Proyecto Patrimonio - 2005 | index | Mauricio
Torres Paredes | Autores |
"Trilogía
de Fin de Siglo" de Mauricio Torres Paredes
Al
Mundo le Aze falta un Orgazmo Maz
Por Carmén
Berenguer, 2001.
¿Qué ocurre que la poesía convoque a tantos
jóvenes? Podría ser una pregunta innecesaria, sino fuera
por las sospechas que se tiene a un precipitado y anticipatorio destino
¿Es la poesía la que es convocada, o es el valor agregado
del poeta como destinatario a aceptar el reto de infortunado anticipador
de un devenir desventurado o sobreseido de toda carga abisal?. Algunos
con llagas en el cuerpo, dicen que entre dos siglos, la poesía
no tiene nada nuevo que anunciar, entonces bien valdría la
pena tomarse la voz de un chaman con el fin de servir de médium
como lugar de servicio público.
Otros prefieren recurrir a una premodernidad por que allí se
puede habitar con decoro la finitud del yo como hablante lírico.
Otros piensan, que la modernidad no ha llenado todos sus huecos para
completarla, y lo más avezados son revisionistas abusando del
recurso de sus fichas.
Para bien o para mal, la poesía gozosa de sus crisis, levanta
toda clases de argumentos para poseerla, reposicionarla o fustigarla.
Pero vive de su mejor pasado y de su peor presente. Por último
para preguntarle , ¿Qué de nuevo recubre su horizonte?
Lo cierto y al parecer, es que el punto de quiebre, se encuentre precisamente
allí.
Mientras eso ocurre, los jóvenes, los que han nacido en su
crisis, se sitúan más en el acto de escribir, que en
el principio de su eclipse. Y no es una visión apocaliptica,
por el contrario, su más puro convencionalismo pragmático.
Hoy como nunca, el deber ser de un poeta mediocre, es saber hacer
un buen proyecto. Saber gestionarse por medio de un buen lobby en
el hall de algún hotal citadino, o de una convención
congresal que lo lleve a dialogar acerca de las papas fritas y del
Blady Mary.
El poeta que reconoce esta institucionalización del arte y
su chifladomercadotecnia, sabrá que por allí, adquirirá
un buen paladar, pero su poesía no gozará de buena salud.
Porque no basta con saber escribir, en una época pos ilustrada
con que gozan sus nuevos genes, cualquiera sabe de técnicas
para hacerlo. Entonces ¿qué decir en un día nublado?
¿No quedaria mas que hablar de la niebla?. Luego, más
allá de su alfabetización, requisito fundamental para
leer, se necesitaría que sus profesores de talleres pasaran
la teoría del riesgo para perder el miedo a vivir.
A Mauricio Torres Paredes lo conocí siendo yo jurado
del Fondart en artes integradas junto a Gonzalo Arqueros. Su primer
libro “Al mundo le aze falta un Orgazmo Maz” Trilogía de Fin
de Siglo 1parte, Primera Edición 1997. venía dentro
de un proyecto comunal que no obtuvo el puntaje adecuado, quedando
sin recursos para llevar a cabo la propuesta. Sin embargo nos llamó
la atención el libro como objeto por su tapa color celeste
, con algunas nubes blancas, la foto de una muchacha mirando las nubes,
o con la mirada perdida en el horizonte, o también leyendo
el titulo con letras clásicas rojas, además del alusivo
abuso de las Z y la falta de ortografía como recurso tipográfico,
que de partida llamó mucho la atención, sin abrirlo
todavía. Luego de mirar las primeras páginas, nos dimos
cuenta de que el abuso de la falla (k, z, h) como recurso estilístico
se llevaba hasta los extremos haciendo estallar su contenido. Fue
tanto nuestro júbilo con Gonzalo Arqueros, que tuvimos ganas
de robarlo, al menos yo, el libro, pero eso no fue posible, así
qué anoté su telefono y no pude aguantarme hasta llamarlo
y contarle mi experiencia con el hallazgo de este objeto. Así
entablamos una conversación y me dije, que en la primera ocación
que se me presentara escribiría sobre esta singular Trilogía
de Fin de Siglo, creo que es impredecible que me refiera a este primer
libro, y su segundo libro antes que tocar el que ahora les presento.
El libro reúne 25 textos escritos con faltas a las reglas
de ortografía, donde se sitúa un desdoblaje, solo para
parir un hijo el creado: la obra.
MOIRAN I
LA TRAZMUTAZIÓN DE ZER ERMANAZ
En laz ozkuraz nochez paradikmátikaz Santiago/ kolor a olbido
ze poza zobre/ frente miz ojoz una nabe tridimenzional que kon mirada
inflarroja deztila/ miz rekuerdoz para no sentirme morido./ Entre
zábanaz mentales, tu zangre korroida por el/ zudor de millonez
de nochez de berano lamiendo/ dezkaradamente tu bientre./
Era ziempre igual, jugaba en miz pupilaz o a bezez en una, kuando
laz andanzaz de una realidad birtual proletaria/ donde ziembra y
el arado, donde el kauzeo/ y laz gotaz de pan, ke al zon de zintetizador/
diztorzionado me azian lejano el planeta de MOIRAN I.
Esto es una muestra de lo que es el libro y discurso de Mauricio
Torres Paredes, que nos propone leerlo desde un ciberpunk, un anarquista,
un niño que le llegan modelos armados
desde el video game, la televisión y una dosis de cine de ciencia
ficción, en fin, eso y otros módulos posibles del mundo
posmoderno, lo cierto es que el modo de representar la realidad como
un ET amparado en la propuesta de Don Fermín en niebla de Unamuno
quien fustiga en el prólogo.
Dicho de otro modo no es poca cosa, lo representado- aunque parezca
ingenuo el despegue desde una nave extraterrestre- como resultado
es extremadamente inquietante, por que es a partir del lenguaje, no
es una película, sino pura lengua en su más pura fonética,
en su más puro ruido, que lo hace increíblemente corrosivo.
Y apela a un lector que se ubique obligatoriamente en estos dos tiempos
del lenguaje, el ciber lenguaje, y la historia de la lengua hispana
propuesta por Unamuno.
Mauricio Torres Paredes se ha propuesto una Trilogía de Fin
de Siglo, en lo que el señala en su primer libro “Al Mundo
le Aze falta un Orgazmo Maz”, el hablante es femenino, según
él es el lenguaje del inconsciente. En su segundo libro llamado
“Adicción Adicción” el hablante es el hombre
y en el todos los males. Aquí la desorganización no
es apartir del lenguaje sino a través del mundo ordenado pero
con sueños miserables. El primer poema a modo de introducción
comienza en papel celeste y letras rojas:
Esto que tiene ocupado alguno de/ tus sentidos
se llama ADICCION/ tómate un momento y piensa cual es/ tu
mayor adicción, todos tenemos una...
/ Tu lado oscuro ¿Has sido un buen chico/ has sido buena
chica?/ , simplemente deja que todos lo sepan.
Luego en la página siguiente, a modo de graffiti del rockero
Littie Richard, dice:
“Si Dios puede perdonar/ a un desgenerado
como yo puede perdonar a cualquiera”.
Citaré el primer
poema:
“YO SOY EL ROCK AND ROLL” “¡Con todas
las ganas del mundo/ hasta vomitar sangre!/ Yo soy el amoral/ Yo
soy el asocial/ el apolítico,/ El asexual.”
Apenas una muestra que reseña el lenguaje de un adicto: el
hombre, el adicto al mal, a la oscuridad, a su propia enfermedad,
casi escrito como un evangélico de un santiago pobre, el lugar
que el poeta Mauricio Torres conoce muy bien, su propia comuna San
Ramón y desde donde se puede percibir que allí la globalización
del mundo les llega a través de las antenas, como los terminales
y la comunicación se da a través de las esquinas, las
drogas, el rock and roll y el amor como dice este poema: “NECESITO
UNA CHICA QUE ME QUIERA SOLO LOS DOMINGOS” y para terminar en la contra
portada con una letra sicótica de un enfermo adicto.
En consecuencia estamos en el último libro de esta trilogía
de fin de siglo, libro que reúne 48 páginas. “El Futuro
Prometido”, aquí está el niño que se lleva adentro.
El niño que desea su tierra prometida aquella que nunca llega,
pero que da todo el tiempo para ella, fornicar, depredar, y morir
por ese día. Por ello este renacer, como final de la pesadilla
espera el día y para hacerlo se da el tiempo para jugar, jugar
a que se es grande, molestar al sistema. Poema “Niño”, pág.
16,:
“Hago gastar más al sistema/ pidiendo
que me den una boleta nueva/ y no la pago ahí voy a otra
sucursal/ y pido otra copia/ y no la pago ahí, la rompo y
salgo corriendo/ y como liendre con pijama a rayas azules/ y con
los ojos idos y plateadas polainas/ pido otra copia. Hasta el infinito.
El libro comienza con el poema “Al Azar”, me sugiere recorrerle al
azar, entonces en la página 2,:
“Tragando el poco de saliva que queda; silencioso
como de la hormiga su caminar”. Lorea/ Se escurren los brocas/ Se
sarpan los mundos/ abrazo un animal/ Algo en el aire a cambiado/
La dura.../ Se abrevian los pientes/ se agila como siempre la yuta/
El Dany, gueón perro se viró/ y más adelante,
Nacen adultos./ como repetía el coyote: he tenido una larga
conversación con el filósofo/ “El sentimeinto no existe,
se lo llevó bajo sus pies el muerto Dios./ ¡Chasquea!
Me pongo cuático cuando el pulento del Nietzche me lo recuerda.
Los niños dicen la verdad, y aunque parezca majadera la mal
llamada verdad, aquí se representa para reafirmar que estamos
en una encrucijada, donde solamente un niño o un demente o
un extraterrestre se le puede permitir denunciar lo que ya sabemos.
Que Dios ha muerto. Que los dioses se han ido. Que los poetas erran
en la noche sagrada, como anuncia el poeta, es el pulso lúcido
que se atreve a decir solo el niño de este libro como buen
final de una Trilogía de Fin de Siglo.
La ezperanza de
un bampiro
¿Me akompañaráz en la última inyekzión
ke rodea el likido ke korre por miz benaz?
Paztiyaz, Polboz, Alkool, Tabako y Tu.
Mientra tu zeno akarizia mi mano...
Y zi loz zieloz me preguntaran por el pekado maz
grande ke ze a inkruztado en mi korazón
diré ke erez tu.
Tú mi droga, tú mi enfermedad, tú mi kura.
Al planeta, zolo un orgasmo maz
Kanzión ke memoriza mi mente.
(en ritmo atonal La percuzión una fuerte
rezonanzia induztrial, pandero a doz tiempoz,
gitarra de Rock and Roll ke auya a ritmo biolento,
paranoiko, blazfemo, korrompido, ezperanzador).
Diley: No logro zonreír kon fazilidad
Deznudo zikatrizo delirioz al zol
Múltiplez malformaziones konjenitaz.
La perra pare kachorroz deformez
kulpa de la kímika umiyante ke azola
a la tierra.
Santiago, Antofagasta, Valparaíso, Pta
Arenas y la Republika libertaria de
San Ramón.
Laz notaz no ze konfunden kon el bombardeo
azi no ez maz fázil kopular zobre loz dezechoz
tókzikos a oriyas de la playa.
Gitarra en mano, bazo de bino en la otra
no me ago mala zangre
kon un ay ay ay, eterno mi chikiya
zalimos pal guerto
A komer manzanaz berdez, rojaz, amariyaz.
Yo soy el rock and roll
¡Con todas la ganas del mundo
Hasta vomitar sangre!
Yo soy el amoral
Yo soy el asocial
El apolítico, el asexual
El que prostituye tus palabras drogadictorias
El que aplica veneno para que tu cerebro
se orgazmise.
Yo soy el amoroso el asqueroso el apestoso.
El que apaga sus cigarrillos en su cinturón de cuero
El que con las palabras más bellas aun puede
estar diciendo: Bang-Bang, estas muerto Maldito.
Yo el averbal
Yo el anormal
Yo soy el que en el campo a punta de vino
causeos y estrellas fugases con sus manos
en la nuca y sus pies arriba del bracero
cuenta como su bellísima campesina
choca su mirada con la del Poeta.
Yo soy el que te ofrece algo absurdo de diversión
...simplemente Rock and Roll.
Yo soy la Enfermedad, la Adicción,
tu sueño eterno Bebé.
El que escupe al demonio
El decide con quien se acuesta.
El que se alcoholiza junto a Dios.
Necesito
una chica que me quiera solo los domingos
no sé si te quiero todos los días,
pero lo que tengo bien claro es
que los domingos sí,
que me refugio en el recuerdo de nuestros encuentros
para luego volar, volar un domingo,
sin nada que preocupe, sin nada que pensar.
Busco una chica que se siente en mis piernas
susurrándome al oído descaradas frases qué
me hagan reír,
Que le guste mojarse en la lluvia
Que nos leamos el horóscopo a murmullos
Que cuando esté con ella las depravaciones
sean más amorfas todavía
Que en verano acaricie mis cochinos cabellos
Que en invierno me despida con un “chao” eterno
Que bebamos juntos para el día de mi cumpleaños
Que cuando yo le muestre mis sentimientos
ella no muestre nada y sin embargo
yo se que piensa en mi.
Que nos enojemos por tonterías
Que me diga hoy comeremos
tu comida preferida.
Que cuando yo la abrace ella me devore a besos
Que esta ruidosa ciudad no pueda dormir
de tantas chispas que salen de entre nuestros cuerpos.
No sé si te quiero todo el día
Si te quiero todo el año pero hey
los domingos sí.
Que no importe el futuro al diablo
Por el tiempo que dure todo estará bien.
Que por el tiempo que dure todo estará bien,
Todo estará bien, todo estará bien.