Apariciones
profanas
Óscar Hahn
Visor. Madrid, 2002.
55 páginas.
Libros como Apariciones profanas justifican la perseverancia
en una forma de crítica abierta al placer de la sorpresa y
a la complicidad posible. Nada más fácil en el caso
de estos poemas con los que el chileno Óscar Hahn (1938)
rompe un silencio de siete años para lograr su libro más
acrisolado y diverso, exponente destacado de una trayectoria personalísima
marcada por la libertad imaginativa y un juego de distancias que combina
ironía, intensidad, denuncia y vitalismo.
“La muerte es una buena
maestra”, uno de los mejores poemas del conjunto, traza
el sorprendente retrato inicial del personaje con la crónica
sui generis de una operación quirúrgica, que establece,
con el trasvase de planos figurativos sobre el que gravita la escritura
de Hahn, la expresión poética de “un sujeto perfectamente
lúcido” que concluye que “la muerte es una buena maestra/ cuando
te habla al oído y se retira”.
La reflexión sobre la fugacidad y la realidad histórica
se modula en múltiples “apariciones”: según el poeta,
los poemas le llegan sin aviso, como los fantasmas varios que pueblan
el libro con sus voces. Al sarcástico desengaño de “Bienvenido
siglo XXI”, opone el poeta la sabiduría elemental de “Los insectos”;
contra la conciencia desolada de la realidad, contra la soledad del
exiliado (“Iowa River”), contra todo genocidio (Hiroshima, nuevamente,
en “Hombre con quitasol”), contra lo contradictorio de la condición
humana (“El exorcista”) se afianzan el humor de “Astronauta”, la mirada
serena de “El doliente” (“El mismo viento que rompió tus naves/
es el que hace volar a las gaviotas”), la profana consagración
del cuerpo, en un debate con el alma que es guiño a la tradición
medieval (“Extrañarás mi corazón de lodo/ y anhelarás
impúdica y sumisa/ ser otra vez materia deleznable”), y las
nada solemnes “Reflexiones de un sobreviviente”.
En el renovado balance moral de Apariciones profanas Óscar
Hahn vuelve a decantarse por una afirmación de la que ya es
signo básico la riqueza imaginativa de su retórica y
que poemas como “Hueso” refuerzan con su denuncia (“Todos los huesos
hablan, penan, acusan/ alzan torres contra el olvido”). Se impone,
así, en la palabra de este “sobreviviente”, una firmeza humanista
(“El hueso es un héroe de la resistencia”) que encuentra sus
mejores armas en el intenso erotismo que aflora, entreverándose
(“Vía láctea”, “Fantasma en forma de toalla”), y que
termina imponiéndose con su luminosa y estimulante sensualidad.
Completan esta celebración a la intemperie las complicidades
literarias (Carver, Rimbaud, Pessoa, Vallejo, etc.), el homenaje al
jazz y la metapoesía de textos como el delicado “Violín”
y la explosiva “Arte poética”, que cierra el conjunto, en simetría
con el autorretrato inicial sobre una pobladísima mesa de operaciones,
a favor de la vida y de la poesía, en pos de “la flor de su
hermosura irreverente/ su corola que late noche y día/ envuelta
en llamas y en rocío ardiente”.
* * * *** * * *
Magias de la escritura
Oscar Hahn
Ed. Andrés Bello. 190 páginas.
por
Joaquín Marco
El escritor chileno Oscar Hahn es más conocido como
poeta, pese a que el libro que comentamos resulte de crítica
literaria; es decir, de literatura sobre literatura. Nació
en Iquique en 1938 y estudió en
la Universidad de Chile. Tras pasar las cárceles de Pinochet
se doctoró en la Universidad de Maryland, donde ejerció
también como profesor. Actualmente profesa en la de Iowa. Autor
de poemarios como Arte de morir (1977) o Mal de amor
(1981), ha publicado, al margen de este libro, ensayos y antologías
como Texto sobre texto (1984) y Fundadores del cuento fantástico
hispanoamericano (1988).
Magias de la escritura está dividido en dos partes.
En la primera, ha reunido ensayos más extensos sobre Borges,
Reyes, Herrera y Reissig, Huidobro y Neruda. En la segunda, “Pre-Textos”,
trata de forma puntual temas o autores más próximos:
Carlos Germán Belli, Edwards, Gelman o Pacheco. En cuanto a
ensayista de literatura, Hahn no olvida su sensibilidad poética.
Sus ensayos no se caracterizan por la acumulación de datos
–los imprescindibles, bien seleccionados–, sino por el incisivo análisis
de los textos. Conoce y utiliza la metodología más reciente.
En alguna ocasión, hasta llega a abusar de ella. Se centra
en el tema que constituye su especialización, el relato corto
fantástico, pero no será el único. No se limita
a lo tradicional y descubre, por ejemplo, a través de Borges
lo que vendría a ser una estética de la dedicatoria.
Magias... es un libro que nace y vive de lo académico, aunque
va más allá. Literatura sobre literatura, clara, inquisitiva,
ordenada y sabia. Óscar Hahn va calando ya en su poesía
y en su ensayística entre nosotros.