En 1992
Oscar Hahn fue miembro del jurado del Premio Casa de Las Américas
de Cuba. Antes de que comenzaran las deliberaciones -recuerda- el
director de la institución, Roberto Fernández Retamar,
reunió a los integrantes del jurado y les dijo: "Seguramente
ustedes creerán que tienen que premiar poesía política;
quiero aclararles que nosotros queremos que se premien los mejores
libros, sean políticos o no".
La anécdota le sirve a Hahn (1938) para referirse al Premio
Nacional de Literatura, al que postula junto a Armando Uribe,
Delia Domínguez y Efraín Barquero, entre
otros. "Lo único que cuenta es la calidad de las obras",
afirma.
La postulación de Hahn al Premio Nacional fue inscrita por
Editorial Andrés Bello. Y a diferencia de las presentaciones
en favor de Armando Uribe y Delia Domínguez, que incluían
firmas y cartas, la suya no contempló una lista de adhesiones.
"Me siento muy halagado por la postulación, pero más
allá de eso yo no hago nada. No recolecto firmas. Mi mejor
carta de recomendación son mis poemas. Si el jurado necesita
cartas de recomendación, es que no sabe nada de literatura",
expresa.
Autor de Mal de Amor, Arte de Morir y Apariciones
Profanas, entre otros, Hahn asegura que el premio no lo desvela,
que para él lo importante es la creación y que "hacer
lobby no va conmigo". "El jurado -puntualiza- debería
abocarse a la lectura de las obras; las cartas y las firmas son presiones
indebidas y atentan contra la independencia del jurado".
El poeta residente en Iowa City, EEUU, presentó ayer una nueva
edición de su libro Versos Robados (Lom), publicado
originalmente en España en 1995. La versión actual,
con carácter de definitiva, integra además los sonetos
de Estrellas Fijas en un Cielo Blanco y un texto inédito
de 1957.
"En un lecho de sábana y rebozo/ perfumada mujer de carne
suave/ se ha varado tu cuerpo silencioso/ como nave fantasma como
nave", dice la primera estrofa de ese poema escrito a los 19
años y titulado Mujer en Cama y en el cual, como en toda su
obra, se funden amor y muerte.
Hahn, que en agosto participará en un homenaje a Pablo Neruda
en España, traduce y adapta la obra The Rainmaker, de
Richard Nash, que será montada por Ana María Palma en
Chile en 2005.