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......................Viareggio,
cerca de....
Pisa (Italia), 15 de Abril de 1903 ..............................................
.................Tiene
que perdonarme, estimado señor, que sólo hoy recuerde
-y con reconocimiento-su carta del 20 de febrero. He estado durante
todo este tiempo achacoso; no enfermo,precisamente , sino deprimido
por un cansancio de naturaleza gripal que me inhabilitó para
todo. Y finalmente, como no se operaba ningún cambio, me trasladé
a este sureño mar, cuya acción benéfica ya me
restableció una vez. Pero todavía no estoy sano; me
cuesta escribir; así pues es menester que usted tome por muchas
estas pocas lineas.
.................Naturalmente,
ha de saber usted que toda carta suya siempre me complacerá,
y tiene que ser indulgente en cuanto a las respuestas, ya que ha menudo
quedará con las manos vacías;porque en el fondo, y justamente
en las cosas más profundas y más importantes, estamos
indeciblemente solos, y para que uno pueda aconsejar a otro o, lo
que es más, ayudarlo, y para que siquiera una vez se obtenga
buen éxito, mucho debe suceder, mucho debe ser logrado, toda
una constelación de cosas debe cumplirse........
.....HHoy,
sólo quisiera decirle dos cosas:
.................Ironía: No se
deje dominar por ella, especialmente en los momentos no creadores.
En los creadores, trate de utilizarla como un medio más para
comprender la vida. Usada puramente, es también pura. Y no
hay que avergonzarse de ella. Si con ella se siente usted demasiado
familiarizado; si teme la creciente intimidad con ella, vuelva entonces
a los temas grandes y serios; ante éstos se torna pequeña
e inerme. Busque lo profundo de las cosas: hasta allí nunca
desciende la ironía...; y si usted, al borde de lo grande la
conduce, comprobará a la vez si esta manera de concebir surge
de una necesidad de su ser. Pues por el influjo de las cosas serias,
o se desprenderá de usted (si es cosa casual) o se fortelacerá
( si realmente le es innata) hasta constituir un noble instrumento
que se ubicará en la fila de los medios con que usted tendrá
que formar su arte.
..............Y lo segundo que hoy quería
contarle, es esto:
..............De
todos mis libros, pocos me son indispensables; pero hay dos que están
entre mis cosas dondequiera que me encuentre. Están también
aquí, en torno mío: la Biblia y los libros del gran
poeta danés Jens Peter Jacobsen. Se me ocurre si conocerá
usted sus obras. Podría usted procurárselas fácilmente,
pues una parte ha aparecido en "Reclams Universal-Bibliothek",
en una traducción muy buena. Adquiera el tomito "Seis
relatos de J: P: Jacobsen", y su novela "Niels Lyhne";
y empiece el primer cuento del primer tomo, que se llama "Mogens".
Un mundo aparecerá ante usted: la felicidad, la riqueza, la
inexplicable grandeza de un mundo. Viva usted algún tiempo
en estos libros. Aprenda de ellos lo que le parezca digno de ser aprendido;
pero, sobre todo, ámelos. Este amor le será retribuido
mil y mil veces, y sea cual fuere su vida, él irá -estoy
seguro de ello- por el tejido de su existir como uno de los más
importantes hilos entre todos los hilos de sus experiencias, decepciones
y alegrías.
.............Si
yo debiese decir por quiénes he sabido algo sobre la esencia
de la creación, sobre su profundidad y eternidad, solamente
dos nombres son los que podría pronunciar: el de Jacobsen -el
grande, grande poeta- y el de Augusto Rodín, el escultor que
no tiene igual entre todos los artistas que hoy viven. ¡ Y buen
éxito en sus caminos!
Su Rainer María Rilke.