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Patricio Manns publica “La vida privada de Emile Dubois”


La estremecedora aventura de un refinado asesino francés

Jazmín Lolas
Las Ultimas Noticias
Martes 6 de abril de 2004


El autor lleva a la ficción los últimos tres años del enigmático inmigrante que, a comienzos del siglo pasado, conmovió a Valparaíso al matar, como si se tratara de una obra teatral, a extranjeros que consideraba usureros.



Un personaje y una ciudad comparten, casi al mismo nivel, el protagonismo de “La vida privada de Emile Dubois”, la nueva novela de Patricio Manns: el enigmático asesino en serie de origen francés que pasó a la historia policial chilena a comienzos del siglo pasado y Valparaíso, escenario en que este hombre vivió y cometió sus crímenes, y cuyos múltiples rincones el autor describe detalladamente.

En el libro, recién publicado por Editorial Alfaguara, el escritor -también ampliamente conocido como músico- traslada a la ficción los últimos tres años del protagonista, un sujeto apuesto, refinado y seductor que fue fusilado en 1907 sin que se comprobara cabalmente su responsabilidad en varias muertes que habría ejecutado para vengar a víctimas de abusos económicos.

“En apariencia, Dubois era inocente, al menos en algunos crímenes que se le imputan. Sin ir más lejos, después de su fusilamiento se cometió un asesinato similar a los que se le adjudicaban”, comenta Manns, quien relata las fechorías del criminal sin revelar al espectador las pesquisas de la policía.

-¿Por qué se interesó en la historia de Dubois?
-La conocí hace más de treinta años, y se ha escrito y hablado mucho sobre ella. En Valparaíso hay un bar que lleva el nombre de Dubois y en el cementerio de Playa Ancha existe una glorieta llena de placas con agradecimientos de gente humilde que le ha pedido favores y que va a rezarle.

-¿Fue Dubois un vengador, un antihéroe o simplemente un desalmado?
-Según “El Mercurio” de Valparaíso, hasta último minuto él clamaba su inocencia, comparándose con un verdugo, es decir, un funcionario del Estado cuya profesión es matar a criminales. Es una idea que le rondaba por la cabeza y se empeñó en convencer al juez de ello. Yo prefiero que el lector decida.

-El protagonista hace hincapié en que sólo asesina a hombres extranjeros.
-Él sostenía que eran usureros europeos que estafaban al pueblo chileno. Dubois tenía inclinaciones sociales: luchó junto al coronel Uribe en Colombia, en la guerra entre liberales (su bando) y conservadores, y en Ecuador encabezó una huelga de bananeros.

-También fue actor y tenía un concepto teatral del crimen.
-Es imposible establecer cuál es la realidad y cuál es la ficción, pero Dubois presentó en el Teatro de la Comedia, en Barcelona, España, una obra propia en la cual se afirma que asesinó a uno de los actores en plena representación. Y él planeaba y ejecutaba sus crímenes como si fueran el episodio de una obra.

 

 

En el cuerpo de John Malkovich

La versión de Patricio Manns sobre la misteriosa vida de Emile Dubois no se limitará a su recién publicada novela. El autor también escribió el guión para la película que Nicolás Acuña (director de “Paraíso B”) realizará con la historia del asesino en serie, e incluso lo tradujo al francés con el propósito de interesar a inversionistas franceses en la producción.

Sobre el protagonista del filme, el escritor adelanta que un posible candidato es el actor estadounidense John Malkovich, el tipo ideal, en su opinión, para construir el perfil del personaje, un hombre de intrincada personalidad que acudía a los escenarios de los crímenes en carroza y mataba ataviado de capa, bastón y sombrero de copa.

 

 

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Patricio Manns revive a mítico asesino

por Gustavo González

SANTIAGO, abril (IPS) - "La vida privada de Emile Dubois", el último trabajo del escritor, historiador, cantautor y dramaturgo Patricio Manns, "es una novela para la devoción y la devoración", afirmó el director del grupo musical Inti Illimani, Jorge Coulon, sobre este relato basado en un asesino en serie que conmocionó a Chile a comienzos del siglo XX.

La obra, lanzada por la editorial Alfaguara el 6 de este mes, fue calificada por el escritor José Miguel Varas ("El Correo de Bagdad", "Neruda clandestino") como "una novela popular”, en tanto revive a un personaje mítico cuya supuesta tumba, en el cementerio de Playa Ancha, en Valparaíso, sigue siendo hasta hoy objeto de devoción masiva.

"No es una biografía, es una novela", aclaró Manns a propósito de las licencias propias de la ficción a que tuvo que recurrir para construir el retrato de Emile Dubois, un emigrante francés descrito como "un ser carismático y apasionado que sedujo a hombres y mujeres para convertirse en un verdadero personaje de leyenda".

Un personaje que se jactaba de ser "el mejor actor del mundo" y que recaló en Chile arrastrando un pasado de aventurero, con escalas de dramaturgo en Barcelona, guerrillero del bando liberal en Colombia y minero en Potosí, Bolivia.

Llegó a este país a "montar" su obra final. "Pero en lugar de una pequeña escena miserable, escogí como escenario todo el puerto de Valparaíso, como si se tratara de un retablo mágico, gigantesco, expresivo y potente para mi más importante representación trágica" , según lo hace proclamar el autor en la novela.

Esta representación fue una cadena de asesinatos de usureros, en los cuales Dubois descargó su vocación de anarquista y luchador social y su impronta de caballero, porque se jactaba de no haber matado nunca "a ciudadanos chilenos, mujeres y niños".

El 26 de marzo de 1907 se cumplió en la cárcel de Valparaíso el ajusticiamiento de Dubois. Los meses y semanas previos a su comparecencia ante el pelotón de fusileros fue profusamente entrevistado por el diario El Mercurio, dejando así uno de los testimonios en que se basó la narración de Manns.

Para Coulon, el personaje es la quintaesencia del teatro, porque en definitiva "es un actor que se representa como actor" en ese escenario mágico de Valparaíso, el puerto rodeado de cerros que amenazan con caer al mar, que semeja para algunos una mano de dedos encogidos con la palma hacia arriba y para otros un gran anfiteatro.

Fue su devoción por el teatro lo que tal vez lo inició a nuestro personaje en la senda del crimen. En Barcelona presentó una obra de su creación que incluía hacia el final la escena de un estrangulamiento, en que el victimario era él.

"Dubois consideró que el actor que hacía el papel de la víctima era tan malo, que terminó estrangulándolo de verdad sobre las tablas", contó Manns.

Leyenda, ficción, crónica y testimonio convergen en "La vida privada de Emile Dubois", esta última novela de Manns, uno de los creadores chilenos más prolíficos que ha distribuido su vida artística entre la narrativa, la investigación histórica, la música popular, la poesía, el ensayo, la dramaturgia e incluso el cine.

Se inició en la literatura en 1967 con "De noche sobre el rastro", que obtuvo el Premio Alerce de la Sociedad de Escritores, cuando Manns ya era un compositor e intérprete musical consagrado con su canción "Arriba en la cordillera", uno de los temas folclóricos más conocidos en el mundo de habla hispana.

En su obra como historiador y novelador de las luchas sociales resalta el ciclo de actas que escribió durante su exilio en Francia: "Actas de Marusia", de 1974, "Actas del Alto Bío-Bío", de 1984, y "Actas de Muerteputa", de 1987.

"Actas de Marusia" fue llevada al cine por el director también chileno Miguel Littin, con el actor italiano Gian María Volonté en el papel principal. Su exhibición estuvo prohibida en Chile durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

En tanto, su novela "El Corazón a contraluz" fue publicada en Francia en febrero de 1996 y recibió una inmediata aclamación de la crítica internacional. La versión en español, lanzada en Argentina en septiembre del mismo año, completó tres ediciones con 15.000 ejemplares.

"El desorden en un cuerno de niebla" , de 1999, fue la novela que antecedió a "La vida privada de Emile Dubois" y sumó nuevos pergaminos a la prolífica creación literaria de Manns.

En 1998 se saldó una vieja deuda con él, cuando se le entregó el Premio Municipal de Literatura de Chile por su novela "Buenas noches los pastores". El reconocimiento había sido acordado en 1973, pero el golpe que derrocó al presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de ese año postergó su materialización por un cuarto de siglo.

"Buenas noches los pastores" fue reeditada en 2000.

A fines de 2001 Manns ganó el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, considerado el reconocimiento literario más importante de Chile, en la categoría de cuentos inéditos con una serie de relatos publicada en 2002 bajo el título "La tumba del zambullidor".

"La vida privada de Emile Dubois" será sin duda otro éxito literario de Manns, según Varas, quien en forma humorística le deseó al libro "una pronta aparición en el 'mall' de la cuneta", aludiendo a los altos volúmenes de comercialización callejera que alcanzan ediciones ilegales de los best-sellers.

 

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Malo de adentro:
"La vida privada de Emile Dubois", de Patricio Manns

por Vicente Montañés

Las Ultimas Noticias, Miércoles 28 de abril de 2004
Más conocido por sus afanes expresivos poético-musicales que literarios, Patricio Manns ha escrito no menos de diez novelas durante los últimos 35 años. Vista su experiencia narrativa, no debe sorprendernos la soltura de su pluma al iluminar, en "La vida privada de Emile Dubois", las andanzas criminales, afectivas y sexuales de ese célebre asesino francés que hace cien años heló la sangre a los habitantes de Valparaíso.

Se trata, hay que decirlo, de una ficción elaborada a partir de un personaje real, y en ella Dubois aparece como el vanidoso actor y escenógrafo de su propia y escalofriante obra, montada paso a paso (crimen a crimen) y noche a noche en las habitaciones, calles y cerros de nuestro puerto principal. Amancebado con la bella Léa, una francesa de las Antillas, Dubois alterna sus elegantes asesinatos (la víctima es casi siempre un usurero llegado a Chile desde otras tierras) con la inquietante tentación de incitar a Léa a que lo imite o acompañe en sus correrías, como si, parafraseando al marqués de Sade, le explicara a su amante que en el crimen premeditado habita una forma de felicidad.

Dubois va complicando su propio argumento con consideraciones casi místicas sobre la venganza como vocación social, pero intuye que, tarde o temprano, la justicia le echará el guante. La novela se inicia con buena prosa y una ágil secuencia de diálogos y acciones, intrigando de inmediato al lector con los manierismos filosóficos de un soñador que se ha impuesto la fascinante misión de mandar al otro mundo a especuladores enriquecidos gracias al ahorro de los demás. Diversos personajes secundarios (como Mercuriano Aponte, notable cochero-ladrón de latente homosexualidad, o la sodomizada Gioconda, ramera portuaria que ejerce en El Dedo Sin Uña) amenizan estas escalofriantes aventuras, dotando al relato de una seductora atmósfera entre gótica y "belle époque", donde cualquier paradoja, sea crimen, cópula o delirio, parece posible.

Pero cuando Manns se detiene a describir los encuentros eróticos del asesino con la disipada Gioconda (a quien descubre abrazando a otra mujer), vacila por vez primera su pulso narrativo, y la escena amenaza entonces con traicionar su propia estética, resbalando hacia la frase obvia o la tórrida -aunque insípida- estampita cuasiporno. El narrador se recupera, es cierto, pero esta "vida privada" del inescrupuloso Dubois ya ha perdido su misterio (su tenebroso encanto), y ni el sexo ni el crimen vuelven a ser lo que eran hasta ese momento: una metáfora que insinuaba los contornos de una mente enloquecida y poderosa, el alma llena de sorpresas de un fanático de sí mismo que cree estar de parte de los oprimidos. Tristemente, y no sin antes estrechar la mano del poeta Carlos Pezoa Véliz entre los escombros de un Valparaíso terremoteado, nuestro diabólico héroe pierde densidad poética y va decayendo hasta convertirse en su referente histórico, un personaje de crónica libre de toda metafísica: el verdadero Emile Dubois, ese que enfrentó a ojos descubiertos el pelotón de fusilamiento y que, fumando su pipa, se declaró inocente hasta el final.

 

 

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PATRICIO MANNS, UN ESCRITOR CABAL
La novela pictográfica



Una secuencia de 37 capítulos breves, armados bajo el efecto de una mirada que estructura bocetos
que buscan atrapar la esencia literaria de Emile Dubois, la persona real.

por Javier Edwards Renard
Revista de Libros de El Mercurio
viernes 7 de mayo de 2004

Larga es la trayectoria de Patricio Manns - poeta, narrador y músico- como para tener alguna duda sobre su capacidad para administrar los lenguajes de cada género, siempre al servicio de su tendencia, casi voraz, a interpretar el mundo.

En su más reciente novela, La vida privada de Emile Dubois, Manns entrega un texto fiel a su vena más característica, aquella que lo diferencia de muchos de nuestros narradores en ejercicio: el amor vital a sus personajes, el entusiasmo por la historia que relata, a veces y como en este caso, tomada a préstamo de la vida real. Pero, al mismo tiempo, intenta contener el expresionismo desbocado de otros de sus libros, el romanticismo extremo que legitima el relato hasta en su delirio. No estamos aquí ante su desbordante novela El corazón a contraluz, escrita en torno a la figura de Julio Popper, el épico cazador de indios patagónicos, sino frente a un texto preciso, intenso, de rienda corta, de capítulo breve, escrito como si se tratara de una larga secuencia de bocetos, en los que el dibujante se aproxima con intimidad a su objeto, rescatando lo elementos indispensables para registrar su mirada, a través del trazo grueso y sintético y no con detalle explícito. Así, La vida privada de Emile Dubois nos entrega aspectos del iter criminalis de este francés que vivió en Valparaíso a principios del siglo pasado - arriesgando una hipótesis, discutible, que desde la dedicatoria justifica ciertos crímenes como tenebrosos actos de justicia- sin expandirse a otros territorios, concentradamente en el círculo más cercano a los hechos, rasgos que ha elegido como relevantes para trazar su retrato.

El resultado es opuesto y similar al de El corazón a contraluz, quizás por aquello de que los extremos se topan. Precisa, seca, cruda a ratos, escrita desde una mirada que pareciera querer congelar cualquier exceso de emoción, La vida privada de Emile Dubois también es un excelente texto literario, en el que la pasión de Manns por su personaje, sus circunstancias, no deja de estar presente. Entonces, lo que se logra es la épica mínima y monstruosa del paisaje interior de un alma: la megalomanía de este Emile Dubois, francés, actor de teatro, personaje frustrado, que se siente llamado a montar un drama justiciero y total: "Soy un actor, un gran actor, el mejor actor del mundo y estoy frente a mi público... escogí como escenario todo el puerto de Valparaíso, como si se tratara de un retablo mágico, gigantesco, expresivo y potente para mi más importante representación trágica".

Patricio Manns no sólo entrega aquí un retrato de la vida secreta de su personaje, sino que dibuja un ego hipertrofiado que bien puede ser una certera metáfora de lo que ocurre, en diferentes niveles, en nuestro país y el mundo, repletos de justicieros de pacotilla. En este sentido, La vida privada de Emile Dubois se deja leer como la historia de un terrible Robin Hood, pero, también, y aquí difiero del exceso de romanticismo ético de este escritor, como la historia de un auténtico asesino, porque no hay crímenes que puedan asimilarse a actos justos, porque nadie puede asumir que el espacio social es su gran teatro ajusticiador. Tengo en mente las imágenes de prisioneros iraquíes torturados por los militares americanos; las víctimas inocentes en la Estación de Atocha; las burdas modalidades que nuestra política y nuestra farándula han asumido para "hacerse justicia".

La vida privada de Emile Dubois.
Patricio Manns.
Alfaguara, Santiago, 2004, 204 páginas.
Precio de referencia $7.400.







Visite: Emile Dubois, el enigmático asesino de Valparaíso, por Rubila Araya.

.......... Emile Dubois, estilista de la muerte , por Felipe Acuña.

 

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Patricio Manns: "La vida privada de Emile Dubois",
la estremecedora aventura de un refinado asesino francés,
por Jazmín Lolas,
Fuente: Las Ultimas Noticias,
6 de abril de 2004.