para hacerse un producto más del mercado que sólo le
toca entretener.
Por otra parte, se da una constante producción
literaria que está signado por las categorías de periferia,
signada por los elementos de resistencia y oposición, debido
que atenta contra las gramáticas hegemónicas de la globalización,
y da cuenta efectivamente de fragmentos, de discursos que son, enmascaradamente,
prohibidos de circular. De este modo podemos entender que la expansión
del capital, no sólo grupos sociales o políticos están
en una constante oposición, sino que también lo están
los trabajos literarios que se inclinan más por rescatar las
pequeñas verdades, o de mirar a la sociedad con toda su cantidad
de fragmentos, de sus partes y con ella registrar la profunda y multiplicadora
diversidad existente en todas sus capas sociales. Pero también
de reterritorializar el mapa de la memoria, el que lingüísticamente
ha sido reemplazado por textos de consumo masivo, en definitiva la
literatura marginal construye su propia anatomía cultural,
gracias a la tensión que entrega la permanente resistencia.
* * *
NOTAS
1.- Ver William Robinson I., Promoting Polyarchy:
Globalization, US Intervention and Hegemony, Cambridge University
Press, Cambridge and New York, 1996. pp.123-135.
2.- Gayatri Chakravorty Spivak, "Can the Subaltern
Speak?"; se ha usado la edición de Williams y Chrisman,
eds., Colonial Discourse and Post Colonial Theory, pp. 66-111.
3.- Edward Said, "Chapter Three. Resistance amd
Opposition" en Culture and Imperilism, pp. 191-281.
4.- ídem cita 2
5.- ídem cita 3
6.- Ver a José Joaquín Brunner, Globalización
Cultural y Postmodernidad. Texto completo.
7.- Jean - Francois Lyotard, La Condición Postmoderna,
Rappot surt le savoir, París, 1978.
8.- Ver a Gianni Vattimo, Más allá del
sujeto. Nietzsche, Heidegger y la Hermenéutica, Buenos Aires,
Piadós, 1989. pp. 158-170.
9.- Ídem cita 7
10.- Alfonso de Toro "Postmodernidad y Latinoamérica (con
un modelos para la narrativa postmoderna)", en: Actas Literaria,
Facultad de Educación, Humanidades y Arte, Universidad de Concepción,
N°15, 1990.
11.- Ver Hardt y Negri "Capítulo 6",
"La dialéctica de la soberanía colonial",
y "Capítulo 7", "Síntomas de la Transición",
en Imperio, pp. 115-153.
BIBLIOGRAFÍA
CONSULTADA
1.- Robinson, William I., Promoting Polyarchy: Globalization,
US Intervention and Hegemony, Cambridge University Press, Cambridge
and New York, 1996.
2.- Gayatri Chakravorty Spivak, "Can the Subaltern
Speak?"; se ha usado la edición de Williams y Chrisman,
eds., Colonial Discourse and Post Colonial Theory, eds. Patrick Williams
y Laura Chrisman. New York. Culumbia University Press, 1994.
3.- Said, Edward "Chapter Three. Resistance and
Opposition" en Culture and Imperilism. New York. Knopf, 1993.
Citas 4 y 5 corresponden a citaciones 2 y 3
6.- José Joaquín Brunner. Globalización
Cultural y Postmodernidad. Santiago de Chile. Fondo de Cultura Económica,
1998.
7.- Jean - Francois Lyotard, La Condición Postmoderna,
Rappot surt le savoir, París, 1978.
8.- Vattimo, Gianni, Más allá del sujeto.
Nietzsche, Heidegger y la Hermenéutica, Buenos Aires, Piadós,
1989.
9.- ver citación 9
10.- Alfonso de Toro "Postmodernidad y Latinoamérica
(con un modelos para la narrativa postmoderna)", en: Actas Literaria,
Facultad de Educación, Humanidades y Arte, Universidad de Concepción,
N°15, 1990.
11.- Michael Hardt y Antonio Negri "Capítulo
6", "La dialéctica de la soberanía colonial",
y "Capítulo 7", "Síntomas de la Transición",
en Imperio, tr. Alcira Bixio. Buenos Aires. Paidós, 2002.