Nelson
Torres
Por
Ernesto González Barnert
Nelson
Torres (Castro, 1957) es una voz a rescatar, leer dentro del sur de Chile.
Poeta que tiene algo que decir y lo dice bien. Que logra dar una media vuelta
de tuerca al lar, con todas las trampas, defectos, obviedades que vemos a menudo
cometer por sus mediocres adeptos de segunda y tercera generación tras
los grandes referentes. Y donde logra dar con una voz personal, reflexiva, sencilla,
clara. Una Poesía que no chamulla a punta de metaforones incomibles, de
realismo brígido o cae en una visión idealista naif o francamente
ridícula de algunos hombres de la tierra y su paso por Chile. Como tampoco
son las anotaciones cándidas y nostálgicas a su terruño,
como muchos burros sólo ven en el lar. Por supuesto, creo que podría
ser aún más exigente, duro y profundo tanto con el sujeto que escribe
como frente al destinatario de sus textos. Eso sí, sin perder ese humor
que ha ganado para sus páginas. Por otra parte, creo que debería
abandonar o retorcer aún más los lugares comunes de la literatura.
Pero convengamos en que se mueve con habilidad y sentido común en dirección
correcta dentro de las temáticas clásicas y experienciales de su
tiempo.
- ¿Cómo llegaste a la poesía?
-
Fui el típico muchacho de liceo que escribía cosas en
su cuaderno. Creo que pasé un par de años puro garabateando rimas
y versitos de amor cebolleros. La guía llegó cuando supe del Taller
Aumen, del Liceo de Castro. Ahí estaban Sergio Mansilla, Carlos Trujillo,
Héctor Véliz, Víctor Hugo Cárdenas, entre otros. Fue
leer u oír sus poemas y entender que la mano iba para otro lado.
-
¿Qué ha significado para ti la Poesía?
- Todo.
Vivir obsesionado, pendiente, neurótico, siempre intentando atrapar algo
y nunca estar conforme con nada, ni con mis poemas. Uno se fanatiza, algo de autismo
hay también en estas perversiones. Lo bueno ha sido, sin dudas, ir a todos
lados (dentro de Chile) y conocer, prácticamente, a todos nuestros "héroes
de la literatura nacional". Ha sido grato e ingrato. Pasé años
sin trabajar (soy Profesor de Castellano) por ir contra la ideología del
caballero bueno para hacer desaparecer gente y platas de los chilenos. Regresé
al sistema el 89, con la democracia. En los peores momentos de mi cesantía,
absolutamente desamparado, no me cabe dudas, la poesía me hizo sacar la
cabeza de la caca de más alto octanaje. Un poco lo de Linh: "...porque
escribí, estoy vivo..." (la cita no pretende ser exacta).
-
¿Para quién escribes?
- Tras las hojas, como ojos,
como rostros desfigurados espera un lector, que no es otra cosa que el eslabón
final de todo el cuento. A ellos llegan nuestros alaridos de animales heridos:
lamentos en forma de cantos. Mi lector preferido es el que se emociona...y hay
que ver que cuesta emocionar al lector en estos tiempos. Uno es pretencioso, cree,
busca, sueña con cambiar algo del mundo con un poema. Puede que a veces
resulte algo. Bajo esa "misión", claro, uno escribe poniendo
todo en cada frase. Y así tiene que ser. Me gusta ser directo y puntudo.
Están, también, los lectores más técnicos, los que
reseñan o critican y comentan libros. En este grupo más que criticar,
en Chile, me parece que reseñan. Trabajan desde la comodidad, desde sus
lecturas, base de datos a la que recurren para buscar influencias de tal o cual
autor, lo cual no es otra cosa que una manera de inflar sus egos, para que el
lector de esas reseñas se admire de lo mucho y bueno que ha leído
el comentarista. Y mejor ni hablar de los trabajos de los académicos de
las universidades...utilizan un lenguaje tan ajeno a la esencia misma de lo que
analizan que muere de inaccesible en sí mismo. Y hasta los más copetudos
se equivocan. A Valente lo ponen como la gran papa y se ha mandado unos comentarios
elogiosos de autores y libros pésimos (no me refiero a Zurita). ¿De
dónde, según el libro sagrado de quién, el poeta chileno
debe pasar por el cedazo de Valente para "ingresar a los Olimpos de la lírica
chilena? Más agudo, más crítico y menos ideologizado es Iván
Carrasco, de Valdivia. El poeta que escribe para los críticos, está
frito.
- ¿Cuándo escribes necesitas
algo a tu alrededor, alguna cosa, haces algo en particular, etc?
- Un
poco de silencio, nunca tanto, pero soledad sí. Cuando aparece alguien
dejo de escribir. Fumo, poco, pero fumo. Siempre quedan tres o cuatro colillas
en el cenicero. Eso es imprecindible, sin puchos no hago nada.
-
¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo trabajas hasta
concretar un poema?
- Escribo a chorros, en cantidad, boto todo
de un tirón. Después paso meses, años, como una serpiente,
digiriendo. Con mi Libro
(inédito) de los Desaparecidos llevo doce años. Cada
vez está más pequeño. Nunca, jamás en mi vida me ha
salido un poema que no haya tenido que retocar. Y, usualmente, los poemas van
dentro de un contexto, unidad o capítulo de un libro. No escribo en caliente,
dejo que se enfríe un poco la testa.
-
¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias han marcado tu
cocina literaria y también la propia vida?
- Yo le debo a
cada santo una vela. Cuanto he leído ha dejado su impronta en mí.
Sea bueno o malo. Menciono, claro, a Parra, Teillier, Uribe, cierto Neruda, Huidobro,
Cardenal, no nombro a los ingleses, porque si no puedo leerlos en su lengua no
tiene gracia...de hecho me cargan las traducciones de Pound, Elliot y otros encopetados
poetas. Bostezo a los primeros versos. Es una tranca que tengo, ¡cómo
me gustaría leer en su idioma a Esenin, por ejemplo. Para escribir "De
Indias", leí los poemas pre colombinos traducidos por el cura
Garibay...quedé con la mandíbula falsa. De todos modos, siempre
quedé con la duda de si cómo serán en su realidad, porque
los ojos y el seso del traductor pertenecen a otra cultura. Por decir algo, en
Chiloé, cuando "florece la quila", es señal de malos tiempos.
Si empleamos esa creencia en un poema, nunca, por ningún lado, un traductor
del poema a otro idioma va a dar con ese contenido, va a traducir sí, la
frase. Respecto a la pregunta, tendría que nombrarlos a todos. Poetas que,
además de marcar un camino literario, señalar un rumbo de vida (aunque
no sé si ello ha sucedido conmigo) son Floridor Pérez, Jorge Teillier
y Jaime Quezada, por su absoluto despojo de egoísmos y su generosidad para
con los poetas nuevos.
- ¿Cómo ves
la poesía actual chilena? ¿ tu generación y los que comienzan?
-
No aparece el gran poeta o el gran grupo de poetas que lo deje a uno con la boca
abierta, lo que no quiere decir que en Chile no sigan apareciendo poetas de buen
nivel. Noto, sí un techo. Parra todavía influye demasiado en los
poetas jóvenes, especialmente en los que dicen que no le deben nada a Parra.
Yo soy bien cara de raja, por eso no he metido la nariz en antologías y
estudios de esos sesudos, porque si un poeta no me gusta, lo pongo clarito, sea
quien sea. A mis alumnos de Castellano, en el Liceo que trabajaba les decía
que Neruda de Veinte Poemas era lo más cursi y cebolla que había,
dejando clarito que era una opinión muy personal. Al finalizar el año
se daban cuenta por qué. Claro, luego de leer a Parra, Uribe, Millán,
Zurita, Maquieira. Respecto de los poetas ochentosos, tengo mis reparos respecto
de los encasillamientos. Sirven esos cajones para que la "platea" entienda
mejor de qué se habla. Ordena el mapa. Lo mismo con las supuestas líneas
o corrientes poéticas. Algunos poetas chilotes en algunos de sus libros,
incluso en alguno de sus poemas, son láricos, coloquiales, creacionistas,
etnoculturales, etc. A veces es como poner un cadáver de dos metros en
un ataúd de guagua. Entonces, no se puede aseverar que todos los poetas
del sur son láricos. Aristóteles España, con Dawson es testimonial.
Pero en sus otros libros no lo es. Los ochentarios agarraron vuelo durante la
dictadura. Pareciera que su pujanza se ha venido diluyendo con la democracia.
Se fue Pinocho y se acabó el motivo que impulsaba sus energías poéticas.
Muchos de esos, yo entre ellos, se mantuvieron al margen de las celebraciones
y vivas democráticos. Hubo un recogimiento que en muchos casos implicó
que se les desconozca absolutamente. Pero es la obligación de los sesudos
estudiosos y antologadores ir, saber, conocer dónde están los poetas,
si son buenos. Por eso me llama la atención que en la Antología
de Harris, Lila y Teresa Calderón se desconozca a veinte o treinta poetas
chilotes de nivel y cada uno con entre cinco y diez libros publicados y con todos
los galardones que otorga el país, (tres Gabriela Mistral en los 80, Fundación
Neruda, Premios Municipales, Consejo del Libro, Etc.) incluso premios Iberoamericanos.
El mismo año (94) en que gané el Premio Municipal de Santiago con
De Indias, aparece la antología: "Poetas Actuales del Sur de
Chile". No aparezco ni en las solapas. Se hace un recuento del Grupo Indice
de Valdivia, del cual soy uno de los fundadores y se menciona hasta el gato, yo
fui borrado del mapa, ninguneado, y ocurre que con Francisco Coloane y Rubén
Azócar (guardando las proporciones) somos los únicos chilotes que
hemos obtenido ese galardón. Lo otro, terrible, indecoroso, que da vergüenza
ajena es la autoinclusión que sucede en algunas antologías, incluso
algunas que se supone recogen a los diez o quince más grandes poetas de
Chile. Rescato de los ochenta: España, Zurita (que a mí me parece
anterior, de los setenta, igual que Mansilla), Llanos, Montealegre, Riedeman,
Muñoz (Rosabetty), Elicura, Lira, Harris, Martínez, Memet (Serrano
y Jorge Torres, son del setenta). Y si pongo a Zurita y Martínez, con dos
"neovanguardistas" basta. Ni Cociña ni Maquieira. Si está
Elicura, Lienlaf, no.
Ahora, la actual, digamos, de los 90 y 2000, no tengo
ni libros ni referencias. No sé si no hay antologías o me quedé
en el pasado.
- ¿Nos podrías da
una visión panorámica de los poetas en el sur?
- En
las respuestas anteriores ya se esbozó en parte. Hablar de poesía
en el sur es hablar de los poetas de Temuco. Ahí estaban o aparecen Memet,
Becerra, Farid Hid y otros. Elicura, posteriormente. Los de Conce, Harris y Figueroa.
Los de Puerto Montt, con Riedemann, Nelson Vázquez, Harry Volmer, Nelson
Navarro. Los chilotes, Trujillo, Muñoz, Contreras, Caicheo, García,
Mansilla, en fin. Hacia más al sur todo se vuelve narrativo. Los poetas
son más modernistas y se quedan en ese molde rígido. Pavel Oyarzún
escapaba de ello, pero se volvió novelista, tal vez, porque la novela pudiera
dar la oportunidad conseguir fama y éxito. Si no, pregúntele a Rivera
Letelier. A mí no podría pasarme. Soy poeta, lo otro es para estirar
el músculo. En poesía es sumamente difícil tocar el cielo,
pero eso, hay que dejárselo a los pretenciosos que buscan eso. Si ellos
lo ponen como objetivo central de su oficio poético, allá ellos.
-
¿Qué opinión te merece los talleres literarios?
-
Me inicié en uno. Me parece bien que un aspirante a escritor opte por ser
guiado en sus lecturas y que acepte la crítica, siempre que ésta
sea dura, implacable, pero sin mala leche. En Aumen nos hacíamos pedazos,
así que a la próxima reunión el descuartizado llevaba sus
poemas rearmados y se notaba el cambio. Lo malo: según el "maestro"
o guía del taller, puede darse que los aspirantes a poetas escriban todos
en la misma línea. No sé si funcione bien eso de hacerse solo. En
casos extremos, algunos pretenciosos no leen para no recibir influencias. Ridículo.
Se da, también, que los que supuestamente deploran los talleres, de igual
modo recibieron esa "instrucción" de los contactos con sus amigos
poetas, porque compartieron lecturas y se leyeron y criticaron entre ellos sus
libros. El mecanismo de aprendizaje ha sido el mismo del taller al que le hacen
asco.
- ¿De tu obra si tuvieses que elegir
un poema o fragmento...cuál?
- De De Indias: "En
esta parte de la tierra/la plata no alcanza para fabricar la bomba/
Nuestras
mujeres aprovechan sus primeros óvulos maduros/para atochar las calles
de ojeras y esperanzas..."
Nadie conoce mi primer libro publicado, "Líricanalladas".
Rescato un epigrama que debe ser el más corto, el título tiene más
letras que los versos:
MASOQUISMO
Tú y yo.
-
¿Qué libros nunca has podido terminar de leer?
- Las
novelas. No las nombro, pero no paso de la primera hoja en algunos casos. Si son
autores cototudos, como García Márquez, Cortázar, Borges,
leo de un tirón...todo. A muchos "grandes", oigo que los citan,
nombran, que los ponen como especies de pirámides de la literatura universal,
como Proust, Joice y una sartalada de nombres...los veo de lejitos. Un amigo me
trajo de Alemania El Ulises y pasé una semana completa, leyendo con deleite...la
introducción. ¡Qué manera de amontonar paja molida y qué
manera de balbucear tonteras el "prologuista". Hasta el uso de tal o
cual letra tiene sentido y esas cosas. Da nauseas. Lo digo, sin tocar aún
el libro, su texto. Me pregunto si un libro de esa índole, escrito poniendo
vértebra por vértebra en infinitos códigos secretos y hasta
desentrañables (según el sesudo prologuista) es capaz de pasar la
prueba del bostezo.
- ¿Qué poeta
chileno no volverás a leer jamás?
- Cuando uno es
fanático, enfermo de literatura, no hay poetas para no leer. Sí,
poetas que uno empieza a leer y deja el libro en el inicio. Pero se trata de casos
especiales, rimadores o modernistas de esos que hacen loas. Lo anterior no quiere
decir que no respete esa poesía: la leo con pasión en Quevedo y
Góngora, versos escrito en ese contexto: el del Siglo de Oro español.
-
¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
-
El Sol y los Acorralados Danzantes, de Sergio Mansilla. Los Territorios, de Carlos
Trujillo. Karra Maw'n, de Riedemann. Un grande olvidado como poeta, Alfonso Alcalde,
por "Panorama Ante Nosotros". Un mamotreto que uno lee de principio
a fin sin bostezar nunca. Olvidados de los iluminados de la crítica oficialista.
Nosotros no los olvidamos.
- ¿Cuál
fue el último libro de poesía chilena que leíste?
-
Brujas de Uniforme, de Armando Uribe. Una extrema melcocha de diálogos
de los generalillos durante el golpe y textos al estilo de los coros griegos.
Duro, exasperante.
- ¿Qué libro
estás leyendo ahora?
- Canon Poético de Chile.
Un libro de entrevistas a los "grandotes" de la poesía, vivos:
Rojas, Parra, Linh, Teillier, etc. Algo debe haber, porque me interesan mucho
estas lecturas, de morbosidad, de curiosidad que raya en el copuchentismo, porque
las entrevistas las leo de corrido. Ojo, uno saca deliciosas conclusiones de ellas.
Parra confiesa que Poemas y Antipoemas fueron a un concurso literario.
Linh da cuenta de una vida realmente de perros. Silva Acevedo, con sus Lobos
y Ovejas, demuestra que un poeta de repente le achunta y saca no sé
dónde un libro que pasará a ser clásico. Lo que se da en
todos ellos es que el oficio ha sido asumido a concho.
-
¿Qué piensas de los Premios literarios?
- Hay premios
y premios. Según Parra, la poesía no es una carrera de caballos.
Pero, Poemas y Antipoemas viene de un concurso literario de la Sech. En
mi caso, me ha servido para "probar" un libro. Si gana o saca mención,
algo de nivel tiene, aunque eso también es subjetivo: depende del o los
jurados. No envío libros a concursos en los que juraba tal o cual, porque
se sabía que gustaba de la poesía con rima y del año del
cuete. Si estaba Millán, Zurita, Floro, Quezada, Rojas, bien. Pongo en
buen pie a los concursos, especialmente porque disminuyen la posibilidad de arreglines.
No me agradan esos premios en los que alguna fundación designa o nombra
o postula. Eso da para algún lobby, embajadas culturales y otras yerbas.
Creo que el Premio Fundación Neruda se desvirtuó por eso. Tres o
cuatro de los premiados se lo merecen. Ni uno solo más: Zurita, Trujillo,
Riedeman y (si se lo dieron) Millán.
- ¿Quién
te gustaría que recibiera el Premio Nacional de Literatura?
-
Jorge Teillier, post-mortem. No se me ocurre ninguno de ahora. Ninguno, por supuesto,
de los novelistas superventas chilenos, menos algunos expertos en novela negra,
de ésas que se hacen y fabrican en serie. En unos veinte años más,
cuando le quite la poesía que le sobra y distrae al lector, el único
nadador choro, puntudo y que se gana al lector: Hernán Rivera Letelier.
- ¿Qué te parece este Chile ad portas
del Bicentenario? ¿Su política cultural para con la Poesía?
-
Los poetas escriben para publicar. Se busca que los lectores lean nuestros libros.
Los libros son carísimos. Los poetas, sin pitutos, sin compadres, no enquistados
en el poder, no pueden publicar. Y así, la ecuación se va cerrando
hacia un final sin solución. ¿Hay una editorial que acoja a quien
-de nivel, pero ajeno al marqueteo- desee postular un proyecto de edición?
Hasta no hace mucho, el Consejo del Libro publicaba a Premios Nacionales y "clásicos".
o sea, un 0,00000000000 % de los poetas. El resto somos todos los otros. Un chiste.
Y uno déle email a la gente de cultura de Santiago y Puerto Montt, indicándole
sabanillas de sugerencias a fin de que esas platas lleguen a los verdaderos artistas
(¿por qué se entrega millones a las universidades?, ¿qué
clase de casa de estudios pichirichi son si no tienen plata para proyectos culturales?)
y nunca escucharon ningún consejo de nadie. ¿Cuál política
cultural, de qué bicentenario?
- ¿Qué
palabras le dirías a alguien que está comenzando en esto de la poesía,
alguien que ha decidido ser poeta?
- Que no es un chiste, que tiene
que dejarse arrastrar por su pasión. A ojos cerrados, como cuando uno se
enamora a todo chancho y no escucha palabras cuerdas de nadie. Que se deje llevar
por su fanatismo y que esté siempre intentando romper los moldes tradicionales
con algo o mucho de locura.
- ¿Cuáles
son los 10 libros que recomiendas leer?
- Coplas por la Muerte de
su Padre, Muertes y Maravillas, Residencia en la Tierra, Homenaje a los Indios
Americanos, Canto Cósmico, Cien Años de Soledad, Altazor, Poemas
y Antipoemas, El Aleph, Obras Completas de Quevedo, El Quijote, creo que me pasé.
Purgatorio, de Zurita.
- ¿Qué cosa
últimamente te quita el sueño?
- Todo lo que pasa
en Chile con los escritores. Las dificultades para editar. Para sobrevivir, para,
incluso, comer. Digo, si uno se dedica sólo a escribir. Lo caro que son
los libros. La dirección hacia una cultura de arte light a la que dirigen
las políticas de gobierno.
- ¿Qué
te escandaliza?
- Tanto y tanta cara de raja - me refiero a poetas
- que se enquistaron en el poder y se han mamado todos estos años cuanto
Fondart, Fondo del Libro y Fundandes han querido. De sus proyectos, nadie sabe
qué ha quedado. Es tirar la plata. Yo no daría siete millones de
pesos por un premio literario que multiplicado por cinco (géneros literarios)
da 35 millones de pesos. Se podrían publicar quince libros dignos al año
con esa plata: la del premio Obras Inéditas del consejo del Libro.
Cuando
me enteré que los enfermos mentales de Pinocho arrojaban a chilenos al
mar, amarrados a rieles, pensé que nada, de ahí en adelante, me
sorprendería.
- ¿Me gustaría
que a ti mismo te hicieses una pregunta - que nadie más te ha hecho- y
te la respondieras. Una que nadie ha tenido la gentileza de hacerla?
-
¿Por qué cresta te metiste a las patas de los caballos, siendo que
si hubieras sido ingeniero en cualquier lesera estarías hasta las tusas
de plata?
- Y por último ¿A qué
le tienes miedo?
No sé, aparentemente a nada. Pero uno hace
pesadillas, grita y pareciera que ese miedo está ahí, esperando
salir. Tal vez a la soledad, aunque ya pasé por eso.
-
De "Versos que gotean savia y semen" -
PRIMIGENITUDES.
Todo es agua y en sus átomos: poemas
que flotan y van a la
deriva como euglenas
en su caldo primigenio
. ......
... ....... óvulos y espermios
versos y palabras
que las olas
dejan
.. .. .. .. .. tibios
.
...... ... .......a orillas
. ........ .. .. ..
.... .......de la playa
cuando baja la marea.
LA
POESIA NO PRECISA DE PALABRAS.
La poesía -aquí-
no
necesita alcanzar la dimensión de la palabra.
A ratos
.
...... se gotea
. ...... ... .......por
todos los costados
y hay que dejarla así
.
...... ....difusa
. ...... ... ...........borboteando
bombeando
al corazón su muerte y su misterio.
Y en la humedad se lee su
raíz.
A simple vista puede verse el gen
hereditario de la luz
o
el electrón que cambia el curso de la vida cotidiana
saliendo -incandescente-
de su órbita
y liberando imagen.
Entonces no es preciso
hacer poemas: basten el ligero resplandor
y el orificio que dejan
.
...... ... .......las palabras ausentes.
VERSIÓN
DEL MITO.
Antes de ser mitología
e ir de boca en boca
o
de generación en generación
según los eruditos
.
...... ... .......fui un tipo como ustedes
el típico hogareño
bueno para la pilsen
y la televisión.
Ocurre que montamos
una obra de teatro
y no me pude sacar al personaje.
El resto lo hicieron
ustedes
adictos a la lluvia
y la épica tradicional.
LA
LUJURIA ES UN FRONDOSO BOSQUE
DE HOJAS PERENNES.
Ella y él
se internan en el bosque.
La idea no es fijar lugares: van dejando
palabras
y poemas*
para que punce y siga el rastro la lujuria
y les suba por el
cuerpo
cuando llegue la hora de los besos y caricias
en rincones y sinuosas
lomas
de la anatomía humana.
La idea es entrar al bosque
y
perderse para siempre.
* : tan inéditos los versos
que al pisarlos crujen como ramas secas.
IMAGEN.
Todo
puede ser posible aquí:
incluso el sol
enmarañado entre las
murras
y todo picoteado de pájaros.
EL TRAUCO
A RATOS SE LEVANTA.
Cuando tu hija estalla en senos y caderas
y
cada peca o vuelta de rodillas
te desordena el cielo
..
.. .. .. .. . .. .. .. y aún sin pechos sin fronda
..
.. .. .. .. . nnnnnnnnnnnnnn.. .. .. .n.. .. .. todavía
incluso
cuando -impúber- ves en ella a la mujer
contra la cual alguna vez tú
naufragaste
.. .. .. .. .. . nnnnnnnnn.. .n.. .a
h í
en ese justo instante
el Trauco reaparece
..
.. .. .. .. . nnnnnnnnny se levanta y cobra vida
..
.. .. .. .. . nnnne r e c t a m e n t e
para dejar impávidos
a ciegos detractores
que dicen que no existe.
DESCARGOS
DEL TRAUCO.
Se me acusa de forzar a las doncellas
de acoso sexual
.. .. .. .. .. . nnabusos deshonestos
y caricias
y besos en lugares y lunares
que si digo
.. .. ..
.. .. . no queda nadie en pie.
Mitologías
..
.. .. .. .. .cuentos
.. .. .. .. .. . nnnnchilotadas:
las cabras
vienen por su cuenta y optan a veces
por quedarse para siempre
en la espesura.
Vean
.. ..son aquéllas
.. .. .. .. ésas que parecen matorrales
con
flores que gotean savia y semen.
VERSIÓN DE LLUVIAS.
La lluvia es parte de la historia aquí.
No se puede hacer
turismo con la lluvia
te mojas
.. ..y -mágicamente-
.. .. .. .. .empiezas a entender
que todo
tuvo aquí su origen.
-
De "LIBRO DE LOS DESAPARECIDOS"-
VOCES
ARRASTRADAS POR EL VIENTO
Aquí el amigo tiene la virtud de desaparecer.
Dice que viene de una generación de gente así.
Va de tumbo
en tumbo,
toca puertas,
cae,
grita, se levanta
(tiene, sin embargo,
una paciencia más fuerte que la raíz de un roble).
La invisibilidad
le vino a cuajarones,
con súbita violencia,
a mansalva.
EL
HORIZONTE SE CUBRE DE NOTICIAS
Se cubre de noticia el horizonte: peces,
árboles, rostros de muchachas
en fastuosas pasarelas, políticos,
jaguares, yupis, paros,
elecciones, consenso, democracia.
Y hay tiempo
para hacer el amor
sin que -a patadas- salten las bisagras de la puerta.
Portadas
de revistas
con las grandes figuras del deporte y el jet set.
Nada
dicen de nosotros.
SITIOS
No es el bar "La
Unión Chica",
aunque las mesas y la barra se atiborren
de heridos
y convalecientes.
No es el Cementerio General,
aunque sus huéspedes
parecen no emitir señal de luz
ni parpadeo alguno.
Ni el Cerro
San Cristóbal
ni el Santa Lucía.
Ni a Chile se parece
este
sitio tan inhóspito.