.......... Parra se ríe mientras baila en la cuerda floja y se
acoge al método de la locura fingida como Hamlet, método gracias al cual
afirma haber sobrevivido. Nicanor Parra (San fabián de Alico, 1914)
siente que hay olor a cadáver en el aire y que la gente, entre ellos los
periodistas, se acerca atraída por el olor. Quizás por eso le interesó
el dato que surgió al calor de la conversación, según el cual la palabra
cadáver, al igual que FMI, y otras siglas que está usando en sus últimos
Artefactos, es un latinajo que resume la fórmula Caro Data Vermibus
(carne para gusanos).
.......... Como
siempre con Nicanor Parra, hay que tener cuidado con las palabras. Vaya
a saber uno lo que este chillanejo macuco querrá decir cuando habla de
antiguallas. "Los huasos tiran las palabras con efecto" -adivierte-
manteniéndose siempre en el centro inmóvil de la contradicción. Como en
aquella oportunidad en que una invitación a tomar el té con la esposa de
Nixon le valió las iras de La Revolución, que no estaba para bromas. "La
derecha y la izquierda unidas, jamás serán vencidas", respondió
salomonicamente. Mientras que a Fidel Castro le mandaba lacónico recado
con ritmo de maracas. "Fidel debiera confiar en mí, tal como yo confío
en él. La historia me absolverá".
.......... De todo esto, de lo que dice que le
cobró a Pedro Carcuro para no ir al De Pé a Pá, de por qué es tan reacio
a reeditar sus libros, y de muchas cosas más, conversamos con este
antipoeta, candidato consuetudinario al Premio Nobel de Literatura, que
agradece cada nuevo homenaje "con una lágrima en los anteojos".
.......... Uno piensa que está yendo a visitar a
Walt Whitman, porque de algún modo Nicanor Parra se las ha arreglado
para vivir en Santiago, como un ermitaño en medio del bosque. Nos recibe
en el living de su casa, atestado de libros, de recortes de prensa, de
pequeñas bandejas con signos y dibujos. La sala es como el interior de
un viejo violín, oscura con la temperatura exacta de la
madera.
-Ha estado muy solicitado el último
tiempo...
-Algo pasa, deben ser los funerales. Hay olor a
cadáver, como se decía antes.
-Pero usted se ve
bien
-Hasta aquí vamos bien dijo el gato, cuando venía
cayendo del octavo piso y pasando por el segundo.
-¿Tiene listo el epitafio?
-Hay
varios.
"Hola, no se preocupen
Estoy mejor que cuando estaba
bien
Ánimo, descansen en paz".
Hay otro que puede llamarse
epitafio, son los últimos versos de un poema que apareció en un libro
mío que se llama Versos de Salón, el poema se titula "Lo que el difunto
dijo de sí mismo", es un difunto muy retórico, energuménico, el poema
termina así:
"No se rían delante de mi tumba
Porque puedo romper
el ataúd
Y salir disparado por el cielo"
En Chillán, cuando era
niño, vivía prácticamente en el cementerio, "al otro lado de la línea",
en los suburbios. Por la puerta de la casa pasaban los cortejos. Estaba
la estación de trenes, luego la feria de animales y después el
cementerio.
¡Ayayai! Un sector muy movido.
MUESTRA DE
ARTEFACTOS VISUALES
.......... Nicanor Parra viene de inaugurar con un resonante
éxito en España, la muestra Artefactos Visuales. Más de trescientas
obras que "hacen una revisión crítica de occidente". La versión chilena
de la exposición estará abierta entre el 7 de agosto y el 30 de
septiembre en la sala de la Fundación Telefónica.
-¿Por qué se refiere a sus Artefactos
como a "antiguallas del siglo XX?"
-Yo encontré esta palabra
por accidente. Tenía que dedicarle un libro a un médico -Pedro Vidal-,
que el año pasado me operó de una oreja. Me dejó bien, y más encima no
me quiso cobrar. Me dijo: "Como le voy a cobrar si usted escribió ese
texto sobre mi tío abuelo (Vicente Huidobro)". El texto se llama Also
Spracht Altazor (Así hablaba Altazor). Entonces, yo pensé, lo menos que
puedo hacer es dedicarle un libro, pero qué le pongo: "Al doctor Pedro
Vidal estas antiguallas del siglo XX, en represalia por haberme salvado
la vida".
-¿Cuáles son las antiguallas, los
Artefactos o los grandes temas a que aluden?
-Todo lo que
ocurrió en el siglo veinte es una antigualla. Esta palabra me gusta
porque es una palabra huasa también, y los huasos lanzan las palabras
con efecto.
-¿Hay algún punto de comparación
entre la muestra de Huidobro y la suya?
-No hay que
confundir las dos exposiciones. Espero que no las confundan. La
exposición de Huidobro es una exposición de la vida social. Ahí se va a
pituquear. El no tiene nada que ver con las rayas ni con los
monos.
-¿No cree que en general se toma poco
en serio las incursiones en las artes visuales de poetas y
literatos?
-Le voy a responder con una frase de Juan Antonio
Ramiréz, un crítico del diario El País que escribió una frase que es una
bomba de hidrógeno: "El mayor arte revolucionario del siglo veinte".
¿Qué le parece a usted esta frase? ¿Qué tiene que ver con esta frase lo
de Huidobro? Lo de Huidobro es una colección de objetos
personales.
-¿Hay proyectos editoriales para los
Artefactos?
- Estoy traumatizado con los editores, parece,
porque yo no les dejo reeditar mis libros. Yo creo que tiene algo que
ver con mis estudios shakesperianos. El no publicó ninguno de sus
libros, los piratas se los robaban. Entonces, hay que parecerse en algo
a Shakespeare.
-¿Tiene ofrecimientos
concretos?
- Me ofrecen, pero me ofrecen muy poca plata. Por
ejemplo, al Fonde de Cultura Económica le pedí un buen anticipo por las
Obras Completas. Ustedes van a decir que fue muy poco lo que pedí, un
millón de dolares. Con esa plata uno se compra un buen departamento en
el Barrio Alto nomás. Y ahí está toda la vida de un hombre. Se asustaron
y no volvieron nunca más. Y lo mismo pasó con Alfaguara. Yo no le
trabajo gratis a nadie.
-¿Tiene discípulos?
-Un
crítico ha dicho que desde Baudelaire en adelante todo es antipoesía. El
curita Valente dice que prácticamente todo lo que ocurre en Chile en los
últimos veinte años es antipoesía parriana.
-Pero hay una cantidad de poetas
jóvenes, menores de treinta años, que parecen tener otras
referencias...
-Esa es una pregunta para críticos. No me
ponga palitos porque no los voy a pisar. Es muy fácil irse al chancho
con esa pregunta. Puede parecer muy sobrado. Yo también podría decir que
soy el único, pero ahí estamos nada más que jugando a los huasos
chillanejos, a los huasos macucos.
MR:
NOBODY
-¿Cómo nace este personaje, este
corazón con patas, protagonista de sus Artefactos?
- Ahora
en España le pusieron don Nadie. Esto empezó con Mister Nobody. Y antes
de eso fue Ulises, y ahí tenemos que comenzar a hilar fino, porque eso
es Homero. Cuando Ulises es sorprendido por Polifemo en la caverna,
descansando junto a su tripulación, el cíclope lo pesca y le dice: tú me
has caído bien y te voy a hacer una gauchada. La gauchada va a consistir
en lo siguiente, a ti te voy a comer al último, pero me vas a tener que
contestar una pregunta. ¿Quien éres tú? Y Ulises le contesta lo
siguiente (y aquí Parra cita del original en griego con voz rotunda,
gozando con cada sonido homérico), "te lo diré", pero pronuncia su
nombre de una manera particular, porque su verdadero nombre significa
Nadie. Esto es muy importante, porque cuando le entierra la estaca al
gigante y éste sale corriendo y gritando, y los demás gigantes vienen a
ayudarlo, le preguntan ¿qué te está molestando? La respuesta de Polifemo
fue: Nadie Ah!, perfecto dijeron.
-Pero también está Mister Nadie de su
obra teatral Hojas de Parra.
-El año setenta y ocho en una
carpa se presentaba un circo pobre y simultáneamente se enchufaba otra
obra que se llamaba Hojas de Parra. El personaje central de esta obra se
llamaba Mister Nadie, y aquí llegamos al origen del nombre. Cuando
Carter se presentó a una rueda de prensa un día antes de las elecciones,
un periodista le hizo una pregunta y Carter no respondió, "paso" dijo.
Esto se repitió por tres veces y la última vez el periodista tomó la
palabra y le dijo: "señor Carter, hasta este momento usted era mi
candidato, pero a mí me parece que un candidato debiera estar en
condiciones de contestar cualquier pregunta de sus adherentes". Carter
le respondió sonriente: "Nadie es capaz de responder todas las
preguntas". El periodista dio un gran portazo y se retiró. Este
desgraciado inició entonces una gran campaña llamando a votar por Nadie
y recorrió Estados Unidos. Fue una cosa muy divertida con niñas en
pelotas bailando, a la americana. Yo hice entonces aquí también la
campaña de proclamación de Mister Nadie. Escribí un texto que se
llamaba, Mister Nadie for President. El texto decía: ¿Quién resolverá
todos nuestros problemas? Nadie, contestaba la muchedumbre. ¿Quién nos
liberará del comunismo? Nadie.
NICANOR
PARRA EN SERIO Y EN BROMA
.......... Los artefactos, esa acumulación de objetos de toda
calaña acompañados de sentencias tan escuetas como lapidarias, obedecen
a un largo proceso de evolución que viene desde los antipoemas, y que a
pesar de incorporar al texto el habla coloquial estarían todavía
cargados de retórica. El objetivo de los Artefactos es más audaz aún.
Tiene que ver con la anulación del concepto de autor, de originalidad.
Parra recuerda que fue Borges quien dijo que no había que preocuparse
por el plagio, que entre todos escribimos un gran libro. En los
Artefactos, entonces, ya no quedaría nada de la impostación del poeta.
Es el lenguaje mismo, en estado salvaje el que estalla ante nuestros
ojos. Por eso en los Artefactos caben todos los hallazgos. Un crucifijo
vacío con un cartelito pegado que dice "voy y vuelvo"; o el otro hecho
de mimbre y con el Cristo en su lugar acompañado de la siguiente
leyenda: "el que pierde gana". O una bacinica azul con una tapa de olla
con el mensaje: AL PASO QUE VAMOS en el año 2000 comeremos KK. Dificulto
que alcance para todos. O la cita proverbial "de boca cerrada no salen
moscas". Nicanor Parra escudriña en lo que lo rodea buscando el chispazo
que puede venir de un sesudo artículo de Le Monde Diplomatique sobre los
paraísos fiscales, de un aviso en un tren en Estados Unidos, o por qué
no, de algún olvidado poema cursilón ligeramente retocado.
-Se usa mucho la palabra "sarcasmo"
para adjetivar los Artefactos. ¿De dónde surge esta especie de humor
metodológico?
-La seriedad es una lata. Y la broma puede
caer fácilmente en la vulgaridad. Hay que jugar en los dos
planos.
-¿De dónde salió este
método?
-La respuesta está en una historieta, algo que yo
escuché cuando era muy niño, cuando alguien le preguntó a mi madre,
Clara Sandoval, ¿cómo está el niño? La mamá contestó lo siguiente: "es
un niño problemático. Para empezar, le cuesta respirar. Segundo, se lo
pasa haciendo dibujos en el aire -Yo todavía me sorprendo hacindo eso-.
Tercero, habla hasta por los codos. Pero lo más problemático del caso es
que nunca se sabe si está hablando en serio o en broma".
Esto fue un
problema en cierta forma para mí en una época, porque como yo hablaba en
serio y en broma, nunca tomé muy en serio la revolución. Eso no podía
ser. Había que comprometerse con ella ciento por ciento, de lo contrario
uno se hacía acreedor a cinco balazos en la nuca. Si ustedes ven las
referencias que hay a la revolución en los antipoemas, es una revolución
en serio y en broma, por eso a mí me pasó lo que me pasó con la UP y con
la izquierda chilena. Ahí está la famosa taza de té que yo tomé con la
señora Nixon. Y esto tiene que ver con el método de los métodos que es
la seducción. Yo encontré este método para sobrevivir. Si yo no hubiera
tenido este método me habrían hecho desaparecer. Me incendiaron la carpa
(donde presentaba una obra de teatro en 1978), me sometieron a dos
interrogatorios y además me enviaron un mensaje muy feo, me decían:
córtela con Mister Nadie porque sino uno de ustedes tres va a
desaparecer.
-¿Quiénes eran estos
tres?
-Manuel Salcedo, Jaime Vadell y yo. Leyendo a los
críticos franceses resultó que la seducción es grito y plata en Francia.
O sea, no hay que enfrentar al enemigo, hay que contarle un
chiste.
-¿Qué función cumple el señor
Nadie?
-Es un personaje equívoco. Por eso los antipoemas
siguen funcionando. Tiene que ver con la seducción y con la
deconstrucción. El antipoeta no es un predicador, dice todo lo que se
puede decir y enseguida retira lo dicho. O sea, lo que cuenta es la
configuración de palabras. Aquí no hay doctrina. A pesar de que ahora
estoy medio doctrinario.
ANTIPROYECTO
-¿Doctrinario en qué
sentido?
- A partir de un artículo publicado en Rocinante,
por ejemplo, titulado "Las entrañas del desencanto" por primera vez me
interesó y me incorporé en el tema que se llama conflicto mapuche. Es un
tema al que le sacamos el cuerpo. ¿Cómo es posible que Neruda, que nació
en Temuco y vivió rodeado de mapuches, no los vea. Los mapuches no
aparecen en los poemas de Neruda. Tal vez esto responda a un tema de
educación. Las referencias son las siguientes: la primera: flojo, ladrón
y borracho. Enseguida nos dicen que eran caníbales, antropófagos. Pero
yo tengo una posición frente al conflicto mapuche.
-¿Cuál sería?
-Yo no
trato de rehabilitar a los mapuches, no, eso no es responsabilidad mía y
además por ese lado se llega a una aproximación, por decirlo de alguma
manera, romántica del problema.
De la Comisión del Bicentenario me
empezaron a molestar por teléfono para que dijera algo sobre el tema de
los doscientos años. Pero ¿qué puede decir uno si no es repetir los
lugares comunes de los políticos y de los padres de la patria y de los
milicos y de los poetas épicos? Felizmente encontré un planteamiento.
Hay que formar el gobierno mapuche en el exilio. Vuelta a la Madre
Patria, antes que los mapuches nos echen a patadas. Nos quedan nueve
años para ver quienes somos. ¿A dónde vamos y de dónde venimos?
Españoles nacidos en Chile reza con todas sus letras el Diccionario
Hispanoamericano, hijos pródigos que se fueron a dar la vuelta al mundo
y se farrearon la herencia paterna. Fracaso total, los aborígenes no se
dejaron cristobalizar y nosotros no nos supimos naturalizar. Aclaremos
las cosas de una vez, este país les pertenece a ellos. Un poquitito de
delicadeza, vuelta a la Madre Patria es la consigna, salvo que los
mapuches se resignen a concedernos visa de inmigrantes, o por lo menos
visa de turistas. Exodo o lo que digan los caciques.
SU NUEVO
AMOR
.......... Así es Nicanor Parra, astuto, escurridizo, pero
también sentencioso y lapidario. Lo dejamos sentado frente a una
lámpara, garabateando sobre uno de sus numerosos cuadernos de croquis
algún nuevo Artefacto. Un rato antes ha declamado extensos pasajes de
Hamlet en inglés isabelino, ha hablado de La Odisea, de física cuántica,
de las ecuaciones de Lorenz, con la cebellera blanca y revuelta en el
mejor estilo de Einstein, o tal vez de Mark Twain. Ha hablado de logos,
de los misterios del mapudungún. Y hablado de su nieta Josefa, de un año
y medio. "Ella me hace señas con la mano -comenta con el rostro
iluminado- se despide de mí".
"Mi nieta juega en el jardín
Y sin
embargo yo estoy triste
Triste de tanta dicha
Porque la dicha
tiene fin
Es la más linda de las flores
Como esta flor no hay otra
flor
Que han sido mis otros amores
Comparados con este
amor"
Nicanor Parra recita estos viejos versos, recuperados de un
poema de María Monvel sin énfasis ni dramatismo. Es la flecha del tiempo
diría él, el Cronos. Como sea, Parra y su nieta viven su historia de
amor "porque los nietos a diferencia de los hijos no cargan consigo
ningún complejo de Edipo".
Queda la impresión de que Parra tiene
cuerda para rato. La muerte, después de todo, ha estado presente a lo
largo de toda su obra, burlada a veces a punta de ingenio, como en esas
historias del huaso y la Pelada que cuentan los antiguos. De hecho,
llegado el caso, Parra tiene listos, no uno sino varios epitafios, por
si las moscas.
***
LO QUE SE HA DICHO
DE ÉL
"Despues de más de veinte años de sostenido y consciente
trabajo, Parra ha logrado dar cima a una concepción estética,
cuyos aspectos principales se refieren a la prescindencia de
toda retórica, a la sustitución de un vocabulario poético
gastado, por las expresiones coloquiales más comunes, entre las
que no escasean ni la información periodística ni el léxico
burocratico, en un contexto general que suele adoptar con
frecuencia un carácter conversacional. Sin embargo, Parra
consigue siempre sacar el mejor partido de las palabras, y la
incorporación de aquellos elementos considerados durante mucho
tiempo atrás como espurios, le permiten describir, cabalmente,
los contenidos de la vida moderna".
Pedro Lastra, en Revista del Pacífico, Valparaíso,
1968
"Pues bien, el antipoema de Parra no es la serena y apolínea
creación que se produce en una cumbre de equilibrio de la forma
verbal y la experiencia humana. Es la poesía de una época no
apta para tales triunfos, clasisismos ni armonías, porque en
ella se extingue el brillo de la divinidad en el mundo, y cabe
repetir con Hölderlin: ¿... y para qué ser poeta en tiempos de
penuria? El antipoema es una respuesta posible: una palabra que
ya no puede cantar a la naturaleza, ni celebrar al hombre ni
glorificar a Dios o a los dioses, porque todo se le ha vuelto
problemático, comenzando por el lenguaje. En compensación, este
producto alejandrino, romántico e imperfecto renueva un intenso
contacto del hombre con su destino y con las honduras de la
subjetividad viva; aparece como una recuperación -por la
palabra- de la realidad perdida en las palabras, y es el
semillero de nuevas e inusitadas formas de lenguaje".
José Miguel Ibañez Langlois (Ignacio Valente, crítico
literario)
"Reinventar la estética desde la imperfección para recuperar
el arte a través de formas y objetos paridos por las palabras.
Poesía y arte, vistos por el revés. Ésta es la última etapa de
la antipoesía por la que transita Nicanor Parra (Chile, 1914),
uno de los poetas latinoamericanos más prestigiosos, volcado en
el lenguaje del arte desde los años cincuenta".
Winston Manrique, Madrid El País, 27 abril 2001
"El vicedirector de la Real Academia Española y miembro del
jurado, Gregorio Salvador, declaró ayer sobre el fallo del
Premio Reina Sofía: `Es muy merecido, porque Parra es uno de los
grandes poetas en lengua española. Representa un tipo de poesía
rebelde frente a otras formas poéticas, y es un nombre que no le
ofrecía ninguna duda al jurado".
Diario ElPaís, junio 2001.
"Lo que Nicanor Parra aporta a la poesía es un decir nada
solemne".
Roberto Bolaño
|
en revista Cultura Urbana, agosto 2001