Pablo Anrré
Karvayal
Puta poesía
Por Patricia Espinosa
Rocinante, N°81, Julio de 2005
La primera impresión que deja Puta poesía, de
Pablo Karvayal (1975) es la de una escritura que opta por un
decir extremadamente ingenuo, aunque matizado con ciertas dosis de
acidez. Poesía y niñez parecen ser los ejes que articulan
este texto y que se orientan a denunciar un estado corrupto.
Uno de los recursos más atractivos de Karvayal es el uso de
las reiteraciones, especialmente de la anáfora. Como sucede
en "Chilenitos": "¡Chilenitos a 100 pesos! /
¡Chilenitos a 100 pesos! / Grita un niño en la playa
/ Y su prima lo acompaña llevando servilletas". O en el
extenso poema "La raja": 'Toca la raja / Lee la raja / Escribe
la raja / Dibuja la raja / Canta la raja / Besa la raja / Quedó
raja / Pinta la raja / Chupa la raja / Besa la raja / Pitos la raja
/ Gente la raja / Lugar la raja / Onda raja / La raja...". Son
38 versos donde no solo se impone el ritmo, sino que se logra mantener
una perspectiva hiperbólica dualista ante las significaciones
del adjetivo "la
raja": como lo extremadamente bueno o como lo extremadamente
deteriorado. Es un juego con el significado pero también con
la sonoridad. Para un lector no chileno, es obvio que podría
resultar casi poesía nonsense, aunque quizás
sea precisamente esto el valor del juego respecto a marcar diferencialidad
lingüística. Lo mismo sucede con el uso de la palabra
"chomba", en vez de suéter, en el poema "La
guerra".
Quiero insistir en el mayor énfasis de Karvayal. Los niños
cruzan el libro simbolizando el dolor, la huerfanía, el fin
de cualquier posible estado de virginidad. Tematización que
el autor comparte con varias de las mejores cabezas de su promoción.
Hay mucho de crítica social en la mirada a la infancia. Una
niña decapitada mientras el violador impune sonríe en
"Postal bucólica"; los niños abandonados que
"florecerán con cuchillos y estoques / En la primavera
tóxica y cumbianchera" ("Postal de la población
chilena"); los niños atrapados en el indiferente carnaval
urbano: "Un niño perdido / Corriendo entre la gente de
la feria artesanal / Con los bolsillos llenos de bolitas" ("Cascabel").
Más aun, una brevedad en extremo desnuda intensifica la violencia:
"-Chúpame el pico po kuliao / -Chúpamelo voh po"
("Plática de los hermanitos mandados al pan"). De
nuevo: deslegitimación de cualquier mito, aunque no por ello
sin algo de nostalgia por querer que se mantenga.
Puta poesía incluye un CD con los textos del volumen,
en el cual podemos oír la declamación / lectura de Karvayal,
utilizando solo un micrófono. No hay mayor soporte, pero sin
duda qué importa. Los matices de oralidad, la respiración,
los énfasis, encabalgamientos, resultan tremendamente importantes.
Hay una textura diferente, es casi como acceder a otro texto si hacemos
un contraste con el escrito. La sonoridad es claramente una preocupación
para Karvayal, lo cual parecería una obviedad tratándose
de poesía. Es la oralidad la que definitivamente saca su escritura
del naif.
Dentro de la creación lírica, existe la distinción
entre poesía fonética y sonora o sound poetry.
Una poesía interesada en la tradición oral, la de los
recursos musicales, cuyas raíces se extienden al Futurismo
o el Dada o el OULIPO, y en donde la declamación se convierte
en lo fundamental. Es decir, una poesía que requiere ser declamada,
gestualizada, en la cual cobra radical importancia la boca, el rostro,
la pronunciación y la utilización de soportes electro-acústicos:
digamos video, computadoras, música o simplemente un micrófono.
La poesía sonora es una puesta en escena y el performer,
es decir el autor, recupera un sitio preferencial.
El año 2002 la prestigiada revista francesa Magazine littéraire
sacó un especial sobre la nueva poesía francesa: poesía
sonora, poesía de acción, poesía-performance.
Y generó un escándalo mayúsculo de parte de los
autores "tradicionales". Es solo un ejemplo. Karvayal es
parte de un hacer poético de vieja data, pero que hoy parece
recuperarse con cierta fuerza. Puta poesía es un buen
ejemplo, y aunque es un tipo de poesía que parece comprenderse
"mejor" cuando se oye, habría que intentar que el
texto escrito se aproxime aun más a la riqueza de la oralidad.
De todas maneras, bien vale el intento de insistir en la apuesta por
una poesía que no quiere limitarse. Búsqueda y riesgo,
eso ya es bastante.
Puta Poesía
Pablo Anrré Karvayal
Ediciones Contrabando del Bando en Contra.
Santiago, 2004.
85 págs.