Entrevista exclusiva
a Sun Axelsson, la escritora sueca y ex amante del
antipoeta
"Nicanor Parra tiene cierta paranoia por el Nobel"
¿Lo
ha boicoteado por despecho?... "Eso es una M-E-N-T-I-R-A. Yo siempre
lo he ayudado y me alegraría que consiga el Nobel. Tiene una fuerte
posibilidad de obtenerlo ahora".
Por Boris
Bezama
desde Leros,
Grecia, La
Segunda, Viernes 6 de junio de 2003
... "Tú estas acá por Nicanor Parra" fue lo
primero que preguntó Sun Axelsson, la escritora sueca y ex pareja del
antipoeta, quien sorprendida no podía entender cómo un periodista
chileno había logrado ubicarla en Leros, una de las islas de la hoy
calurosa Grecia.
... En verdad no fue
fácil dar con ella.
... Primero, porque
todos los datos indicaban que esta mujer de ojos azules, que en los
años 60 volvió loco de amor a Parra, estaba en Estocolmo preparando
conferencias y los últimos detalles para la próxima publicación en
Chile de su último libro, "Las orillas de lo eterno".
... Lo más lógico, por tanto, era viajar a Suecia
para hablar acerca de las posibilidades de Nicanor Parra en su quinta
postulación al Nobel de Literatura. Afortunadamente, una llamada
cambió la ruta y la isla donde Sun veranea desde hace más de 30 años
fue el destino final para esta entrevista en la que asegura nunca
haberse opuesto a que Parra obtenga la mayor distinción literaria
mundial que el 10 de diciembre otorga la Academia Sueca.
... Antes de comenzar a relatar su relación de
amor y desamor con Parra- en el balcón de su casa que da frente al
Mediterráneo y donde han estado muchos chilenos como Jorge Edwards y
su esposa-, Sun toma un vaso de vino, que la ayuda a "ordenar mis
ideas".
"Nos
conocimos en Estocolmo... yo lo mantenía..."
"Nos conocimos en Estocolmo, en
una reunión de Paz. En esos tiempos el mundo ya estaba complicado.
Había muchos socialistas".
- ¿Parra era socialista?
-
Al menos dijo serlo. El tenía simpatías pero, como buen dialéctico,
veía lo bueno y lo malo del socialismo. Pero empezamos a andar después
en una reunión con Arthur Hundkisl y él se fue a vivir a mi
departamento de estudiante. Se adaptaba a cualquier cosa: a la comida
barata y horrible sueca que podíamos comprar en ese tiempo. Yo lo
mantenía, porque él me dijo que después en Chile el se preocuparía de
mí.
- Y lo hizo?
- No (se ríe largamente).
-
¿Por qué decidió viajar después a Chile?
- El me lo pidió
durante un año, a través de sus cartas, que mantengo guardadas. Y,
finalmente, yo accedí porque estaba enamorada del profesor estricto y
del amante dulce de entonces. Era un encanto, increíble, súper
inteligente y tenía mucho humor. Pero podía cambiar de situaciones muy
rápidamente y también de mujeres.
"La Violeta
(Parra) me salvó la vida"
- ¿Ud. conoció a Violeta
Parra?
- Claro, la Violeta fue quien me salvó la vida: cuando
yo estaba muy mal ella obligó a Nicanor a que me llevara al
hospital.
- ¿Qué le pasaba?
- Tenía chilenitis
(diarrea severa) y estaba totalmente deshidratada. Cuando llegué a la
posta tenía apenas seis horas de vida. Pero hay que perdonar a Nicanor
como a todo el mundo... El tuvo una vida bastante difícil. Era muy
pobre, pero brillante. Me contó que leyendo a T.S. Elliot decidió que
él, pese a ser matemático, también podía escribir poesía.
"Era una joven sueca y me sentía
humillada"
- Usted ha dicho que era muy
celoso, ¿cómo lo demostraba?
- Era infeliz y me
castigaba.
- ¿Es verdad que la dejaba encerrada?
-
Sí, pero ahora entiendo perfectamente la situación. El tenía mucho
miedo y no se atrevía a contar a su mujer, Inge Palmer, que yo iba a
llegar a Chile y lo iba a hacer porque él me lo había pedido. Siempre
me decía que iba a ser muy bueno para mi desarrollo profesional. Otras
personas pensaban que el quería el Premio Nobel y yo podía traducirlo,
pero eso es calumnia, porque yo ya había traducido dos de sus poemas.
En Santiago no me quería dejar ir a estudiar al Instituto Pedagógico,
pero en una de nuestras cenas le pedí a uno de sus amigos que me
ayudara y él tuvo que aceptarlo. Así empecé a alejarme de Nicanor.
Estudié, conocí a muchos buenos amigos como Jorge Teillier, quien me
ayudó a encontrar trabajo en el Boletín de la Universidad de Chile.
Hice traducciones. Yo era una joven sueca y me sentía humillada por no
ser completamente independiente.
- En los círculos
literarios suecos se conoce cómo Nicanor Parra se comportó con usted.
¿Eso puede haber influido en sus fallidas postulaciones al
Nobel?
- Yo nunca dije que él era más que un genio...
-
Pero también escribió en "La estación de la noche" que Parra
era increíble, celoso y brusco.
- Bueno, ahí yo escribí mi
punto de vista, nada más.
Pantalones
de cotelón enterrados
Cuando Sun se volvió a Suecia,
después de estar dos años en Chile (sólo tres meses en Santiago
viviendo con el antipoeta) fue a verlo a su casa y lo encontró solo,
corrigiendo pruebas de sus alumnos. "Estaba ahí con sus pantalones de
cotelón que le había comprado. Antes siempre me había dicho que si yo
lo dejaba él iba a enterrar sus pantalones, pero no lo hizo... Nicanor
me ha dado el valor de enfrentar todo en la vida. En un tiempo fue muy
dulce conmigo, pero no pudo decidirse con cuál mujer podía
navegar.
- ¿Usted se ha opuesto a su postulación?
-
(Es la primera vez que se enoja y responde con un acento sueco) Eso es
una M-E-N-T-I-R-A. No es verdad, es una calumnia. Al contrario, yo
siempre lo he ayudado, he ido a editoriales pidiendo que lo
tradujeran. No entiendo por qué han inventado durante tanto tiempo eso
y ya es hora que se aclare. Chile es mi segunda patria y me alegraría
que Nicanor consiga el Nobel.
- ¿Cree que podrá ganarlo
ahora?
-Me encantaría que lo gane. Tiene una fuerte posibilidad
de obtenerlo ahora, pero si no lo hace -porque es muy difícil- ya
entró en la categoría de los grandes escritores y eso es más que
suficiente. Por supuesto que el premio tiene una importancia enorme
económica, pero hay otros hombres sabios que no se ponen paranoicos
con el Nobel.
- Usted lo ha traducido, ¿cree que su humor
literario es posible de entender en la Academia Sueca?
- Esa es
una dificultad. Nicanor hace bromas increíblemente geniales que a
veces no son traducibles apropiadamente a todos los idiomas. Y es
difícil para los suecos entender dónde Nicanor Parra se esconde en su
laberinto.
- ¿Cree que por cumplirse 30 años del golpe
militar eso puede influir en que Parra obtenga el premio?
- De
verdad, no lo creo. La cuestión política no influye, al menos en estos
momentos.
- ¿Por qué cree que a usted la responsabilizan de
las fallidas postulaciones de Parra? Ha dicho incluso que la llamaban
por teléfono a su casa para insultarla.
- No lo entiendo,
porque yo he promocionado durante mucho tiempo a Nicanor Parra en
Suecia. Y él lo sabe.
"El ha
dicho cosas terribles"
- Pero él mismo la ha
criticado a usted.
- Sí, él ha dicho cosas terribles a través
de revistas y eso me da mucha pena. Cuando yo he regresado a Chile en
dos oportunidades he ido a ver a Nicanor y le he dicho que me la
jugaría por su postulación. No lo puede negar. Ahora, si él no gana,
debe entender que hay otros grandes escritores, entre los que está él
y ya todo el mundo lo reconoce. Nicanor tiene una cierta paranoia por
el Nobel.
- Pero algo más aparte de sus libros debe haber
habido para que todos se pongan paranoicos, ¿no cree?
- Hay un
crítico a quien no lo conozco personalmente, pero que ha escrito en
sus artículos muy buenas cosas acerca de mi trabajo. El leyó "La
estación de la noche" y parece que odiaba a Nicanor. Escribió que
él no tenía interés en nada más que obtener el Premio Nobel y por eso
se había enamorado de mí, lo que no es cierto. Cuando yo leí eso me
dio mucho miedo, porque pensé que iban a continuar los ataques, y así
fue. Nicanor es tan reconocido, tiene tantos reconocimientos, y no
entiendo por qué en Chile tienen esa idea de que él debe tener también
el Nobel. Ojalá lo consiga.
- Usted que lo conoce, ¿por qué
cree que Parra está paranoico por el premio?
- No me atrevería
a decirlo... Algunos dicen que es porque Neruda lo tuvo. Ambos eran
amigos, pero después Pablo, antes de morir, me contó que Nicanor se
portó terriblemente mal. Antes de que Nicanor se vaya donde los
ángeles espero que se libere de esta paranoia. Me gustaría que sea
feliz con lo que ha hecho, con su genio.
"Soy
completamente de izquierda"
Sun Axelsson tiene 64 años.
Desde hace seis que enviudó de Michael Piper, un inglés escultor, con
quien no tuvo hijos. Estuvieron 35 años casados y todos los veranos
acudían a Leros, la otrora isla donde los griegos construyeron el
manicomio más grande del país.
Un glaucoma a uno de sus ojos no
la deja desplazarse sola. Y es por eso que está pensando vender su
casa de verano, aunque no quiere desprenderse de ella, porque conserva
grandes recuerdos de su esposo. Allí escribió su último libro, donde
relata parte de su vida con su marido. Cada uno de los rincones de la
casa revela cómo es Sun, prolija y terriblemente comunicadora. Es por
eso que casi cierto tiempo debe abrir la puerta para recibir a sus
amigos que desde temprano la visitan.
Habla siete idiomas y se
define como "completamente de izquierda... no como otros".