Sensatez y Sentimientos
Acercamiento al texto Al Mundo le Aze Falta un Orgasmo Maz(1) de Mauricio Torres Paredes en el inevitable cumplimiento de una década.
Por Don Sátula
“…son todas iguales; unas más que otras, pero todas iguales…”
Chalaco, noche del 16 de septiembre de 1997, Horcones.
Si nos paramos en el umbral de nuestra casa, debemos avanzar y caminar por la ciudad. Algunos lo hacen para llegar a sus puestos de trabajo; otros, para alcanzar la cartera ajena; los más, lo hacen sin sentido. Pero los creativos lo hacen simplemente para avizorar la realidad circunspecta y de tanto dar vueltas logran hacer crecer en su manifestación una flor en-marcada por la subjetiva visión del poeta. En estas líneas nos referiremos a uno de esos creativos y su pasada obra.
Trataremos su opus desde lejos, atómicamente, desde un nuevo proceso de industrialización, con más barriga y calva, factores que indican que es sólo cuestión de tiempo para que las cosas cumplan años.
Con Al Mundo le Aze Falta un Orgasmo Maz me es necesario asumir una intención dialógica, como si se tratase de un “Aniceto viejo” intentando desesperadamente comunicarse con un “Aniceto joven”. Para esto aprehenderemos y delimitaremos la subjetiva visión del poeta, presente en el primer volumen de La Trilogía de Fin de Siglo a dos sentidos, a saber: Sensatez y Sentimientos.
Sensatez
La sensatez, la utilizaremos como sinónimo de “consecuencia” por lo tanto, es justo y necesario considerar al hablante como un rebelde, alguien que cae de frente al emborracharse con su propio vino, que camina sin mirar atrás … que dice las cosas como suenan.
“… ay que eliminarloz, komo ellos eliminan nueztra existencia, nosotroz eliminaremoz la suya…” (Pág. 23)(2).
Más allá del escrito el hablante nos ubica en un imantado punto: la lucha. Según su sensatez, estamos en batalla. Contra quién. Contra lo impuesto. Contra todos aquellos que regularizan, dan pautas, tradicionalizan, etc. Lo impuesto está representado en nuestra sociedad por un grupo de subhumanos que cubren nuestro “perímetro”
“El prezidente El zenador El juez El monseñor El militar El emprezario El paztor y El policía” (Pág.17)(3).
En esta lucha, su lucha, nuestra lucha, pues como muy bien lo dice Chador (Q.E.P.D.), en la contraportada “ Sus poemas y cuento más que tener un intención hacia el lector, la exigen de parte de él” las armas son proferidas “como almas-poéticas”, seres compuestos genéticamente de poesía, por lo tanto, ellos, en su pura estructura poética van más allá de los portales de su casa, salen y enfrentan a “las cosas “ o “seres“ que dinamitan la existencia. Una mirada bastará para detener, por un momento al policía:
“Un poco de dezcarga inteztinal en tu boka te aze maz atraktibo para el proyekto de vida ke dezeaz yebar” (Pág. 17)(4).
La consecuencia de un hablante rebelde, su sensatez, ampara un proyecto superior, la batalla debe ser llevada a las mismas puertas del imperio, no podemos pretender quedarnos en la lucha de las esquinas, esas son la base, ahora debemos universalizarla. Bordear los astros y con su eterna existencia liquidar de una vez por todas a los enemigos de la libertad:
“El zol zintio nueztra presencia y kon una kara de sorpresa dijo: jani, tanto tiempo, kreia ke te abias olbidado de soñar…” (Pág. 25)(5).
Del libro, podemos declarar, “molarmente“ y en final, que su parte sensata es un “micro manifiesto”, exhorta a “dar batalla” a dejar de escondernos, mirar de frente, decir las cosas “como suenan”, no como la amenazante gramática, imposición milenaria de poderes ancestrales.
Sentimientos
Los sentimientos, a mi juicio, se presentan como tácitos y expresos. Sin embargo hay “simbiosis”. Quiero decir, aquel sentimiento oculto puede aflorar, fácilmente, volviéndose expreso.
Considerando que el texto intenta representar a la mujer, integradora ésta de las expresiones tácitas y expresas, debemos desmenuzar, cual plumífero en extinción, los escritos, pues en ellos está el fino portal que une la realidad con el sentimiento.
“Juzto kuando le dije ke era un tuberkulozo/ me abrazó kon fuerza y unió zu boka abierta a la mía/ no importándole ke karrazpeara y pozara una/ mukosidad en zu paladar…” (Pág. 7)(6)
Un “Ellaz”. Una “alabanza”. Una entrega sin esperar nada a cambio, pero con una tácita pregunta, tú crees acaso que si yo fuese un asesino, más aún, el de tus padres, “Ellaz” no uniría su boca a la mía. Hay algo más profundo y prófugo, un aceptar incondicional al otro, sólo “Ellaz” tiene la “matriz” oníricamente profunda, para superar el miedo y los prejuicios.
Quién puede llorar al sin sepulcro, al “mohasid” o al “kamikase” que en un desvelo de sus madres se inmolan por eso tan difícil de entender. Cómo podríamos hacer expreso ese sentimiento que lleva a la “destrucción” de “él” y “Ellaz”.
El “Ozono Troposférico” se oculta en el smog, causa tanto o más daño en invierno o en primavera. Oculto entre el CO2, nubes y ojos de dios, derriba tantos seres humanos como se lo permiten las autoridades. Al igual que este trágico componente del medio ambiente, “Ellaz” en un “Aura” tienen en lo más íntimo una condición tácita la cual “atenta“ contra los “ojos del poeta”, pero él, “quijotescamente” (frente a la Dulcinea) le pregunta :
“¿Me akompañaraz en la última inyekzion ke/ rodea el líquido que korre por miz benaz?” Ya que “Nada podrá cambiar pichangaz de barrio…” (Pág.20)(7).
“Ellaz”, hagan lo que hagan, estarán atadas “vía crucis” a plasmar la riqueza de sus sentimientos, aunque a veces, guiadas por un sino maléfico, lúdicamente dejan en ”jaque”, no en “mate”, al “otro”, esperando el momento preciso para poner en el tapete “quien es la progenitora del mundo”.
“…ezta perra como tantaz otraz no mereze el nombre de mujer, ni ziquiera de perra/ Ben a berme.”(Pág. 17)(8).
“El” se da cuenta del sino maléfico de “Ellaz”, la increpa duramente, sin embargo, no se permite el odio, sabe que ésta es la esencia femenina, esa forma que contiene los sentimientos en su mas originaria versión, por lo tanto “ya se le pasará” y después la podré recibir en mi cama.
Para terminar, cabe resaltar que lo relevante de la obra va más allá de ser “primigenia” en el “ karma” del autor, tiene los sentidos puestos en la conquista del “territorio hermenéutico” , valida la interpretación, no de un texto, en este caso, sino el intento subjetivo de “interpretar actos simples”, ocultos tras las sonrisas y desgarros de la otra mitad que complementa las andanzas de un “Quijote post dictadura”, deseoso impertinente de “adueñarse” de los quehaceres comunes y corrientes, pero que al estar dentro de un Orgazmo Maz se vuelven sutiles, subyugando lo grotesco, sin necesidad de rejas ni tapias, conquistándolo para que éste mute. Logrando que la relación mundo-mujer no sea sólo “un accidente biológico”.
NOTAS
(1) Al Mundo le aze falta un orgasmo maz (1997). Mauricio Torres Paredes. Libro que cumple 10 años de su edición.
(2) Del cuento: No vale la pena echarze a morir.
(3) Del poema: El prezidente El zenador El juez El monseñor El militar El emprezario El paztor y El policía.
(5) Del cuento: No vale la pena echarze a morir.
(7) Del poema: La ezperanza del Bampiro.
(8) Del poema: Atardezer manchado de dizguztoz.