Marilyn
Monroe y la corrección política de Truman Capote
Omar
Pérez Santiago
http://omarperezsantiago.blogspot.com/
"¡Te
conté esa vez que Errol Flynn sacó el aparato y tocó el piano
con él. Bueno, fue hace cien años. Yo recién empezaba y fui
a una fiesta tonta. Estaba Errol Flynn, muy contento consigo mismo. Aporreó
las teclas. Tocó Eres mi rayo de sol ¡Cristo!"
Ese
tipo de chismes sobre el actor bebedor y mujeriego de Errol Flynn, ("Me
gusta el whisky viejo y las mujeres jóvenes") le contaba la emperadora
de la sensualidad, la afrodita, la diosa del amor y la belleza, Marilyn Monroe,
a Truman Capote.
Según Capote.
Según Truman Capote.
Pues todo eso lo escribió Capote muchos años después, muchos
años después del 5 de agosto de 1962, el día que Marilyn
estuviera bien muerta en su tumba del lado norte del Westwood Village Memorial
Park Cemetery de Los Angeles.
(Lo de su tumba es un decir. Todos sabemos
que ella pervive en un nicho, en el nicho helado en que un hombre, Joe DiMaggio,
la puso. El nicho 33 que, según dice la publicidad, es la más visitada
del cementerio. En el funeral el ministro leyó el salmo ¡Te alabo
porque soy una creación admirable!
Yo había leído comentarios
sobre este retrato de Capote sobre Marilyn Monroe y esa curiosidad me picaba.
El texto está incluido en el libro de ensayos de Capote, publicado en 1980,
Música para camaleones. Son 16 páginas de dialogo entre la
Monroe y Capote mientras van al funeral de una amiga en común. El libro
de bolsillo es publicado recién por Sudamericana, enero 2007, que lo hace
la mitad más barato. Ahora el libro está a 4000 pesos chilenos (7
dólares), y con la rebaja de la librería del Fondo de Cultura Económica
del paseo Bulnes, lo compré a 3600.
(Así, sí, libreros:
un libro no debe costar más que una entrada al cine.)
El libro tiene
tres partes, la primera contiene seis piezas, la segunda es una nouvelle policial
titulada Ataúdes Tallados A Mano. En la tercera parte, Conversaciones
y Retratos, donde Capote escribió la semblanza de Marilyn Monroe. La
conversación entre Monroe y Capote, es recreada de modo excepcional por
Capote y es divertida y chismosa, y tiene una narrativa precisa:
"Hablamos
de cómo nos gustaba Nueva York y de cuánto aborrecíamos Los
Ángeles. "Aunque nací ahí, no se me ocurre nada bueno
que decir de Los Ángeles. Si cierro los ojos, y me imagino Los Ángeles
, todo lo que veo es una gran várice". Hablamos de actores y actuaciones.
"Todos dicen que no sé actuar. Decían los mismo de Elizabeth
Taylor. Y se equivocaron. Estuvo magnífica en Ambiciones que matan.
A mí nunca me darán el papel apropiado, algo que realmente quiera
hacer. No me ayuda el aspecto físico. Demasiado específico";
hablamos un poco de Elizabeth Taylor; quería saber si yo la conocía,
y le dije que sí, y ella dijo bueno, cómo es, cómo es en
realidad, y yo dije bueno, es algo parecida a ti, es muy franca y dice cualquier
cosa, y Marilyn dijo vete a la mierda y me dijo bueno, si alguien me preguntara
cómo era Marilyn Monroe en realidad, qué diría, y le dije
que tenía que pensarlo.)"
Al final del relato, Truman Capote,
que bien conocía el gusto de las masas por la corrección política,
(esas chusmas que viven del pelambre jet setero, el llamado mercadeo de masas,)
termina el texto dejando bien puesta a la Monroe.
MARILYN: Recuerda, te
dije que si alguna vez te preguntaran cómo era yo. Cómo era, en
realidad Marilyn Monroe, ¿cómo contestarías esa pregunta?
(Su tono era juguetón, burlón, sin embargo sincero al mismo tiempo:
quería una respuesta honesta). Apuesto que dirías que era una palurda.
TRUMAN
CAPOTE: Por supuesto, pero también les diría...
(Ya se iba
la luz. Ella parecía desvanecerse con la claridad, mezclarse con el cielo
y las nubes, retroceder y ocultarse detrás. Yo quería alzar la voz
por encima de los gritos de las gaviotas y preguntarle: "Marilyn, Marilyn,
¿por qué todo tuvo que salir así? ¿por qué
es una mierda esta vida?")
TRUMAN CAPOTE: Yo diría...
MARILYN
No te oigo.
TRUMAN CAPOTE:: Diría que eres una hermosa niña.