La presente Nota trata de acercar el discurso etnoliterario mapuche
denominado Ngüneülün y la ranchera mexicana, que ha
ingresado desde antaño a las comunidades rurales y a la subcultura
popular, manteniéndose hasta nuestros días de manera
dinámica.
Dentro del discurso etnopoético mapuche tradicional, hablamos
del Ngüneülün, un tipo de texto oral que es proferido
por hombres y que tiene un amplio sentido elegiaco, vale decir, anclado
en la opresión. Ejemplo de ello, lo constituye el Ngüneülün:
"No tengo ni hermano, huérfano
soy.
Cualquier día que muera, no hay
Quien me llore una lágrima.
Me daré a la bebida, tengo plata
¡ pobre mi corazón!(Augusta p.281)
Sin embargo, dentro del discurso poético mapuche-huilliche
contemporáneo se ha adoptado la ranchera como elemento fundamental
para la construcción de un mundo poético particular,
sobre todo
en el sur de Chile, en que la ranchera es adoptado por las comunidades
rurales y comunidades urbanas populares producto de la influencia
de la revolución mexicana en el continente latinoamericano
y porque además los tópicos son de tipo elegiacos, con
un amplio sentido de dramatismo. Versan sobre caballos, la pérdida
de la madre, el casamiento de la amada o amante y el testimonio de
revolucionario. En este último tiempo se ha incorporado la
ranchera o el mexicano de la frontera, denominado también narcocorrido,
cuyos temas tiene que ver con el narcotráfico.
Por otro lado, en ese espacio identitario de hibridez cultural, denominado
Rahue, territorio que en 1793 había (re)presentado un Lonco
para firmar el tratado de paz y que ahora fue alcanzado por la modernidad,
concurren los Huilliche de San Juan de la Costa, como dice Colipán(1999)
al Tirol a conversar del precio del abono. Agregaríamos otros
bares de la memoria como la Rahuina, el Checho, el Sueño Azul,
El Amigo, Carmen y sobre todo el Palace I y II, donde el peñi
Colpiante, de la comunidad en conflicto Monte Verde, interpreta el
corrido del revolucionario El Ojo de Vidrio del inmortal Antonio
Aguilar, poniendo en práctica (in)conscientemente la teoría
del espejo y la representación de Lacán, o bien, interpreta
el tema Pasó del Norte, una de las rancheras más
escuchadas del sur de Chile, poetizada por el poeta Sergio Mansilla
en el libro Respirar en el Desfiladero(2000)
Otro espacio de confluencia cultural eran Los Manantiales cerca de
la feria Linch, en el Chaurakawín, Osorno, a pocos pasos del
río Molulco donde el dúo Antipani/Pillancari de Compu,
Chiloé, alguna vez interpretó El Hijo Desobediente
o Hay un Lirio, también del Antonio Aguilar. Pero si
de Rancheras se trata habría que escuchar al Lonco Paillamanque,
quien nos ha heredado los textos de Agustín Jaime y Llegó
Vestida de Blanco como una Flor de Limón del Chaparrito Gonzalez
o bien, escuchar los registros del Mosaico Mexicano de la Radio la
Voz de la Costa, dirigido por Juan Meulén.
Situados ya en el espacio en que la ranchera se enuncia como un discurso
que está inserto en la matriz cultural mapuche-huilliche, ya
que el Ngüneülün está en amplia retirada, puesto
que no se conocen últimamente registros de hablantes que canten
estas variantes del ül(canto poético mapuche) y por tanto,
las decisiones culturales pasan por las comunidades, quienes han adoptado
la ranchera, el mexicano o el corrido como un discurso plural, que
representa esa opresión permanente porque se está conflictuado
por la modernidad, la discriminación y ese deseo utópico
de mejorar la realidad personal y colectiva mediante la ampliación
y el mantenimiento de las tierras.
Por lo lado, poéticamente, Jaime Huenun en Ceremonias(1999)
en el texto Misión de la Costa P.33-34, incorpora como collage
etnolinguístico algunos versos de la ranchera de Cuco Sánchez,
Cama de Piedra: "Grítenme montes y valles/ háblenme
piedras del campo". Este poema versará sobre un huilliche
que ebrio encuentra la muerte y canta esta ranchera incluso antes
de morir. Hay que agregar que en la construcción de este mundo
poético, Huenun, incorpora lo telúrico como soporte
de la poesía, porque son los presagios de la naturaleza a través
de pájaros o insectos e incluso el viento, que anuncian la
muerte de uno de los nuestros.
Por último, será la ranchera, la que actúa como
anclaje entre el mundo cotidiano, y la construcción de un mundo
poético cruzado por el mestizaje, sincretismo, hibridismo cultural
o resignificación cultural mapuche y/o popular. Traza un puente
entre la memoria histórica y la memoria cotidiana, de varias
culturas subalternas que coexisten en esa imposibilidad de ser moderno.
Quienes volvemos al sur obscuro recurrimos a estas letras como lo
hizo alguna vez el escritor Manuel Puig con el folletín o el
poeta Jorge Torres con el Bolero y/o el Tango.
Si tuviéramos que enumerar los representantes de los corridos
antiguos nombraríamos a Miguel Angel Mejías, Cuco Sánchez,
Negrete, Guadalupe del Carmen, Flor Silvestre, en los últimos
tiempos Los Llaneros de la Frontera, Los Ruta 5 y más al sur
los Rancheros de Río Grande. Sin embargo, dejemos versar a
Antonio Aguilar:
"Bajaron tres campesinos allá
del cerro escondido
Traían al ojo de vidrio picado de un Coralillo
iba ya muerto el bandido en su caballo Tordillo"
* * *
BIBLIOGRAFÍA
RADIOFÓNICA:
Aguilar Antonio : CAMA
DE PIEDRA, 1957.
____________ : EL ALAZÁN Y EL ROSILLO, 1964.
____________ : CORRIDOS DE CABALLOS FAMOSOS, CNR, 1995
____________ : 25 GRANDES ÉXITOS, CNR, 1997.
SANCHEZ CUCO : IDOLOS DE SIEMPRE, Sony Music Entertainment Chile Ltda,
1997.
FUENTES FÍLMICAS:
EL OJO DE VIDRIO, ZECAM
VIDEO, Director, René Córdona, million dólar
video, 1967, actuación de Flor Silvestre y Antonio Aguilar,
121 minutos.
LA VUELTA DEL OJO DE VIDRIO, ZECAM VIDEO, René Córdona,
million dólar video, 1970, actuación de Flor Silvestre
y Antonio Aguilar, 96 minutos.
BIBLIOGRAFÍA
BÁSICA:
AUGUSTA JOSÉ DE : LECTURAS
ARAUCANAS, Editorial kushe, Temuco, 1991.
COLIPÁN BERNARDO : PULOTRE: TESTIMOMIO DE VIDA DE UNA COMUNIDAD
HUILLICHE, Editorial Universidad de Santiago, 1999.
HUENUN JAIME : CEREMONIAS, Editorial Universidad de Santiago, 1999.
HUIRIMILLA PAULO : EL OJO DE VIDRIO, Editorial Kultrún, Valdivia,
2002.
MANSILLA SERGIO : RESPIRAR EN EL DESFILADERO, Ediciones Pudú,
Valdivia, 2000.