Presentación
"LOS
PREMIOS" ANTOLOGÍA DE POESÍA Y CUENTOS
MAGO Editores
Primera edición: octubre 2005. 130 páginas
Por Max González Sáez
/ Escritor y editor
La literatura en Chile, desde los 90 en adelante ha dado cuenta de
una presencia en muchas zonas lingüísticas que antes era
poco probable que se produjesen textos literarios, lugares frecuentemente
obligados a omitirse en este jaleo del poder, y que ahora con apuestas
decididas amplían las textualidades, se ve un lenguaje manchado
por esos sitios menos públicos, un lenguajear de muchos giros
del mundo urbano que se mantenían lejos de las reglas estrictas
que imponen las
academias.
Se trata de escrituras más sucias y menos limpias, más
perversas y menos dignas, escrituras al fin llenas de un grado importante
de insatisfacción, marcadas por las rupturas permanentes de
sí mismas, por el hacerse y deshacerse en el mismo acto, escrituras
con identidades fragmentadas, partidas por una discusión cultural
que aprisiona con el objetivo de hacerlas entrar.
Los estudios de la cultura indican la existencia de un conjunto de
textos que se construyen en las deformidades, en esas frágiles
intercepciones marcadas por las marginalidades, y con ello imponen
un texto destextualizado que cita el quiebre como uno de sus únicos
recursos expresivos, la destextualización es la falta consciente
de las textualizaciones que hoy aparecen allegadas a la organización
de palabras, palabras que son hermosamente ubicadas y donde no existe
ni un ápice de cuestionamiento por su ausencia de roce en este
diálogo con lo menos sensacionalista. Ahora bien, lo que nos
queda al final de la tarde no es un aire limpio, es un gesto a medio
camino que se hace para dar cuenta de las diferencias, diferencias
que se nota pues esa textualidad no es igual a estas escrituras, es
decir se halla la diferencia porque no se es igual a los otros. En
ese gesto emerge ese ingrediente de identidades, castigadas, sucias,
pero esencialmente omitidas por el ejercicio de la hegemonía.
Si bien este contexto de destextualización nos lleva a la
pregunta ¿para qué antologías en épocas
de hegemonías?, en épocas en donde la literatura se
ha vuelto un producto más de la industria cultural, una institución
que difunde y con mucha fuerza la construcción en series, el
libro comercial de baja profundidad y el show de libros carentes de
pensamiento crítico. Esto
empuja a resistir y el conjunto de poemas y cuentos que constituyen
este libro LOS PREMIOS, apuestan por provocar esas gramáticas
del establiment que hace rato ocupan todo el breve sitio
que existe en el ejercicio de escribir.
LOS PREMIOS, que surge del nombre que dio Cortázar a su primera
novela y no es casual que esta antología adquiera el mismo
nombre, pues los autores han sido escogidos por la cercanía
y la amistad que mantienen conmigo y con la editorial, es un azar
dado porque a varios le sorprendió la invitación a navegar
en este barco, y donde al igual que en el texto de Cortázar,
las contradicciones serán latentes, las oposiciones y las personalidades
divididas en cada personaje aflorarán rápidamente, los
estados esquizos, las voluntades menoscabadas, hablantes perdidos
en las múltiples interrogaciones que se hacen, narradores que
parecen que sufren todas las alteraciones psíquicas tan comunes
en el mundo narrativo de Dostoievski. Estos poemas y
cuentos están precisamente en el lado de afuera, en el sitio
de la literatura, me refiero en la oposición a las capas de
textos en series.
No debe haber duda que el conjunto de poemas y cuentos que integran
LOS PREMIOS está profundamente marcado por dos aspectos: las
diferencias que a la vez empujan a la construcción
de identidades en medio de una presión por eliminarlas; en
tanto un segundo aspecto se refiere a la rigurosidad con que se dan
cita cada uno de estos giros de escrituras, provocativos y seductores.
El lector y lectora se sentirá metido adentro en este juego
que en definitiva permite la literatura.