Las
Poéticas de la Ciudad
Y su Nueva Magia Clandestina
Expuesto
en el Coloquio MICROUTOPIAS Estados del Arte contemporáneo Chileno.
Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Por
Mauricio Torres Paredes
27 de Septiembre 2007
No
me voy de esta ciudad
con la resignación de los visitantes en tránsito
Me
dejo atar, fascinado por ella.
Enrique Lihn.
De
la ciudad, de sus transformaciones referidas a los vertiginosos cambios encarados
en los últimos años, de la reconstitución de los transeúntes
en la virtualidad capitalista, de los sobrevivientes alejados del espejismo atiborrado
de los edificios de cristal, ahí, la des-composición es fugas, instalada
a través de la modernidad, trayendo consigo nuevas formas y formulas artística,
particularizado las poéticas en distintos anonimatos y masificaciones de
sujetos.
En el ingreso al universo de la imagen, la instantaneidad de la
acción artística, tanto mediática, mercantil y tecnológica,
se ha trasfigurado como transfigurados están los habitantes de la ciudad,
como el poeta griego Teognis de Megara lo plantea "ésta es aún
nuestra ciudad pero otra es su gente" y si bien la ciudad existe y se
expresa según su gente, no es menos cierto que el factum hace su trabajo
(en cuanto que el hombre es arrastrado a los círculos de la historia universal,
surge esa lucha de la voluntad individual con la voluntad general(1)
) Este encantamiento que cubre los lugares de sufrimientos consolidados por la
penuria, la marginalidad y el desencanto son poéticamente contrastados
de los grandes y maravillosos edificios, carreteras dibujadas por sobre el cemento,
caminantes conectados a la instantaneidad del instante.
Los espacios de
la ciudad han colapsado y ya no solo nos constituimos en el espacio primigenio
de antaño, si no que hoy por hoy no existe nadie que detenga el aplazamiento
expansivo de esta ciudad, la cual ha llegado a buscar en las alturas, espacio
de construcción con manada de edificios que claman por tratar de rasgar
el cielo. Más aun, la expiación de la ciudad ha llegado a invadir
el sub-suelo por medio de la red de metros, los estacionamientos subterráneos,
además de por ejemplo, baños públicos reservados a estas
zonas. Ya no hablamos del plano, se está constituyendo una molécula
de a los menos tres dimensiones.
Pero también en los territorios
marginados, en la periferia urbana, los espacios de habitabilidad, escasos y privativos,
configuran parte de esta ciudad globalizada en su estética y funcionalidad
tradicional, que tiende a mostrarse defectuosa como obra aun no concluida.
Las
poéticas de esta polarizada ciudad diversificada en "…fugaces visiones
que un capitalismo destructivo ha convertido(2)"
se plasman por medio del arte tanto tradicional, moderno y pos moderno, desde
la existencia de artistas que recrean y comparten el territorio figurativo, como
diría Marcel Duchamp "Hay millones de artistas que crean; sólo
unos cuantos miles son aceptados o, siquiera, discutidos por el espectador; y
de ellos, muchos menos todavía llegan a ser consagrados por la posteridad."
Habitamos,
tanto la ciudad, como el arte que se construye en esta, ya no desde el habitar,
sino desde el morar. Una ejemplificación sobre la diferenciación
entre estos dos conceptos es la que puedo levantar por medio de la comparación
del muralismo y el graffiti, para por lo menos entender como, lo que plantea Duchamp
del artista, es claramente observable en el cambio de ciudad. El muralismo que
se desarrolló en Santiago en la década de los años 70´
y 80´ por medio de las brigadas muralistas, las cuales pintaban contextos
socializadores de la realidad latinoamericana y de su gente, con motivos como
obreros con el puño en alto o la paloma que con una rama de olivo, espera
volar, por nombrar algunos de estos, donde el contexto político era parte
de la sustancia de su creación, me trae a la memoria, un mural realizado
por la Brigada Elmo Catalan, donde en un tablero de ajedrez, la pieza conocida
como el rey, está siendo comida (en jerga del ajedrez) por los peones,
también piezas de este tablero, pero a la vez, una creación que
hacía reseña a la dictadura que se estaba viviendo en esos años.
Un mural del cual podríamos decir, el motivo, configura una creación
artística metafórica de la realidad. En este espacio se habitaba.
La realidad no es hoy lo que pensábamos hace 30 años atrás
y muchas cosas han cambiado "¿la ciudad o la manera en que miramos?"
La desterritorialización, la multiplicidad de las subjetividades hechas
individuos, procesan una nueva forma de arte en la cual podríamos ubicar
al graffiti, donde la individualidad pasa a ser característica básica
del creador. El graffitero se construye en el espacio urbano interviniendo su
desfigurativa expresión por medio de los tacs, firmas y trazos particulares
del rayador, estos promedian la expansión de las multidimensiones constitutivas
en la globalización del mercado, podríamos decir de la contra-cultura
imperial. Este es en el espacio que se mora.
La ligereza del observador
citadino, mimetiza el poco y escaso arte que se crea y recrea en la ciudad, acciones
artísticas reproductivas e inconstantes que asemejan una mala copia de
una moderna ciudad primer mundista ¿existe un arte de resistencia que descoloque
la vacía mirada del caminante? ¿Existen atisbos de un arte contemporáneo
chileno que se construya desde una acción política? Desde mi humilde
opinión, en estos momentos, recientemente se está construyendo y
si aun no contiene una expresión sustantiva, no les caiga la menor duda
que si hay residuos de una nueva magia clandestina, capas de dar multiplicidad
al pasajero artista y su arte.
La velocidad a la cual nuestra ciudad se
moviliza no es a la que cada uno de los individuos se traslada, sino como bien
lo plantea Einstein "lo único constante en el universo es la velocidad
de la luz en el vacío y todo lo demás (velocidad, longitud, masa
y paso del tiempo) varía según el marco referencial del observador"
El punto de vista y la ubicación relativa en el espacio urbano, dan significación
a las poéticas de la ciudad y sus nuevas magias clandestinas.
El
peso simbólico sado-masoquista que vivenciamos igualmente como poética
de la ciudad, aquel que debiera contribuir al accionar político de una
resistencia artística, la cual denote sentimientos, vivencias y propuestas
creativas está por madurar "es que el arte no puede obviar su contexto,
ya que es éste el que le otorga todo su significado" según
Duchamp.
Ya se desgastaron los tiempos donde poetas como Horacio o Virgilio,
describían la ciudad de Roma desde sus sillones de mármol. Se exige
de los visionarios un lugar imaginario, el cual se problematice como lugar imaginado,
donde el absurdo de nuestro ser desterritorial sospeche que existe magia oculta,
encubierta, escondida tanto en nuestro entorno corporal como virtual.
El
espacio público exige un proceso de transformación mas haya del
que practican los arquitectos, mas haya del que experimentan los automovilistas.
La calle necesariamente expone a la multitud como al individuo y es desde este
lugar habitado y des-habitado que una identidad invisible traza de forma básica
una musicalidad inacabada de la cual se ha de participar.
NOTAS
(1) Nietzsche.
F. (1862). Factum e Historia.
(2)
Gisberg. A. ( ). La Caída de América.
BIBLIOGRAFÍA
-
Bustamante, Óscar. La ciudad y El Arte Abstracto. Espacio Público.
Univ. Católica de Chile.
- Deleuze. Gilles. Lógica del Sentido.
-García, Beatriz. La ciudad de los Deseos. Facultad de artes Universidad
Nacional
- Gisberg. Alan. La Caída de América.
- Guattari.
Félix. Capitalismo Mundial Integrado y Revoluciones Moleculares.
-
Nietzsche. Federic. (1862). Factum e Historia.